Aquí os traigo la portada de Famous Men Who Never Lived, la novela de K Chess que verá la luz este año.
La sinopsis es intrigante:
For readers of Station Eleven and Exit West, Famous Men Who Never Lived explores the effects of displacement on our identities, the communities that come together through circumstance, and the power of art to save us.
Wherever Hel looks, New York City is both reassuringly familiar and terribly wrong. As one of the thousands who fled the outbreak of nuclear war in an alternate United States―an alternate timeline―she finds herself living as a refugee in our own not-so-parallel New York. The slang and technology are foreign to her, the politics and art unrecognizable. While others, like her partner Vikram, attempt to assimilate, Hel refuses to reclaim her former career or create a new life. Instead, she obsessively rereads Vikram’s copy of The Pyronauts―a science fiction masterwork in her world that now only exists as a single flimsy paperback―and becomes determined to create a museum dedicated to preserving the remaining artifacts and memories of her vanished culture.
But the refugees are unwelcome and Hel’s efforts are met with either indifference or hostility. And when the only copy of The Pyronauts goes missing, Hel must decide how far she is willing to go to recover it and finally face her own anger, guilt, and grief over what she has truly lost.
Aquí la traducción:
Para lectores de Station Eleven y Exit West, Famous Men Who Never Lived explora los efectos del desplazamiento de nuestras identidades, de las comunidades que se une debido a unas determinadas circunstancias y el poder del arte para salvarnos.
Mire a dónde mire Hel, la ciudad de New York es simultáneamente tranquilizadora, familiar y horriblemente equivocada. Como una de los miles que huyeron de la guerra nuclear en unos Estados Unidos alternativos (en una realidad paralela) se encuentra viviendo como una refugiada en nuestro Nueva York. La jerga y la tecnología le son extrañas, la política y el arte irreconocible. Mientras que otros, como su compañero Vikram, intentan integrarse, Hel se niega a renunciar a su antigua carrera y a crearse una nueva vida. Al contrario, relee obsesivamente The Pyronauts- una obra maestra de la ciencia ficción de su mundo que ahora sólo existe como una débil edición en rústica- y decide crear un museo dedicado a preservar los artefactos y las memorias que se conservan de su cultura desaparecida.
Pero los refugiados no son bienvenidos y los esfuerzos de Hel se encuentran bien con la indiferencia bien con la hostilidad. Y cuando la única copia de The Pyronauts se pierde, Hel debe decidir hasta dónde está dispuesta a llegar para recuperarla y finalmente afrontar su propia ira, culpa y pena por lo que ha perdido.