Con Daniel Polansky y su obra tengo una relación un tanto extraña, porque me asombra su imaginación y su prosa, pero me abruma también lo experimental que se vuelven a veces sus obras. Con Tomorrow’s Children me temo que la balanza se ha decantado hacia la extrañeza y por eso no me ha terminado de convencer, pero examinemos algunos puntos de interés de la obra.
El escenario en que se desarrolla el libro es muy curioso, tomando parte de la ciudad de New York y aislándola del resto del mundo durante varias generaciones por una sustancia de origen desconocido denominada funk que también tiene extraños efectos sobre los habitantes de la Gran Manzana o lo que queda de ella.
Se puede considerar un escenario postapocalíptico, ya que la falta de recursos o incluso de la energía suficiente para hace funcionar los servicios de una ciudad como esta ya sería catastrófica, pero es que además, la presencia de esta sustancia psicotrópica, asesina e ineludible influye de tal manera en la sociedad o lo que queda de ella que a veces lo que vemos ante nuestros ojos raya lo incomprensible. La desintegración de las estructuras de poder habituales da lugar a la balcanización de la ciudad, con bandas en cada esquina luchando por el territorio y una violencia descarnada.
Daniel Polansky nos lanza en medio de un situación muy complicada como si nos lanzara de un avión sin paracaídas, dejando de mano del lector intentar entender la trama aderezada con una panoplia de personajes quizá demasiado extensa. Además, el uso de recursos literarios o no dentro de la novela sin tampoco explicar demasiado más que ayudar entorpece la lectura. Por ejemplo, utiliza ideogramas en vez de palabras para transmitir información o las notas al pie de página para ponernos al día con la situación de algunos personajes. Es muy enrevesado, al menos para mí.
La presencia del funk permite al autor añadir toque weird al libro, con la aparición de monstruos de carne putrefacta, poderes psíquicos y seres subterráneos, por ejemplo. Nuevos ejemplos de la portentosa imaginación del autor que ya destacamos en March’s End, pero que enturbia un poco las aguas al adentrarse en el proceloso proceso de lectura. Por que la trama, además, es bastante enrevesada.
No sé ni siquiera si recomendar el libro o no por las dudas que me ha generado leerlo. Espero que alguno lo entendáis mejor que yo y lo podamos comentar.