Había tenido una muy buena experiencia con mi última lectura de Claire North, así que esto, unido a la escasa longitud de Sweet Harmony hizo que me pusiera con ella de inmediato.
Nos encontramos ante una historia de ciencia ficción de futuro cercano, tan tan cercano, que podría estar a la vuelta de la esquina. Los nanobots han llegado a nuestras vidas para quedarse, con todo su paquete de funcionalidades que por un no muy módico precio pondrán a nuestra disposición todo lo que siempre hemos soñado. Comer sin engordar, músculos perfectamente tonificados, relaciones sexuales elevadas a la máxima potencia… todo maravilloso. Por un precio.
Asistiremos de la mano de North a la espiral descendente en la que se ve sumida la protagonista Harmony por su endeudamiento constante para poder pagar esos caros servicios que los nanobots le ofrecen. En este sentido, los saltos entre las dos líneas temporales de la historia están muy bien escogidos, para llevarnos desde el pináculo de su éxito social a las más profundas fosas de su desesperación. Resultan especialmente hipnóticas las imágenes de fiestas absurdas con desperdicio constante en busca de una emoción que los propios bots impiden alcanzar. ¿De qué sirve comer hasta reventar cuando nada será digerido? ¿Y drogarse o emborracharse cuando tus robots guardianes impiden cualquier desequilibrio corporal?
Lo que hace que la ciencia ficción de North sea tan relevante es su paralelismo con la situación real de muchísimas familias e individuos en el mundo actual, asfixiados por deudas que no son capaces de pagar y viviendo al día para mantener una apariencia de normalidad absurda, pura fachada.
Quizá por esa similitud con muchas situaciones conocidas, la novela corta tiene algo de moralina facilona que desmerece el conjunto de la lectura. No nos encontramos ante un relato de superación, pero el lector se encuentra en una posición de superioridad moral bastante artificial, en una especie de alejamiento de la realidad que hace que el libro no acabe de resultar eficaz. No sé si con otro desarrollo de los acontecimientos el resultado hubiera sido distinto y no por ello voy a dejar de leer la obra de North. Es solo que creo que la historia pudiera haber tenido más relevancia si hubiera decidido ir por otro camino.