Es una pena que ya haya acabado el plazo de nominaciones para los premios Hugo, porque creo que esta novela de Adam Roberts se hubiera merecido entrar entre mis elegidos.
El autor plantea el libro como tres homenajes a la Edad de oro de las novelas de misterio y de ciencia ficción. De este modo, cada una de las tres partes que constituyen el libro se desarrollan como un caso típico de los libros de detectives: el asesinato en un habitación cerrada, el crimen que nadie pudo cometer en la casa de campo y el asesinato con un arma inexistente.
En todos los casos sabemos, o creemos saber quién es el asesino, el famoso Jack Glass, buscado en todo el sistema solar por sus crímenes contra la familia gobernante, los Ulanova.
El contexto en el que se desarrolla el libro es importante, la humanidad se ha expandido por el sistema solar, utilizando burbujas que sostienen la vida (recuerdan a La saga de las Burbujas de Vinge). Las diferencias sociales son extremas, entre la casta superior, liderada por la familia Ulanova y sus cinco familias auxiliares y los pobres que proliferan en las burbujas de más baja calidad, expuestos a la radiación y a todos los peligros de la vida en el espacio.
En la primera parte del libro, adecuadamente llamada In the box, siete convictos son encerrados en un asteroide con los dispositivos mínimos para sobrevivir a su condena de 11 años, el procedimiento estándar. Su tarea consiste en convertir en habitable el trozo de roca en el que están atrapados, encontrando hielo para beber y transformar en aire. De esta forma los comerciantes que los han llevado así consiguen beneficios de los trabajos forzados de los presos, si es que sobreviven. La convivencia es extremadamente dura y Roberts no se corta ni un pelo en explicar todos los pormenores de las relaciones que se desarrollan en el vacío.
Un preso que se hace llamar Jac ha sido atrapado en esta cárcel por error, pero sabe que cuando las autoridades se den cuenta de quién es volverán a por él, así que debe escapar de una prisión de la que es imposible huir.
Esta primera parte de la lectura me costó mucho trabajo, no porque no fuera interesante, si no por el nivel de crudeza y casquería que exhibe el autor. Demasiado para mi estómago. Aún así, seguí leyendo fascinada por el desarrollo de la historia.
La segunda historia, titulada The FTL Murders, se desarrolla en la Tierra. Las dos herederas (Eva y Diana) de una poderosa familia solo un escalón por debajo de los Ulanov pasan una temporada en la Tierra, adaptándose al pozo gravitacional que convierte todo movimiento en una tortura para alguien acostumbrado a la ingravidez. Las dos son extremadamente inteligentes, de hecho fueron creadas para orientarse a la resolución de problemas. Mientras Eva está realizando su séptima tesis doctoral sobre el fenómeno conocido como Champagne Supernova, Diana disfruta resolviendo los misteriosos asesinatos de un mundo virtual.
En los primeros días de adaptación, se comete un homicidio en la residencia de las hermanas. Uno de los sirvientes aparece muerto con el cráneo resquebrajado, y el arma del crimen es un pesado martillo que ninguno de los sirvientes (los únicos sospechosos, porque nadie más ha entrado o salido de la finca) podría manejar en esta gravedad. Diana se encarga de investigar lo sucedido, que por alguna extraña razón parece estar relacionado con la investigación de su hermana.
El desarrollo de esta segunda parte es todavía más interesante que la anterior, ya que aunque a priori puede parecer poco importante sienta las bases para el desarrollo de todo el libro.
La tercera historia, The impossible gun, se desarrolla en el espacio. Y no se puede contar mucho porque destriparía el fina del relato anterior, pero se puede decir que se narra una huida y hay una muerte provocada por un arma que no puede existir. Y también me gustaría mencionar que tiene un capítulo con un gran título-homenaje: “The murder of Roger RACdroid”.
La tercera parte, aunque también muy bien escrita y de una lectura difícil de dejar de lado es la que menos me ha gustado, porque me parece que tiene un final tramposo y que deja hilos sueltos que no sabemos si se finalizarán algún día. Este es el único impedimento que hace que no piense en el libro como excelente si no como muy bueno.
Como colofón, se incluyen dos historias adicionales en el mismo escenarios, escritas en verso por Roberts. Merecen mucho la pena y creo que voy a buscar algún libro más de él.