Andreas Eschbach es un autor al que conocí con la fabulosa Los tejedores de cabellos, un libro que nunca se recomendará lo suficiente, pero del que después leí El vídeo Jesús, que fue un batacazo considerable. ¿Qué escritor me encontraría con Lord of All Things? ¿El de la ciencia ficción asombrosa o el de los guiones de película de Antena 3 en la sobremesa?
El resultado se queda a medio camino. Aunque en realidad es una novela de ciencia ficción, durante casi tres cuartas partes del libro se puede leer como un thriller un tanto descafeinado, con esos elementos que caracterizan a las novelas pasapáginas. Constantes cambios de localización a lo largo del globo, intrigas y rencillas personales que se prolongan a lo largo de los años, historias de amor quebradas por las circunstancias… Leer esa parte me ha resultado un poco cansado, no me picaba tanto la curiosidad, quizá también porque los personajes son algo arquetípicos.
El último tramo, cuando ya entramos de lleno en la parte especulativa, incrementa algo el interés. Aunque la solución definitiva resulta ser bastante obvia, entiendo que para una persona no muy ducha en la lectura de ciencia ficción puede resultar sorprendente.
Supongo que es injusto juzgar una obra comparándola con algo tan extraordinario como Los tejedores de cabellos, y he intentado sinceramente que no me influyera tanto en la reseña y en la lectura. Sin tener en cuenta este hecho, el libro se sostiene a duras penas por sí mismo, además de tener algunos aspectos un tanto machistas, como ese momento en una exploración en la que el fotógrafo les pide a las investigadoras que hagan como que están trabajando, para que salgan bien en la foto. En serio…
Por todo esto, no puedo recomendar el libro salvo para fans muy fans del autor o para pasar el rato, ambas opciones perfectamente válidas.
El libro está traducido al inglés por Samuel Willcocks.