Recientemente en una conversación en twitter agradecí las recomendaciones de otros lectores de ciencia ficción, ya que me llevaron a leer a Claire North, una autora que me está encantando.
Una novella es una buena forma de acercarse a un autor, ya que la longitud de la obra permite leerla con cierta rapidez para hacerse una idea de su forma de escribir. Cuando las tres entregas de The gamehouse se pusieron a la venta, me hice con ellas casi de inmediato.
La primera entrega, esta The serpent, sienta las bases de lo que será el trasfondo del resto de la serie. Una casa de juegos con varios niveles donde aparte de ajedrez, damas, etc. se participa en otros juegos más… elevados. Las apuestas son tan altas como se desee, y no solo la vida esta en juego.
Vale que como concepto no es muy original (no hay más que remitirse a Dangerous Games para ver algo similar), pero no es el concepto lo que más me ha gustado del libro. La ejecución es lo que me ha parecido más especial.
La prosa que utiliza la autora es engañosamente simple a la vez que atractiva. En vez de un narrador omnisciente, North nos hace participar de la narración mediante una cómplice segunda persona del plural. Se alternan los capítulos más largos con los más cortos, para hacer que la narración no pierda el ritmo en ningún momento. Los personajes se representan apenas con trazos someros, pero acaban siendo mejor definidos gracias a las acciones que llevan a cabo y también gracias a las reflexiones que sobre ellos realiza la protagonista de la historia.
La ambientación, en la Venecia de principios del siglo XVII, se adecúa perfectamente al juego de tronos al que asistiremos, a una campaña electoral en toda regla donde se pueden y deben utilizar todos los recursos para proclamarse vencedor. Es lo que The republic of thieves podría haber sido de no ser por los defectos de esa novela.
Como un guiño añadido, en el transcurso del juego se utilizarán peones, cada uno identificado por una carta del tarot, imbricadas de forma que para cada acción habrá una reacción opuesta. Una maniobra muy inteligente por parte de la autora, que teje distintos niveles de complejidad con cada nuevo turno.
En definitiva, un gran descubrimiento que no puedo dejar de recomendar. También he de agradecer a @mertonio y a @odo que me hicieran leer a Claire North.