Cuando oí hablar por primera vez de este libro, supe que me lo iba a leer relativamente pronto, porque el tema de la mitología me interesa mucho y esas referencias de ciencia ficción parecían totalmente acorde con mis gusto. Afortunadamente, no ha pasado mucho tiempo hasta que lo he podido tener en mis manos y disfrutar. tanto de la lectura como del propio libro como objeto, ya que cada vez leo menos en papel y hay que decir que las ediciones físicas de El Transbordador son bellísimas. En esta ocasión, me atrajeron en primer lugar las ilustraciones que trae la novela, con esa herencia hierática que podría parecer perteneciente a otra mitología pero que se adapta perfectamente al tema tratado.
Sobre la novela en sí, es importante darse cuenta de que el tono de la prosa escogida por José Antonio Fideu Martínez, grandilocuente y ceremonioso, se ajusta como un guante a la historia de Prometeo, reconvertido de Titán bondadoso a héroe griego. También resulta muy atractiva la elección del narrador, un testigo involucrado en los hechos pero a la vez lo suficientemente alejado como para exponer lo que ocurre de forma clara e inevitablemente influida por la admiración que el héroe le provoca.
Ya se ha comentado en redes la transición entre géneros que va teniendo lugar a lo largo de la novela. En este sentido el referente claro es la obra Javier Negrete con su saga de Tramórea, pero mucho más condensada. La ejecución de este cambio me parece muy bien llevada a cabo, primero con sutiles indicaciones por parte del autor y posteriormente con revelaciones mucho más clarificadoras.
Las escenas de acción están bastante bien narradas, con ese recurso narrativo de centrarse en la lucha de los héroes dejando en la sombra el resto de la batalla como si se tratara de simple atrezzo. Y sin duda un añadido muy atractivo es la presencia de otras mitologías, aunque solo se haga referencia a ellas como enemigos y no se profundice en esas culturas.
Me gustaría también recalcar la presencia femenina en la obra, una diferencia fundamental respecto a las obras que le sirven de inspiración ya que en esta ocasión sí tienen un papel relevante en la novela, aunque no protagonista. Pandora se viste de Hipatia para repartir el conocimiento oculto a todos sus seguidores y desvelar la trama oculta en una sociedad aparentemente meritocrática y casi paradisíaca, sobre todo en contraste con el mundo exterior.
Por supuesto, recomiendo la lectura de Los dioses muertos a cualquier aficionado al fantástico español. Estoy deseando comentarla con alguno de vosotros a ver qué os ha parecido.