Me entero a través de Ian Sales que ya está disponible online la nueva entrega de la revista Perihelion Science Fiction que la verdad, tiene una pinta muy interesante.
Antologías de ciencia ficción escritas por mujeres, de Ian Sales
Este post es una traducción autorizada por su autor, Ian Sales, de un artículo publicado el 17 de Abril de 2014 en su blog It doesn´t have to be right bajo el título “Women-only science fiction anthologies”.
Las antologías de relatos escritas solo por hombres no son nada extrañas, y las antologías en las que el número de escritores supera ampliamente al de escritoras son tristemente muy comunes. Pero ha habido intentos en el pasado de redirigir esto. Que haya podido descubrir, desde 1970 ha habido 13 antologías de ciencia ficción escrita solo por mujeres, y una que se describe a sí misma como una antología feminista cuyos autores son mayoritariamente mujeres.
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Mis nominaciones a los Hugo 2014
Este post también podría llamarse por qué no puedo ganarme la vida como adivina pero como algunas personas me lo han pedido, aquí os pongo mis nominaciones a los Hugo, en las que no he acertado con el gusto general.
Mejor Novella
“The eye with which the universe beholds itself” de Ian Sales
“Then will the great ocean wash deep above” de Ian Sales
“Iseul’s Lexicon” de Yoon Ha Lee
“The wages of humanity” de Cixin Liu
Mejor novelette
“The waiting stars” de Aliette de Bodard
“Kabu, kabu” de Nnedi Okorafor (la reseña, próximamente)
Mejor relato corto
“A bridge of words” de Dinesh Rao
“Selected program notes from the retrospective exhibition of Theresa Rosenberg Latimer” de Kenneth Schneyer
“The ink readers of Doi Saket” de Thomas Olde Neuvet (la reseña, próximamente)
“Loss, with chalk diagrams” de E. Lily Yu
¿Habéis votado en los Hugo?
Entrevista a Ian Sales
Dentro de nuestra velada campaña de apoyo para la nominación de Ian Sales a los distintos premios de género que están teniendo lugar en estas fechas, el autor británico ha tenido la amabilidad de responder a una serie de preguntas que hemos pensado entre Odo del imprescindible Sense of Wonder y servidora. Os aconsejamos su lectura, ya que da una visión muy clara del estado de la ciencia ficción hard en la actualidad, así como de la autopublicación, el fandom y muchos otros temas
¿Cuándo supiste que querías ser escritor? ¿Qué otros autores te han influenciado? ¿Hay algún escritor actual al que admires?
No creo haber querido ser escritor nunca. Cuando era niño, quería ser astronauta, por supuesto; después, ingeniero; después, me hubiera gustado hacer carrera en las fuerzas armadas… En realidad derivé a la escritura más o menos como derivé a mi ocupación actual como administrador de bases de datos.
Hay muchos autores a los que admiro, tanto dentro como fuera del género. Lawrence Durrell es una elección obvia (en realidad, soy un coleccionista de Durrell en cierto modo). Otros escritores a los que admiro son, sin ningún orden en particular, Gwyneth Jones, Paul Park, Anthony Burgess, Mary Gentle, John Crowley, Malcolm Lowry, Paul Scott, DG Compton, Samuel R Delany, David Herter, M John Harrison, Karen Joy Fowler, Katie Ward, Hanan al-Shaykh, Sara Paretsky, Kim Stanley Robinson, Joanna Russ…
En cuanto a influencia en mi propio trabajo… Jed Mercurio casi con total certeza, y la autobiografía del astronauta Thomas Stafford fue, definitivamente, una influencia para el Apollo Quartet. Descubrí hace mucho tiempo que gran parte de la ciencia ficción que me gusta sería incapaz de escribirla yo mismo, así que no puedo contar esos libros como influencias. Creo que mucha de mi escritura actual ha sido inspirada por hechos reales: logros como Piccard y Walsh visitando el Challenger Deep en 1960 en el batiscafo Trieste, o la NASA llevando a doce personas a la luna; o por gente que ha hecho cosas extraordinarias por los motivos más ordinarios.
Es bien sabido que tienes opiniones muy definidas sobre cómo debe ser la CF. ¿Piensas que los reseñadores deberían evitar tener en cuenta las relaciones personales con los autores?
Eso probablemente surge de mi empleo. Como administrador de bases de datos, manipulo metáforas para realizar operaciones matemáticas sobre conjuntos de datos, pero también tengo que entender qué es lo que sucede por debajo. Creo que tienes que entender cómo funciona algo antes de poder empezar a desmontarlo. Mucha cf hace un uso superficial de los tropos asociados al género, aunque, para ser justos, eso ha venido ocurriendo desde los comienzos de la cf, con todas esas aventuras de chicos en el espacio. Creo que es mucho más interesante examinar por qué existen esos tropos, qué significan realmente, y reconstruirlos desde ahí. No me gusta demasiado esta moda de usar elementos de todo tipo de géneros y subgéneros porque me parece que son poco más que efectos especiales, que no cuestionan para nada ni la ciencia ficción ni la literatura.
Conozco a muchísimos autores publicados de ciencia ficción, así que si sólo reseñara obras de gente a la que no conozco, debería dejarlo desde ya… Los reseñadores deben ser, sobre todo; honestos: eso no significa necesariamente hacer pública su relación con el autor o el libro del que se está hablando, pero sin duda implica ser estrictamente honesto con la respuesta ante el libro. Yo intento ser objetivo, pero algunas cosas (tropos, historias, personajes, estilo de prosa…) me van a llegar más que otras y es humano responder más positivamente ante ellas.
¿Cómo ha cambiado tu vida y tu obra el vivir en países como Dubai o Qatar?
No sé cómo ha cambiado mi vida porque no sé cómo habría sido mi vida si no hubiera crecido en Oriente Medio. Quizá nunca habría ido a la universidad, quizá me habría casado a los veintipocos, habría tenido hijos y una hipoteca y habría acabado en gestión de ventas o algo así…
Vivir y trabajar en el Golfo sí que ha tenido un efecto muy real en mi obra. Me hice socio de una biblioteca privada al poco de trasladarme a trabajar a los EAU, y la sección de cf era muy pequeña. Así que leí un montón de ficción literaria. Ya la había leído antes, por supuesto, pero no con mucha frecuencia; y ciertamente, no lo suficiente para apreciar sus cualidades más que las de la ciencia ficción, que fue lo que me pasó. Mis primeros intentos de escribir cf en los 80 y los 90 dieron como resultado historias muy de género, escritas de forma muy similar a la cf que había estado leyendo durante casi dos décadas. Ahora prefiero acercarme al género con un ángulo de ataque diferente.
En The Apollo Quartet incluyes muchos detalles sobre el Programa Apollo y sobre naves espaciales reales. ¿Por qué te fascina tanto el viaje espacial? ¿Y qué tipo de investigación hiciste para escribir estas historias?
Creo que es el hecho de estar allí lo que me fascina. ¿Qué se siente? Ninguna historia de ficción que yo haya leído consigue comunicarlo, y aunque hay pistas y fragmentos en varias autobiografías de astronautas, se interesan más en documentar sus logros que en proporcionar una recreación detallada para el lector. Y también está la parte de la ingeniería. No fue una ciencia mágica y novedosa lo que puso a doce hombres en la Luna, fue la ingeniería: coger ciencia conocida y construir algo capaz de hacer lo que nunca nadie había intentado antes. Hará unos cinco o seis años, mi interés de juventud en el viaje espacial se reavivó tras leer “Moondust” de Andrew Smith, así que empecé a coleccionar libros sobre el tema. Abrí un blog para reseñar libros de mi colección, pero pasó un tiempo antes de que decidiera hacer uso de ello en mi ficción.
La mayor parte de la investigation para The Apollo Quartet procede de tres fuentes: libros, (autobiografías de astronautas o manuales técnicos e históricos de la NASA); sitios online, (como Wikipedia o Apollo Lunar Surface Journal de la NASA); o documentales, (como In the Shadow of the Moon, For All Mankind o She Should Have Gone to the Moon). Pese a lo mucho que me gustaría visitar Baikonur, o volar en la Soyuz, no tengo ni los contactos ni las decenas de millones de dólares que cuesta un billete para la ISS.
¿Cómo compaginas tu empleo con escribir? ¿Cuáles son las semejanzas y las diferencias entre escribir ficción y escribir código?
Trabajo cuatro días a la semana, lo que me deja un fin de semana de tres días para escribir. No he encontrado semejanzas entre el SQL o el Perl que escribo en el trabajo y la prosa con la que me esfuerzo durante el fin de semana. Lo que sí intento es adelantar al máximo el trabajo cuando escribo, algo que he aprendido de mi empleo.
¿Son las redes sociales importantes para tus relaciones con otros autores y con tus lectores?
No creo que “Adrift on the Sea of Rains” hubiera ganado ningún premio si no fuera por las redes sociales. Utilicé el capital social que había acumulado durante mis años como fan de la ciencia ficción para hacer llegar la novela corta a gente que podía hablar de ella y para conseguir que se reseñara en tantos sitios como fuera posible. Y compensó. Como la autopubliqué, no tenía una maquinaria de marketing apoyándome, así que me vi obligado a usar los recursos de los que disponía. Sin embargo, no hice el mismo esfuerzo con el segundo libro, “The Eye with Which The Universe Beholds Itself”, y aunque muchos de los que lo han leído han dicho que lo prefieren al primero, el impacto de esta novela corta no es ni mucho menos cercano al de “Adrift on the Sea of Rains”. Quizá “Adrift on the Sea of Rains” tuviera la ventaja de la novedad; a pesar de haber publicado una docena, más o menos, de relatos en pequeñas revistas o antologías, yo no era muy conocido como escritor. Y, por supuesto, con su glosario y el estilo en que está escrito, “Adrift on the Sea of Rains” es muy diferente a la mayor parte del resto de la cf y de la ficción espacial.
También uso las redes sociales para mantenerme al día de qué está pasando con The Apollo Quartet y mi editorial independiente, Whippleshield Books. Tengo un blog dedicado a Whippleshield, pero normalmente tuiteo con mi propio nombre y, ocasionalmente, publico las noticias en mi blog personal primero, ya que tiene más seguidores.
¿Por qué comenzaste a escribir un blog? ¿Cómo elegiste el nombre “It doesn’t have to be right” (“No tiene que ser correcto”)?
Comencé el blog porque todo el mundo parecía tener uno. Había formado parte de un APA por cosa de diez años; es algo donde un grupo de gente escribe una contribución al mes, manda copias a un administrador y luego recibe un sobre con las contribuciones del mes de todos los demás. Pero el APA se había cerrado poco después de mi vuelta al Reino Unido en 2002, una víctima de la creciente ubicuidad de Internet. Un blog, aunque sea menos una conversación que un APA, parecía un sucesor natural.
El nombre es una frase de broma que había usado en el trabajo (“no tiene que ser correcto, sólo tiene que sonar creíble”) para explicar cómo describir cosas técnicas a los gestores. Cuando decidí abrir un blog, un amigo me señaló que era la elección obvia.
En tu blog has publicado varios artículos sobre escritoras de CF y mantienes el sitio SF Mistressworks. ¿Cuál piensas que es la situación de la mujer en la ciencia ficción actualmente?
La situación es mejor que hace un par de años, pero no tan buena como debería ser. Nunca se ha alcanzado la paridad, por supuesto, aunque no hay ninguna buena razón para ello. Estoy viendo a mucha gente hablando sobre escritoras actuales de CF, pero todavía se dice muy poca cosa sobre las contribuciones pasadas de las mujeres al género. Es como si la gente imaginara que las cosas solían estar bien pero que con el cambio de siglo sufrieron un bajón. Eso, simplemente, no es cierto. Las escritoras siempre han estado marginadas en la ciencia ficción. En los cincuenta años que han pasado desde que comenzaron los Premios Hugo, la categoría de Mejor Novela ha sido ganada dieciséis veces por mujeres y sólo por nueve mujeres diferentes: cuatro victorias de Bujold, tres de Willis y dos de Cherryh y Le Guin. Está muy bien movilizar a las bases de fans de las escritoras actuales de ciencia ficción, pero yo preferiría mostrar la presencia de la mujer en la historia de la CF (y la extraordinaria calidad de sus libros) de modo que la paridad en el presente llegue a verse como una consecuencia obvia de esa historia.
¿Podrías contar a nuestros lectores qué es Whippleshield Books y por qué decidiste crearla? ¿Cómo piensas que los ebooks y la autopublicación van a afectar a la industria editorial en los próximos años? ¿Crees que trabajar en cosas como la maquetación de los libros te quita tiempo de escribir?
Sabía cuando comencé a escribir “Adrift on the Sea of Rains” que iba a ser difícil, si no imposible de vender: todos esos acrónimos, un glosario de doce páginas, la ciencia espacial… Contacté con una par de editoriales independientes, pero creo que siempre supe que iba a tener que publicarlo yo mismo. Y si iba a hacerlo, quería hacerlo bien: crear una editorial independiente que se centrara en un tipo particular de CF, publicar ediciones limitadas en tapa dura, en rústica y en ebook. Así que de ahí sale Whippleshield Books.
La maquetación, en realidad, lleva poco tiempo. Tengo una plantilla y escribo usándola, para poder ver mientras lo escribo cómo va a quedar el libro al final. Puedo tocar un par de cosas al terminar, pero como regla general para cuando acabo de escribir el libro está prácticamente listo para la imprenta. Hice la ilustración de “Adrift on the Sea of Rains” (como también para “Rocket Science”) pero le pedí a mi hermana, Kay Sales, que diseñara las portadas de “The Eye With Which The Universe Beholds Itself” y “Then Will The Great Ocean Wash Deep Above”. Así como utilicé títulos largos y literarios para indicar que estas novelas cortas no eran ciencia ficción típica, también quería diseñar los libros para no llevar a los lectores a confusión con las expectativas. No quería el tipo de portada que normalmente se encuentra en las novelas de CF, sino algo más figurativo, como uno de esos antiguos libros en rústica de Penguin en los 60. Actualmente estamos en proceso de diseñar una nueva portada para la segunda edición de “The Eye With Which The Universe Beholds Itself”. Como la imprenta con la que había trabajado inicialmente ha cerrado, voy a usar CreateSpace para las ediciones en rústica de ahora en adelante, así que pensé que era una buena oportunidad para sacar una edición remozada. Haremos lo mismo con “Adrift on the Sea of Rains”.
¿Qué significó para ti ganar el BSFA?
Fue un espaldarazo a mi decisión de escribir y autopublicar “Adrift on the Sea of Rains”. Ya me había sorprendido la positiva respuesta a la historia: pensaba que era demasiado diferente a lo demás como para tener éxito. Afortunadamente, me equivocaba.
En términos de ventas, dos menciones en el periódico The Guardian han tenido un gran impacto. Pero ganar el premio ha significado, ciertamente, que mi obra ahora se toma más en serio que antes. Por desgracia, no soy muy prolífico; si lo fuera, podría sacar rendimiento a mi premio mandando montones de historias a revistas…
¿Conoces a algún escritor español? ¿Alguna editorial española se ha puesto en contacto contigo para traducir tus libros?
¿En persona? ¿O por haberlo leído? Intenté leer una novela de Javier Marías, pero no la terminé; aunque planeo volver al libro en algún momento de este año.
Hasta el momento ninguna editorial se ha puesto en contacto conmigo para traducir The Apollo Quartet.
¿Planeas publicar todo The Apollo Quartet en un único volumen en tapa dura? ¿Saldrá Rocket Science en edición digital en el futuro? ¿Y que tienes preparado para después de The Apollo Quartet? ¿Podrías darnos un pequeño adelanto de tus próximos proyectos?
Una edición ómnibus es algo que me atrae, pero creo que esperaré a que alguien me haga una oferta para publicarlo. “Rocket Science”, por desgracia, no está en mis manos: es cosa de la editorial hacer la edición digital y no he tenido noticias suyas en los últimos seis meses.
El siguiente libro de The Apollo Quartet es “All That Outer Space Allows” y, a diferencia de los otros tres, no será ni historia alternativa ni ciencia ficción. Está situado en el programa Apollo real y contado desde el punto de vista de la mujer de un astronauta. Sospecho que va a ser el más difícil de escribir de los cuatro, pero espero tenerlo listo para la Loncon 3 en agosto de 2014.
También tengo un buen montón de historias que necesito terminar para poder enviarlas a revistas y antologías. No soy el más prolífico de los escritores y el tipo de ficción que escribo es a menudo difícil de vender, lo que no ayuda mucho. Varias de las historias son cf literaria, al estilo de The Apollo Quartet, cosas como “Our Glorious Socialist Future Among the Stars!”, que trata sobre una misión soviética a Marte con Yuri Gagarin. También he estado pensando en reconstruir algunos de los tropos de la fantasía urbana en varias historias. Ya he escrito una en la que salen ángeles, usados en una forma que sospecho que no han sido utilizados con anterioridad. En cuanto a longitudes más largas, este año tengo planeado empezar una novela sobre la primera misión tripulada que sale del Sistema Solar, que será similar en estilo a The Apollo Quartet y tendrá un poco de filosofía rusa extraña.
¿Dónde pueden nuestros lectores averiguar más sobre ti y tu obra?
Tengo un blog en iansales.com y tuiteo como @ian_sales.
¿Alguna otra cosa que quieras añadir?
Nop, creo que está todo cubierto. Debería añadir que “Adrift on the Sea of Rains” todavía está disponible en ebook y rústica, “The Eye with Which The Universe Beholds Itself” y “Then Will The Great Ocean Wash Deep Above” se pueden comprar en edición en tapa dura numerada y firmada, y en rústica y ebook. Se pueden conseguir en shop.whippleshieldbooks.com, y las ediciones digitales en Amazon y Kobo.
También puedes leer esta entrevista en inglés. You can also read this interview in English.
Resumen Recordando a Iain Banks
Para celebrar el Boxing Day, aquí os he preparado un recopilatorio con todos los enlaces del especial dedicado a Iain Banks. Esperemos que hayais disfrutado tanto de él leyéndolo como nosotros preparándolo.
- Recordando a Iain Banks
- Ensayo sobre la Cultura (I)
- “The player of games”
- Ensayo sobre la Cultura (II)
- “El uso de las armas”
- Ensayo sobre la Cultura (III)
- “Raw Spirit”
- Ensayo sobre la Cultura (IV)
- “Matter”
- “Excesión”
- “Última generación”
- “Contra la oscuridad”
- “La fábrica de avispas”
- “Surface Detail”
- Comparativa entre Star Trek y la Cultura
- Guest Post Ian Sales
- Guest Post Aliette de Bodard
Desde aquí quiero hacer público mi agradecimiento a los Fantascopistas por embarcarse en esta aventura y en especial a Ian Sales y Aliette de Bodard por sus magníficas colaboraciónes desinteresadas. Con personas así da gusto relacionarse.
Recordando a Iain Banks : Guest post Ian Sales
Ian Sales conoció personalmente al objeto de nuestro homenaje Iain Banks y ha sido tan amable de escribir para nosotros un post especial sobre él e incluso mandarnos una foto de su archivo personal. Me he permitido traducir su mensaje al español con la inestimable ayuda de Cristina Jurado.
Iain Banks – My Part in his Success
I first encountered Iain Banks at university in 1986 – a housemate shoved a copy of “The Wasp Factory” at me and urged me to read it. So I did. As promised, it was sick and twisted and very, very good. In fact, parts of the book have remained with me to this day, which is testament to its quality. I remember reading some of his other novels soon afterwards – I especially liked “Espedair Street”. Then I joined the British Science Fiction Association, and learned he’d written a science fiction novel, “Consider Phlebas”.
In 1989, I went to my first science fiction convention – it was local and seemed like a good opportunity to see what a convention was like. I enjoyed it. Later that same year, I attended another, this time in Glasgow. Banks was the Guest of Honour. “Canal Dreams” had been published that year, and I recall the convention booklet describing it as a “taunt thriller” instead of a “taut thriller”. I also learned that Banks had quite a reputation – cat-burgling at the Hilton Metropole in Brighton, for example, was an oft-repeated story. It was, of course, based on a small incident that had been blown completely out of proportion. But such stories seemed to attach to Banks, as if he were larger than life, much as his science fiction was larger than the genre seemed capable of containing. I was even a witness to one addition to the Banks mythology at that Glasgow convention, when during a room party I saw him pretend to drink from a bottle of massage lotion.
During that time, Banks was a fixture at British science fiction conventions. I next saw him at the Eastercon in Liverpool in 1990. Use of Weapons was launched there, and I bought a copy and had it signed. The Observer magazine had published Banks’s story about the Lockerbie bombing, ‘Piece’, late the year before, so we all knew his star was definitely on the rise. But there was no bad feeling about this – if sf needed an ambassador to the wider world of literature, then Iain Banks was well-qualified for the job. During the con, Chris Reed of Back Brain Recluse magazine arranged an interview with Banks, but couldn’t find anywhere quiet enough to do it – so I volunteered my hotel room. Around a dozen of us sat around and listened to Banks as he talked about Lockerbie, bridges, women’s underwear and science fiction. As far as I know, the interview has never been published.
I remember reading “Use of Weapons” several months after the convention and being blown away by its clever structure and ending. Iain Banks has often been credited with kicking off the British New Space Opera wave, and novels like “Use of Weapons” make it easy to understand why.
That year, Banks seemed so ubiquitous in the genre press that I put “SPECIAL ISSUE: NO IAIN BANKS INTERVIEW” on the cover of a fanzine I edited. I showed him a copy at the 1991 Eastercon in Glasgow, and he signed the fanzine for me. I’ve since lost the copy, which is a shame.
In 1996 – I was living in the Middle East by then – I returned to the UK on holiday, as I did each year, and at a convention in Birmingham bought “Excession”. Banks was present, so he signed it for me. I think it was at that convention where we had the bar conversation in which we tried conflating the opening lines from his “The Crow Road”, “It was the day my grandmother exploded”, and John Varley’s “Steel Beach”, “‘In five years, the penis will be obsolete,’ said the salesman”. The results are probably unprintable.
From that point on, I bought each new novel by Iain Banks in hardback as it was published. He became a fixture of my reading each year. If I was disappointed by any of his novels, it was only because I had such high expectations of them. And yet, even in the most disappointing of his books, he usually managed to rise to those expectations at some point – and occasionally, he would even exceed them. I loved his books for his voice, his wit, the fact that his science fiction novels were more than just adventure stories in outer space, despite their bright candy-coloured visuals and vast panoramas. Though I’d only met him a handful of times, he felt like a friend and reading his novels felt like a conversation with him.
When I started a blog in 2007, I wrote about Banks’s new sf novels as I read them – he’s the only author I’ve ever done that for. I think the Culture is one of British science fiction’s great achievements, and Banks’s Culture novels an excellent series – although, perversely, my favourite of his sf novels, “Against A Dark Background”, isn’t one of them.
Iain Banks often seemed like the face of British science fiction, especially to someone who was active in fandom – attended conventions, read UK genre magazines, and corresponded with other British sf fans. Banks wrote space opera that was highly-regarded by sf fans, but he also wrote best-selling literary fiction (his literary fiction outsold his sf, he admitted, “by a ratio of about three or four to one”). He had proven that it was possible to be taken seriously as a writer – and so, by association, a reader – of science fiction. Non-genre readers had heard of him, and some were even aware he also wrote science fiction. He had broken down the wall of the ghetto.
It would have been nice if others had followed Banks lead, but sadly no one did. While JG Ballard did drift into literary fiction, he also deliberately distanced himself from his genre beginnings. I can’t offhand think of another UK genre writer who has books published both by a genre imprint and by a literary imprint. Many have blurred the lines, but no one but Banks has so comprehensively trampled it into the dirt. Some people were fans only of his sf, some only of his literary fiction, but many – and I count myself among these – were fans of all his books.
Iain Banks left behind him an enviable body of work, and I suspect many of his novels will remain in print for a long time. It has been a number of years since I last read some of his books, and I certainly plan to reread them again soon. I suspect I may well end up rereading them a number of times over the years.
Iain Banks – Mi parte en su éxito
Me encontré por primera vez a Iain Banks en la universidad en 1986. Un compañero de piso me dio una copia de “The Wasp Factory” y me animó a leerla, así que lo hice. Como me había prometido, era retorcida y enferma y muy, muy buena. De hecho, hay fragmentos del libro que han permanecido conmigo hasta el día de hoy, lo cual da prueba de su calidad. Recuerdo haber leído alguna de sus novelas poco después – me gustó especialmente “Espedair Street”. Después me uní a la British Science Fiction Association y así me enteré de que había escrito una novela de ciencia ficción “Consider Phlebas”.
En 1989 acudí a mi primera convención de ciencia ficción. Era un evento local y parecía una buena oportunidad para ver cómo era una convención por dentro. La disfruté. Ese mismo año acudí a otra, esta vez en Glasgow. Banks era el invitado de honor. Acababa de publicar “Canal Dreams”, y recuerdo que el folleto de la convención lo describía como un “taunt thriller” (thriller de burla) en vez de un “taut thriller” (thriller tenso). También supe que Banks tenía cierta reputación: una de las historias que más se repetían sobre él hablaba de cómo solía colarse en el Hotel Hilton Metropole de Brighton. Esa leyenda urbana estaba basada en un pequeño incidente que se había magnificado, pero esas historias parece que perseguían a Banks -como si él mismo fuera más grande que la vida- de la misma forma que su propia ciencia ficción era más grande de lo que el género parecía poder abarcar. Incluso fui testigo de una nueva muestra de la mitología Banksiana en la convención de Glasgow: durante una fiesta le vi hacer como que bebía de una botella de crema para masajes.
Por aquel entonces Banks era un personaje fijo en las convenciones británicas de ciencia ficción. La siguiente vez que le vi fue en la Eastercon en Liverpool, en 1990. “Use of Weapons” se lanzó allí y compré un ejemplar para que me lo firmara. The Observer había publicado “Piece”, la historia de Banks sobre el atentado de Lockerbie, a finales del año anterior, así que todos sabíamos que era una estrella en alza. Pero no había sentimientos encontrados al respecto. Si la ciencia ficción necesitaba un embajador en el mundo de la literatura, Iain Banks estaba bien preparado para el trabajo. Durante la convención, Chris Reed de la revista Back Brain Recluse quiso entrevistarlo, pero no encontró ningún lugar adecuado para hacerlo y yo ofrecí mi habitación. Una docena de personas asistimos a la entrevista y escuchamos a Banks hablar sobre Lockerbie, puentes, ropa interior de mujer y ciencia ficción. Por lo que sé, esa entrevista nunca se publicó.
Recuerdo leer “Use of Weapons” meses después de la convención y quedar maravillado por su inteligente estructura y su final. A menudo se le ha acreditado por haber dado el pistoletazo de salida a la British New Space Opera, y novelas como “Use of Weapons” hacen fácil entender por qué.
Aquel año Banks aparecía tan asiduamente en la prensa de género que creé una portada especial del fanzine que editaba titulada “SPECIAL ISSUE: NO IAIN BANKS INTERVIEW”. Le enseñé una copia en 1991 en la Eastercon de Glasgow y me la firmó. He perdido esa copia, lo cual es una lástima.
En 1996 – por aquel entonces yo vivía en Oriente Medio- volví al Reino Unido de vacaciones, como hacía cada año, y en una convención en Birmingham compré Excession. Banks estaba presente, así que lo firmó. Creo que fue en esa convención donde mantuvimos aquella conversación tabernera en la que intentamos conjugar las primeras líneas de su “The crow road” (“It was the day my grandmother exploded”), y de “Steel Beach” de John Varley, (“In five years, the penis will be obsolete, said the salesman”). Los resultados de aquel encuentro son probablemente impublicables.
Desde entonces he comprado cada nueva obra de Iain Banks en tapa dura en el momento de su publicación. Se convirtió en un fijo en mis lecturas de cada año. Si alguna de sus novelas no me convencía, era solo porque mis expectativas sobre ellas eran muy altas. Y aún en los menos atractivos de sus libros, se conseguía colmar esas expectativas en algún punto, en ocasiones, incluso superarlas. Amaba sus libros por su voz, su inteligencia, el hecho de que sus novelas de ciencia ficción fueran algo más que meras historias de aventuras en el espacio, a pesar de sus brillantes imágenes de colores pastel y sus vastos panoramas. Aunque solo coincidí con él en unas cuantas ocasiones, sentía que era un amigo, y leer sus novelas era como mantener una conversación con él.
Cuando empecé un blog en 2007, escribía sobre las nuevas novelas de ciencia ficción de Banks conforme las iba leyendo. Es el único autor con el que lo he hecho. Creo que la Cultura es uno de grandes logros de la ciencia ficción británica y las novelas de la saga son una serie excelente aunque, de un modo perverso, mi novela favorita de género de Banks es “Against A Dark Background”, que no pertenece a la serie.
A menudo Iain Banks parecía ser la cara de la ciencia ficción británica, especialmente para alguien que fuera activo en el fandom, yendo a convenciones, leyendo revistas británicas de género y manteniendo correspondencia con otros fans de las islas. Escribía space opera que estaba muy bien considerada por los fans del género, pero también escribía best-sellers de ficción literaria (su producción en este campo vendía tres o cuatro veces más que su ciencia ficción). Demostró que era posible ser tomado en serio como escritor (y por asociación, como lector) de ciencia ficción. Incluso quienes no leían género habían oído hablar de él, y algunos incluso sabían que escribía también ciencia ficción. Derribó el muro del gueto.
Hubiera sido bonito si otros hubieran seguido su camino, pero tristemente nadie lo hizo. Mientras que JG Ballard se inclinó hacia la ficción literaria, también se distanció deliberadamente de sus inicios en el género. Ahora mismo no se me ocurre otro escritor del Reino Unido que tenga libros publicados en una editorial de género y en una generalista. Muchos han difuminado las fronteras, pero sólo él las ha destrozado. Algunas personas solo eran fans de su ciencia ficción, otros solo de su ficción literaria, pero muchos – entre los que me incluyo – eran fans de todos sus libros.
Iain Banks dejó tras él una obra envidiable, y sospecho que muchas de sus novelas permanecerán a la venta durante mucho tiempo. No leo un libro suyo desde hace unos años y planeo releerlos muy pronto. Sospecho que los releeré varias veces en el futuro.
Wunderwaffe
Cuando leí la primera entrega del Apollo Quartet de Ian Sales, “Adrift on the Sea of Rains” dije que:
En la Luna se estaban llevando a cabo una serie de experimentos con un artefacto nazi llamado The Bell — Utilizando este recurso pero sin explicarlo (lo cual es mejor para la credibilidad de la historia)
Lo que no sabía entonces es que ya existía un relato corto que también giraba entorno al uso de The Bell por parte de los nazis, llamado “Wunderwaffe”, pero en cuanto estuvo en mi poder, no tardé nada en leerlo.
En esta ocasión, Sales nos sorprende con un relato menos apegado a la historia de lo que nos tiene acostumbrados, aunque de nuevo en el entorno de la realidad alternativa en el que tan a gusto parece encontrarse. Conjungando elementos tan variopintos como la Sociedad Thule, las conspiraciones mágicas nazis y las investigaciones en física más avanzada de la época logra construir una historia autoconclusiva en un tono más ligero del habitual pero que también se agradece.
Del mismo modo, la utilización de personajes que existieron en la realidad pero cambiando el desarrollo de su vida consigue despertar el interés por conocer más de la vida de estas personas.
“Wunderwaffe” es una buena oportunidad para conocer la obra de Ian Sales y acercarnos a este autor tan interesante.
Then Will The Great Ocean Wash Deep Above
Cuando escribes sobre un tema que te apasiona transmites tus sentimientos a quien lee. No me cabe la menor duda de que Ian Sales quería ser astronauta desde pequeño y aunque no lo consiguiera conoce el tema con una profundidad asombrosa.
En “Then Will The Great Ocean Wash Deep Above” podemos disfrutar de una nueva vuelta de tuerca sobre la historia del programa espacial estadounidense durante los años de la Guerra Fría, en este caso con una trama tan cercana a la realidad que solo pequeñísimos detalles señalan esta obra como la estupenda ucronía hard que es.
La erudición de Sales sobre el tema se nota en cada una de las páginas que conforman “Then Will The Great Ocean Wash Deep Above” de forma que resulta encomiable la intensísima labor de documentación que ha llevado a cabo.
Pero todo esto no sería más que un estupendo decorado si no nos encontráramos con una historia de personajes reales con los que nos podemos sentir identificados.
La dualidad de la narración, dividida en una parte espacial y una submarina que refleja de forma tan estupenda la portada también es palpable en la voz de los protagonistas, hombre y mujer, cada uno con sus deseos e inquietudes. También se tratan otros temas, como las luchas intestinas por el poder y la posibilidad de aunar creencias religiosas y conocimientos científicos, pero no son lo más importante del libro.
Lo que destaca especialmente es el aspecto feminista de la trama, poniendo a la vista de todos desde la primera página la increíble exigencia a la que se vieron y se siguen viendo sometidas las mujeres con puestos de responsabilidad. El hecho de que las candidatas a astronautas se vean obligadas a ir siempre maquilladas o que las preguntas de la rueda de prensa siempre sean referidas a que opinan sus maridos o parejas de su trabajo deja claro que el machismo estaba enraizado en lo más profundo de la sociedad americana de la época, pero podemos ver paralelismos con la situación actual.
Ian Sales es un autor concienciado sobre este tema, como se puede ver en su labor en SF Mistress Works o en su listado de las mejores obras de ciencia ficción escritas por mujeres pero aún así queda mucho camino por recorrer hasta el reconocimiento de la igualdad en muchos campos.
Recomiendo encarecidamente a cualquier lector al que le guste la ciencia ficción hard que se haga con las entregas de Apollo Quartet. Seguro que no se arrepentirá.
Tercera entrega Apollo Quartet
A finales de este mes estará disponible la tercera entrega de Apollo Quartet, la magnífica obra de ciencia ficción hard que está publicando Ian Sales. El título de esta entrega es “Then Will The Great Ocean Wash Deep Above” y aquí tenéis su portada, con ese estilo minimalista que caracteriza toda la saga pero que a la vez es muy revelador.
Si no conocéis sus libros, las dos primeras entregas están reseñadas en este enlace y en este. Podéis escuchar “Adrift in the sea of rains” gracias al estupendo podcast “Starship Sofa”. Para conocer al autor, podéis ver su blog y su cuenta de twitter en la que dice verdades como puños.
The eye with which the universe beholds itself
En esta segunda novella del Apollo Quartet Ian Sales nos ofrece otra variación sobre la carrera espacial, en esta ocasión el hombre llega a Marte, pero lo que se encuentra allí hace que el Colonel Bradley Elliott (que debería haber sido recibido como una estrella mediática al estilo del desfile de Neil Armstrong, “Buzz” Aldrin y Michael Collins) sea retirado del programa espacial y pase a las fuerzas armadas, donde podrá ser controlado con mayor facilidad.
Y es que en este caso el artefacto que se encuentran permite el viaje más rápido que la luz, con todas las implicaciones subyacentes, como poder visitar otros mundos hasta el momento inalcanzables.
La historia está narrada en dos líneas temporales pero ambas bajo el punto de vista de Elliott. La parte de ciencia ficción hard es impecable, como el autor acostumbra, aún teniendo en cuenta que el origen del viaje FTL no se explica, al igual que The Bell no se explicaba en la entrega anterior. No es de extrañar que haya sido nominada al premio Sidewise de historia alternativa. De hecho, he tenido que releer varias veces el final para estar segura de haberlo entendido bien.
La parte emocional y el desarrollo de los personajes, sin embargo, es menos profunda. Quizá sea debido al tono íntimo y personal con que el protagonista narra la historia, pero los demás personajes palidecen ante su lucha interior entre el amor que siente por su esposa y la pasión por su trabajo. O puede que este contraste sea algo buscado por el autor al colocarnos en ese determinado punto de vista.
Es difícil entrar en más detalle sin caer en los spoilers, así que no lo haré. Solo quiero resaltar que por la disposición de la historia (supongo que intencionadamente), es posible que la parte final pase desapercibida a muchos lectores, ya que el autor ha situado una coda después del glosario de términos. Sería una verdadera pena, ya que esas pocas páginas dan sentido completo a todo el relato.
Y vosotros, ¿esperais con impaciencia como yo la siguiente entrega “Then Will The Great Wash Deep Above”?