Libro gratis : Everything Change: An Anthology of Climate Fiction

En este enlace se puede descargar la antología Everything Change: An Anthology of Climate Fiction.

Los contenidos son los siguientes:

  • Kim Stanley Robinson, Foreword
  • Manjana Milkoreit, Meredith Martinez, y Joey Eschrich, Editors’ Introduction
  • Adam Flynn y Andrew Dana Hudson, “Sunshine State”
  • Kelly Cowley, “Shrinking Sinking Land”
  • Matthew S. Henry, “Victor and the Fish”
  • Ashley Bevilacqua Anglin, “Acqua Alta”
  • Daniel Thron, “The Grandchild Paradox”
  • Kathryn Blume, “Wonder of the World”
  • Stirling Davenport, “Masks”
  • Diana Rose Harper, “Thirteenth Year”
  • Henrietta Hartl, “LOSD and Fount”
  • Shauna O’Meara, “On Darwin Tides”
  • Lindsay Redifer, “Standing Still”
  • Yakos Spiliotopoulos, “Into the Storm”
  • Ed Finn, “Praying for Rain: An Interview with Paolo Bacigalupi”

Lightless

lightlessDentro de la iniciativa #LeoAutorasOct, empecé a escuchar el audiolibro Lightless, de C.A. Higgins, que había conseguido en alguna promoción de las que anuncia Sense of Wonder.

Desgraciadamente, lo que preveía sería una lectura entretenida ha resultado ser un fiasco total. Voy a explicar algunas de las razones de esta decepción, pero sin entrar a fondo en la trama por evitar los temidos spoilers.

El primer problema que le veo es de fondo. Cuando una novela entera se desarrolla en un solo escenario donde interactúan los personajes, es imprescindible que estos personajes resulten interesantes, ya que no va a haber lugar para descripciones de paisajes o para muchos cambios de situación. Es muy difícil sostener toda la trama sin apenas descripciones y Higgins no lo consigue, porque sus personajes son aburridos.

Lightless se desarrolla en el Sistema Solar, colonizado por los humanos y “regentado” por el Sistema, un ente supervisor todopoderoso que tiene cámaras literalmente en todos los lugares y que constantemente vigila a todos los humanos. Esta estructura, que podría dar lugar a un interesante discusión sobre la libertad y la opresión, queda constantemente en entredicho. Aparte de la infraestructura necesaria para mantener ese entramado, ¿para qué quieres cámaras en todas partes si no se lleva a cabo un seguimiento de la información recabada? ¿Cómo se transmite ese ingente caudal de datos con la sede central que está en la Tierra?

El libro se desarrolla en Ananke, una nave científico-militar que va a llevar a cabo unos misteriosos experimentos. Pero, nada más comenzar la novela, es abordada por dos supuestos terroristas, que llegan a ella como Pedro por su casa y acceden al ordenador central antes de ser capturados por la tripulación. Como lo digo. La nave tecnológicamente más avanzada de una sociedad opresora que, recordemos, tiene cámaras por todas partes, es invadida por dos desconocidos que “pasaban por allí”.

Los diálogos y los interrogatorios son la parte fundamental del libro, pero por desgracia la autora tampoco es capaz de dotarlos de vida. Las preguntas de Torquemada 2.0 como he apodado a la bidimensional investigadora destinada enviada a la Ananke y las respuestas del interrogado no pueden ser más planas y previsibles. La identidad del desconocido personaje líder de la resistencia es tan obvia como fútil. Del trío que conforman la tripulación de la nave hay dos personajes totalmente intercambiables…

La novela tiene muchos más fallos de guión que podría comentar, pero no deseo seguir haciendo sangre por ahí. Baste con advertir que no la recomiendo para nada. Si alguien más la ha leído y le ve algún aspecto positivo, me encantaría que me los hiciera ver.

Broken Angels

brokenangelComo preparación para la Eurocon2016, que ya va calentando motores, decidí leer la segunda entrega de las historias de Takeshi Kovacs de Richard Morgan. Además, desde que anunciaron la adaptación televisiva de la primera novela, Altered Carbon, jugueteaba con la idea de terminar la trilogía.

Más que acordarme de Altered Carbon recuerdo las buenas sensaciones que me dejó su lectura. Así que no sé que esperaba realmente de Broken Angels, pero la sensación ha sido de decepción.

La historia es sin duda interesante. Mezcla conceptos tan llamativos como la exploración exoarqueológica (un término que me acabo de inventar pero que se entiende con ejemplos como Troika o Visión Ciega) con la guerra por intereses mercantiles. Pero hay algo que no acaba de encajar.

No sé si es debido al ritmo extremadamente intermitente de la prosa del autor. La narración no fluye, se entrecorta constantemente de una forma irritante. Así, me resultaba imposible seguir el hilo de la lectura.

Me gusta el uso de la novela como crítica las actuaciones militares. En un diálogo Kovacs compara a un soldado con un asesino en serie y la única diferencia que encuentra es que uno sigue órdenes y el otro no. En este sentido, el antimilitarismo del autor contrasta con la violencia explícita de muchas escenas. De aquí no se salva ni el apuntador y las escenas sangrientas se suceden una tras otra. ¿Es lógico este desprecio total por la integridad física cuando te espera un cuerpo de recambio a la vuelta de la esquina? ¿Y si no es tan seguro poder esquivar a la muerte verdadera?

La definición de los personajes, al menos los secundarios, me ha parecido muy floja. Los reclutas para la misión, aunque se definían mediante un interrogatorio me parecían perfectamente intercambiables. Una oportunidad perdida para hacer una obra más coral y profunda.

Me temo que tendrá que pasar bastante tiempo hasta que lea la siguiente entrega de Kovacs, si es que lo hago.

A Night Without Stars

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He tenido el enorme placer de compartir esta lectura con ese referente de la ciencia ficción que es Elías Combarro. Aquí tenéis su opinión en inglés y en español.

No creo que sorprenda a nadie saber que me encanta Peter F. Hamilton. Su saga de la Commonwealth consiguió asombrarme con su amplísimo espectro, sus carismáticos personajes y un ritmo apabullante a pesar de la ingente cantidad de páginas que la sustentaban.

Es por eso que me cuesta escribir esta reseña, porque la última entrega de la saga, A Night Without Stars, no está ni mucho menos al nivel de los libros anteriores. Puedo aceptar que donde antes teníamos el universo, ahora nos veamos restringidos a un planeta, ya lo hice en The Abyss Beyond Dreams. También que la acción se centre en una sociedad tecnológicamente desfasada (como gran parte de la narración en la trilogía del vacío). Aunque me cueste más trabajo, puedo incluso llegar a entender que se utilice una emblemática figura del pasado como gancho para esta novela, desvirtuando su presencia en mi Olimpo personal de personajes.

Lo que no puedo aceptar es que me aburra.

Y ese es el defecto de A Night Without Stars. Se hace pesada, los sucesos que acontecen no aportan nada y Hamilton da vueltas y vueltas sobre los mismos temas para acabar en el mismo punto de partida.

La paranoia de un gobierno bajo una amenaza extraterrestre capaz de suplantar a tus ciudadanos es algo comprensible, pero no es necesario especificarlo en cada uno de los párrafos. Resulta agotador ver el despliegue pirotécnico de cortinas de humo y distracciones para desviar la atención, más aun cuando gran parte de la población es capaz de comunicarse por medios que escapan al control gubernamental.

La coincidencia en el tiempo de muchos de los hechos no solo se acerca peligrosamente al deus ex machina, es que lo utiliza y reutiliza como recurso en demasiadas ocasiones. Sacarse de la manga estupendos aliados inesperados cada vez que le hace falta es un truco bastante pobre a mi entender.

No le voy a negar cierta gracia a algunos capítulos del principio, con situaciones cómicas que todos hemos sufrido en alguna ocasión en la crianza de nuestros hijos, pero no es suficiente para mí.

Es tremenda la decepción que me he llevado con el fin de la historias de la Commonwealth. Espero que Hamilton haya decidido acabar con este maravilloso universo para dar lugar a otro mejor donde pueda volver a asombrarnos con su imaginación desbordante. Yo estaré esperando.

The Dark Side

darksideA veces salirse de la zona de confort trae sorpresas agradables, pero en otras ocasiones nos arrepentimos de habernos aventurado en aguas desconocidas. Por desgracia, eso es lo que me ha sucedido con The Dark Side de Anthony O’Neill.

Por la sinopsis del libro esperaba encontrarme un thriller ambientado en la Luna, en una ciudad que recibe a los criminales de la Tierra con una nueva oportunidad al servicio del megalomano Fletcher Brass, con un código de conducta que incluye joyas como:

“smile, smile, kill, smile”

Aunque el ambiente de corrupción y decadencia está realmente muy conseguido, no he conseguido interesarme en ningún momento por la historia, previsible y plana. Las violentas descripciones de los crímenes que se cometen durante la narración son crudas y directas, como en todo buen procedimental policíaco.

No se le puede negar tampoco al libro la carga de crítica social que le acompaña, revelando el lado oscuro de la psique humana. Cada personaje que aparece tiene un pasado más despreciable que el anterior y aunque en algunos casos se busca y alcanza la redención, la idea final que queda es que la evolución de la propia especie está lastrada por estos defectos innatos.

Aunque el autor ha intentado aliviar estas tensiones con algo de humor (negro también, aquí todo es oscuro) para mí no ha funcionado como válvula de escape.

No puedo recomendar este libro porque para mí falla en muchos aspectos: ni su parte de ciencia ficción tiene peso ni me parece que su parte noir aporte nada nuevo.

War Factory

warfactoryTras una más que grata primera aproximación al mundo de Neal Asher con Dark Intelligence, he seguido adentrándome en el mismo universo Polity con la segunda entrega la trilogía Transformation, titulada War Factory.

Se puede afirmar sin temor a equivocarnos que si te gustó la primer entrega te encantará la segunda, porque Asher sigue desarrollando la trama con un ritmo endiablado.

Aunque algunos personajes desaparecen de la historia, los que van tomando protagonismo no desmerecen para nada a los anteriores. Me ha gustado especialmente la aparición de The Brockle, otra inteligencia artificial más despiadada si cabe, con un sentido de la justicia bastante sesgado y cuya labor hasta el momento era arrancar confesiones de los reos que ya se sabían culpables.

Aunque seguimos sin tener muy claro cuál es el plan maestro de Penny Royal, por que para eso es una inteligencia artificial desatada con una inteligencia inalcanzable para el común de los mortales, se sigue intuyendo que es quien lleva los hilos de todos los personajes.

Me parece muy acertada la utilización de la primera persona en una de los distintos puntos de vista de la novela, ya que ayuda a centrarnos en la trama cada vez que Thorvald Spear es quien lleva la narración. La unión biológica e intelectual entre las diversas razas nos permite llegar a diversos puntos intermedios que no serían posible de otro modo, consiguiendo algo de “comprensión” entre razas alienígenas permanentemente enfrentadas.

En el apartado de “casquería”, el autor nos sigue ofreciendo nuestra ración de higadillos, mezclada con algo de sexo Prador. No sé si he desarrollado ya más tolerancia al respecto, pero en este segundo volumen no me ha molestado tanto.

Las principales cualidades de War Factory son su ritmo y su entorno, así que… no esperes más para disfrutarlo.

MJ-12 : Inception

mj-12-newcoverTras un temporada leyendo libros muy satisfactorios pero que también requieren una gran implicación por mi parte, decidí hacer una pequeña pausa con una lectura más ligera. En este sentido MJ-12 : Inception ha cumplido perfectamente las expectativas, entretenimiento puro y duro.

Esta primera entrega de la que se supone será una larga serie se desarrolla justo después del final de la segunda guerra mundial. En un mundo que se prepara para la guerra fría, la presencia de unos fenómenos extraños da lugar a la creación de humanos con superpoderes muy variados. Si, desde luego no es un dechado de originalidad. Wildcards, sin ir más lejos, empieza del modo parecido aunque luego tome otros derroteros.

MJ – 12 : Inception mezcla los típicos clichés de los cómics de superhéroes con los consabidos elementos de las películas de espías (entrenamientos intensivos, tecnología miniaturizada bastante avanzada para la época, misiones en terreno enemigo…). Todo muy tópico, pero al menos está aderezado con algo de crítica social por la situación tanto de la mujer como de las minorías étnicas en la época, que añade un elemento distintivo a la novela.

Como novela inicial de una saga, cumple perfectamente su función de presentar los personajes y el mundo en el que se mueven. Utiliza un recurso muy efectivo al combinar la narración propiamente dicha con los comunicados secretos que utiliza el ejército para hablar de estos sujetos “especiales”.

En resumen, no es muy original pero es palomitera y entretenida, algo que sin duda era su objetivo.

Cold-forged flame

Cold-Forged_Final-440x704 (1)Marie Brennan es conocida por  A natural history of dragons y sus secuelas, aunque yo no las he leído. Para poder conocer un poco a esta autora sin tener que embarcarme en todas las novelas, me hice con Cold-forged flame una nueva novella publicada por Tor.com (ya había reseñado algunas otras publicaciones de este tipo).

La protagonista de la historia no tiene memoria. Es convocada mediante un ritual de sangre para realizar una misión para su invocador. Aunque tiene claros tintes célticos, como la mitología del caldero mágico, no está situada en un momento temporal claro. El hecho de que existan pistolas rompe con la idea de un entorno fantástico clásico.

La brevedad de la propia obra hace difícil entrar en el argumento sin destrozarlo pero sí que se puede hablar sobre el estilo. Me ha parecido directo y sin florituras, muy al grano. De hecho, pienso que Cold-forged flame podría valer más como primer capítulo o como introducción a una novela más larga, aunque supera la prueba como obra única.

La narración se pierde en algún momento en el típico deambular entre peligros para alcanzar un objetivo, pero, otra vez gracias a la brevedad del formato, es solo una distracción momentánea.

Me he quedado con ganas de leer algo más de la autora.