Había dejado un tanto relegada esta última entrega de la trilogía The Farian War de K.B. Wagers por la decepción de la segunda entrega, pero me picaba un poco la curiosidad de ver cómo acababa la historia.
La autora se había dejado las revelaciones más importantes para el final, como parecía lógico. A mí particularmente me cansa un poco que el motor de la historia sea una amenaza exterior bastante desconocida pero sin duda imponente, es BEM o alienígena que puede acabar con la raza humana de un plumazo gracias a su capacidad bélica superior o simplemente a su desarrollo tecnológico. Afortunadamente Wagers cambia un poco el rumbo de su space opera dejando que este peligro inminente un poco en segundo plano mientras que los problemas más cercanos y por tanto, más urgentes, se conviertan en el centro de la situación.
El juego político que hemos visto desplegarse a través de la trilogía llega aquí a su expresión final, con traiciones y planes que al fin llegan a su clímax. Pero mi impresión es que la autora ha convertido a su personaje principal en un ser tan poderoso y con tantos recursos a su disposición que se hace casi imposible destronarla, cuando puede cambiar su aspecto, resucitar, trasladarse en el espacio de forma casi instantánea… Me parece que es una sucursal de Deus ex Machina INC. que hace que pierda interés por el desarrollo de la novela. Sí, ya sabemos que le va a ir bien a Hail Bristol, lo mismo sufre un poquito por el camino pero poca cosa, como mucho un padrastro.
Lo cierto es que esperaba algo más de esta trilogía, pero me ha resultado imposible sobreponerme al mensaje tan terrible del segundo libro. Aunque en la tercera entrega la cosa mejora, me temo que la trilogía en sí queda inevitablemente lastrada por los problemas anteriores. No puedo recomendar su lectura.