Cuando leí The Fifth Season, quedé fascinada tanto por la prosa de la autora como por la historia desarrollada. Pero es que con The Obelisk Gate creo que incluso se supera.
Jemisin ha de utilizar forzosamente unos recursos distintos para mantener la intriga en esta segunda entrega, porque el principal “misterio” de los distintos puntos de vista quedaba resuelto. Pero esto no ha supuesto ninguna dificultad para ella, porque enlaza directamente con algunos de los sucesos acontecidos en el pasado dando a esos personajes el protagonismo que requieren. Bravo por esta valiente elección y por este manejo de la trama.
The Obelisk Gate es un libro eminentemente pesimista. La sensación de tristeza y de falta de confianza en el ser humano es patente en cada párrafo. Los personajes parecen incapaces de amar y superar las diferencias, el miedo rige muchas de sus decisiones y las relaciones familiares son tóxicas. ¿Es esto fruto de la situación del mundo o es algo inherente al ser humano? No conozco la respuesta a esta pregunta, pero lo que sí puedo decir es que el conflicto entre los seres humanos que aparecen en esta novela recuerda y mucho a los conflictos raciales actuales. No en vano la palabra utilizada para los “salvajes” es rogga, con claras connotaciones.
De nuevo, la autora es capaz de sumergirme tanto en su prosa como para tener que dejar de leer algunas escenas especialmente sensibles. ¿Y qué decir del nulo valor de la vida humana? En un momento totalmente pragmático, se asegura que de todas formas habrá que acostumbrarse al sabor de la carne humana, única fuente de proteínas disponible.
La línea que divide la fantasía de la ciencia ficción se va atenuando conforme pasamos páginas. Por cada respuesta que recibimos, surgen nuevas preguntas y misterios que espero que se resuelvan en la última entrega de la trilogía, pero es apasionante ir recopilando las pistas. Aplicando la tercera ley de Clarke, es de esperar una resolución “científica” de la trilogía, pero la escritora continúa manteniendo la intriga de un modo soberbio. El trabajo de preparación de Jemisin en el primer volumen empieza a fructificar en este segundo, con la aparición de una nueva “magia” y el control cada vez más fino de sus poderes de las protagonistas.
Digo protagonistas porque en esta novela también se trata un tema tan importante y a veces tan olvidado como el género. En el mundo de N.K., no hay diferencia por ser hombre o mujer, si no por la casta a la que perteneces y los poderes que puedas tener. Resulta refrescante que no nos importe que tal o cual personaje sea hombre o mujer, porque no tiene relevancia respecto a sus acciones. Creo que esto también es una maniobra estudiada por parte de la autora.
The Obelisk Gate me parece una obra sobresaliente, a la altura de su predecesora, que si bien pierde algo de la frescura del original, compensa esto con una trama apasionante y una prosa muy atractiva.
La Quinta Estación se publica en España este mismo mes con traducción de David Tejera. Esperemos que a no mucho tardar se publique también la continuación.