Yoon Ha Lee sorprendió a propios y extraños con su primera novela, la fascinante Ninefox Gambit, que ha conseguido nominaciones a muchos premios.
Para empezar, Raven Stratagem es mucho más fácil de leer. Ya estamos familiarizados con todo el sistema de calendarios, conocemos las reglas del juego y solo nos queda dejarnos llevar por la historia. En los primeros capítulos, sin tener que recurrir a resúmenes de lo ocurrido con anterioridad, el autor nos recuerda algo de lo que pasó en el segundo libro. Parece que a Yoon Ha Lee le han debido hablar sobre la curva de aprendizaje tan exagerada que exigía la primera novela y ha decidido suavizarla mucho en esta segunda entrega.
Sin embargo, esta facilidad no se aprovecha del todo. Como space opera se queda un poco a medio camino, la grandiosidad de las batallas espaciales que disfrutamos en Ninefox Gambit aquí se ve reducida a escaramuzas o al menos ese es el recuerdo que queda. Por contra, los personajes son más variados y tienen mucho más interacción. Parece que la narración ha evolucionado a un thriller político-espacial, si tal distinción es posible.
Me gusta mucho la idea de la “compulsión” de los Kel, que les obliga a obedecer las órdenes de los superiores. Me recuerda mucho a la manipulación que sufrían algunos personajes de Ender el Xenocida, pero corregida y aumentada. No estoy segura de que se aproveche en su totalidad, porque queda algún resquicio por el que escabullirse… pero por lo general influye mucho en el desarrollo de los acontencimientos y puede ser tanto una fortaleza como una debilidad.
Por desgracia, la trama es bastante previsible. El enfrentamiento a un enemigo del que se conocen pocos detalles y se desvelan aún menos solo sirve como pantalla para otros enfrentamientos que ocurren entre bambalinas. Me hubiera gustado que se hubiera profundizado más en las diferentes facciones de la “hexarquía” pero el protagonismo lo tienen fundamentalmente los Kel y los Shuos.
Hay algunas pequeñas alusiones humorísticas, algo de lo que el autor ya hizo gala en Extracurricular Activities y alguna que otra escena de sexo, pero parecen añadidos más que algo integrado en la trama.
Valorada como un conjunto, Raven Stratagem me parece una obra menor que Ninefox Gambit. Adolece del síndrome del segundo libro y no estoy segura de que prepare bien el terreno para un tercero. Aún así, es una lectura perfectamente disfrutable.