¿Dónde están las naves espaciales?

navesHay veces en que nos preguntan : ¿se puede escribir buena ciencia ficción en español? La respuesta es sí, por supuesto, la buena literatura no está limitada a un solo idioma. Para que nos sirva como ejemplo solo tenemos que hacernos con un ejemplar de ¿Dónde están las naves espaciales?

Este libro llegó por casualidad a mis manos, y como es realmente corto lo pude disfrutar en una mañana.

Me gusta en lenguaje dulce en el que está escrito, me gusta su forma de reflejar la infancia oprimida de un joven tímido pero ilusionado, la inocencia quebrada que da paso a la madurez… pero sin duda lo que más me gusta es ese sentimiento de anhelo, de necesidad de expandir los horizontes. Esa curiosidad innata al ser humano, ese ansia que nos ha impulsado y nos impulsa siempre hacia delante, ese espíritu inconformista que nos hace avanzar contra viento y marea, buscando romper las últimas barreras, enfrentarnos a lo desconocido sin dar un paso atrás.

En el mejor espíritu de divulgadores de sobra conocidos como Carl Sagan o Isaac Asimov, Victor Guisado aprovecha para introducir algunas nociones científicas para sustentar su historia, algo que también es digno de mención.

¿Dónde están las naves espaciales? un relato de inocencia y madurez unidos indisolublemente por la nostalgia del infinito.

ACTUALIZACIÓN :  Me informan desde la Tercera Fundación que hay una edición especial de este libro en papel de la que quedan ejemplares en Gigamesh. He actualizado la portada con la imagen de esta edición.

El imperio de Yegorov

Maquetación 1Me leí este libro de una sentada mientras esperaba en un aeropuerto la salida de mi avión. En un entorno ruidoso, que no invita precisamente a la concentración, Manuel Moyano consiguió atraparme con su novela.

El imperio de Yegorov utiliza como recurso estilístico una narración fragmentada que va componiendo un collage final. Desde SMS a correos electrónicos, pasando por informes policiales o entrevistas, cada parte se une de forma muy estudiada para dar lugar a un conjunto total muy atractivo.

El autor ha sido capaz de facilitar puntos de vista muy diversos, consiguiendo también dotar de una voz particular a cada historia. La extrema brevedad de la novela juega a favor de esta estructura y este formato, que quizá no hubiera aguantado una publicación más abundante en páginas.

El elemento diferenciador de la novela, el punto de partida que da lugar a toda la narración no es para nada original, se podría decir incluso que es previsible. No obstante, las elucubraciones sobre las consecuencias morales, económicas y políticas de este descubrimiento sí que me parecen interesantes. Moyano lleva la historia por donde le interesa, que quizá no es por dónde nosotros querríamos ir. Alguna de las elipsis temporales dejan huecos que debe rellenar nuestra imaginación. Hay que leer hasta la última página para tener todos los datos y hacernos una composición de lugar y aún así, no todo queda explicado porque no hace falta.

El imperio de Yegorov es una novela muy recomendable tanto para aficionados al género como para el lector ajeno a la ciencia ficción.

La piedad del primero

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Durante demasiado tiempo he tenido pendiente la primera novela de Pablo Bueno, pero al fin he conseguido encontrar el tiempo para ponerme con ella.

La piedad del primero es la novela de debut del autor y, aunque no exenta de fallos, me hace albergar esperanzas sobre su carrera literaria.

Se trata de una novela de fantasía situada en un mundo pseudomedieval, con algo de magia y bastantes escenas de acción. Hasta aquí, nada nuevo bajo el sol. Quizá esa sea la principal crítica que le puedo hacer al libro, que me recuerda demasiado a otras lecturas. No obstante, Pablo consigue encontrar su propio camino.

Me gusta el lenguaje que utiliza, llano cuando hace falta y “cortesano” en otras circunstancias. La adaptación de la prosa a cada situación es la correcta.

Su formación como músico es evidente en la relación de la novela con la música, sutil pero importante (al menos a mi entender). Imagino que muchos de los símiles usados podrían tener cabida perfectamente en una clase, pero también son adecuados en este libro.

La parte más tópica de la novela se sitúa al principio, con unas figuras malvadas arrebatando a un niño de los brazos de su madre para lanzarlo a un duro entrenamiento del que solo sobreviven los mejores. Esto es casi el arquetipo del origen de un protagonista de una novela de fantasía épica o de espada y brujería.

No obstante, conforme va evolucionando la historia nos vamos separando un poco de esta historia típica. Me hubiera gustado que el cambio hubiera sido más radical, pero es posible que esta nueva senda la veamos en la segunda entrega de la trilogía. Yo por lo menos tengo intención de leerla.

En un ejercicio que cada vez me está gustando más, he compartido esta lectura. Es algo que os aconsejo si no lo habéis hecho nunca, ya que aporta otro punto de vista y dota de más valor al placer de la lectura.

Libro gratis : Estampas de la Historia Lógico Natural de Guipúzcoa

Está disponible para su descarga gratuita la ucronía Estampas de la Historia Lógico Natural de Guipúzcoa  de Juan Julián Merelo.

Aquí tenéis la sinopsis:

La era del wolframio

En un solo año y en un solo lugar, 1783 y el seminario de Vergara, y dentro del mismo grupo, el formado por los químicos Chavaneau, los hermanos Elhúyar y Proust, se produjo el descubrimiento del platino (entonces llamado platina) y el wolframio o tungsteno, denominado wolframio precisamente por los hermanos Elhúyar en su publicación en los “Extractos” de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del Pais.
Pero a partir de ese inicio prometedor, en 1799, Proust, entre los residuos de la obtención del platino, obtuvo, aunque no identificó, osmio e iridio. Y, finalmente, Andrés Manuel del Río, en Nueva España y en 1801, bajo las órdenes de uno de los Elhúyar, Fausto, identificó el vanadio, al que llamó eritronio, pero su descubrimiento no fue reconocido.
España, en aquella época, no sólo tenía la ciencia y los científicos, sino que tenía las minas para extraerlos (aunque las de wolframio no se descubrieron hasta mucho más adelante). ¿Qué habría pasado si, como hubiera sido lógico y natural, la industria y la extracción se hubieran desarrollado como lo hicieron en otros países europeos?

La historia lógico natural

Esta ucronía, desarrollada en una serie de estampas a modo de artículo periodístico o cronicón de la época, desarrolla esa historia de lo que podría haber pasado si las circunstancias lo hubiesen permitido, o alguien hubiese tenido la vista suficiente como para mantener un compacto equipo de investigación que estaba a la vanguardia de la química y la metalurgia de finales del siglo XVIII. Centrado en Guipúzcoa, en el Seminario de Vergara y en la Sociedad Bascongada de Amigos del País, estas “estampas”, a partir de la primera, muestran qué podría haber sucedido y a dónde podría haber ido la sociedad, la tecnología y posiblemente la cultura de haber ido la historia por otros derroteros.

En cierto sentido, constituye una precuela de “Historia Lógico Natural”, con la que comparte “universo”. Todo lo que sucede en esta Historia Lógico Natural es coherente con lo narrado en la otra novela, que sucedería a continuacion de estas estampas.

Relojes de hueso

relojes huesoDavid Mitchell es un escritor fascinante. No solo por la estructura de sus obras, siempre muy trabajada, o por la prosa que utiliza. Son las historias que cuenta las que consiguen capturar mi atención sin posibilidad de escapar.

Con Relojes de hueso ha vuelto a conseguir enamorarme con su narración y eso que no es una lectura fácil.

La novela está estructurada en capítulos con unos saltos temporales bastante grandes. Conocemos la vida Holly Sykes a través de sus ojos y de los de otras personas que se cruzan en su camino. Desde la adolescencia hasta la vejez, vemos como madura un personaje al que la vida juega muy malas pasadas, empezando por la desaparación de un ser querido y continuando con otras vicisitudes.

No quiero desvelar mucho de la trama, para que os sorprenda tanto como a mí. Pero hay algunos aspectos que sí que me gustaría destacar. Me apasiona el juego metaliterario al que Mitchell se dedica en sus obras. Personajes que aparecen en este libro los habremos conocido en otras obras como Black Swan Green. Es muy enriquecedor poder disfrutar de estos easter eggs, estos regalos para sus admiradores más constantes.

También es destacable el cambio de registro en la voz de cada personaje que protagoniza los capítulos. Con apenas unas pinceladas, el autor consigue contextualizar una historia que va saltando de forma para nada aleatoria, pero algo desconcertante. El aspecto fantástico de Relojes de hueso a veces se entrevé y en otras ocasiones se manifiesta plenamente. A veces parece algo artificioso, pero creo que cumple muy bien su función. No me extraña que ganara el World Fantasy Award.

En sus más de 700 páginas hay lugar para todo: desde el humor al hablar sobre el quinto divorcio de Justin Bieber en un capítulo situado en el futuro, a la reflexión sobre los horrores de la guerra. También tiene un componente altamente ecologista que solo vemos en un momento determinado de la novela, pero que nos hace llegar el mensaje alto y claro.

La traducción no ha debido resultar nada fácil. A los localismos propios de la trama se unen algunos vocablos inventados para la ocasión. He consultado el original en inglés en varias ocasiones para ver cómo había resuelto la traductora algunas situaciones bastante embarazosas y aunque no estoy de acuerdo con todos las frases utilizadas (dentro de mi desconocimiento) sí he de decir que Laura Salas Rodríguez ha conseguido mantener un estilo  constante y uniforme en su labor, tarea que se me antoja bastante complicada.

En definitiva, creo que esta es una obra que hay que leer y me parece un gran acierto su publicación en nuestro país.

Aprovecho este magnífico libro para inciar un pequeño proyecto del blog. De vez en cuando, en obras que se presten a ello, haré una infografía sobre el libro, que pretende dar información visual que añadir a la reseña. Esta es la primera que he creado. A ver qué os parece:

relojes-de-hueso-copyACTUALIZACIÓN : Gracias a @Mangrii, mirad qué enlace más interesante para la obra de David Mitchell. Ojo con los spoilers.

Ecos

ecosTengo sentimientos encontrados con esta novela de Víctor Conde. Por una parte, ha sido un placer compartir la lectura con todo un nominado a los premios Ignotus como es @mertonio, pero por otra parte tenía muchas expectativas que no se han visto cumplimentadas.

Ecos es una novela que utiliza recursos bastante  conocidos de la ciencia ficción, como una guerra con una raza alienígena, unos jóvenes criados es un entorno aséptico con un “destino manifiesto”, intrigas políticas y militares… Suena un poco a Juego de Ender, una influencia más que palpable. El principio de la historia no puede ser más arquetípico, y creo que esto juega en contra de la novela, porque las revelaciones que nos vamos encontrando no resultan sorprendentes.

Sin embargo, en el último cuarto de la novela  (demasiado tarde) Conde deja rienda suelta a su imaginación y ahí es donde Ecos alcanza su máxima expresión. Me gusta el tratamiento del lenguaje como fin, no como medio. El Basicglós, un lenguaje simplificado que se utiliza en la crianza de los protagonistas me ha hecho recordar relatos muy interesantes como “Prolang” de Ricardo Montesinos o “¿Quien quiere el panglós?” de Antoni Olivé. Incluso podría explorar un poco la hipótesis Sapir-Whorf aunque es una impresión personal.

¿Merece la pena leerlo? No estoy segura, quizá sí, sobre todo por esa última parte en la que las teorías más descabelladas y las explicaciones más cerebrales se unen para dar un buen resultado. Pero no me parece suficiente para compensar la decepción.

Las visiones

edmundo-paz-soldanNuevamente tengo la alegría de presentar esta reseña de forma conjunta con mi amigo y mentor Odo. Aquí podéis leer su artículo.

Me alegré mucho al saber que Edmundo Paz Soldán iba a ampliar el mundo de Iris con una serie de cuentos. La novela me pareció estupenda, así que volver a visitar ese mundo era una oportunidad que no iba a dejar escapar.

El escritor boliviano consigue, en un ejercicio de maestría escritora, que se pueda acceder a la lectura de Las visiones desde diversas perspectivas. Los cuentos no serán iguales para alguien que como yo haya leído Iris o para alguien que no conozca este universo. De hecho, el orden de los cuentos no es cronológico tampoco, de forma que se pueden leer salteados o uno detrás de otros. Esta prestidigitación literaria no está al alcance de cualquiera.

Haciendo un ejercicio de imaginación me podría colocar en la piel de un lector en su primera aproximación a Iris. La lectura le supondrá un reto, del mismo modo que la curva de aprendizaje de la novela no fue nada fácil para mí. Sin embargo, prefiero hablar desde mi propio punto de vista.

Los relatos contenidos en Las visiones (un título excelente) giran en torno a la vida en un lugar colonizado como es Iris, en el que la dualidad religión-droga supedita toda la vida. Los cuentos, muy cortos, conforman un paisaje impresionista. Edmundo, con pequeñas pinceladas nos hace ver cada vez más detalles del escenario en que se desarrolla la historia.

Aunque todos me han impactado en mayor o menor medida, el relato “Artificial” ha sido como un torpedo en mi línea de flotación. En ese momento he tenido que abandonar la lectura para despejar la mente, para apartar de mí una siniestra relación materno filial que me ha dejado marcada. También se pueden destacar otros relatos como “Doctor An” pero prefiero dejar en vuestras manos la elección de vuestro cuento favorito. Hay mucho donde escoger.

También resulta muy interesante leer las notas que el propio autor ha añadido a la edición, mostrándonos dónde se ha inspirado para los relatos (una pregunta que muchos nos hacemos).

No puedo dejar de recomendar este libro junto con Iris. Creo que la lectura merece la pena.

Ya a la venta SuperSonic 4

Ya está a la venta la cuarta entrega de SuperSonic, la revista digital bilingüe que se está haciendo un hueco en nuestras estanterías a base de buenos relatos y trabajados artículos.

En esta ocasión, estoy especialmente contenta por el trabajo realizado por el ilustrador, Pablo López Miñarro, una sugerencia personal. Aquí tenéis la portada y los contenidos.

supersonic4

Editorial
Ficción – “La baja gravedad de Kacharina” – Tamara Romero
Entrevista a Brandon Sanderson — Cristina Jurado
Sección — All Your Short Are Belong to Us 4 – Elías Combarro
Ficción — Siete maravillas de un mundo pasado y futuro — Caroline M. Yoachim
Artículo — Manifiesto-crónica del primer Estragos Literarios — Hugo Camacho y Ricard Millàs
Sección – Reconocimiento digital — Ramez Naam: optimismo futurista — María Leticia Lara Palomino
Entrevista a Servando Rocha – Cristina Jurado
Ficción — “El payaso que aún seguía ahí”– Rocío Tizón
Sección — Ciencia-ficción dura en el idioma de Cervantes – Miguel Santander
Artículo — Retrofuturo de Cazador de Ratas: El futuro son los ´70 — Cristina Jurado
Ficción – “Carnografía” – Francisco Jota-Pérez
Alucinadas2015
Artículo — Escritoras españolas de ciencia ficción: Primera parte — Lola Robles
Sección — Ciencia ficción 101: Do androids dream of electric sheep, de Philip K. Dick — Miquel Codony
Ficción – “Invasión” – Guillem López
Entrevista con Angela Slatter — Alexander Páez
Sección – Mutatis Mutandis: Traduciendo Doctor Who — Rocío Rincón Fernández
Ficción – Voces remotas en Albión (parte II) – Víctor Conde
Artículo — CIFIMAD 2016: La ciencia ficción conquista Madrid — José Luis del Río
Sección — Póker de Cómics #3 — Armando Saldaña
Ficción – “La Dama de la Colonia Soler” — Rocío Rincón Fernández
Artículo – Editoriales independientes en España: ¿el futuro del género? – Cristina Jurado
Ficción — “El sabor de tus heridas” — Felicidad Martínez
Entrevista a Beatriz García Guirado: “Ese universo extraño en el que vivimos” — Miquel Codony
Sección — Lo bueno, si breve 4 — Xavi (Dreams of Elvex)
Ficción — “Polvo” – Víctor Selles
Sección — Lo fantástico a través de la pantalla – Alexander Páez
Artículo — Una mirada sociológica a la subcultura friki en España — Cristina Martínez García
Ficción – “Bajo el mar” — Laura López Alfranca
Reseña — Lovecraft Country de Matt Ruff – Josep María Oriol
Reseña — La mirada extraña de Felicidad Martínez – Cristina Jurado
Reseña — Los cuentos oscuros de Angela Slatter — Alexander Páez
Reseña — Hijos del Dios Binario de David B. Gil — Miquel Codony
Fiction – “Age of Miracles, Age of Wonders” – -Aliette de Bodard
Section — Publisher’s Mistakes: Being Nasty – James Womack
Interviewing Angela Slatter — Alexander Páez
Interviewing Brandon Sanderson – Cristina Jurado
Review – Central Station by Lavie Tidhar – María Leticia Lara Palomino

La patrulla del tiempo

p-LA-PATRULLA-DEL-TIEMPOAuspiciado por el éxito de El Ministerio del Tiempo, Nova ha decidido publicar una edición de lujo de La Patrulla del Tiempo, la obra de Poul Anderson que puede considerarse, salvando las distancias, el germen de la serie de televisión.

Los relatos contenidos en esta edición son prácticamente todos los que el autor escribió sobre el tema, por lo que aunque no es la recopilación “definitiva” sí que es una buena forma de reunir prácticamente toda la historia de Manse Everard, el protagonista.

Siendo justos, hay que leer esta obra desde la perspectiva del tiempo transcurrido desde su publicación. Lo que quizá hace cincuenta años fue muy novedoso, ahora es un recurso visto hasta la saciedad. Anderson también utiliza casi siempre la misma estructura en los relatos, por lo que es aconsejable no leerlos todos seguidos, so pena de caer en la repetición y el aburrimiento.

Leídos como entes individuales, se trata de historias entretenidas aunque previsibles. Los puntos en los que se basan los cambios en el continuo temporal que tienen que arreglar los patrulleros son diversos, aunque siempre basados en la cultura occidental. Desprende cierto paternalismo americano aderezado de unas gotas de machismo que se me ha atragantado, aún haciendo el esfuerzo por contextualizar que he mencionado anteriormente.

Sin embargo, el mayor problema que me he encontrado es la edición en sí. Para ser un producto de lujo, hay demasiadas erratas en la corrección. Desde llamar Cortez a Hernán Cortés a errores tipográficos más obvios como “wsta” en vez de “esta”. De hecho, la traducción de Pedro Jorge Romero me ha chirríado en ocasiones, como en la frase “¡Manzanas de caballo!”, que no estoy segura de qué quería decir. Por desgracia, es que hasta el índice está descoordinado, los relatos no aparecen en la página que se muestra.

Es por esto que no puedo recomendar La Patrulla del Tiempo, salvo como una lectura anecdótica. Me parece una oportunidad perdida de abrir el campo de la ciencia ficción a nuevos lectores.