He de reconocer que siento especial debilidad por la obra de Josiah Bancroft, porque la tetralogía de Babel me parece simplemente maravillosa, así que tenía muchísimo interés en ver qué nos traía el autor americano con The Hexologists, su nuevo universo fantástico. Me he encontrado de nuevo un torrente de imaginación portentoso y unos personajes entrañables, aunque el mundo en el que se desarrolla la historia resulta menos fresco y original que la Torre de Babel que tantos éxitos le proporcionó. Se podría definir como un trasunto del tan manido escenario victoriano. Pero sería muy injusto juzgar una obra solo en contraposición con otra anterior, por lo que en esta reseña hablaré de los puntos fuertes y los débiles de The Hexologists.
La pareja protagonista de la novela tiene una química innegable, Iz y Warren Wilby son los hexologistas del título, un matrimonio que utiliza sus conocimientos en la disciplina mágica de la “hexología” (traducción libre por mi parte) para resolver misterios. Lo que les sorprende al comienzo del libro es cuando se requieren sus servicios por parte del ayudante del rey, ya que el monarca está mostrando una preocupante tendencia a querer introducirse en un horno encendido.
En esta novela, Bancroft utiliza en ocasiones un humor chusco con juegos de palabras que de tan tontos acaban haciendo gracia. Le deseo suerte al traductor que se encargue de verter estas bromas al español, ya que no será tarea fácil. Pero lo realmente atractivo de la novela son los sistemas mágicos de los que habla y, sobre todo, las intrigas que van desmadejando los Wilby. Además, aunque se nota cierta falta de ritmo en el primer tercio de libro, probablemente debido a que el autor está asentando los cimientos sobre los que construirá su serie, llega un punto en la lectura en la que no dejan de tener lugar revelaciones epatantes y encuentros monstruosos a cada cual más arriesgado. Y cuando coge esa cadencia, es un libro que no puedes dejar de seguir leyendo.
En cuanto a la prosa del autor, sigue siendo tan pulida y elaborada como antes, pero quizá ha rebajado un poco el tono épico que tenían sus anteriores obras para favorecer la investigación que se lleva a cabo a lo largo de la novela. Y digo un poco porque ni por asomo dejarán los Wilby de tener que arriesgar su vida ante demonios de otros reinos o ciempiés gigantescos, por poner dos ejemplos simples.
The Hexologists me ha parecido un gran primer libro para introducirnos en un nuevo mundo fantástico y estoy deseando saber con qué nos sorprenderá en su siguiente entrega.
En este blog somos seguidores acérrimos de Josiah Bancroft, así que esperamos bastante ansiosos la publicación de su nueva novela, The Hexologists. El libro lo publicará Orbit el 26 de septiembre, bastante cerca de mi cumpleaños así que yo no digo nada, solo guiño guiño, codazo codazo.
Esta es la sinopsis:
The Hexologists, Iz and Warren Wilby, are quite accustomed to helping desperate clients with the bugbears of city life. Aided by hexes and a bag of charmed relics, the Wilbies have recovered children abducted by chimney-wraiths, removed infestations of barb-nosed incubi, and ventured into the Gray Plains of the Unmade to soothe a troubled ghost. Well-acquainted with the weird, they never shy away from a challenging case.
But when they are approached by the royal secretary and told the king pleads to be baked into a cake—going so far as to wedge himself inside a lit oven—the Wilbies soon find themselves embroiled in a mystery that could very well see the nation turned on its head. Their effort to expose a royal secret buried under forty years of lies brings them nose to nose with a violent anti-royalist gang, avaricious ghouls, alchemists who draw their power from a hell-like dimension, and a bookish dragon who only occasionally eats people.
Armed with a love toughened by adversity and a stick of chalk that can conjure light from the darkness, hope from the hopeless, Iz and Warren Wilby are ready for whatever springs from the alleys, graves, and shadows next.
Mi traducción:
Los Hexologists, Iz y Warren Wilby están bastante acostumbrados a ayudar a clientes desesperados con las criaturas mitológicas de la vida urbana. Ayudados por maleficios y una bolsa repleta de reliquias mágicas, los Wilbys han rescatado niños secuestrados por hostigadores de las chimeneas, retirado infestaciones de íncubos de nariz pinchuda y se han aventurado en las Planicies Grises de Lo Deshecho para calmar a fantasmas inquietos. Están acostumbrados a tratar con lo extraño y nunca se arredran ante un caso desafiante.
Pero cuando el secretario real les informa de que el rey quiere transformarse en un pastel, llegando incluso a meterse en un horno encendido, los Wilbys se encuentran envueltos en un misterio que puede volver del revés la propia nación. En su esfuerzo por descubrir un secreto real oculto tras 40 años de mentiras les pondrá frente a frente con una violenta banda antimonárquica, gules avariciosos, alquemistas que obtienen su poder de una dimensión demoníaca y un dragón erudito que solo de vez en cuando come gente.
Armados con un amor endurecido por la adversidad y una tiza que puede conjurar luz desde la oscuridad, esperanza de los desesperanzados, Iz y Warren Wilby están preparados para lo que surja de los callejones, tumbas y sombras.
Buenas noticias para los fans de Josiah Bancroft, entre los que me cuento. Orbit ha anunciado la adquisición de los derechos de la nueva serie del autor, llamadaThe Hexologists. La primera novela saldrá a la venta a finales del año que viene.
No hay mucha información sobre el libro, salvo que está situado en universo alternativo protagonizado por los Hexologist Iz y Warren Wilby, que, ayudados por encantamientos y reliquias, ayudan a clientes desesperados con los inconvenientes típicos de la vida en la ciudad: niños secuestrador por bichos de chimenea, infestaciones de íncubos o algún que otro fantasma problemático. Pero cuando les contacta el secretario real con la petición del soberano para que le hagan, literalmente, una tarta, los Wilbies se verán en un embrollo que puede dar la vuelta a la nación.
The Fall of Babel es la última entrega de la saga The Books of Babel, una de la series más originales que la fantasía nos ha dado últimamente, que yo personalmente he disfrutado muchísimo. Es por esto que conforme iba avanzando en el libro, de considerable longitud, quería ver cómo terminaba la historia, pero me daba pena saber que no volvería a encontrarme con estos personajes a los que con tanto cariño he acompañado en su viaje.
El comienzo de esta cuarta entrega puede descolocarnos un poco, porque retoma las vivencias de un personaje al que dejamos de seguir hace muchas páginas, así que hay que hacer un pequeño esfuerzo para recolocar todas las piezas en el lugar en que habíamos dejado la partida. Es cierto que Bancroft hace un pequeño resumen, algo que se agradece, al principio de la novela utilizando a uno de los narradores que nos ha ido mostrando perlas de sabiduría en los pequeños extractos que encabezan cada capítulo. Aún así, he de reconocer que me costó un poco entrar en materia, mi memoria ya no es la que era.
Una vez superado este pequeño obstáculo, es impresionante ver cómo todas las piezas, atisbos y pistas que el autor ha ido disponiendo en nuestra deambular a lo largo de los años van encajando poco a poco. Su derroche de imaginación nunca se puso en duda, pero quizá resultaba complicado confiar en un final verosímil acorde a lo que se había ido mostrando con anterioridad, integrando de manera impecable los diferentes puntos de vista de los personajes. De nuevo el elemento sobre el que gira el libro es la reunión entre Senlin y Marya, que tras todo el tiempo que ha transcurrido no son las mismas personas y no sabemos si volverán a encajar.
Los personajes continúan siendo tan carismáticos y entrañables como los conocíamos, realmente empatizas con ellos y te preocupa cuál será el devenir de su vida. Incluso los “malos” de la historia tienen su trasfondo y sus motivaciones personales, aunque sean mezquinas y rencorosas.
Quizá uno de los puntos más destacables sea el uso de las palabras del que el autor hace gala, con una prosa para nada simple pero que es siempre bien recibida. Parte de las perlas de sabiduría que inician cada capítulo, las reflexiones sobre la moralidad de los sistemas totalitarios es fascinante.
He de decir que el final me tomó totalmente desprevenida, algo que quizá debería haber intuido pero estaba tan enfrascada disfrutando de los diálogos y las interacciones de los personajes que no me di cuenta de lo que el autor andaba preparando entre bambalinas.
Quizá hubiera algunas cosas que mejorar en esta última entrega de la saga, pero lo cierto es que he sido incapaz de encontrarle defectos de bulto. Creo que se trata de una gran obra fantástica y una saga que merece la pena conocer. Y ahora, Bancroft ha anunciado una nueva serie que esperaremos impacientemente, tras dejar atrás Babel.
Me hace especial ilusión poder ofreceros esta entrevista con Josiah Bancroft, creador de la estupenda y poco conocida por estos lares serie de La Torre de Babel, que ha tenido la deferencias de contestar a nuestras preguntas a pesar de estar inmerso en la finalización de la obra. Al final de la página podéis leer la entrevista en el inglés original.
Los dos primeros libros de tu serie de Babel fueron autopublicados pero el resto de los libros los ha publicado Orbit. ¿Nos puedes comentar cómo fue este proceso? ¿Cuál de las vías de publicación prefieres?
Cuando autopubliqué Senlin Ascends allá por el 2013, el escenario era muy diferente al que existe hoy en día. Había muchos prejuicios en contra de los autopublicados entre los lectores, los escritores y los miembros de la industria. Para ellos, autopublicarse es un tema de vanidad. Dejando de lado la pregunta sobre la legitimidad de la autopublicación,había y sigue habiendo retos. Es un proceso mucho más exigente, ya que debes pagar o hacer tú mismo de editor, corrector, diseñador, portadista, experto en marketing y publicista. Conseguir distinguirte entre el resto del mercado puede llevar años. La autopublicación es un maratón sin línea de llegada. Escribir el libro es lo más fácil del proceso.
Pero también tiene sus considerables ventajas. Lo primero y lo más importante es que tienes completo control sobre el producto. No tienes que llegar a acuerdos con los gustos de otras personas, con sus expectativas o con sus fechas. La publicación tradicional no se suele llevar bien con las novedades, porque ante todo quieren evitar riesgos. Pero si te autopublicas, puedes ir probando. Y esa experiencia es maravillosa y te hace sentir poderoso.
Mi introducción al mundo de la publicación tradicional llegó en el momento oportuno. La primera tirada de la edición de Senlin Ascends y Arm of the Sphinxde Orbit vieron la luz en la primavera de 2018, coincidiendo con el momento en que mi mujer y yo dimos la bienvenida a un mundo que no estaba preparado para ella a la fuerza de la naturaleza conocida como Maddie. Si hubiera intentado seguir como autopublicado mientras criaba a mi hija, no hubiera publicado nada, hubiera promocionado más bien poco y escrito aún menos. Orbit llevó mis libros a donde yo no era capaz de llevarlos y eso es algo que agradeceré siempre.
Mis editores en Orbit, Bradley Englert (EE.UU.) y Emily Byron (Reino Unido), también jugaron un papel muy importante en la mejor de The Hod King para su publicación. Disponer de unos editores tan capaces es una de las mejores características de la publicación tradicional. Otro beneficio de formar parte de la industria es que me representan profesionales. Mi agencia es responsable de que mis libros lleguen más lejos con bastantes traducciones e incluso que lo lean personas relacionadas con la industria del entretenimiento. Mis lectores se han multiplicado y eso es en gran medida gracias a mi editorial.
Ambas formas de publicación tienen sus beneficios. Aunque disfruto de las ventajas de la publicación tradicional, estoy contento cuando veo que los autopublicados van ganando influencia, atención y cuota de mercado.
¿Nos podrías decir si alguna editorial española se ha puesto en contacto contigo para traducir tus libros? ¿Cuál sería tu gancho para vender la serie de Babel en España?
El mundo editorial es muy curioso. Creo que muchos lectores se sorprenderían si escucharan lo poco que tienen que ver los autores con la difusión de su obra, especialmente en el mercado internacional. Estoy totalmente apartado del proceso de venta de derechos de traducción. Me traen las oportunidades que les parecen buenas y yo las firmo.
De momento, no sé nada sobre ninguna editorial española, aunque sí que conozco el interés de los lectores españoles. Me encantaría ver la serie traducida y quizá la llegada del último tomo convenza a alguna editorial para intentar comprarla.
Dejo las ventas a los profesionales. Creo que no podría venderle ni un bebé foca a un oso polar.
¿El siguiente libro de la serie será el último? ¿Qué tienes pensado escribir después?
El último libro de la serie, The Fall of Babel, concluye las historias principales que desarrollé en los tres primeros libros. Dicho esto, puede que haya nuevas publicaciones en el Babelverso. Si estos libros llegarán a existir dependerá totalmente de la existencia de una trinidad perfecta de intereses entre la editorial, los lectores y yo.
Me ha llevado una década escribir los libros de Babel. Sea lo que sea lo que empiece a continuación, será más modesto. Tengo algunas ideas para novelas cortas y relatos, pero mi principal prioridad en los siguientes meses será recargar pilas (leyendo libros) y revisar The Fall of Babel. Veremos qué nos depara el futuro después.
Ya hemos podido ver la maravillosa portada de Tom Kidd para la edición de Subterranean Press de The Hod King. ¿Se ha puesto el artista en contacto contigo durante el desarrollo de su trabajo o trabaja de forma autónoma?
Tom Kidd es un talento fantástico y una persona muy cordial y genuina. Es un privilegio trabajar con él. La vision que tiene Tom de la torre es exquisita y totalmente producto de su propia interpretación de los libros. Nunca corregiría a un artista sobre su visión de mi mundo. Creo que mientras que mis palabras pueden servir como comienzo para la inspiración, la propia visión del artista prevalece para dar integridad y autenticidad a su trabajo. Quizá vea las cosas de forma distinta en mi imaginación, pero eso es irrelevante para la visión de otra persona.
Tampoco es que los escritores tengamos mucho poder sobre esta materia, pero creo que me sentiría más o menos igual sobre una hipotética adaptación de los libros a la pequeña o la gran pantalla. Los libros de Babel son para mí una versión ya definida de las cosas que nunca podré mejorar, pero que sigue estando abierta para la interpretación y reinvención de otra persona.
¿Qué nos puedes decir sobre las influencias que dieron forma al mundo de Babel? Creo que Ciudades invisibles de Italo Calvino puede ser una de ellas, pero seguro que hay más.
Antes de sentarme a escribir Senlin Ascends, había pasado diez años estudiando literatura y escribiendo poesía, influido sobre todo por obras alejadas del fantástico. Autores como Italo Calvino, Albert Camus, Mary Shelley, Thomas Hardy, Jorge Luis Borges, Thomas Mann, Franz Kafka, Virginia Woolf, Ralph Ellison, Joyce Carol Oates, Vladimir Nabokov, Salman Rushdie, Elizabeth Bishop, y Gabriel García Márquez han contribuido en la creación.
Algunas veces imagino la torre de Babel como una especie de parque temático. ¿Crees que los planos de la torre podrían dar lugar un parque real?
¿Qué nos puedes contra sobre tu nueva asistente de marketing, Maddie? ¿Cuántas tomas fueron necesarias para grabar el trailer del libro 4, The Fall of Babel? ¿Hay fecha de publicación?
A Maddie le ofendería que alguien le llamara asistente. Ella es la jefa y el talento. Con una sola toma hubiera bastado y sobrado porque siempre lo hace todo perfecto, pero condescendió en hacer 26 porque se sentía generosa y los entremeses que proveyó el catering le agradaron. Desde entonces se ha retirado de la actuación para concentrarse en su verdadera pasión: el salto base y la terapia de gritos.
The Fall of Babel no tiene todavía fecha de publicación, pero el último borrador ya está en manos de los editores, así que seguimos con el plan de lanzamiento en 2021.
He visto la trama de The Hod King en la pared de tu oficina (me parece una gran idea tenerla en una pizarra) y me hizo pensar: ¿tenías desde el principio pensada la estructura de cada planta de la torre o has ido dejándote llevar por la inspiración del momento?
¡Me lo paso muy bien con mi pared de pizarra! Recomiendo encarecidamente esta práctica a los escritores, especialmente a lo que se encuentren atascados. Garabatear en la pared de mi oficina con tiza me hacía sentir hombre de las cavernas y loco al mismo tiempo.
Conocía la trama y las funciones esenciales de la torre desde el principio. (Espero que esto sea evidente para los lectores cuando acaben la saga). Las estructuras específicas y las culturas de cada “ringdom”, sin embargo, eran aspectos de la historia que fui descubriendo por el camino. Esto fue a caso hecho. ¡Quería que la torre guardara secretos incluso para mí! E incluso con el ultimo libro ya escrito, gran parte de la torre permanece ignota. Creo que podría pasarme el resto de la vida trabajando en los 64 “ringdoms” y solo tendríamos un esquema de la torre.
Los libros de Babel comenzaron como la historia de Senlin, pero se ha convertido en una narración multipersonaje. ¿Quién es tu favorito entre ellos?
Mi personaje favorito va cambiando. Como hace poco que he terminado el final de la serie, tenía que escribir las escenas finales de unos personajes con los que he trabajado durante años. La experiencia ha sido agridulce. Algunos personajes han crecido mucho, pero al final, creo que sus partes esenciales todavía se pueden reconocer, inalteradas. Los quiero a todos.
Dicho esto, el que más me divierto escribiendo es Byron. Cuando lo creé para Arm of the Sphinx, iba a ser un personaje terciario, alguien que daría el contrapunto necesario para después desaparecer. Pero cuando empecé los borradores de The Hod King, Byron seguía saliendo en mis notas. Es insistente y charlatan con un gran corazón. Es el tipo de personaje que no ocupa espacio simplemente, en el mejor sentido de la frase, él monta la escena.
Creo que las versiones en audiolibro de tus libros son brillantes. ¿Qué piensas de los audiolibros? ¿Los usas?
Estoy encantado con la interpretación de John Banks de los libros de Babel, soy muy afortunado porque alguien de ese calibre haya participado en el proyecto. ¡Me alegra que estés de acuerdo!
Me encantaban los audiolibros cuando era pequeño. Desgasté mis cintas con The Hobbit y The Lord of the Rings. Mi audiolibro favorito de aquella época es The Screwtape Letters de C.S. Lewis, por John Cleese. Lo escuchaba para dormirme, así que sin duda tiene la culpa de algunas pesadillas espléndidas.
Dejé de escuchar audiolibros a partir de los 20 años y no volví al medio hasta varios años después, cuando tenía que viajar durante tres horas para trabajar. Me convertí de nuevo en un lector asiduo de audolibros y esta experiencia renovó mi aprecio por esta forma de arte. Un gran narrador puede mejorar un libro mediocre y un lector inepto puede arruinar un clásico. Uno de los audiolibros más memorables de esa época fue Peter Weller narrando Sttepenwolf de Herman Hesse.
De nuevo muchas gracias a Josiah por su colaboración, y ahora dejaremos de molestarle para que se pueda centrar en lo que nos interesa… ¡que acabe el libro!
The first two book of your Babel Series was self-published but the rest of the series is being published by Orbit. Can you tell us how was this process? Which way of publishing do you prefer?
When I first tested the waters by self-publishing Senlin Ascends in 2013, it was a very different pool than it is today. There was a ton of bias against self-publishing among many readers, writers, and industry insiders. To them, self-publishing seemed like vanity publishing in a bigger wig. Putting the irksome question of legitimacy aside, there were (and still are) practical challenges to self-publishing. It’s a much more demanding process, one that requires writers to play (or pay) the parts of editor, copy editor, layout designer, cover artist, marketer, and publicist. Distinguishing yourself from a crowded market requires years of effort. Self-publishing is a marathon without a finish line. Writing the book was the easy part.
But the advantages of self-publishing are considerable. First and foremost: you have complete control of your vision. You don’t have to compromise to meet other people’s tastes, expectations, or deadlines. Traditional publishers are generally skittish about novelty. They are risk adverse. But as a self-publisher, you can take a chance on yourself. And that’s a wonderful, empowering thing.
My introduction to the traditional publishing world came at an opportune time. The first print run of Orbit’s editions of Senlin Ascends and Arm of the Sphinx were published in the spring of 2018, which coincidentally was when my wife and I welcomed to this unready world the force of nature known as “Maddie.” If I had tried to function as a self-publisher while also operating as a stay-at-home dad to an infant, I would have published nothing, promoted little, and written less. Orbit carried my books when I could not, and that’s something that I will always be grateful for.
My editors at Orbit, Bradley Englert (US) and Emily Byron (UK), played a considerable role in polishing up The Hod King for publication. Having access to such capable editors is one of the perks of traditional publishing. Another benefit of being a part of the industry is professional representation. My agency has been responsible for expanding the reach of my books to include numerous translations as well as people in the entertainment industry. My readership has ballooned, and that’s largely thanks to my publisher.
Both self-publishing and traditional publishing have their benefits. Even as I enjoy the advantages of traditional publication, I’m very glad to see self-publishing continue to gain clout, attention, and a share of the market.
If you are able to, would you mind letting us know if you’ve ever been contacted by a Spanish publishing company to publish your books in translation? What would be your sales pitch for your Babel Series in Spain?
Publishing is a funny business. I think readers would be surprised to hear just how little writers are involved in the dissemination of their works, especially internationally. I’m entirely shielded from the process of courting publishers for translation rights. They’ll bring me the opportunities that they are satisfied with, and I sign off on them.
As of now, I haven’t been told anything about a prospective Spanish publisher, though I certainly have heard interest from Spanish readers. I would love to see the series translated into Spanish, and perhaps the arrival of the final book will convince a publisher to take a chance on the series. I’ll leave the sale’s pitches to the professionals. I couldn’t sell a baby seal to a polar bear.
Would the next book in the series be the last? What do you plan on writing after that?
The final book in the series, The Fall of Babel, concludes the main story lines that I laid out over the first three books. With that said, there may be room for future entries in the Babel-verse. Whether there are more books depends entirely on the existence of a perfect trinity of interest comprised of a publisher, readers, and me.
It took about a decade to write The Books of Babel. Whatever I tackle next will be more modest in scope. I’m juggling a few ideas for novellas and short stories at the moment, but my main priority for the next month or two will be recharging (reading books) and revising the Fall of Babel. We’ll see what the future holds after that.
Recently, we have seen the wonderful cover by Tom Kidd for the Subterranean Press edition of The Hod King. Does the artist get in contact with you during the development of the work or is it a completely separate development?
Tom Kidd is a fantastic talent and an incredibly genuine and cordial person. It’s been a privilege to work with him. Tom’s vision of the Tower is both exquisite and entirely the product of his own interpretation of the books. I would never correct an artist’s notion of my world. I believe that while my words may serve as a point of inspiration, the artist’s own vision is preeminent to the integrity and authenticity of their work. I might sometimes see things differently in my head, but that’s irrelevant to anyone else’s vision.
Not that writers get much say-so in such matters, but I think I would feel much the same about a film/movie adaptation of the series, should there ever be one. TheBooks of Babel is, for me, a discrete and entire version of things, one which I won’t ever be able to improve upon, but one which is still very much open to another person’s interpretation and reinvention.
What can you tell us about the influences that shaped the world of Babel? I think Invisible Cities by Italo Calvino may be one of them, but I`m sure there would be more.
Before I sat down to write Senlin Ascends, I had spent the previous decade studying literature and writing poetry, so I was most influenced by works outside the fantasy genre. Italo Calvino, Albert Camus, Mary Shelley, Thomas Hardy, Jorge Luis Borges, Thomas Mann, Franz Kafka, Virginia Woolf, Ralph Ellison, Joyce Carol Oates, Vladimir Nabokov, Salman Rushdie, Elizabeth Bishop, and Gabriel García Márquez all contributed some creative DNA to the effort.
Sometimes I imagine The Tower of Babel as a kind of thematic park. Do you think the Tower’s layout can be “translated” to a real park?
What can you tell us about your new marketing assistant, Maddie? How many takes did it take to record your trailer for book 4, The Fall of Babel? When is it going to be published?
Maddie would be offended to be called an “assistant.” She is the showrunner and Talent. Maddie only needed one take because the first take is always perfect, but she agreed to twenty-six takes because she was feeling generous and the caterer’s desert trays were up to snuff. She has since retired from acting so that she can concentrate on her true passion: base jumping and scream therapy.
The Fall of Babel doesn’t have a publication date yet, but with the draft done and in the hands of my editors, we’re still on track for a 2021 release.
I have seen the plot of The Hod King on your office wall (great idea to have it all in a blackboard) and that got me thinking: Did you have in your head since the beginning the structure of every floor of the tower or was it more of an inspirational project?
I had a lot of fun with my blackboard wall! I highly recommend the practice to writers, especially those who are feeling stuck. Scrawling on my office wall with nubbins of chalk made me feel equal parts caveman and madman.
I knew the overarching storyline and the essential functions of the Tower from early on. (I hope this will be evident when readers finish the final book.) The specific structures and cultures of each ringdom, however, were aspects of the story that I discovered along the way. This was intentional. I wanted the Tower to hold some mysteries for me as well! And even with the last book written, much of the Tower remains unexplored. I think I could spend the rest of my life probing the sixty-four ringdoms and still only produce a sketch of the Tower.
The Books of Babel began as the story of Senlin, but it has developed into a multicharacter narration. Who is your favourite character in the series?
My favourite character changes. I recently drafted the end of the series, which required that I write the final scenes of characters who I’ve spent years with. The experience was bittersweet. Some of the characters had grown a lot, but in the end, I felt that the essential kernels of their personalities were still recognizable and unchanged. I love them all.
With that said, I had the most fun writing Byron. When I originally introduced him in Arm of the Sphinx, I meant for him to be a tertiary character; someone who’d bring in some much-needed levity before quietly exiting the plot. But when I started building out the storylines for The Hod King, Byron kept popping up in my notes. He’s an insistent, garrulous character with a surprising amount of heart. He’s the sort of character who doesn’t just occupy space; in the best way possible, Byron makes a scene.
I think the audiobook versions of your books are quite brilliant. What is your opinion of audiobooks? Do you use them?
I’m really delighted with John Banks’ narration of the Books of Babel, and I feel very fortunate to have had someone of his calibre take on the project. I’m so glad you agree!
I loved audiobooks as a kid. I wore out my cassette tapes of The Hobbit and The Lord of the Rings. My favourite audiobook from that era was C.S. Lewis’ The Screwtape Letters, read by John Cleese. I used to listen to that to fall asleep, which was responsible for some absolutely splendid nightmares.
I got out of the habit of listening to audiobooks in my later teens. I didn’t return to the medium for years and years until I found myself with a three hour daily commute. I became a habitual audiobook reader again, and that experience renewed my appreciation for the artform. A great narrator can elevate a mediocre book, and an inept reader can sour a classic. One of the more memorable audiobooks from that period was Peter Weller narrating Hesse’s Steppenwolf.
Mientras seguimos esperando a la última entrega de la saga de Babel de Josiah Bancroft, que ya sabemos que se titulará The Fall of Babel, aquí os traigo la maravillosa ilustración que servirá como portada para la edición de Subterranean Press del tercer título de la saga, The Hod King, obra de Tom Kidd.
No me canso de recrear la vista en esta maravilla.
He de reconocer que siento un debilidad especial por los Libros de Babel. Las dos primeras entregas me encantaron y los he ido leyendo prácticamente seguidos, tanta era la curiosidad por saber cómo continuaba la historia. Ahora que tengo que esperar por lo menos hasta el año que viene para finalizar el relato, quizá dejando reposar las sensaciones se atenúen un poco, pero lo cierto es que la serie me está maravillando.
The Hod King continúa donde terminó Arm of the Sphinx. La desaparición de uno de los personajes principales (quizá el menos importante, pero parte de la cuadrilla de todas formas) no afecta para nada a la novela. Josiah Bancroft divide la narración en varias subtramas que se van pisando en el tiempo y juega a dejar cada parte en un momento culminante, para luego retomarlo cuando la siguiente trama estaba también en lo más interesante. Es un método muy bueno para que la tensión vaya creciendo, pero algunas veces parece que abusa de él, como cuando incluye un flashback muy interesante, pero quizá excesivamente largo.
El libro ha perdido algo de la frescura que tenían las entregas anteriores, en parte por el desgaste propio de la historia y en parte por verse restringido prácticamente a un solo ringdom. Lo que pierde originalidad, lo gana en sentimiento. Es imposible no haberse encariñado ya con Senlin, Edith y demás compañía, así que asistiremos a sus desventuras con el corazón en un puño. Además, también hay un ingrediente de “salseo”, si me permitís la expresión, que hace que tengamos aún más interés en ver qué les depara el futuro a los personajes. Supongo que el autor lo tendrá todo preparado, porque ha ido sembrando en cada capítulo las semillas del conflicto de los siguientes, pero el desenlace puede ser explosivo.
El ringdom de Pelphia le sirve a Bancroft para hacer una crítica acerada a la vanidad de la sociedad. Llevando temas tan fútiles como la moda hasta el extremo, desnuda una estructura social banal y despreciable, reflejo grotesco de la nuestra. Aunque parece claro que la principal intención de Bancroft es entretener con una aventura alocada, no deja pasar la oportunidad para criticar la vanidad del mundo, dándole algo más de empaque a la novela. Si es que le faltaba algo.
Por favor, que alguien hable con Orbit para que publiquen ya la última entrega.
Menuda joya se me había escapado entre las manos con este Senlin Ascends. Es complicado definir una novela como de aprendizaje cuando el protagonista principal ya no va a cumplir los treinta, pero creo que sería una buena hipótesis inicial. También es una novela de viajes y de descubrimiento de nuevos lugares, a pesar de que todos estos sitios estén situados geográficamente en el mismo lugar.
Por resumirlo de otra manera, se me ocurre esta sinopsis:
Cuando Senlin y su esposa en su viaje de novios se aproximan a la Torre de Babel, nunca podrían haber imaginado la aventura en la que se embarcaban. Este destino turístico prominente oculta mucho más de lo que ninguno de ellos podía esperar.
Al escribir suele ser difícil encontrar el equilibrio entre el escenario, los personajes y la propia trama. Josiah Bancroft comienza su narración de una forma excesivamente pausada para mi gusto, pero me parece que solo estaba cogiéndole el tempo a la novela. Lo que comienza siendo casi una charada acaba desarrollándose en un descubrimiento personal. No quiero incidir más en los misterios del libro, para dejar que os pueda sorprender del mismo modo que me pasó a mí, pero sí que hay otros aspectos que creo que son interesantes.
La caracterización de los personajes es notable. A pesar de parecer estereotipos al principio (un severo maestro de escuela, una esposa huida de un matrimonio de conveniencia…) el desarrollo es contrario al que esperaríamos y aún así, coherente con lo que va sucediendo. Me gustaría también incidir en el despliegue de imaginación de Bancroft conforme va describiendo cada nuevo espacio, pero esto es algo que se puede apreciar mejor conforme más avanzamos en la lectura de los siguientes tomos. Los múltiples detalles que va desgranando cada capítulo son semillitas que darán lugar a tramas complejas en las siguientes entregas.
En cuanto a la forma en la que está escrito, la prosa está bastante trabajada, pero baste decir que no pude evitar lanzarme sobre la segunda entrega conforme terminé la primera. No es solo la forma en la que está escrita, si no también lo que va contando. Bancroft ha sido capaz de despertar nuestra empatía casi desde el principio, pero seguimos leyendo por el interés de la trama y los misterios que se van desvelando. Y tampoco puedo pasar por alto las reflexiones sobre la naturaleza humana a las que dan lugar estos extractos de la sociedad acumulados uno sobre otro. Como un geólogo puede contar una historia estudiando los estratos, el autor es capaz de desarrollar una cronología completa a base de pinceladas, párrafos y lecturas. Os recomiendo muchísimo su lectura.
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