Permafrost

Me encantan las historias de viajes en el tiempo. Me gusta como los autores van buscando las soluciones a las posibles paradojas temporales o toman el atajo de las realidades alternativas que colapsan cuando los viajeros las abandonas o alguna de las otras posibilidades que van surgiendo.

Es por eso que cuando supe de la publicación de Permafrost por parte de uno de mis escritores favoritos, supe que tenía que leerla cuanto antes. Además, su escasa longitud la hacía un aperitivo delicioso entre lecturas que me iban a consumir más tiempo.

Lo primero que destaca es su ambientación en Rusia, un escenario algo atípico, ya que por suerte o por desgracia estamos acostumbrados a que TODO pase en Estados Unidos. Se agradece un pequeño cambio de localización geográfica, aunque salvo por algunos detalles, no es que influya especialmente en la trama.

Debido precisamente a las pocas páginas que utiliza Reynolds para Permafrost, es difícil de analizar sin caer en el spoiler, algo que siempre me gusta evitar. Podríamos decir que la “teoría del tiempo” no es especialmente novedosa, pero que su solución para las paradojas es coherente con el entramado que crea.

A veces el autor se pone trampas a sí mismo, como con la mención de un aparato que no tiene sentido hasta que, mucho más adelante en la lectura, descubrimos que es imprescindible para que uno de los viajeros en el tiempo se pueda comunicar. Pero si nos habíamos fijado en este detalle, la “revelación” relacionada con este viajero ya no es tal.

También merece especial atención el escenario preapocalíptico en el que comienza el libro, terriblemente verosímil y la causa de que se preparen estos viajes en el tiempo para buscar una solución en la que no parecen tener mucha confianza pero que es su única posibilidad. Este inicio da el grado de tensión suficiente para desencadenar toda la aventura y justificar muchas acciones moralmente reprochables.

De lo que no cabe duda es de que si te gustan los viajes en el tiempo, Permafrost no te defraudará.

Future Science Fiction Digest, Issue 2

En esta ocasión solo hay obras de ficción en la revista, bastante equilibrada en este aspecto. Los relatos tienen puntos de vista bastante diferenciados, aunque mi preferido sin duda es “The Roost of Ash and Fire”.

Tideline Treasures, or Growing up along the Mile-High Dyke de Jaap Boekestein y Tais Teng

Relato situado en un mundo postapocalíptico con una rígida estructura social que divide a los humanos según la edad que tengan y la tarea que les haya sido encomendada. La búsqueda de material genético de especies extintas para su “resurrección” es el hilo conductor de la historia, pero es algo laxo.

The Roost of Ash and Fire de David Walton

Más que recomendable este relato de una civilización con alienígenas que asemejan pájaros, con un sistema matriarcal fuertemente establecido y con una tecnología desarrollada de una forma orgánica. ¿Cómo se enfrentaría a un suceso catastrófico?

The Lord of Rivers deWanxiang Fengnian

No me ha convencido este relato que mezcla el despertar de una Inteligencia Artificial con la muerte térmica del Universo. Promete más de lo que da.

No Body Enough deDantzel Cherry

Entrañable historia en un mundo donde cada persona está unida a otros avatares para formar una auténtica “persona”. La autora nos da una lección sobre cómo afrontar la pérdida y la depresión.

An Actual Fish deNatalia Theodoridou

No entiendo lo que nos pretende decir esta historia que no merece la pena para nada.

The Peculiar Gravity of Home de Beth Cato

Relato con un toque feminista sobre una colonia lunar y las dificultades de abastecimiento que sufre. Con gatos. Muchos gatos.

The Zest for Life de N.R.M. Roshak

Lo que comienza siendo un relato divertido y una posibilidad de acabar con la plaga del plástico de nuestro días, termina con una moraleja que dará que pensar sobre las adicciones y sus causas. Recomendable.

The Token de Mike Resnick

Un cuento con regusto a ciencia ficción antigua, tanto en el planteamiento como en la resolución e incluso en la escritura. Con un desarrollo parecido a los cuentos de Isaac Asimov sobre los robots pero con más picardía.

To Save a Human deSvyatoslav Loginov

Un buen broche final para la revista. Los humanos han ido evolucionando hacia la conexión permanente a la red en detrimento de su desarrollo físico, pero algunos cuerpos rechazan los chips que se implantan nada más nacer, quedando como apestados. El escenario es una planeta de paso, donde se acumulan los restos de las naves que pasan por allí en su periplo, lo que ha dado lugar a una flora y fauna de lo más peculiar.

Ambiguity Machines and Other Stories

Quedé tan fascinada por el relato de Vandana Singh contenido en The Apex Book of World SF 5 que no pude resistirme a comprar la colección de relatos a la que da nombre. La prosa de la autora es embriagadora y fascinante, con ese aire exótico que le da su origen indio aderezado por referencias a esa fascinante cultura.

With Fate Conspire

Si solo las personas con una configuración mental adecuada pudieran consultar el pasado, ¿se podrían llevar a cabo estudios fidedignos con su imprescindible interlocución? En esta historia, con toque feministas y una ambientación muy estudiada, empezamos a conocer el genio de Singh en las distancias cortas.


A Handful of Rice

Un relato escrito en tono de leyenda, relatando la historia de una traición planificada pero también el pasado de los actores implicados en el desafío final. Me encanta el contraste entre la investigación tecnológica y la medicina más clásica y “mágica”.


Peripeteia

Es curiosa la forma en que la autora se “burla” de las verdades absolutas de la ciencia precisamente a través una protagonista física, que crea el Club Anti Navaja de Ocam. No acaba de resultar redondo por la confusión que provoca, pero puede que sea un efecto buscado que yo no he sabido disfrutar.


Lifepod

El hilo conductor de la narración son los pensamientos de un ser que viaja a través del Universo en una cápsula de hibernación, pero que es capaz de contemplar los pensamientos de algunos de sus compañeros de viaje. El contraste entre la distintas memorias, las propias y las ajenas, y el giro final de la trama son atractivos.


Oblivion

Espectacular relato, una historia de venganza, con muchas referencias a una de las obras más conocidas de la cultura india y con un escenario tan espectacular como absorbente.


Somadeva: A Sky River Sutra

Escrito con constantes referencias a las grandes epopeyas de la cultura india (con lo genérico que suena esto) y con cuentos incluidos dentro del propio sutra, me ha resultado un poco complicado seguirle el hilo.


Are you Sannata3159?

Durísimo relato contra la masificación del proceso de tratamiento cárnico, desde un punto de vista de una cultura respetuosa con el sufrimiento animal. Es también una crítica acerada contra la banalización del dolor, pero ha resultado demasiado crudo para mí.


Indra’s Web

Muy buen relato sobre la lucha contra el cambio climático utilizando los recursos más modernos y también los más tradicionales, en una suerte de red que depende de cada nodo para seguir funcionando.


Ruminations in an Alien Tongue

Una historia sobre viajes entre universos alternativos, con la incomodidad constante del ser humano que siempre busca algo distinto a lo que tiene. Con una estructura parecida a los mash-ups tan utilizados por Yoachim, pero con profundas reflexiones sobre el cambio y la permanencia.


Sailing the Antarsa

Meditaciones de una exploradora solitaria que explora una corriente espacial. Me gusta particularmente el contraste entre la materia conocida, cuya presencia es mínima en comparación con la desconocida.


Cry of the Kharchal

Relato fantástico basado en una leyenda local. Quizá me ha gustado algo menos que los demás por la indefinición del propio mito, pero no por ello es menos interesante.


Wake-Rider

Curiosa mezcla de civilizaciones que han caído bajo el yugo del capitalismo extremo en forma de virus en contraste con la quietud y la paz de un naufragio estelar. Me gusta el contraste entre ambos aspectos, aunque quizá lo que más me ha llamado la atención es el proceso de duelo que ha de afrontar un personaje por las muertes que ha provocado, sean intencionadas o no.


Ambiguity Machines: An Examination

Ya lo comenté aquí.


Requiem

Vandana Singh se había reservado una auténtica joya inédita para finalizar su libro. En este relato trata temas tan relevantes como el cambio climático, pero aunándolo con el respeto a las culturas en minoría y en retroceso, como la esquimal. Una maravilla.

Personalmente me gustan más las historias de ciencia ficción que las de fantasía que nos muestra la autora, pero todas son bastante meritorias. La mezcla perfecta entre ciencia y tradición, con sus conocimientos de física y las historias de su infancia. Realmente recomendable, con un tono poético nada desdeñable.

Creation Machine

La space opera quizá sea mi subgénero favorito de la ciencia ficción, así que casi nunca dejo pasar la oportunidad de leer algo de este estilo. Creation Machine toma muchísimas referencias de Banks y otros autores famosos de este estilo y esto es precisamente su fortaleza y su debilidad.

Andrew Bannister sitúa la novela en The Spin, un entorno artificial con multitud de mundos y estrellas relativamente cercanos para soslayar el problema de los viajes interplanetarios más rápidos que la luz (si os viene a la cabeza Mundos en el Abismo es normal porque el escenario es similar). No se tiene apenas información de cuándo se creó, aunque se sabe positivamente que es artificial.

Bannister divide en dos el relato. Por una parte tenemos un “patriarcado” poco desarrollado en el centro de The Spin, con unos cuantos planetas conquistados a base de muerte y destrucción para expoliarlos de todos los recursos naturales posibles. Aquí vemos toda una panoplia de intrigas políticas aderezadas con crueldades ilimitadas, muy en la tendencia grimdark de la fantasía actual. Por el otro lado, una rica heredera que para esquivar la influencia de su padre se alista en una guerra destinada al fracaso.

Como podéis observar, el autor nos va presentando muchos de los tropos habituales de la ciencia ficción. Para añadir más materiales a esta amalgama, no podemos olvidarnos de la exoarqueología (como McAuley), las simulaciones virtuales (como Al Robertson), los volcados de memorias para utilizar nuevos cuerpos (como Hamilton)… las referencias son tantas como podamos pensar. Y es esta acumulación de posibilidades la que hace que la estructura de la novela no se soporte por sí misma. Quizá por exceso de ambición o falta de manejo del autor, el libro no acaba de funcionar. Es posible que en las continuaciones consiga enderezar el rumbo y no niego que ha habido momentos muy divertidos durante la lectura, pero esta obra no ha acabado de llenarme.

God’s War

Kameron Hurley tiene una forma muy visceral de escribir, casi se podría decir que violenta, pero desde luego este estilo le viene como anillo al dedo a God’s War.

Lo más destacable de la novela es la ambientación. El escenario es un planeta colonizado por distintas sectas religiosas en constante guerra. Sus creencias son una adaptación del Islam, pero con percepciones distintas para cada cultura propia. Estas diferencias entre cada estado y las personas que los habitan dan lugar también a conflictos raciales. Todo ello aderezado con modificaciones genéticas que han dado lugar a cambiaformas, magos que controlan los insectos y un tráfico constante de órganos que recuerda a un puesto de casquería en la plaza del pueblo. La tecnología también es biológica y tanto los vehículos como las casas serían el paraíso de un entomólogo. Es un sistema bastante original y atractivo y creo que la autora ha planteado un mundo al que le puede sacar bastante provecho.

En este mundo tan violento seguiremos las peripecias de Nyx, una veterana de guerra que ejerce como cazarrecompensas junto con su equipo. Nyx ha ido al infierno y ha vuelto, y ese cinismo está destilado en cada una de sus acciones. Como personaje es muy atractivo e ir conociendo su pasado es uno de los alicientes de la novela. Da gusto ver a una protagonista femenina tan fuerte.

Por desgracia, la trama principal no acompaña mucho. Las persecuciones y búsquedas avanzan a trompicones y la “intriga” en ningún momento llega a ser tal, si no más bien una excusa para seguir hacia delante con la narración.

Otro aspecto que se podría destacar de God’s War aunque para nada sorprendentes viniendo de la autora, es el tratamiento de la sexualidad de los personajes. Nyx es abiertamente bisexual y esto provoca distintas reacciones entre sus compañeros, desde la indiferencia al rechazo, pero no tiene por qué afectar a su comportamiento. Es un libro que explora las relaciones entre los distintos sexos siguiendo las cortapisas de las religiones imperantes, lo que da lugar a conflictos llamativos.

Portada de Velocity Weapon

La space opera es una de mis debilidades y con esta portada no os puede extrañar que le haya echado el ojo a Velocity Weapon, la nueva obra de Megan E. O’Keefe. Se publicará de la mano de Orbit en junio de este año.

La sinopsis:

The last thing Sanda remembers is her gunship breaking up around her as her preserving pod expanded, sealing herself away for salvage-medics to pick up. She expected to awaken in friendly hands, patched up and patched back into a new gunship. Instead, she awakens 230 years later upon an empty enemy smartship, The Light of Berossus or, as he prefers to be called, “Bero”. The war is lost. The star system is dead.

However, Bero may not exactly be telling the whole truth.

Mi traducción:

La última cosa que recuerda Sanda es su nave resquebrajándose a su alrededor mientras que la cápsula de supervivencia le protegía a la espera de rescate. Esperaba despertar en manos amigas, curada y de camino a una nueva nave. En cambio, se despierta 230 años después en un navío inteligente enemigo, The Light of Berossus, o como él prefiere que le llamen “Bero”. La guerra se ha perdido. El sistema solar ha muerto.

Pero es posible que Bero no le esté contando toda la verdad.

Gods, Monsters and the Lucky Peach

Sigo con mis lecturas de los nominados a los premios Nébula, y en esta ocasión le tocaba a Kelly Robson con Gods, Monsters and the Lucky Peach.

Me ha costado muchísimo introducirme en la lectura. Hay autores que no te explican nada y te dejan en mitad de la historia para que vayas reconstruyendo la narración con las pistas que te van dando. No estoy en contra de este artificio, pero me parece que Robson ha abusado de este recurso en esta novela corta. La idea es atractiva cuando menos, ya que los protagonistas están en una futura Tierra devastada ecológicamente e intentan llevar a cabo proyectos de terraformación, si me permitís la palabra.

Se habla mucho de gestión de proyectos, de análisis de costes-beneficios y mucha jerga tecnocrática para dotar de consistencia a un entorno que creo que podría haber llegado a resultar interesante, si se hubiera explorado de otra manera.

El mensaje ecologista que la autora nos hace llegar parece bastante claro, las acciones del pasado influyen irremediablemente en el futuro y si no somos capaces de solventar lo anterior, al menos deberemos esforzarnos en el presente para no empeorar más la situación. En este sentido, Robson acierta con el tono, que no es paternalista si no fáctico.

La complicación llega cuando entran en juego los viajes en el tiempo, que una misteriosa organización ofrece para poder obtener datos realistas desde los que extrapolar las necesidades para la restauración del medio ambiente. Parece bastante obvio que si al finalizar el salto atrás en el tiempo la línea creada colapsa, lo que pase en ese escenario no tiene que influir en el futuro.

También resulta muy extraño que los personajes tengan tentáculos o piernas extra u otras modificaciones corporales “por que sí”. Desde un principio me chocaba este hecho y no he sido capaz de entender para qué era necesario este detalle.

No he podido disfrutar con lo que me ofrecía Robson con esta obra y por eso no puedo aconsejarla, pero me gustaría conocer vuestra opinión para poder ver qué he pasado por alto.

Infinite Detail

Infinite Detail es una novela contada a través de dos líneas temporales una antes y otras después del colapso de las redes de comunicación. En parte es una novela postapocalíptica si consideramos el fin de la civilización tal y como la conocemos como un apocalipsis, pero aunque las condiciones de vida son duras y los fascismos resurgen, no es que la humanidad corra peligro de extinguirse.

Aunque el comienzo de la novela es un tanto místico, con peregrinaciones para visitar a una artista que es capaz de recrear los últimos instantes de los fallecidos, en realidad nos encontramos ante una historia de futuro cercano, tan cercano como nos podamos imaginar. Es una crítica despiadada contra la falta de intimidad y la utilización de los datos de usuarios para alimentar los algoritmos de las Smart Cities. En algunas ocasiones Tim Maughan roza el adoctrinamiento pero estos bordes afilados se pueden esquivar si nos tomamos el libro como un aviso de la situación actual.

Es un escenario terrorífico por lo verosímil que resulta, ya que ahora mismo la economía mundial depende en gran medida de las redes de telecomunicaciones.

El estilo de Maughan es bastante seco y directo, probablemente influido por su labor periodística. Lo que no consigue es que logremos empatizar con los personajes, que parece estar colocados cuasi aleatoriamente para tener los encuentros oportunos que le permitan ir avanzando la trama.

Estamos ante una novela con mensaje, pero que no está acompañada por una narración agradable que haga llegar este mensaje con más facilidad o con unos personajes que nos lleguen a importar que consigan el mismo objetivo. Se acerca más a un ensayo que a una novela, pero no acaba de decidirse por ninguno de los dos caminos y por ello se resiente. Se podría comparar con algunas obras de Cory Doctorow así que si te gusta ese palo, probablemente disfrutes este Infinite Detail.

Edges

Cuando supe que Linda Nagata volvía a su universo Nanotech Succession (como The Bohr Maker) pero con una nueva puerta de entrada, el proyecto me gustó. Me pareció original esa “exploración inversa” del espacio, a la contra de la marea colonizadora que en un principio hizo expandirse a la humanidad.

Edges cover for Linda Nagatas’s Inverted Frontier Book 1 by artist Sarah Anne Langton

En este sentido, Edges cumple con lo que esperaba. Las ideas de la autora resultan muy interesantes, como las naves biológicas conformadas por distintas especies que trabajan en simbiosis aún siendo máquinas de Von Neumann tipo berserkero la evolución del concepto “ser humano” cuando el cuerpo es un elemento accesorio e intercambiable. De hecho, uno de los debates más interesantes se entabla cuando conocemos a las distintas “personalidades” que un personaje ha ido creando y afinando para asignarles tareas repetitivas. Son versiones de sí mismo optimizadas para una tarea particular sin capacidad de distracción. Incluso tienen modificada su capacidad de percibir el paso del tiempo. En un arranque de humor, Nagata los llama Apparátchiky es una definición sorprendentemente adecuada.

No obstante, el ritmo de la novela no acompaña a estas ideas. Es obvio que cuando se explora el espacio, con sus distancias gargantuescas, gran parte del tiempo se dedica a no “hacer nada”, pasando por criogenización o directamente almacenando la consciencia. Nagata no consigue que estos periodos de espera desaparezcan totalmente de la novela, aunque usa algunas elipsis y mete alguna trama secundaria de relleno. Por esto, en ocasiones la lectura se vuelve demasiado morosa.

Si conseguimos soslayar este hecho, bien bajo el influjo hipnótico de las ideas de la autora, bien por la curiosidad por saber qué se van a encontrar por el camino, Edges es un buen ejemplo de ciencia ficción dura explicada y atractiva.

Lo que no he sido capaz de juzgar con pleno conocimiento es si el libro se entendería mejor habiendo leído las entregas anteriores. Es una sensación un tanto extraña estar leyendo y pensar que te estás perdiendo referencias. El libro es perfectamente disfrutable de por sí, pero siempre me quedará la duda sobre si sería una experiencia más completa con este bagaje.

New Suns

Aquí os traigo la reseña de una de las antologías más esperadas del año, que parte de una idea muy interesante y que indudablemente tendrá continuaciones.

Galactic Tourist Industrial Complex de Tobías S. Buckell

Cuando la Tierra es un destino turístico prioritario es normal que la economía planetaria se vuelque en este sentido, dejando a la gran mayoría de la humanidad en una precaria posición. Es un relato algo flojo para comenzar la antología.

Deer Dancer de Kathleen Alcalá

Fantasías postapocalíptica sobre recuperar lo perdido utilizando las tradiciones, no me ha acabado de convencer.

The Virtue of Unfaithful Translations de Minsoo Kang

Estupendo relato reflejando la tradición de las letras asiáticas y la maravillosa labor de los traductores e intérpretes, cuya intervención puede equilibrar la balanza entre la guerra y la paz

Come Home to Atropos de Steven Barnes

Cruel relato sobre el script para un anuncio que vende lo único que puede ofrecer una tierra arrasada por los temporales, un resort para la eutanasia.

The Fine Print de Chinelo Omwualu

Un relato fantástico sobre el cambio de un yugo por otro y el coste de la verdadera libertad. Con aire arábigos pero con un final prometedor.

Unkind of Merche de Alex Jennings

No queda claro en ningún momento la finalidad de este relato, aparte de la amalgama de referencias a la cultura americana actual. Algo inconexo.

Burn the Ships de Alberto Yáñez

Un relato macabro y bastante desagradable sobre la lucha entre invasores e invadidos, con algo de creencia religiosa de por medio. Demasiado duro para mi gusto.

The Freedom of the Shifting Sea de Jayme Goh

Creía que ya pocas cosas me podrían sorprender en la fantasía pero estaba equivocada. Nunca me esperé un relato sobre relaciones lésbicas entre humanas y sirenas centípedas centenarias. Cosas veredes.

Three Variations on a Theme of Imperial Attire de E. Lili Yu

Estoy a favor de los retellings de fábulas y cuentos conocidos, así me gustaba la idea de una nueva aproximación al traje nuevo del emperador de la mano de E. Lili Yu, una autora que me normalmente me gusta. No es el mejor de sus cuentos pero dentro de la tónica general de la antología es bastante destacado.

Blood and Bells de Karin Lowachee

Una historia de clanes y violencia en un entorno distópico donde la búsqueda de la venganza por un crimen puede desequilibrar la tensa paz que se mantiene con las concesiones de todos los grupos implicados. No es demasiado llamativo.

Give Me Your Black Wings Oh Sister de Silvia Moreno-García

Corto relato de terror interesante dentro de la obra de la autora canadiense.

The Shadow We Cast Through Time de Indrapramit Das

Un relato complejo de primer contacto con una civilización alienígena en su propio planeta y de su integración en el folclore propio de la población.

The Robots of Eden de Anil Menon

Excelente relato sobre la diferencia de clases, esta vez articulado sobre la posibilidad de adquirir un “cerebro” que ayuda a controlar las emociones. Pero, ¿es mejor no sentir nada para no sufrir por ello?

Dumb House de Andrea Hairston

Hay una cierta querencia por los relatos surrealistas en la actualidad que no son para nada de mi gusto. En este cuento se mezcla la vigilancia y el big data con las tradiciones vudú, en una mezcolanza que no termina bien.

One Easy Trick de Hiromi Goto

De nuevo nos encontramos ante un relato surrealista, porque en un paseo campestre la protagonista de repente se ve liberada de su grasa abdominal y no voy a seguir hablando sobre la trama porque es absurda.

Harvest de Rebecca Roanhorse

Relato de terror realmente bien trabajado sobre las consecuencias del amor sin medida, con toques de cuento de hadas macabro mezclado con tradiciones de nativos norteamericanos.

Kelsey and the Burdened Breath de Darcie Little Badger

Un buen final para una antología bastante irregular, con una protagonista que recolecta últimos suspiros en la tradición más victoriana que se me ocurre. Sin embargo, no todas las muertes son igualmente tranquilas y algunas almas se aferran al mundo a pesar de todo.

Tenía mucho interés en este antología y reconozco que algunos relatos me han gustado mucho, pero me temo que es demasiado irregular para mí, con algunos cuentos que directamente no entiendo.