Debido a la extensión de la reseña, he tenido que dividirla. Aquí tenéis la primera parte.
Ana’s tag de William Alexander
Esta historia es bastante extraña. Nos cuenta como Ana, la niña del título, sigue a su hermano a un mundo terrible de fantasía a través de un graffiti incomprensible. Los amigos de su hermano están allí, pero como todos deberíamos saber, no hay que hacer tratos con las hadas, ya que siempre tienen truco.
No me ha gustado mucho, ya que me ha resultado confuso.
Nothing personal de Pat Cadigan
Este relato es de mayor longitud que los anteriores y esto se nota en el desarrollo, algo más pausado y profundo.
Cuando la detective de homicidios Ruby Tsung alcanza cierta edad, siente una desazón que aumenta en su cuerpo mientras piensa en las pobilidades perdidas. A la vez, tiene que investigar un posible caso de asesinato de una niña que aparece muerta en el tejado de un edificio, hacer frente a la jubilación de su compañera de toda la vida y adaptarse al nuevo compañero que le ha sido asignado. Podría parecer el típico procedimental policíaco pero conforme se va desvelando la trama, aparecen elementos extraños, cuya única explicación nos lleva a la más que satisfactoria conclusión . Muy interesante.
The rose wall de Joyce Carol Oates
A través de los ojos de una niña pequeña, vemos cómo vive en una gran mansión de la que no debe salir, ya que ahí tiene toda su vida y es atendida por los sirvientes, aunque todos hablan en un idioma un tanto extraño y no parecen muy contentos con su trabajo. La rebeldía infantil no tardará en vencer este encierro, pero el final no será el esperado.
La interpretación de este cuento depende del cristal con el que se mire, quizá esta recopilación no era el sitio más adecuado para su publicación. Me ha parecido poco destacable.
The thirteen text of Arthyria de John R. Fultz
Jeremy March tiene un don para encontrar libros especiales en librerías de viejo, pero según dice, él no encuentra los libros, los libros le encuentran a él. Lo que no podía imaginar es que cuando encuentra “The One True World Volume I : Trascending the Illusions of Modernity and Reason” iba a verse envuelto en una maravillosa aventura en la búsqueda de los siguientes doce volúmenes.
Este relato me ha encantado, no solo por la historia en sí, si no por el mundo que se va desarrollando conforme avanza la lectura, del cual solo tenemos atisbos pero que podría dar para muchos libros. Muy bueno.
Ruminations in an alien tongue de Vandana Singh
Una científica consigue viajar a otro mundo alienígena utlizando resonancias acústicas para abrir una puerta espacial y encuentra allí una máquina, el actualizer, que es capaz de alterar las probabilidades. Los demás utilizan la máquina para saltar a mundos donde han tomado otras decisiones y donde creen que vivirán mejor, pero ella se queda en el mismo sitio, recibiendo una y otra vez la visita de Rudrak, un hombre que busca a la fallecida Ubbiri. Sin embargo, este bucle infinito presenta pequeños cambios que le hacen concebir esperanzas.
El lenguaje es bastante poético y las divagaciones del título me gustan, aunque me parece que la idea original podría haber dado más de sí.
Ten Sigmas de Paul Melko
El protagonista de este relato se denomina a sí mismo un humano masivamente paralelo, ya que es capaz de tomar decisiones basándose en la experiencia de sus muchos yo de otros universos. Su forma de ganarse la vida es copiar las canciones que sus otros yo escuchan en otros mundos y convertirlas en éxitos en el suyo. Pero todo esto cambia cuando decide intervenir para rescatar a una persona secuestrada, ya que las opciones a su disposición son cada vez menores.
Esta historia está bien escrita y mantiene la tensión hasta el último momento, pero al leerla no he podido evitar acordarme de El asesino infinito de Egan, con el que tiene muchos puntos en común, aunque con menos física cuántica.
Magic for beginners de Kelly Link
El surrealismo campa por sus anchas en toda esta novelette que fue nominada al Hugo en el 2006. Aún tomándola con mucha manga ancha, no sé dónde están los mundos paralelos en los que se circunscribe esta antología.
Jeremy Mars es un niño que vive obsesionado con una serie televisiva extraña, que nunca se sabe cuándo se va a emitir y que en cada capítulo cambia los actores que representan los distintos papeles. En el último capítulo que ha visto, parece que la protagonista ha muerto, lo cual causa mucha controversia entre sus amigos y su familia. Simultáneamente, recibe en herencia una cabina telefónica y un capilla de bodas en Las Vegas y su madre decide ir allí a hacerse cargo de la herencia.
¿Suena absurdo? Eso es por que es verdaderamente absurdo.
Una respuesta a «Other worlds than these (II)»