A veces leo libros sobre los que no tengo muchas referencias porque creo que es bueno salirse de la zona de confort y además así tengo la oportunidad de encontrar auténticas joyas como este Unity de Elly Bangs.
Durante la lectura me he encontrado con muchas ideas de ciencia ficción y una interesantísima discusión sobre la posible progresión del ser humano. Conceptos de la ciencia ficción pionera, como la gestalt de Sturgeon en Más que humano puestos al servicio de una novela especulativa e inmersiva. Unity se lee a una velocidad endiablada, lo que hace que dejemos pasar algunas casualidades demasiado convenientes para que avance la trama, pero aparte de esto detalles nimios nos encontramos ante un gran obra. ¡Y es la primera novela de la autora! No puede esperar a ver qué nos deparará su labor en el futuro.
Tachyon nos ha traído una novela que tiene profundas inquietudes filosóficas, pero también un mundo distópico asolado por distintas catástrofes, ciudades submarinas controladas por sindicatos criminales, intolerantes sectas religiosas, máquinas de Von Neuman con ataques víricos y más y más ideas por página que muchos otros libros de ciencia ficción. Pero esto no resulta abrumador en ningún momento, de forma sorprendente la autora es capaz de dosificar la información que nos va dando sobre el pasado de los protagonistas y sus antagonistas para que cada revelación llegue en el momento justo, elevando la tensión y haciéndonos desear llegar al siguiente capítulo, al siguiente giro del guion.
En cuanto a la prosa, es una novela bien escrita que supedita el lucimiento personal de la autora al mensaje que quiere hacernos llegar, sin dejar por ello de utilizar algunas metáforas bastante bien traídas. Que la lectura sea accesible en este sentido ayuda a que las ideas desborden nuestra imaginación. Quizá ninguna sea especialmente rompedora de por sí, pero la construcción que lleva a cabo Bangs con estos aportes sí que me parece destacable.
Los personajes me parece muy bien definidos y extraordinariamente atractivos, claro que en el caso de Danae, la protagonista principal, no parece excesivamente difícil teniendo tantas y tantas vivencias de las que escoger. Alexei, en cambio, es un poco más limitado tanto por su pasado y adoctrinamiento como niño soldado como por el desarrollo de su historia. Sin embargo, ambos se complementan muy bien, con sus fallos y aciertos, como el ying y el yang que la casualidad pone en contacto en el momento adecuado.
No puedo dejar de aconsejar este libro, que me ha resultado realmente fascinante. Ojalá lo leáis y podamos comentar los entresijos de los distintos tipos de evolución de la humanidad que aquí se plantean, porque creo que esa semilla que la autora ha dejado plantada puede florecer con el cuidado adecuado.