Muchas veces nos pasa que ponemos demasiadas expectativas en nuestras lecturas, o que erróneamente pensamos que una novela va a seguir un camino y acaba yendo por otros derroteros. La verdad, cuando vi la cubierta y el propio título de August Kitko and the Mechas from Space, lo primero que se me vino a la cabeza fue David Bowie y la novela Space Opera de Catherynne M. Valente. Ninguna de estas referencias resultó ser válida, la primera porque aunque el libro está basado en la música los personajes ni se acercan en carisma a Ziggy Stardust (misión casi imposible) y la segunda porque Valente adopta como propia la tradición de Eurovisión y la lleva al espacio, elevando la mamarrachez a su máxima potencia y Alex White nos ofrece una obra mucho más comedida.
La Tierra está condenada, porque al igual que la práctica totalidad de las colonias humanas en el espacio está destinada a la destrucción por parte de unos mechas alienígenas de insuperable poder. El pianista de jazz Gus Kitko está pensando en el suicidio justo coincidiendo con la llegada de los Vanguards, pero una improvisación con su piano consigue lo impensable y se convierte en la esperanza de salvación de nuestro planeta.
El punto de partida es algo absurdo, por mucho que digan que la música amansa a las fieras (se ve que a los robots asesinos gigantes teledirigidos también) y hay que aceptar que ese será el tono del libro en general. Hay muchas escenas de acción bastante entretenidas y una historia de amor muy tierna que vemos cómo se va desarrollando poco a poco entre invasión, catástrofe y revelación inesperada. Pero el libro me parece muy descompensado y los protagonistas, bastante planos. Me gustaría que se hubiera explorado más la verdadera causa raíz de la llegada de los Vanguards, porque eso sí que es un tema que merece investigar en profundidad, pero le autore se pierde un poco entre sesiones jam y movimientos poco sutiles del fandom, lo cual me parece una pena.
Tampoco sabía que esta es solo la primera entrega de una serie, aunque la lectura está perfectamente contenida en un solo volumen. Me gusta la representación de la bisexualidad y la presencia de personajes no binarios, me parece que encaja perfectamente con la obra y con lo que resultará ser el futuro de la humanidad. Es solo que mis expectativas me han jugado una mala pasada al escuchar el audiolibro.
La narradora del audiolibro es Hayden Bishop y realiza una tarea muy adecuada al ritmo del libro, aunque su voz no me resulte especialmente musical, como sería lo lógico cuando estás representando a varios artistas de diversas extracciones. No obstante, su labor es muy buena.
No puedo recomendar el libro si no es sabiendo un poco de antemano lo que te vas a encontrar, para que no entres con una expectativas que no se podrán alcanzar.