Hacía ya mucho tiempo que Antonio y yo no compartíamos lecturas, pero cuando al fin conseguimos cuadrar nuestras agendas hubo un título que no creíamos que pudiera fallar, me refiero a Netherford Hall.
Es una novela que incluye varios de nuestros placeres culpables: Inglaterra de la regencia, brujas, algo de romance y muchos bailes y encuentros sociales.
El libro se puede enmarcar perfectamente en la corriente más en boga últimamente en el género, el famoso romantasy. No obstante, no es el único punto destacado de la lectura.
Se cobijan entre los humanos varios tipos criaturas sobrenaturales como vampiros, hombres lobo, brujas y algunos más. Se nos indica que hubo hadas pero que la frontera con su mundo se cerró tiempo atrás. No obstante perduran los resultados del pacto feérico con los humanos, que dotó de magia a ciertas familias.
Los personajes protagonistas son dos mujeres, la gentlewitch Edith que habrá de mudarse al campo tras una tragedia en su familia y Poppy, la hija de la familia que vive en una de sus propiedades. Quizá esto os suene un poco a guion de Peli de Tarde, salvo que la acción transcurre en Kent en lugar de Vermont. Aunque no negaremos que hay cierta semejanza, las circunstancias personales de cada una no invitan a la esperanza en su relación.
No por su género, ya que las relaciones no heteronormativas están normalizadas en este pasado alternativo, sino por el carácter de cada una, sus diferentes posiciones sociales y una actitud casi hostil con la que comienzan su relación. Además, una serie de amenazas, veladas o no, penden sobre ellas. Y no será tarea fácil desvelar el origen de sus problemas ni mucho menos solucionarlo entre baile y baile. Escoger vestimenta para cada ocasión nunca fue tan estresante.
El estilo de Natania Barron es sencillo pero efectivo. Aunque es una novela que transcurre sin una particular urgencia ni cuenta con acción desenfrenada no se hace larga en absoluto. El ritmo se mantiene lo suficiente para que se lea con facilidad. Tiene algún pasaje más onírico o reflexivo pero no tedioso. Quizá se habría beneficiado de un léxico un poco más florido y un mejor manejo del lenguaje de la época, porque lo que es el ambiente sí está bastante conseguido.
Además, el tramo final de la obra, aunque quizá no excesivamente sorprendente, consigue arrastrar al lector en la corriente de los hechos, consiguiendo atraparlo en una espiral de revelaciones y momentos álgidos.
El misterio principal se resuelve satisfactoriamente pero se abren varias vías por las que claramente transcurrirán las siguientes entregas de la saga. Posiblemente con otros protagonistas pero con personajes que volverán sin lugar a dudas.
En resumen, nos encontramos ante un libro que no revolucionará el género, pero de lectura extremadamente satisfactoria. Los detalles como la completa normalidad con la que se acepta cualquier orientación sexual modernizan una trama entretenida y resultona,
Si te gustó Sorcerer to the Crown de Zen Cho o The Midnight Bargain de C.L. Polk realmente no puedes fallar con Netherford Hall de Natania Barron.