Debido a la longitud de la reseña, he tenido que dividirla en dos.
Dentro del pack que el editor John Joseph Adams pone a disponsición de los votantes a los Hugo, ha incluído “The mad’s scientist guide to world domination” una recopilación de relatos que me ha dejado un gusto agridulce.
Professor incognito apologizes : an itemized list de Austin Grossman
El tema de esta antología parece creada ex profeso para Austin Grossman, el autor de la divertida “Muy pronto seré invencible”.
En este relato la novia del villano en cuestión (Professor Incognito) accede a su sancta sanctorum secreto y se dispara un programa en el que un holograma se disculpa por los fallos de su relación… y otras cosas.
Divertidísimo.
Father of the groom de Harry Turtledove
Otro relato de eso que te tienen con la carcajada al alcance de la siguiente línea. Un científico loco mezclado con los planes de boda de su hijo. Es gracioso aunque se queda solo en el chiste.
Laughter at the academy : A field study in the genesis of schizotypal creative genius personality disorder (SCGPD) de Seanan McGuire
Parece que el tono general de la recopilación es humorístico, ya que este tercer relato también tiene esa tendencia, aunque no tanto como los anteriores. De una forma sutil, Seanan equipara las ciencias sociales con las ciencias puras, algo que se ha intentado con anterioridad. En este relato detecto ciertos paralelismos con la comparación entre la ciencia ficción hard y soft, aunque seguramente sea una interpretación mía y no la intención de la autora.
Letter to the editor de David D. Levine
Poco a poco va cambiando el tono de esta antología y aunque no se pueda decir que “Letter to the editor” sea un cuento serio, sí que es cierto que expone la carrera de un científico loco desde un punto de vista novedoso. Aunque no llega a ser de estilo epistolar, el cambio del típico narrador omnisciente le viene muy bien.
Instead of a loving heart de Jeremiah Tolbert
La metáfora del hombre de hojalata del mago de Oz como ayudante robot del científico loco de turno le permite a Tolbert hablar sobre temas como la dualidad irreconciliable entre el arte y la ciencia, e incluso vislumbrar la Singularidad. A pesar de estos temas tan interesantes, la historia es demasiado corta para ir más allá de la simple anécdota. Aunque salgan nazis malvados, algo que siempre es de agradecer.
The executor de Daniel H. Wilson
Este relato sobre una IA que gestiona la herencia de una familia a la que hay que vencer para tener acceso a la riqueza está un poco metido con calzador en la recopilación, ya que no hay “científico loco” como tal.
Con clarísimos tintes anime, es más interesante el entorno que vemos en algunos retazos de la historia que la narración en sí.
The angel of death has a business plan de Heather Lindsley
Retomando un poco el tono humorístico con el que empezaba la antología, en este relato se hace uso de una figura algo rebuscada, un consejero para supervillanos, que les ayuda con los problemas habituales : monólogos interminables que permiten al adversario escapar, fijación por la destrucción del archienemigo…
El relato es gracioso y además la línea final le da un último giro que lo completa.
Homo perfectus de David Farland
David Farland explora en este relato las repercusiones de la investigación farmacéutica llevada a su extremo. Dividido en varias partes como si se tratara de un menú de restaurante, el resultado final es una inquietante historia que da mucho que pensar sobre nuestro origen animal controlado por feromonas y nuestro futuro.
Ancient equations de L.A. Banks
Otro relato que se puede encajar difícilmente dentro del marco del “científico loco”. Un genio se autoimpone un ascetismo desmesurado para evitar la contaminación de las grandes compañías, pero que no es capaz de superar su soledad y recurre a métodos arcanos para encontrar compañía. Del montón.
Rural singularity de Alan Dean Foster
Si te dicen que no toques algo en el laboratorio de un científico loco, lo mejor es que no lo toques. Pero la curiosidad periodística supera cualquier precaución.
Me gusta la idea del entorno rural en el que se desarrolla la historia y es divertida.
Captain Justice saves the day de Genevieve Valentine
Otra aproximación a la idea Heather Lindsey, en la que los científicos necesitan ayuda para tareas tan comunes como la logística de aprovisionamiento de materiales. Pero hay que saber siempre a quien se contrata.
The mad’s scientist daughter de Theodora Goss
Este relato se aprecia aún más por salirse de la tendencia semihumorística que tiene toda la recopilación y es que la tristeza está presente en todas sus páginas. Las hijas de los científicos malvados más célebres han de pagar en su vida del día a día por los pecados de sus padres.
A pesar del nombre, no tiene nada que ver con la novela “The mad’s scientist daughter” de Cassandra Rose.