Me encanta la serie Edinburgh Nights de T.L. Huchu, que ya me sorprendió muy gratamente con su primera entrega, The Library of the Dead y que ha mantenido un muy buen nivel en Our Lady of Mysterious Ailments, la segunda novela.
Seguiremos las andanzas de Ropa, que esperaba poder salir de su mala situación económica gracias al aprendizaje que consiguió asegurar en la Library of the Dead, pero por diversas circunstancias se ve obligada a aceptar un nuevo caso que utilizará sus habilidades para hablar con los fantasmas. En esta ocasión, tendrá que ayudar a un joven enfermo que se encuentra alojado en el hospital Our Lady of Mysterious Ailments en estado catatónico sin causa clara. La investigación le llevará a conocer el funcionamiento interno tanto de la librería como de las clasistas escuelas de magia de Escocia, con un escenario memorable en este relato fantástico.
Lo primero que me gustaría destacar es la fuerza de la protagonista, que a pesar de no haberlo tenido nada fácil en la vida es capaz de afrontar las situaciones más comprometidas con una entereza envidiable, sabiendo que lleva en sus hombros el peso de su familia. Además, tiene una plétora de personajes secundarios que constituyen una red de apoyo más que encomiable. Me llama especialmente la atención que la educación de Ropa haya tenido que ser forzosamente autodidacta pero que aún así tengo conocimientos muy variados, siendo capaz de citar a Miyamoto Musashi lo mismo que conocer los intríngulis de Royal Bank of Scotland. Hay una escena que me ha gustado especialmente cuando pide la versión en audiolibro de una de las referencias de la Library of the Dead y el curioso método mágico que se utiliza para proporcionárselo.
El misterio en esta ocasión es quizá algo más flojo que en la primera novela, pero a cambio obtendremos muchas más información sobre el funcionamiento de la magia en Escocia, algo que se quedó algo más velado en el primer libro. Es muy difícil encontrar el equilibrio entre la trama actual y el trasfondo en una serie y creo que el autor sale bien parado del desafío.
El mundo distópico en el que transcurre la serie le sirve al autor también para reflejar la crítica social de la que ya hizo gala con anterioridad, en este caso seremos testigo de las diferencias sociales entre Ropa, que subsiste a duras penas en un remolque y los estudiantes pijos de las mejores universidades del país, que creen poder permitirse todo lo que desean simplemente por ser hijos de quienes son (y lo creen porque lo consiguen).
Estoy muy interesada en saber cómo sigue esta serie y me encantaría que se publicara en España porque creo que merece la pena.