Hace ya más de un año que leí la primera novela del escritor Jeff Salyards, que a pesar de sus defectos me gustó y hemos tenido que esperar hasta ahora para poder hincarle el diente a su continuación, Veil of the deserters, donde consigue pulir esos problemas con el ritmo de los que hablábamos.
La narración es una continuación casi inmediata de lo que ocurrió en la primera entrega, pero para los que no recordamos perfectamente el libro, Jeff va dejando caer insinuaciones y pistas que nos permiten entrar en situación rápidamente, sin aparente esfuerzo por nuestra parte.
La historia nos la relata Arkamondos, el cronista contratado por la compañía del capitán Braylar Killcoin para dejar constancia de sus hechos, aunque realmente su papel más destacado será como traductor de legajos antiguos que poseen los Syldoon. Me parece destacable la evolución de este personaje, ya que vemos cómo se va transformado de joven inocente en adulto encallecido por las experiencias sufridas. La dura existencia del soldado profesional también se ve reflejada a lo largo de las páginas, donde asistimos a emboscadas, cabalgatas sin descanso, momentos de terror a la espera del ataque enemigo y momentos de absoluta tranquilidad (casi de aburrimiento) cuando hay que encargarse de tareas cotidianas, como el forraje o el cuidado de las armas.
Menos interesante me parece la rivalidad entre Braylar y Soffjian, su hermana; así como la incipiente historia de amor en la que se ve envuelto Arki, que se me antoja previsible y poco original. Los personajes sí que están bien desarrollados, es su relación la que no me parece creíble.
Una de las cosas que más llama la atención en la historia es la realista narración de los combates y la predilección del autor por las armas a dos manos y astadas, algo poco frecuente en la fantasía al uso donde se da prioridad a la consabida espada en aras de la agilidad y la rapidez. Por las páginas de Veil of the deserters veremos desfilar alabardas, naginatas, berdiches… que palidecen en comparación con uno de los puntos principales de la historia, que da nombre a la trilogía, Bloodsounder, el arma maldita.
En uno de los momentos más tensos de la narración podemos conocer cómo se formó el vínculo indisoluble entre el capitán Killcoin y su arma, así como ver algo más del pasado de este mundo abandonado a su suerte por los dioses. Resulta llamativo el world-building desarrollado por Salyards, la existencia de una magia de la memoria y de la percepción me parece muy acertada, así como el abandono a su suerte de la raza humana por parte de los dioses.
Un problema que se puede presentar en la lectura de Veil of the deserters es la longitud de la obra, nos encontramos ante un texto realmente largo. Si compensa o no el tiempo que es necesario dedicar a su lectura es cuestión de cada uno, yo no tengo dudas. Si la tercera entrega de la historia tiene estas dimensiones y este interés, que me vayan apuntando ya en la lista de ventas.
Y como añadido a la reseña, el autor nos ha concedido una entrevista que esperamos publicar en breve. Ya veréis qué cosas más interesantes nos cuenta.