Aquí os traigo la contundente portada de Katie Anderson de Priest of Gallows, la última entrega de la saga War for the Rose Throne de Peter McLean, cuyos primeros títulos ya comentamos por aquí. El libro se pondrá a la venta el día 29 de abril.
Esta es la sinopsis:
Gangster, soldier, priest. Queen’s Man. Governor.
Tomas Piety has everything he ever wanted. In public he’s a wealthy, highly respected businessman, happily married to a beautiful woman and Governor of his home city of Ellinburg. In private, he’s no longer a gang lord but one of the Queen’s Men, invisible and officially non-existent, working in secret to protect his country.But when the queen’s sudden death sees him summoned him back to the capital, he discovers his boss, Dieter Vogel, Provost Marshal of the Queen’s Men, is busy tightening his stranglehold on the country.
Just as he once fought for his Pious Men, he must now bend all his wit and hard-won wisdom to protect his queen – but now he can’t always tell if he’s on the right side.
Tomas has started to ask himself, what is the price of power? And more importantly, is it one he is willing to pay?
Mi traducción:
Gánster, soldado, sacerdote. Hombre de la Reina. Gobernador.
Tomas Piety tiene todo lo que siempre había deseado. De cara a la galería es un acaudalado y respectado hombre de negocios, felizmente casado con una bella mujer y Gobernador de su ciudad natal, Ellinburg. En privado, ya no es el jefe de una banda criminal si no un hombre de la Reina, invisible e inexistente de forma oficial, trabajando en secreto para proteger a su país.
Pero cuando la súbita muerte de la reina hace que tenga que volver a la capital descubre que su jefe, Dieter Vogel, máximo dignatario de los hombres de la Reina, está muy ocupado afianzando su poder sobre el país.
Al igual que una vez luchó por su banda, los Hombres Píos, ahora tendrá que dedicar toda su astucia y sabiduría para proteger a su reina, pero siempre le queda la duda sobre si está luchando en el bando correcto.
Tomas ha empezado a preguntarse: ¿cuál es el precio del poder? Y más importante aún: ¿está dispuesto a pagarlo?