Una de las sorpresas que me he llevado por el hecho de tener un blog sobre la literatura que me gusta es que gracias a las recomendaciones de otros apasionados lectores he podido descubrir nuevos autores y libros que nunca habría conocido de otra forma.
En uno de los artículos temáticos que he publicado, concretamente en el de Espionaje de género comenté que me llamaba la atención el libro “Strings on a Shadow Puppet”, de T. L. Evans.
El autor amablemente puso a mi disposición un ejemplar para que lo reseñara y tras una serie de avatares acabó en mis manos y he de decir que la espera ha merecido la pena.
En esta primera novela T.L. Evans mezcla de forma calculada la ciencia ficción militarista con las intrigas políticas y de espionaje que tanto me gustan dando lugar a una combinación en la que es casi imposible dejar de leer.
La historia está localizada en un futuro lejano en el Imperio Sophyan, donde los jerarcas genéticamente modificados ejercen su poder de forma más o menos democrática. Hace apenas una generación el Imperio no era tal, si no que la forma de gobierno era una república en la que existían tres grupos: los Federalists, los Imperialist y los Egalitist, cada uno con distintas interpretaciones sobre la forma de gobierno y sobre todo sobre el tratamiento de los alienígenas no humanos. Me resultó difícil entender como se pudo llegar a una situación imperial sin una guerra civil de por medio, pero salvando este escollo el escenario es creíble. Supongo que el hecho de que el autor sea un renombrado arqueólogo le habrá facilitado la tarea de crear el mundo sobre el que se desarrolla la acción.
En este contexto, una patrulla compuesta por varios miembros de distinta extracción han de investigar a un grupo terrorista, dirigido por el Dalang, que destaca especialmente por la crueldad de sus ataques a objetivos civiles.
El punto de vista de la narración se va alternando entre los terroristas y los distintos miembros de la patrulla, dando así mucho ritmo a la narración que en ningún momento se queda estancada.
Las escenas de acción no resultan confusas en ningún momento, se nota que están muy trabajadas aunque a veces tenía problemas con las siglas de los cargos militares y el armamento (XO, CO, TOMO, AFRG…)
Los distintos hilos narrativos se acaban uniendo en un clímax final que no deja cabos sueltos, si no que planta las semillas para una continuación que me encantará leer. Definitivamente muy recomendable.
2 respuestas a «Strings on a shadow puppet»