Midnight, Water City

Normalmente los libros detectives con ambientación de ciencia ficción o futurista añaden ciertos detalles cosméticos a la trama pero recurren a la manida investigación policial típica para desarrollar la novela en sí. No es el caso de Midnight, Water City, situada en un futuro relativamente cercano, pero en el que la parte más especulativa está inextricablemente trenzada con la propia narración, aunque el protagonista sea el arquetipo de detective de novela hardboiled.

El protagonista es un policía de 80 años (aquí intervienen las técnicas de rejuvenecimiento) que va ya por su cuarto matrimonio y que no descarta que este acabe también pronto. Pero el narrador tiene una característica muy particular y es su sinestesia, que le permite ver en color verde y rojo la muerte y los asesinatos a pesar de su daltonismo. Además, en su pasado fue el jefe de seguridad de la científica Akira Kimura, salvadora del mundo al detectar y destruir un objeto celeste que amenazaba con destruir el mundo. Así que cuando recibe un comunicado de Akira en el que le ruega su ayuda ya que teme por su vida, dirige sus pasos hacia el fondo del mar donde reside Akira (las construcciones humanas se han refugiado en los océanos debido a la contaminación). Cuanto más profunda está tu residencia, más dinero tienes y Akira, prácticamente considerada una semidiosa, vive en niveles abisales. No sorprenderá a nadie descubrir que Akira ya no está entre nosotros cuando llega a su apartamento.

No voy a entrar más en la trama de la novela, por no destripar los múltiples vericuetos en los que pasea Chris McKinney y que hacen que la novela sea muy entretenida. Con continúas referencias al pasado y a lo que aconteció sobre todo en los momentos en que se descubre el meteoro, las amenazas a las que ha de hacer frente el protagonista en su defensa de Akira o la insoportable superioridad de la que la científica hace gala en todo momento, el autor construye una trama enrevesada y un poquito imprevisible principalmente por el manejo de la información pertinente al caso, como si nosotros también estuviéramos cegados por la magnificencia de Akira.

El uso de la primera persona y del narrador no confiable también se adecúa mucho a la historia que se quiere contar, ya que todo está pasado por el tamiz de las interpretaciones del protagonista, necesariamente influido en las pesquisas del asesinato por la relación de amistad que mantuvo y mantenía con Akira Kimura. Sobre todo se acentúa el resentimiento que tiene hacia los más adinerados, una clase con la que se codea pero a la que no podrá pertenecer nunca, envidiando sus privilegios y posición.

La parte especulativa es una extrapolación verosímil de la tendencia actual respecto al medio ambiente y la tecnología, aunque deja un poco en el aire los fundamentos científicos para ciertos desarrollos espectaculares, como una especie de cámara hiperbárica que rentabiliza de tal formas las horas de sueño que prácticamente duplica la capacidad de trabajo de los ricos, además de sus capacidades rejuvenecedoras.

En resumen, se trata de una novela que se sale un poco de lo que leo habitualmente para el blog, aunque se puede categorizar como ciencia ficción por su entorno y desarrollo. Me ha resultado una lectura atractiva y al parecer tiene continuaciones, que no imagino que derroteros seguirán pero que me pueden interesar.

Light from Uncommon Stars

Creo que Light from Uncommon Stars es uno de los libros con las premisas más extrañas que he leído y sin embargo su autora consigue hacerlo funcionar, hablando de temas muy importantes como la inmigración y la propia identidad. Trata de manera exquisita lo que significa ser transgénero para una de las protagonistas, sin por ello dejar de mostrar la crudeza de todo lo que ha sufrido por ser quién es.

Hay dos historias que se entrecruzan en esta novela, una de fantasía bastante tradicional con un pacto fáustico relacionado con la música y otra realmente alocada de ciencia ficción, con una familia alienígena que viene a la Tierra a montar una tienda de donuts (lo digo en serio).

Las tres protagonistas principales son mujeres asiáticas, como la propia autora. Katrina es una joven trans que huye de un hogar en que la maltratan de forma constante y tiene la suerte de encontrarse en su deambular con Shizuka Satomi, una profesora de violín apodada la Reina del infierno porque todos sus alumnos alcanzan el éxito para luego perecer en las peores circunstancias. Lan Tran es una alienígena que huyó a la Tierra para escapar de una guerra intergaláctica, que también tendrá relación con Katrina y Shizuka.

Una de las cosas que más me ha marcado durante la lectura es la descripción descarnada de la vida torturada e incomprendida que ha tenido que llevar Katrina, desde su familia a sus compañeros, empujada a ser una trabajadora sexual para poder mantenerse con vida, pero aún así humillada por sus características, siempre en el filo de la navaja. A Ryka Aoki no le duelen prendas en describir el infierno por el que ha tenido que pasar Katrina, que a pesar de todo sigue afrontando la vida con valor y entereza. Su disforia de género, que la lleva a odiar sus enormes manos e incluso su propia voz está excelentemente representada.

También resulta interesante la descripción de la fiereza de la competición en el mundo musical, algo que quizá no está tan a la orden del día pero que también se muestra aquí con gran crudeza, con jóvenes que no tienen problema en vender su alma literalmente para alcanzar el estrellato.

Me resultan mucho más interesantes los temas que trata la autora que la historia en sí, sobre todo por la extrañeza que causa la presencia de estos aliens en la Tierra que a lo único a lo que se dedican es a vender donuts. Es cierto que tienen un plan oculto que resulta bastante inocuo, pero no es menos cierto que la autora necesita su presencia para completar tanto la imagen que tenemos de Shizuka como el final al que se encamina la novela.

Es una narración que también tiene su parte dulce, no solo por el glaseado de los donuts, si no por cómo se van desarrollando las relaciones entre los personajes. Katrina evoluciona de una manera sorprendente al sentirse al fin aceptada, Shizuka se rebela contra la maldición que la persigue y Lan comprende que es necesario que los mayores se vayan retirando en cierta manera para dejar paso a las nuevas generaciones, para que puedan madurar e ir haciéndose cargo de nuevas responsabilidades. No quiero dejar pasar la oportunidad de hacer hincapié en las descripciones de comida que realiza la autora, que hace que se te haga la boca agua mientras vas leyendo y que es algo que no muchos autores tienen en cuenta en sus historias. Sin embargo, en ocasiones los cambios de perspectiva en la historia son un tanto bruscos y el lector tendrá que estar prestando mucha atención para seguir el hilo.

Es un libro que me resulta difícil recomendar porque es un libro difícil de clasificar.

Far from the Light of Heaven

He disfrutado inmensamente de la lectura de esta obra de Tade Thompson, que toca todos mis puntos débiles. ¿Misterio en habitación cerrada?, ¿en el espacio?, ¿especies alienígenas?, ¿conspiraciones?, ¿robots? Póngame dos de todo, por favor.

La novela comienza muy en la línea de Six Wakes de Mur Lafferty (otra obra hiper recomendable), con la humana “supervisora” de una nave colonizadora despertándose en espera del final de un viaje plácido y encontrándose un IA desmadrada, una cuarentena y varios huecos en las cápsulas donde viajaban los pasajeros colonizadores. Nada bueno para una astronauta primeriza hija de una leyenda de los viajes espaciales.

Se hace necesario por tanto la presencia de un investigador de la colonia y su compañero artificial, para intentar esclarecer los hechos y conseguir que aterrice la nave, cuyos recursos y personal se esperan con impaciencia en la colonia.

La situación de partida es irresistible, pero es que además el autor consigue barajar estos y otros elementos para dar lugar a una obra tremendamente original y absorbente. Si habéis leído alguna de sus obras anteriores, como Rosewater, sabréis que Thompson es un autor de ideas capaz de combinar temas muy variopintos de forma homogénea. Pues en Far from the Light of Heaven sigue esa tendencia e incluso me atrevería a decir que la supera. Ya sabíamos que su prosa se bebe como el agua, pero en esta ocasión también añade muchas referencias a la vida en el espacio integradas de forma casi orgánica en la trama, consiguiendo que esté leyendo gran parte de su labor de documentación sin darte cuenta.

Los personajes están tratados de una forma muy humana, pero además, aprovechando las diferencias de clases, Thompson nos da una lección sobre desigualdad social y sus consecuencias, un Eat the rich en todo regla que complementa perfectamente el mensaje del libro.

¿Os he comentado lo del toquecillo gore de hacer puzles con miembros humanos? ¿O la posibilidad de abordajes en el espacio? ¿Y qué os parecería la creación y utilización de animales robóticos ultra avanzados para que sean guardaespaldas?

Creo que el entusiasmo que me ha provocado esta lectura ha quedado claro en la reseña, pero por si teníais alguna duda, echadle el guante en cuanto podáis, que no os arrepentiréis.

The Actual Star

Creo sinceramente que The Actual Star puede ser uno de los lanzamientos del año. Monica Byrne nos relata una saga multigeneracional en un solo libro con una estructura que parece engañosamente simple pero que luego se descubre como algo más intrincado y complejo de lo que pensábamos.

El libro presenta tres momentos separados por siglos pero que poco a poco iremos viendo que están relacionados. En el pasado, asistimos a la decadencia de un reino maya en lo que sería la actual Belice. En el presente o al menos en el momento contemporáneo, seguiremos los pasos de una adolescente en 2012, en plena fiebre del fin del mundo maya. Y en el último punto de vista, nos iremos al futuro lejano, con una sociedad totalmente cambiada por el cambio climático y que a mi entender es la parte más atractiva del libro, aunque el conjunto está bien compensado.

Y es que esta historia futura aporta muchas ideas interesantes. Los humanos son modificados genéticamente antes de nacer para ser hermafroditas, viven de manera nómada para aprovechar mejor los recursos que provee la Tierra tras el cambio climático, aunque ayudados por una tecnología bastante avanzada que no se especifica pero que está presente en todo momento. La definición de una persona se basa en tres ejes: genera, manera y prefera, dando lugar a todo un mundo de posibilidades para saber cómo dirigirte a la persona con la que estás hablando. Que todo el idioma hablado sea con género femenino es casi lo de menos.

Esta forma de vida nómada, llamada “la viaja”, está basada en los preceptos que sentó uno de los personajes de la rama de 2012, En esta vertiente del libro, una adolescente viaja a Belice, la patria de su casi desconocido padre para buscar sus raíces y su propia identidad. Al visitar los restos maya de una cueva tendrá una revelación, casi un síndrome de Stendhal. Es interesante la elección de una nación relativamente joven como es Belice para situar este punto de la novela, porque asistimos al paso a la madurez de la protagonista casi a la vez que el paso a la madurez del propio país.

La cueva que visitan en 2012 es dónde transcurren algunos de los hechos del otro punto de vista de la novela, con dos hermanos gemelos que son los mandatarios de un pequeño reino maya que se va hundiendo en el olvido, lejos de los momentos álgidos de sus antepasados. En esta parte de la trama toma mayor importancia la fantasía y la magia, los sacrificios humanos y las tradiciones mayas que nos han llegado hasta ahora, o bien que nos imaginamos que fueron así porque hay muy pocas referencias. La autora admite haber seguido la documentación existente pero es cierto que también ha tenido que recurrir a la imaginación.

Lo mejor del libro para mí sobre todo es la parte especulativa del futuro, pero hay que reconocer que al estar enraizada en las otras líneas temporales todas tienen cierta importancia. También os digo que el hecho de utilizar indistintamente inglés y español, a veces sin traducir este último, puede llevar a confusión a un lector anglófono, pero a mí me resultaba bastante cómodo, excepto con la utilización de algunas palabras con género cambiado porque sonaban raras en mis oídos.

El libro también tiene algunos puntos menos brillantes. Uno de los que más me ha llamado la atención es la traducción de the actual star en inglés como la estrella actual en español, que entiendo es un false friend , y me extraña mucho que se haya dejado pasar cuando se ha puesto tanto cuidado en otros aspectos. Según una conversación mantenida con la autora, cuando hace referencia a the actual star se refiera a la estrella en ese momento, así que he sido yo la que ha malinterpretado la referencia. Hay una cierta fijación con las autolesiones que pueden estar justificadas, por decir algo, en alguno de los puntos de vista por la cultura imperante, pero en los otros no me lo parece. Relacionado con lo anterior, hay cierta querencia por describir exhaustivamente algunas escenas especialmente violentas, pero no llega a resultar inquietante.

Por cierto, el libro lo he escuchado y es estupendo el trabajo de los varios narradores, Carolina Hoyos, Kareem Ferguson y Gisela Chipe, cada uno encargado como es lógico de un punto de vista. La edición física del libro trae mapas y glosarios de los que no he podido disfrutar, pero no por ello se ha visto entorpecida la lectura.

Espero ansiosa que podáis leer esta obra para comentarla con vosotros.

Where Machines Redeem the Lost

En esta nueva entrega de la serie Machine Mandate, Benjanun Sriduangkaew cambia algunas de las premisas que iba cumpliendo hasta ahora en el resto de las entregas. Para empezar, es una continuación casi directa de Shall Machines Divide the Earth con un personaje secundario de esa tercera entrega, aunque hayan pasado dos años. Pero es que además, en esta ocasión puede que las inteligencias artificiales sufran un revés que no habían previsto, algo que no esperas que pueda suceder cuando se comparan las capacidades de los humanos y las máquinas.

El tema principal del libro es la redención, la búsqueda de la expiación de los pecados cometidos. En este sentido, las inteligencias artificiales ofrecen un jardín del Edén en el que hay infinitas posibilidades para rehacerse tanto física como mentalmente, con la supervisión constante de las inteligencias artificiales. Pero no es oro todo lo que reluce, y existe una subtrama más que interesante de la que iremos sabiendo poco a poco.

Benjanun sigue utilizando algunas de sus marcas de la casa en la narración, como el poder del sexo y las relaciones de dominación, pero creo que en esta ocasión se ha moderado un poco, añadiendo quizá algo más de gore a la mezcla, aunque sin pasarse. Me parece que en esta novela intenta dar un giro de tuerca al universo creado, dándole algo más de cohesión y creo que sale muy bien parada tras esta maniobra.

Hay que señalar que sigue usando pronombres específicos para personajes no binarios, y esto puede resultar un tanto lioso para seguir el libro, sobre todo porque usa dos juegos distintos, uno para referirse a los avatares de la IAs y otro para el personaje humano no binario. No sé si este será un problema para otros lectores más acostumbrados a este uso de los pronombres pero a mí en ocasiones se me ha hecho cuesta arriba.

Quizá resulte una obviedad volver a hacer hincapié en la maravilla de lenguaje del que hace gala la autora, pero es que es para quitarse el sombrero. La forma de mezclar las referencias a mitologías asiáticas con las palabras justas hace que la lectura, que no es fácil, fluya de forma majestuosa. Me encantaría ver traducida su obra al español aunque creo que el traductor encargado no tendría un trabajo nada asequible.

Sin duda, recomiendo esta entrega así como toda la serie, y quedo a la espera de ver por qué derroteros nos llevará la imaginación de Benjanun.

The Quantum War

Me ha fascinado esta entrega de la saga The Quantum Evolution por muchas razones, tanto por la vuelta a la especulación biológica y sus consecuencias para el ser humano como por su aproximación descarnada a la dualidad moral de los personajes implicados.

Derek Künsken no se anda con chiquitas en esta ocasión y vuelve a utilizar la estructura de timo planificado que tanto nos agradó en la primera entrega de la saga. Pero ahora no hay que reunir el equipo, ya que los participantes serán prácticamente los mismos que ya conocimos anteriormente. Pero son personas que han cambiado bastante, siendo el principal afectador Belisarius Arjona, reconcomido por la culpa de los sucesos acontecidos en The Quantum Garden.

Me atrevería a decir que en esta ocasión el autor canadiense apuesta más por la reflexión sobre las consecuencias de los actos de los implicados en la trama que sobre los propios actos en sí, a pesar de que estamos hablando de sucesos que pueden, literalmente, cambiar el curso de la historia de la humanidad.

Resulta especialmente llamativo como engarza la presencia de cierto personaje en The House of Styx para exponer cuál es la brújula moral de toda una cultura, que respeta y casi reverencia a los nacidos con síndrome de Down, mientras que en el resto de la humanidad hace ya tiempo que no se permite que estos embarazos lleguen a término. Y es especialmente dolorosa la comparación entre este tratamiento dulce con sus petit saints mientras que para enfrentarse a los enemigos no se pone ninguna traba al uso de la tortura, de la manipulación genética o, directamente, de la aniquilación de una especie.

Me apasiona en particular el debate que se lleva a cabo durante todo el libro sobre las consecuencias de las modificaciones genéticas, que han dado lugar a nuevas ramas de los homo (homo quantus, homo eridanus…) que pueden dar lugar al nuevo salto en la evolución de la humanidad y que por lo tanto son amenazas para la continuidad de la existencia del homo sapiens, como en su momento el homo sapiens acabó con el homo neanderthalensis. Es una aproximación eminentemente biológica en sus planteamientos, como cabría esperar del autor debido a su formación, pero al final es la moral lo que entra en juego.

También me gustaría hacer hincapié en la que quizá es una de las representaciones más acertadas y dolorosas a la vez de todos estos libros, el éxtasis religioso de los puppets y su enfermiza relación con sus creadores, dioses y a la vez esclavos, los Numen. Cómo la manipulación genética dio lugar a estos pobres seres que necesitan de la presencia de sus amos para sobrevivir. Incluso veremos en uno de los capítulos cómo se comportaba una Numen con ellos en el pasado, como muñecos a su disposición y cómo esta persona (por llamarla de alguna manera) se creía con derecho a esta manipulación de otro ser vivo simplemente por ser quien era.

Por buscarle una pega al libro, es cierto que no hay un resumen de lo acontecido con anterioridad y estamos ya en la cuarta entrega de una saga no especialmente sencilla, así que sería de agradecer integrar en la historia algunos recordatorios de cómo va la historia hasta ahora. Hay algunos en el principio de la novela, pero resultan un tanto insuficientes.

Espero con ansia el siguiente libro en la saga, y pediría que alguna editorial española mirara a esta saga con cariño, porque tiene mucho potencial.

Catalyst Gate

Me parece que la trilogía espacial de Megan O´Keefe ha pasado desapercibida injustamente, porque aunque la primera entrega quizá no dejaba entrever toda la complejidad del relato, es innegable que con cada nuevo libro la historia ganaba en profundidad, hasta llegar a conformar una space opera más que atractiva.

En esta tercera entrega tendrán lugar revelaciones que pondrán en contexto muchos de los acontecimientos que acaecieron antes, pero los puntos fuertes de la novela, como son los personajes y sus relaciones, siguen estando presentes. Me encanta Sanda como protagonista, una mujer fuerte capaz de sobreponerse a las adversidades pero que sigue demostrando su amor por su familia y amigos a cada paso. Su némesis, no obstante, es algo más plana, quizá por su origen, que aquí veremos al fin desvelado.

Se trata de una novela bastante larga, pero la autora ha sabido equilibrar la cantidad de información que tenía que hacernos llegar a través de diálogos con las escenas de acción que salpican toda la trama, tanto de lucha cuerpo a cuerpo en abordajes espaciales (que son espectaculares) como en las carreras por llegar a ciertos lugares.

Vuelvo a insistir en que en esta última entrega las apuestas están tan altas que algunos de los descubrimientos que se llevan a cabo son de quitar el hipo y espero no destripar mucho si hablo de que la novela tiene visos de convertirse en una de mis favoritas de este verano, tocando temas como el primer contacto y la realidad del ser humano de una forma atractiva y reflexiva. También se habla sobre lo que supondría la elevación del ser humano mediante tecnología alienígena, algo que puede ser positivo o negativo no solo por las consecuencias, si no por el trayecto que se tendría que recorrer y lo que habría que dejar atrás.

Los arcos de redención de algunos de los personajes me han parecido un poco forzados, como si la autora le hubiera cogido demasiado cariño a algunos de los malvados y buscara la forma de resarcirles a pesar de sus actos abominables.

El universo que ha construido O’Keefe es apabullante, asombroso y terrible a la vez y la conclusión de la trilogía es plausible y convincente.

Light Chaser

Conforme supe de la existencia de Light Chaser, la obra escrita a cuatro manos por Gareth Powell y Peter F. Hamilton, me faltó tiempo para reservarlo, segura de que sería una obra de mi agrado. Mi instinto no me falló, ya que nos encontramos ante una obra que expone lo mejor de cada autor.

Se trata de una novela corta, con un primer capítulo simplemente antológico pero que además reúne en muy pocas páginas muchas de las mejores características de la ciencia ficción, como la imaginación desbordada y la aplicación de la ciencia para asombrarnos. Me atrevería a decir que en ciertos momentos me ha recordado a uno de mis autores favoritos de todos los tiempos, Iain M. Banks, y que el libro mantiene un gran nivel en toda su extensión.

La historia tiene cierto carácter episódico porque en todo momento seguimos a una Light Chaser, una humana modificada para aguantar las condiciones de los viajes a velocidades cercanas a la de luz mientras viaja por las diversas colonias humanas con distintos modelos de sociedades y grado de evolución, “recolectando” recuerdos de cada planeta. Pero a lo largo de sus viajes, que por la relatividad temporal abarcan siglos y siglos en lo que para ella es un suspiro, comienza a haber una presencia recurrente que se dirige a ella de forma directa y la insta a comprender algo que ha olvidado.

Partiendo de esta premisa, los autores se encontraban ante un lienzo en blanco en el que desplegar su inventiva, ya que en cada planeta y destino del viaje tenían plena libertad mientras se siguiera la línea argumental del intercambio de regalos por información, algo fácilmente aplicable a cualquier sociedad donde exista el comercio o el trueque. Así, veremos sociedades medievales o más futuristas, pero todas con cierta característica en común que no desvelaré porque es la clave para desentrañar el misterio del libro.

Ambos autores manejan bien el tempo de la historia y en ningún momento se pierde el ritmo de la obra, algo a lo que también contribuye la escasa longitud del libro.

Por ponerle algún pero al libro, en su propia estructura lleva su principal defecto, y es que ese maravilloso primer capítulo en cierto modo condiciona todo el resto de la narración al estar situado al final de la línea temporal de la Light Chaser, aunque también es cierto que resumir una historia con ese marco temporal tan grandioso y con la intervención de taquiones a una simple línea temporal es demasiado reduccionista.

No puedo hacer si no recomendar que leáis esta pequeña gran obra, que estoy segura no os decepcionará.

Artifact Space

Creo que ya he comentado en más de una ocasión lo interesantes que me resultan los vídeos de la serie Writing Fighting que el autor Miles Cameron va colgando con una regularidad pasmosa. Ya tenía pensado leer algo suyo antes de que comenzara con esta labor, pero no puedo negar que este aspecto tan pedagógico de su personalidad quizá terminó de decidirme, además de que Artifact Space es una novela de ciencia ficción, mi género favorito.

Lo primero que hay que saber es que esta novela es la primera parte de una duología, algo que no he visto anunciado por ningún sitio y que me gustaría haber sabido con anterioridad, ya que cuando se iba acercando el final y veía que no daba tiempo a solucionar todas las subtramas pendientes me temía un remate a toda prisa y poco cuidadoso. No es el caso, porque como digo habrá en el futuro una nueva entrega, pero ya digo que es algo que me hubiera gustado saber de antemano.

Artifact Space es una novela de ciencia ficción militar, en la que prácticamente en todo momento la acción se situará en una grandiosa nave espacial, la Athens. Resulta curioso esta dualidad entre cuerpo militar y mercante de la armada de este universo, con una rígida estructura jerárquica pero a su vez con cierta cintura para permitir y alentar el comercio y el beneficio ante todo.

La protagonista de la novela es Marca Nbaro, huérfana descendiente de militares y criada por lo tanto en un Orfanato especial que le puede dar una puerta de entrada a la marina. El comienzo de la novela se centra en cómo consigue acceder a la Athens de una forma bastante accidentada, pero que nos permite conocer su personalidad y su voluntad inquebrantable.

En el libro continuaremos con el relato del viaje de la Athens, de una forma en ocasiones dolorosamente rigurosa con los procedimientos específicos para navegación y combate en el espacio. Quizá estos puntillosos detalles del autor resulten un tanto excesivos, al menos por mi parte ha sido necesaria cierta disposición a ignorar tanta checklist y nombre en clave para poder seguir disfrutando de la historia, que por otra parte merece mucho la pena.

El universo creado por Miles Cameron es muy atractivo. La humanidad se ha expandido por muchos mundos pero de momento solo ha tenido contacto con una especie alienígena bajo condiciones muy estrictas y difíciles, que hace casi imposible la comunicación, pero permite el comercio. Cuando empieza la novela propiamente dicha es cuando conocemos la existencia de la tecnología alienígena sobre la que se sustenta prácticamente el avance de la civilización, algo codiciado por todos.

Sin querer extenderme mucho más en esta parte, hay que reconocer que el autor consigue mantener la tensión casi en todo momento con la amenaza latente de un sabotaje que de al traste con la misión y con las vidas de los tripulantes de la Athens.

El tratamiento de los personajes es exquisito por parte de Cameron. Sin quitar protagonismo a Marca, la rodea de un elenco de secundarios que se relacionan con ella pero que también viven sus vidas de las que tendremos ciertos atisbos, con lo que consigue dar mayor profundidad a la historia.

En definitiva, nos encontramos ante una novela de ciencia ficción militar muy recomendable.

No hay lobos en Tesakowa

Descubrir la abundancia de audiolibros de algunas editoriales pequeñas en mi servicio de suscripción y lanzarme a devorarlos ha sido todo uno. Empecé por No hay lobos en Tesakowa, recomendado por Borja Bilbao, a pesar de que la portada de la edición en papel del libro no era precisamente de mi agrado. Pero ha quedado claro que no hay que juzgar un libro solo por su envoltorio exterior, ya que me he encontrado con una obra muy actual y atractiva.

La acción se sitúa en un punto indeterminado en el futuro, con un nuevo orden de gobierno mundial y planetas colonizados que son un Edén en comparación con la vieja Tierra, que ha quedado como campo de pruebas de armas y de la que se siguen extrayendo los cada vez más escasos recursos naturales. La narración recae sobre Basilisa Weise, una comandante del ejército a la que le encargan el desalojo de unos civiles de la zona de Tesakowa para que una enorme empresa pueda proceder a una campaña de fraking. A través de sus ojos veremos el presente y también conoceremos los episodios de su pasado que la han ido forjando hasta convertirla en lo que es hoy.

Mónica Cuartero mezcla de forma muy brillante la fantasía con la ciencia ficción, el entorno futurista con los cuentos tradicionales más ancestrales que se pierden en la noche de los tiempos pero que siguen influyendo en el imaginario popular. Utilizar estos mimbres para urdir un relato ecologista y antibélico no ha debido resultar fácil, aunque una de las cosas que más me maravilla es la atemporalidad del mensaje subyacente,

La narración de Marta Aparicio me ha parecido también estupenda. No negaré que en mi condición de hablante nativa de español aprecio mucho más la musicalidad de mi lengua materna que la del inglés a la que cada vez me voy acostumbrando más, así que es posible que sea un poco parcial en este juicio. Pero es que me ha parecido una interpretación del texto muy pero que muy acertada. Desde los cambios de tono para cada uno de los personajes, en especial los infantiles, al cambio onírico cuando se relatan las ensoñaciones mágicas de Basilisa la voz acompañaba al texto de una forma notable.

Hay otra publicación de la misma autora también disponible para su escucha y no creo que os sorprenda que os diga que no parará mucho tiempo hasta que le eche un oído.