Aunque la primera entrega de la duología Waning Moon tenía sus defectos, también sentía la curiosidad suficiente como para emprender la lectura de este The Sisters of the Crescent Empress.
La prosa utilizada por Likitalo sigue estando adaptada a la narración. El proceso de maduración de las hermanas en su exilio siberiano está llevado a cabo de manera soberbia, pero la historia vuelve a transitar por caminos conocidos, demasiado frecuentes. Reconozco que se me ha hecho pesada por momentos, quizá por la impaciencia por llegar al final, pero principalmente porque para ser una novela corta la noto algo inflada. La estructura de un capítulo dedicado a cada hermana es un acierto, con los cambios narrativos de cada punto de vista, pero creo que se podría haber condensado más para obtener un resultado más redondo.
A pesar de este inconveniente, en el tercio final de la narración, cuando vemos acercarse el desenlace, el ritmo mejora mucho, aunque no llegue a compensar lo anterior.
El uso de la magia, más insinuado que otra cosa, tiene demasiado de Deus ex machina para mi gusto, favoreciendo el resultado final que buscaba la autora. El mundo en el que se desarrolla la historia está poco definido, poniendo todo el foco de nuevo en los personajes. La relación entre las hermanas mayores, la irrupción de Sibilia que pasa a ser una pieza fundamental de la narración, el eje sobre el que gira la supervivencia de la familia… todas estas interacciones están muy bien descritas. Lo que me lleva a pensar que Leena Likitalo es una autora que nos puede dar alguna que otra sorpresa en el futuro, cuando pula los problemas que existen en este libro y en el anterior.