Me gustaría creer que estoy más o menos al día del mundillo de la ciencia ficción y fantasía, pero no es cierto. Por eso, cuando cogí para leer Full Speed to a Crash Landing lo hice más por la sinopsis y la longitud, que prometían diversión y poco tiempo de compromiso de lectura más que por el nombre de la autora, Beth Revis, que francamente no me sonaba de nada. Me alegro mucho de la labor desempeñada por la publicista que ha conseguido despertar mi atención, porque es un libro con el que me lo he pasado genial y además he descubierto a una autora muy prolífica que probablemente me acompañe en el futuro. Luego ya decidiremos cuántos latigazos recibo por no conocerla, porque está traducida al español, ha publicado libros de Star Wars… vamos, que shame on me.
Full Speed to a Crash Landing está escrita en una divertidísima primera persona que hace que devores sus páginas. La protagonista es Ada Lamarr (admito que con el nombre Revisa no ha estado sutil, lo que se dice sutil) que comienza la aventura a punto de morir por la despresurización de su nave y que acaba siendo rescatada por una tripulación que tiene una importante misión, de la que no quieren hacerla partícipe. ¿He oído narrador no confiable en el fondo de la sala? Pues os felicito, porque es así.
A lo mejor la sutileza no es la principal característica de esta novela, porque sabemos desde un principio que Ada no pasaba por allí de casualidad. Como gran parte del libro, excepto las últimas páginas, está narrada con su voz, sabemos todo lo que pasa por su cabeza y que hay algo que no cuadra del todo. Pero da igual, porque es muy divertido.
Es el comienzo de una trilogía y es una novela corta, por lo que la construcción del mundo no está todo lo trabajada que quizá nos gustaría, pero entiendo que el escenario se irá poblando en las siguientes entregas. También tiene su parte de romance, pero es más sobre la atracción que sienten los personajes entre ellos que lo que se podría considerar una relación más asentada o incipiente.
Full Speed to a Crash Landing me ha parecido una excelente introducción para un mundo en el que quedan muchas cosas por contar.