Desde que terminé con la saga de los Huesos Verdes ha quedado un hueco en mi corazón que solo se puede ir rellenando con nuevas historias de Fonda Lee, pero sigo a la búsqueda de otra fantasía urbana que pueda encantarme. Ebony Gate, sin llegar al nivel de lo anterior, me ha hecho pasar un rato divertido y trepidante y tiene mimbres para ser algo más, ya veremos cómo lo acaban desarrollando Julia Vee y Ken Bebelle.
Ebony Gate es una fantasía urbana donde predomina la acción con una protagonista muy atractiva y un mundo que dan ganas de explorar. La definen como un John Wick femenino, pero es una comparación un tanto reduccionista, sobre todo porque obvia el mundo fantástico que cohabita con nuestra realidad habitual en el que tiene lugar la historia.
El libro se desarrolla en la ciudad de San Francisco, donde vive la gente “normal” desconocedora de la existencia de las familias “mágicas” y los miembros de estas ocho familias, cada uno con poderes diferentes. Me gustan mucho las referencias a mitologías orientales, especialmente japonesa, algo que nos enmarca en una aventura un tanto diferentes. También recuerda un poco a la obra anteriormente mencionada de Fonda Lee por la presencia de clanes mafiosos que luchan por el control de la ciudad.
La protagonista es Emiko Soong, que lleva unos años retirada de su labor como Filo de su familia, una labor que le valió el título de La Carnicera de Beijing. Pero los lazos de sangre son más fuertes que su deseo de una vida tranquila, así que se verá de nuevo arrastrada a la acción cuando un shinigami reclame su ayuda mediante un pacto de sangre.
Las escenas de acción son abundantes y están estupendamente narradas. Desde el comienzo fulgurante que nos servirá para conocer a Emiko, como el resto de sus numerosos enfrentamientos con enemigos de lo más variopinto, durante todos los capítulos veremos trepidantes luchas, descritas de una manera muy cinematográfica.
El “misterio” que ha de resolver la protagonista, por el contrario, tiene una solución bastante previsible y es quizá uno de los puntos flojos del libro. La búsqueda de la Ebony Gate del título se antoja un tanto casual y dirigida a bandazos, una excusa para exponer a Emiko a todo tipo de situaciones peliagudas. Pero también es cierto que nos servirá para conocer sus motivaciones y su pasado, su buen fondo y su deseo de mejora.
El sistema mágico también se adapta muy bien a un libro orientado hacia el combate, con 8 o 9 dragones exiliados del mundo mágico cuyos descendientes humanos son capaces de utilizar distintos tipos de magia. Es lo suficientemente completo como para dar mucho juego y a la vez se simplifica como para no maniatar a los autores.
Recomiendo Ebony Gate si buscas una fantasía urbana rápida y sin muchas pretensiones, entretenida y absorbente.