House of Open Wounds

Aunque la primera entrega de esta saga de Adrian Tchaikovsky me gustó, también le vi algún que otro fallo, que el autor corrige sobradamente en House of Open Wounds, una magnífica novela que se puede leer de forma independiente.

El escenario de House of Open Wounds es un hospital de campaña y para que no nos confundamos el primer capítulo se recrea en el sufrimiento humano y la carnicería que provoca una guerra. Además, sirve como carta de presentación al elenco de personajes que desarrollarán la novela, un variopinto conjunto de “sanitarios” que, unidos por el instinto de supervivencia, dedican sus habilidades especiales a intentar salvar a los heridos en la batalla.

El escenario es muy cruel y esto se refleja en las personalidades y las acciones de los miembros del hospital. Y quiero destacar muy especialmente la caracterización de estos, con un pasado que influye en el futuro y con unas características comunes que nunca hubiéramos imaginado. La novela funciona como un mecanismo de relojería, con revelaciones que influyen en los siguientes capítulos y con una intriga que se mantiene durante toda su longitud, algo que es muy meritorio. Todo esto sin dejar de lado la crítica social de la que el autor ha hecho gala sobre todo en sus obras de ciencia ficción pero también en la fantasía y que es una de sus características definitorias.

Tchaikovsky se marca con esta novela un alegato pacifista parecido al que intentaba llevar a cabo K.J. Parker con Saevus Corax Deals with the Dead, pero de una forma mucho más exitosa y legible. Pero también resultan muy interesantes sus reflexiones sobre la religión y sobre todo sobre el coste material e inmaterial de la guerra. Resulta especialmente aleccionador ser testigos de cómo cualquier avance mágico o científico, por más benigno que pueda parecer, se puede retorcer y tergiversar para transformarlo en un arma mortífera. La reflexión sobre la doble moral necesaria para seguir adelante con tu vida mientras perteneces al ejército me parece especialmente acertada, aunque a veces el escritor carga demasiado las tintas en la maldad de los altos mandos, es una cosa tan exagerada que puede llegar a parecer excesiva.

Recomiendo encarecidamente la lectura de House of Open Wounds tanto si eres seguidor habitual de Adrian o simplemente quieres disfrutar de una buena lectura. Te aseguro que no te arrepentirás.

Sons of Darkness

Hace ya un tiempo que decidí abrir un poco más mis lecturas a autores no consolidados y aunque a veces me llevo chascos, también he de reconocer que en otras ocasiones la apuesta sale muy bien. Eso ha ocurrido por ejemplo con Sons of Darkness que me echaba un poco para atrás por su extensión, 800 páginas del ala, pero que se lee rapidísimamente y te tiene entretenida durante todos los capítulos.

Partiendo de la base de que la mitología en la que está inspirada me es ajena, no puedo juzgar si es fiel o no a la historia ya conocida. Y me da igual, porque he descubierto un libro entretenidísimo con intrigas políticas, batallas y duelos, sexo, amor y desamor e incluso reivindicaciones de igualdad en una sociedad extremadamente estratificada. Todo muy bien llevado, especialmente para ser una primera novela, ya que apenas se notan bajones en el ritmo de la historia y los personajes están perfectamente definidos, tanto que, a pesar de mis problemas con sus nombres, no tenía que esforzarme por seguir las andanzas de cada uno. Sin duda, hay muchos personajes, cada uno con su personalidad y trayectoria, condenados a encontrarse una y otra vez. Y eso que es solo la primera entrega de la saga, con lo que podríamos pensar que nos encontramos ante un volumen “introductorio”. Pero no es así para nada, en este tomo ya hay bastante tela que cortar.

La gran cantidad de puntos de vista en los que se vertebra la novela puede echar un poco para atrás, pero me atrevería a decir que Gourav Mohanty consigue que esta gran cantidad de información no resulte en ningún momento intimidante para el lector. Tiene una dramatis personae incluida en el texto así como un mapa bastante básico que nos servirá para situarnos en la acción. No obstante, aunque este tipo de ayudas siempre son bienvenidas, es la forma en la que el autor ha sido capaz de entrelazar las vicisitudes de todos los personajes lo que hace que la lectura sea tan agradable. Y el libro tiene muchos detalles que te ayudan a situarte rápidamente en caso de que te hayas despistado.

Sons of Darkness es el comienzo de una saga de fantasía épica muy recomendable, con un trasfondo muy rico del que queda mucho por explorar y con personajes entrañables. Todo un acierto.

Red Team Blues

La última novela de Cory Doctorow es una historia fácil y algo ingenua que nos da un pequeño barniz sobre temas de seguridad informática y la constante lucha entre el equipo que defiende sus redes e información (el azul) y el que las ataca para conseguir algún beneficio (el rojo).

Me gusta destacar el hecho de que el protagonista sea una persona de 67 años que aunque ya está pensando en el retiro en realidad se da cuenta de que con toda la experiencia que tiene acumulada en su campo les da sopas con hondas a muchísimos jóvenes tiburones. Como último favor a un amigo multimillonario deberá investigar el robo de una claves sobre las que se sustenta una nueva criptomoneda, pero jamás imaginaría todo lo que vendrá detrás.

Como ya he dicho, la mayoría de los personajes que aparecen en el libro ya han superado los 60 años, pero tienen mucho que ofrecer en sus respectivos campos. Diría que el principio tiene un cierto toque “Stephensiano” si me permitís la comparación, debido al carácter de lobo solitario de los personajes, pero es solo una fachada, porque Doctorow no deja pasar la oportunidad de criticar el sistema capitalista que favorece el blanqueo de dinero de las grandes fortunas que fíjate tú por dónde les salen las declaraciones de la renta a devolver.

Doctorow explica muy poco sobre la infraestructura que da soporte a las criptomonedas y menos todavía sobre toda la ingeniería fiscal necesaria para mover el dinero entre sociedades off-shore y paraísos fiscales, pero deja claro que esta es una práctica tan habitual como dañina para la sociedad. Aprovecha la necesidad de ocultarse del resto del mundo del protagonista en un determinado momento de la trama para dar voz a los miles de personas sin hogar que pueblan las ciudades, que no saben ni cuándo conseguirán su próxima comida. Este contraste tan exagerado con el selecto grupo que disponen de su jet personal para los desplazamientos más nimios, que tienen tanto dinero que ni en cien vidas se lo podrían gastar, es quizá el mensaje de mayor calado de la obra.

Red Team Blues es de lectura rapidísima, algo más de 200 páginas que quizá dejen algo fríos a sus seguidores más habituados a especulaciones de mayor envergadura como Walkaway o Radicalized.

City of Last Chances

Dice Adrian Tchaikovsky que tiene mucho más éxito con la ciencia ficción que con la fantasía, así que debemos regocijarnos de que al menos encuentre hueco para publicar algo de fantasía de vez en cuando. Y City of Last Chances tiene muchos elementos que la hacen atractiva, aunque me temo que no es una obra fácilmente accesible.

Lo primero que nos encontramos al abrir el libro es un dramatis personae que echa un poco para atrás, pero para más inri conforme vamos leyendo los primeros capítulos la confusión va en aumento, porque el elenco de personajes es muy extenso y el autor no tiene piedad al lanzarlos la historia de la ciudad y los hechos y milagros de las muchas facciones que pueblan sus páginas. El estilo es en ocasiones farragoso, de tener que tirar de diccionario con relativa frecuencia.

Parece que solo expongo cosas negativas de la obra y no es así, es un libro que me ha gustado, pero es cierto que hay que tener en cuenta todas estas peculiaridades para poder disfrutarlo, si no, nos vamos a encontrar con un muro que escalar.

Una vez que nos hemos acostumbrado a la forma de narrar la historia, con continuos cambios en los puntos de vista del que cuenta la historia enlazados como si de un travelling cinematográfico se tratase, seremos testigos del derroche de imaginación del que hace gala el autor, así como del mensaje político subyacente que tiene. Un amigo lo ha descrito como “la última trilogía de Abercrombie pero resumida en un solo libro”, y sin querer quitarle la razón, veo City of Last Chances como una extensión de lo que el autor ya trató en Ogres o en Cage of Souls, por ejemplo. Las revueltas obreras contra el poder establecido, pero claro, todo esto embellecido con un bosque mágico que te lleva a otros lugares si tienes la protección necesaria, unos invasores que pretenden estandarizar con su cultura “superior” a todos los colonizados, un pequeño Dios con una congregación reducida a una sola persona, y los muchísimos más personajes que me dejo en el tintero.

City of Last Chances es una novela mosaico, donde cada capítulo es una pequeña tesela que se va anexando a las ya existentes para ir agrandando el resultado. Hay que entrar en su juego porque hasta que no ves bastantes de estas partes no empiezas a comprender la magnitud de la obra, pero con implicación y paciencia, nos encontramos ante una obra de fantasía que da pie también a la reflexión.

The Children of Gods and Fighting Men

Shauna Lawless ha escrito una novela con mucho más énfasis en la parte histórica que en la fantástica, que aunque existe es bastante irrelevante en el desarrollo de la narración.

The Children of Gods and Fighting Men está situada en la Edad Media en el final del primer milenio y mezcla historia con mitología irlandesa. Como soy lega en ambas materias, no puedo juzgar si es fidedigno o no, pero sí que puedo decir que resulta totalmente verosímil la secuencia de pactos, traiciones y batallas que de forma convulsa fue forjando el país.

La narración tiene dos puntos de vista muy diferentes, pero ambos protagonizados por mujeres que no son humanas. De un lado tenemos a Gormflaith, joven viuda del rey de Dublín que no dudará en maniobrar para que su hijo acabe en el trono. Además, es una Fomorian, una raza inmortal que puede controlar el fuego, pero de la que apenas quedan supervivientes ya que hay otra raza de inmortales, los Tuatha Dé Danann que ha jurado acabar con ellos.

La otra narradora de la historia es Fódla, precisamente de los Tuatha Dé Danann, una sanadora que vive junto a su pueblo aislada de los mortales pero que ha de adentrarse como espía en los reinos irlandeses a petición de su rey.

El libro se basa mucho en el conflicto entre la vieja religión vikinga y el catolicismo, que ha llegado para quedarse. Lo que hace especial The Children of Gods and Fighting Men es el punto de vista femenino que ha decidido utilizar la autora para referir los hechos. A pesar de sus poderes, ni Gormflaith ni Fódla son libres de actuar como deseen, siempre deben supeditarse a lo que se espera de las mujeres, todavía más cuando deben ocultar su magia. El machismo y patriarcado de la sociedad es una constante, utilizando a las mujeres como moneda de cambio en el siguiente pacto para conseguir algo más de terreno. En este sentido, la novela es un campo plagado de intrigas y traiciones, de enfrentamientos y pactos, en un desequilibrio constante de poderes.

Me hubiera gustado que la existencia de la magia hubiera tenido algo más de preponderancia en la historia y quizá veamos algo más de eso en las futuras entregas, pero en este primer volumen nos encontramos ante una novela histórica al uso con levísimos toques de fantasía.

Anunciada una nueva novela de Adrian Tchaikovsky para final de año

Estoy decidida a crear una plantilla en WordPress que me sirva para automatizar la publicación de noticias sobre nuevos libros de Adrian Tchaikovsky, seguro que ahorraría tiempo, porque es un autor tan prolífico que casi no doy abasto.

En esta ocasión ha anunciado City of Last Chances, que viene de la mano de Head of Zeus.

Esta es la sinopsis:

There has always been a darkness to Ilmar, but never more so than now. The city chafes under the heavy hand of the Palleseen occupation, the choke-hold of its criminal underworld, the boot of its factory owners, the weight of its wretched poor and the burden of its ancient curse.

What will be the spark that lights the conflagration?

Despite the city’s refugees, wanderers, murderers, madmen, fanatics and thieves, the catalyst, as always, will be the Anchorwood – that dark grove of trees, that primeval remnant, that portal, when the moon is full, to strange and distant shores.

Ilmar, some say, is the worst place in the world and the gateway to a thousand worse places.

Ilmar, City of Long Shadows.

City of Bad Decisions.

City of Last Chances.

Mi traducción:

Siempre ha habido oscuridad en Ilmar, pero nunca como ahora. La ciudad sufre bajo la ocupación Palleseen, el estrangulamiento de su mundo criminal, la bota de los dueños de las fábricas, el peso de sus pobres ciudadanos y el peso de una antigua maldición.

¿Cuál será la chispa que encienda la mecha?

A pesar de los refugiados, deambulantes, asesinos, locos, fanáticos y ladrones, el catalizador será como siempre Anchorwood, esa oscura unión de árboles, reducto primitivo, ese portal cuando la luna está llena a extrañas y lejanas costas.

Ilmar, según dicen, es el peor sitio del mundo y la entrada a un millar de sitios peores.

Ilmar, ciudad de sombras.

Ciudad de malas decisiones.

Ciudad de últimas oportunidades.

Esta es la cubierta, de Joe Wilson:

Equinox

Equinox es una novela de fantasía que ha pasado bastante desapercibida, o eso me parece al menos, que ofrece una investigación sobre unas acusaciones de brujería en un mundo muy particular, cuya descripción supone la parte más interesante del libro.

David Towsey ha imaginado un mundo que se divide en dos, la noche y el día, en el que las personas comparte cuerpo destinadas a nunca encontrarse, ya que cada una dispone de la mitad del día para vivir mientras que su hermano o hermana espera pacientemente a que sea su turno. Aunque compartan el cuerpo, las personalidades, ocupaciones, relaciones amorosas… pueden ser y son totalmente independientes. Por ejemplo, el protagonista de la historia es Christophor un investigador del reino especializado en brujería, pero Alexander, su hermano-de-día, es un músico un tanto tarambana.

Los hermanos se verán obligados a desplazarse a una pequeña ciudad del sur para realizar a cabo una investigación de algo que parece claro que es brujería. A Towsey no le duelen prendas en describir los horribles resultados de los ritos a los que intenta poner coto, dando lugar a escenas tremendamente desagradables, aunque el resto del relato no tiene para nada ese componente cruel.

El libro está basado en esa dualidad inventada por el autor que le da bastante juego, ya que los sospechosos que actúan de una forma determinada durante la noche, al amanecer cambian totalmente por que es otra persona la que hace uso del cuerpo. Me resulta muy curioso que apenas exista comunicación entre ambos seres, ya que parece lógico suponer que se pudiera pasar información a través de un diario o algo así, pero es un recurso apenas utilizado.

Quizá se le pueda reprochar a Equinox que en ocasiones el ritmo de la lectura resulta demasiado pausado, aunque creo que la forma en que se van desvelando los acontecimientos es bastante correcta, dejando al lector espacio para que vaya haciendo sus propias deducciones. La prosa es elegante y hace que la historia fluya, ayudando tanto en la definición de los personajes como en los abundantes diálogos y soliloquios.

En definitiva, Equinox es un libro pausado sobre una investigación de brujería que gira en torno a un concepto bastante original que es el quid del libro, haciendo que sea una lectura recomendable.

The Hood

Lavie Tidhar es un escritor inclasificable, cada obra que publica y son muchas, no se parece a lo anterior. En esta ocasión, ha creado un nuevo género que yo he venido a llamar mitcología, por que mezcla mitología y micología.

En su saga titulada The Anti-Matter of Britain, Lavie ha decidido tomar los mitos fundacionales de su patria adoptiva y volver a contarlos, pero a su manera particular, en ocasiones delirante y sarcástica, así como profunda y reflexiva. The Hood es la segunda entrega, tras la polémica By Force Alone.

Partiendo de la base de que la historia de Robin Hood es mucho menos conocida que la del Rey Arturo a pesar de las numerosas adaptaciones que se han realizado a lo largo de los tiempos, esta novela tiene más posibilidades de sorprender que la anterior. Pero vamos, que la anterior estaba tan pasada de rosca que también conseguía llamar la atención.

Resulta muy curiosa la aproximación que utiliza Tidhar en esta obra, basándose más en la ambientación y el entorno que en los propios personajes, que trata como arquetipos que pueden interpretar diferentes personas, como si fueran disfraces de quita y pon. Al sheriff de Nottingham, por ejemplo, lo interpretan al menos tres individuos a lo largo de la novela.

Es llamativo que la que quizá sea la parte más conocida de la leyenda, con el romance entre Robin Hood y lady Marian solo aparezca en el último tercio, mientras que al principio de la novela la historia se encamina por derroteros inesperados. Rellenos de hongos y sustancias alucinógenas, pero inesperados.

A pesar de que como digo el autor toma un enfoque bastante original, sí que somos capaces de reconocer algunos elementos usuales en estos relatos en los que el mundo mágico va dando paso poco a poco al cristianismo, perdiendo el poder que ostentaba sobre los hombres y viéndose cada vez más restringido. También me atrevería a afirmar que se habla de forma bastante descarnada del estrés post traumático de los veteranos de guerra, que no es algo inventado en las guerras modernas, ya que muchísimos de los supervivientes de las Cruzadas que volvieron a casa se encontraron que no había nada para ellos a la vuelta. La figura de la judía Rebeca, que según las fuentes bibliográficas del final del libro tiene fundamento histórico, le sirve a Lavie para reflejar muchas de sus obsesiones que ya habíamos visto en anteriores obras suyas.

Es difícil recomendar una obra tan peculiar como esta, pero también reconozco que no he dejado de leer desde que comencé la novela. Mi consejo sería empezar con algún capítulo y ver si nos cuadra, porque Tidhar sigue siendo inclasificable.

Blood of the Chosen

Django Wexler continúa su estupenda serie Burningblade y Silvereye, con un volumen que si bien adolece del síndrome del segundo libro, consigue mantener el interés en la historia de estos dos hermanos separados y enfrentados por el devenir de la vida, con una serie de añadidos que amplían el mundo que ya conocíamos y dejan el camino expedito para nuevas entregas.

La trama continúa exactamente donde se quedó en Ashes of the Sun, pero Django se toma la molestia de hacernos un resumen del volumen anterior, cosa que yo le agradezco profundamente porque ya no tengo la capacidad de retención que tuve en tiempos pasados y no recuerdo todos los detalles de los libros anteriores.

Por un lado tenemos a Maya que tiene que cumplir una serie de misiones con Beq y Varo que parecen un poco inconexas entre sí pero que conforme van avanzando las páginas vemos que son las baldosas con que el autor va creando el camino que le llevará a un nuevo encuentro con su hermano. La parte de Gyre es más interesante al principio, sobre todo por la parte de la relación con los ghouls y cómo va recuperando sus aliados anteriores, aunque luego se embarca en un viaje bastante anodino hasta llegar al punto álgido de la historia.

Me gustaría resaltar el humor con el que el autor se burla de la desorganización de la resistencia, incapaces de ponerse de acuerdo ni siquiera bajo qué bandera luchar. Son muchas facciones con intereses encontrados que desesperarán a Gyre pero que harán reír al lector en más de una ocasión. Y qué decir de los hilarantes diálogos de Kit, un personaje que ha tenido que cambiar mucho por el final del primer libro pero que aún sigue afrontando su existencia como una aventura constante. Ese toque sirve como contrapunto al giro más hacia la oscuridad y al terror con la aparición de nuevas versiones de los seres de la plaga y sobre todo con un nuevo personaje que no es lo que parece.

Se trata de un libro de transición, sin duda alguna, pero tiene ciertos detalles que hacen que merezca la pena leerlo.