Starship Repo es una space opera old-school con todo lo bueno y todo lo malo que un libro de esas características pueda ofrecernos. Palomitero como pocos y sin mucha sustancia, nos dará un rato de diversión que olvidaremos conforme cerremos el volumen. Si esto es bueno o malo depende de lo que vayas buscando cuando decidas leerla. Un buen resumen sería anunciarlo como Embargos a lo bestia en el espacio.
La protagonista del libro es Firstname Lastname (se ve que en el futuro no se libran de los errores administrativos), la primera humana en llegar Junktion, un puerto galáctico donde conviven todo tipo de alienígenas. El libro se desarrolla como una serie de capítulo tenuemente conectados en los que First va depurando sus planes para timar a alienígenas despistados.
El humor es una de las principales características del libro, es un humor bastante blando y poco ofensivo, utilizando sobre todo juegos de palabras que hace hincapié en las distintas características y el distinto bagaje de cada especie alienígena. En ocasiones te hace sonreír pero tampoco te hará soltar carcajadas. Resulta un poco llamativo que un libro situado 400 años en el futuro tenga casi más referencias ochenteras que Ready Player One, pero el autor sabe a quién está dirigiendo sus esfuerzos y justifica esta estrechez de referencias con la conveniente llegada a Junktion de las ondeas televisivas emitidas por la Tierra hace cuatro siglos, convirtiéndose en la última moda en el puerto espacial.
Que todos sean capaces de comunicarse con todos a pesar de los orígenes muy distintos de cada raza espacial es otro de esos pequeños milagros a los Star Trek que facilitan la interacción con otros personajes sin necesidad de calentarse la cabeza con un traductor universal ni preocuparse por la incapacidad física para emitir ciertos sonidos dependiendo de cada aparato fonador de cada alien, en el caso de que exista ese aparato. Desde el principio es necesaria nuestra colaboración con nuestras suspensión de la incredulidad para poder leer el libro.
Es curioso la sensación de camaradería que llega a emerger de una tripulación muy variopinta que consigue funcionar a pesar de las diferencias, reconforta un poco pensar que el ser humano pudiera llegar a formar parte de una alianza así.
Tomlinson despacha con oficio una novela bastante insustancial pero que cumple perfectamente su cometido de entretener sin exigir mucho al cerebro. ¿Se puede leer con el piloto automático puesto? Perfectamente. ¿Necesitas diversión sin complicaciones? Starship Repo es tu libro.