Debido a la longitud de la reseña, la he dividido en dos. Aquí podéis leer la primera parte.
Beyond the naked eye de Rachel Swirsky
En esta ocasión, la búsqueda del mago de Oz por parte de Dorothy y sus compañeros es un show semejante al de “The running man” donde sólo quien consiga llegar primero verá cumplido su deseo. Simultáneamente, los nobles preparan un golpe para destronar al mago y volver a instaurar su poder.
Este cuento sí que me ha gustado, porque tiene cierta crítica social no muy desencaminada y la narración dividida en dos partes le da una agilidad a la lectura que es de agradecer cuando ya estás saturado de Oz.
A tornado of Dorothys de Kat Howard
Cuando una historia es cíclica y repetitiva, un pequeño cambio puede alterarlo todo. La idea de partida es buena, pero la ejecución y el resultado no.
Blown away de Jane Yolen
La autora nos presenta una historia costumbrista, radicada en Kansas. A pesar de ser una aproximación distinta a las demás de esta antología, me ha dejado indiferente.
City so bright de Dale Bailey
La crítica contra las desigualdades sociales es la base de este relato. Para que la magnífica ciudad de Oz siga brillando como todos la conocen, es imprescindible el trabajo callado de muchas personas que son práctiamente esclavos. El mensaje no cala mucho, pero al menos lo tiene.
Off to see the Emperor de Orson Scott Card
En esta ocasión el protagonista de la historia no es ninguno de los personajes que conocemos de Oz, si no el hijo del escritor L. Frank Baum que vive una extraordinaria aventura que inspirará a su padre. Hay que reconocer que Card sabe cómo escribir una historia, y que su especialidad son los personajes infantiles.
A meeting in Oz de Jeffrey Ford
Jeffrey Ford es una autor al que he conocido muy recientemente, pero que me está gustando mucho. En esta ocasión, vemos como se desarrolla la vida de Dorothy cuando ha vuelto a Kansas y como todo lo real palidece en comparación con lo que le pasó en el mundo mágico. Una aproximación novedosa.
The cobbler of Oz de Jonathan Maberry
Menos mal que he llegado al final de la colección y he leído este relato que con su toque infantil cierra con broche de oro esta irregular compilación. Es una historia preciosa que pienso contar a mis hijos, y además tiene un último toque final que la convierte en adulta. Estupenda.
Oz reimagined no me ha parecido una buena recopilación, supongo que por varios factores. El mundo de Oz quizá sea más conocido en tierras estadounidenses, pero por estos lares nos suena si acaso la película. Es por esto que gran parte de la carga sentimental del libro no me afecta, no se trata de una visita a un recuerdo de mi infancia desde otra perspectiva. También es posible que el tema de la antología sea demasiado constrictivo, reduciendo así las posibilidades de los escritores. No creo que merezca la pena leer todos los cuentos, pero si recomiendo el último, desde su perspectiva dulce para los pequeños de la casa y con esa última coda para los mayores.