Seguramente resulte difícil de creer, pero Becky Chambers ha conseguido escribir una historia de naves generacionales y especies alienígenas con marcados tintes autobiográficos.
Record of a Spaceborn Few no es una novela al uso, ya que los distintos puntos de vista que van narrando su historia son como teselas separadas de un mosaico que no vemos por completo, ni siquiera al final de la lectura. No me atrevería tampoco a definirla como una colección de relatos ni como un fix-up por que la intención del libro es ser un todo cohesionado. Quizá esta falta de definición sea un problema del propio libro, que no sabe a qué carta quedarse. Ello no es óbice para disfrutar de la lectura, pero sabiendo a qué atenerse.
La idea de una flota de éxodo de un planeta moribundo no es nueva, sin ir más lejos podemos acordarnos de la serie Mass Effect y sus quarianos. Pero la autora establece diferencias desde el principio: la Flota del Éxodo ya ha estabilizado su situación orbitando alrededor de una estrella y no está cerrada al intercambio de bienes y personas. De hecho, también se puede interpretar como un relato sobre flujos migratorios y cómo las diferencias culturales de los que vienen y los que se van hacen evolucionar a las distintas especies. De nuevo, algo que la autora ha vivido en su propia piel.
La Flota comenzó como un sistema cerrado que debía ser autosuficiente por su propia naturaleza y nada se desaprovecha. Este es otro de los mensajes principales del libro, un alegato a favor del ecologismo y la reutilización y aprovechamiento de todos los elementos posibles. Este hito fundacional se recoge incluso en las costumbres funerarias, pero choca frontalmente con las sociedades mercantilistas con las que se relaciona la flota. No estamos hablando de un mundo postescasez, hablamos de un comunismo efectivo por la propia necesidad de sus habitantes. Nadie pasará hambre ni sed, mas tendrá que trabajar para contribuir al bienestar general. No existe la moneda y la economía de intercambio se basa en el trueque, pero cuando se trata de adquirir tecnología del exterior, la flota tiene poco que ofrecer. En ocasiones, se trata más bien de aceptar la caridad ajena.
Chambers es una autora de personajes y en Record of a Spaceborn Few nos presenta una panoplia de humanos y un solo personaje alienígena importante. ¿Por qué es esto? Es una decisión técnica que me parece interesante aunque algo arriesgada, dado que una de las principales características por las que destaca la primera entrega de la serie Wayfarers son sus personajes no humanos. Las perspectivas de los dos recién llegados a la Flota (humano y estudioso alienígena) le sirven para presentar datos esquivando a duras penas el infodump. Pero este contraste entre la interpretación de la información que reciben y, por qué no decirlo, la acogida que les dan, también le sirve a la autora para establecer diferencias entre inmigrantes “de primera” y “de segunda”. Explora el sentimiento de pertenencia como algo connatural al ser humano, provenga de donde provenga.
Respecto a la prosa, sigue siendo funcional y adaptada perfectamente al tono de la obra, aunque en el prólogo aparece una imagen de pequeños restos de hielo formándose entre los cabellos de las víctimas de un accidente que me ha parecido maravillosa. Me encantaría que Chambers explorara ese aspecto más elaborado de su estilo en sus futuros trabajos. La distinción entre las distintas voces de los personajes funciona a las mil maravillas, ya que son de distintas edades, orientaciones y profesiones y se nota en cada uno de ellos. Quizás los personajes son demasiado inocentes y pueden caer en las trampas más evidentes, pero mi impresión es que esto es algo íntimamente relacionado con el optimismo de la ciencia ficción de la autora. Si todos los encallecidos personajes estuvieran de vuelta de todo, solo quedaría espacio para la desesperanza.
Hay otros temas en el libro de los que también se podría hablar, como la transformación del sexo en un servicio a la comunidad o la utilización de insectos como principales fuentes de proteínas en la alimentación, pero no son tan fundamentales en la novela como los anteriormente mencionados.
Creo que Record of a Spaceborn Few está un peldaño por debajo de sus anteriores trabajos, lo que no quiere decir que no sea una lectura recomendable. Ahora que se ha anunciado la publicación de otras historias situadas en otro universo, podremos ver a Chambers trabajando otro registro. Por mi parte, estoy deseando leerla.