Mira que me costó trabajo leer y entender Mordew, la primera parte de esta serie, pero creo que una vez que conocemos el mundo Alex Pheby ha lanzado un órdago a la grande con la segunda entrega que no estoy segura de que le haya salido del todo bien.
Nos encontramos ante un libro complejo y enrevesado, con diversos puntos de vista y personajes muy variopintos que no facilitan para nada la lectura. La exploración del mundo mágico, que parece seguir unas reglas que nunca quedan claras y la dualidad enfrentada entre el señor y la señora del lugar requieren de una lectura pausada para comprender el juego que nos propone el autor. El libro adolece de cierta tendencia al infodump, pero son una explicaciones que aunque mantengan cierta coherencia interna no se puede decir que sean totalmente comprensibles, como esa magia antigua que simplemente es y no está encorsetada directamente por un decálogo de axiomas.
El libro es también un viaje por la vida después de la muerte, no sabemos si en busca de la redención, la resurrección, la venganza o simplemente el descanso eterno. Como tal, tiene varios niveles de lectura filosófica, pero para mi gusto, innecesariamente complicado de seguir.
Todos los personajes están en constante movimiento, en una suerte de eterno viaje a través de las dimensiones mágicas del universo, cambiando de plano cuando es necesario. Es casi una road movie mágica, donde quizá lo más atractivo sean las diversas dualidades que nos ofrece el autor. Los dos perros mágicos que se complementan en sus poderes, el señor y la señora del mundo que se enfrentan desde tiempos inmemoriales…
Malarkoi me parece un muy buen ejemplo de lo que es posible conseguir con la fantasía weird, una lectura muy exigente para el lector y que está, a mi entender, un peldaño por debajo de la primera entrega de la serie.