Dentro de nuestra velada campaña de apoyo para la nominación de Ian Sales a los distintos premios de género que están teniendo lugar en estas fechas, el autor británico ha tenido la amabilidad de responder a una serie de preguntas que hemos pensado entre Odo del imprescindible Sense of Wonder y servidora. Os aconsejamos su lectura, ya que da una visión muy clara del estado de la ciencia ficción hard en la actualidad, así como de la autopublicación, el fandom y muchos otros temas
¿Cuándo supiste que querías ser escritor? ¿Qué otros autores te han influenciado? ¿Hay algún escritor actual al que admires?
No creo haber querido ser escritor nunca. Cuando era niño, quería ser astronauta, por supuesto; después, ingeniero; después, me hubiera gustado hacer carrera en las fuerzas armadas… En realidad derivé a la escritura más o menos como derivé a mi ocupación actual como administrador de bases de datos.
Hay muchos autores a los que admiro, tanto dentro como fuera del género. Lawrence Durrell es una elección obvia (en realidad, soy un coleccionista de Durrell en cierto modo). Otros escritores a los que admiro son, sin ningún orden en particular, Gwyneth Jones, Paul Park, Anthony Burgess, Mary Gentle, John Crowley, Malcolm Lowry, Paul Scott, DG Compton, Samuel R Delany, David Herter, M John Harrison, Karen Joy Fowler, Katie Ward, Hanan al-Shaykh, Sara Paretsky, Kim Stanley Robinson, Joanna Russ…
En cuanto a influencia en mi propio trabajo… Jed Mercurio casi con total certeza, y la autobiografía del astronauta Thomas Stafford fue, definitivamente, una influencia para el Apollo Quartet. Descubrí hace mucho tiempo que gran parte de la ciencia ficción que me gusta sería incapaz de escribirla yo mismo, así que no puedo contar esos libros como influencias. Creo que mucha de mi escritura actual ha sido inspirada por hechos reales: logros como Piccard y Walsh visitando el Challenger Deep en 1960 en el batiscafo Trieste, o la NASA llevando a doce personas a la luna; o por gente que ha hecho cosas extraordinarias por los motivos más ordinarios.
Es bien sabido que tienes opiniones muy definidas sobre cómo debe ser la CF. ¿Piensas que los reseñadores deberían evitar tener en cuenta las relaciones personales con los autores?
Eso probablemente surge de mi empleo. Como administrador de bases de datos, manipulo metáforas para realizar operaciones matemáticas sobre conjuntos de datos, pero también tengo que entender qué es lo que sucede por debajo. Creo que tienes que entender cómo funciona algo antes de poder empezar a desmontarlo. Mucha cf hace un uso superficial de los tropos asociados al género, aunque, para ser justos, eso ha venido ocurriendo desde los comienzos de la cf, con todas esas aventuras de chicos en el espacio. Creo que es mucho más interesante examinar por qué existen esos tropos, qué significan realmente, y reconstruirlos desde ahí. No me gusta demasiado esta moda de usar elementos de todo tipo de géneros y subgéneros porque me parece que son poco más que efectos especiales, que no cuestionan para nada ni la ciencia ficción ni la literatura.
Conozco a muchísimos autores publicados de ciencia ficción, así que si sólo reseñara obras de gente a la que no conozco, debería dejarlo desde ya… Los reseñadores deben ser, sobre todo; honestos: eso no significa necesariamente hacer pública su relación con el autor o el libro del que se está hablando, pero sin duda implica ser estrictamente honesto con la respuesta ante el libro. Yo intento ser objetivo, pero algunas cosas (tropos, historias, personajes, estilo de prosa…) me van a llegar más que otras y es humano responder más positivamente ante ellas.
¿Cómo ha cambiado tu vida y tu obra el vivir en países como Dubai o Qatar?
No sé cómo ha cambiado mi vida porque no sé cómo habría sido mi vida si no hubiera crecido en Oriente Medio. Quizá nunca habría ido a la universidad, quizá me habría casado a los veintipocos, habría tenido hijos y una hipoteca y habría acabado en gestión de ventas o algo así…
Vivir y trabajar en el Golfo sí que ha tenido un efecto muy real en mi obra. Me hice socio de una biblioteca privada al poco de trasladarme a trabajar a los EAU, y la sección de cf era muy pequeña. Así que leí un montón de ficción literaria. Ya la había leído antes, por supuesto, pero no con mucha frecuencia; y ciertamente, no lo suficiente para apreciar sus cualidades más que las de la ciencia ficción, que fue lo que me pasó. Mis primeros intentos de escribir cf en los 80 y los 90 dieron como resultado historias muy de género, escritas de forma muy similar a la cf que había estado leyendo durante casi dos décadas. Ahora prefiero acercarme al género con un ángulo de ataque diferente.
En The Apollo Quartet incluyes muchos detalles sobre el Programa Apollo y sobre naves espaciales reales. ¿Por qué te fascina tanto el viaje espacial? ¿Y qué tipo de investigación hiciste para escribir estas historias?
Creo que es el hecho de estar allí lo que me fascina. ¿Qué se siente? Ninguna historia de ficción que yo haya leído consigue comunicarlo, y aunque hay pistas y fragmentos en varias autobiografías de astronautas, se interesan más en documentar sus logros que en proporcionar una recreación detallada para el lector. Y también está la parte de la ingeniería. No fue una ciencia mágica y novedosa lo que puso a doce hombres en la Luna, fue la ingeniería: coger ciencia conocida y construir algo capaz de hacer lo que nunca nadie había intentado antes. Hará unos cinco o seis años, mi interés de juventud en el viaje espacial se reavivó tras leer “Moondust” de Andrew Smith, así que empecé a coleccionar libros sobre el tema. Abrí un blog para reseñar libros de mi colección, pero pasó un tiempo antes de que decidiera hacer uso de ello en mi ficción.
La mayor parte de la investigation para The Apollo Quartet procede de tres fuentes: libros, (autobiografías de astronautas o manuales técnicos e históricos de la NASA); sitios online, (como Wikipedia o Apollo Lunar Surface Journal de la NASA); o documentales, (como In the Shadow of the Moon, For All Mankind o She Should Have Gone to the Moon). Pese a lo mucho que me gustaría visitar Baikonur, o volar en la Soyuz, no tengo ni los contactos ni las decenas de millones de dólares que cuesta un billete para la ISS.
¿Cómo compaginas tu empleo con escribir? ¿Cuáles son las semejanzas y las diferencias entre escribir ficción y escribir código?
Trabajo cuatro días a la semana, lo que me deja un fin de semana de tres días para escribir. No he encontrado semejanzas entre el SQL o el Perl que escribo en el trabajo y la prosa con la que me esfuerzo durante el fin de semana. Lo que sí intento es adelantar al máximo el trabajo cuando escribo, algo que he aprendido de mi empleo.
¿Son las redes sociales importantes para tus relaciones con otros autores y con tus lectores?
No creo que “Adrift on the Sea of Rains” hubiera ganado ningún premio si no fuera por las redes sociales. Utilicé el capital social que había acumulado durante mis años como fan de la ciencia ficción para hacer llegar la novela corta a gente que podía hablar de ella y para conseguir que se reseñara en tantos sitios como fuera posible. Y compensó. Como la autopubliqué, no tenía una maquinaria de marketing apoyándome, así que me vi obligado a usar los recursos de los que disponía. Sin embargo, no hice el mismo esfuerzo con el segundo libro, “The Eye with Which The Universe Beholds Itself”, y aunque muchos de los que lo han leído han dicho que lo prefieren al primero, el impacto de esta novela corta no es ni mucho menos cercano al de “Adrift on the Sea of Rains”. Quizá “Adrift on the Sea of Rains” tuviera la ventaja de la novedad; a pesar de haber publicado una docena, más o menos, de relatos en pequeñas revistas o antologías, yo no era muy conocido como escritor. Y, por supuesto, con su glosario y el estilo en que está escrito, “Adrift on the Sea of Rains” es muy diferente a la mayor parte del resto de la cf y de la ficción espacial.
También uso las redes sociales para mantenerme al día de qué está pasando con The Apollo Quartet y mi editorial independiente, Whippleshield Books. Tengo un blog dedicado a Whippleshield, pero normalmente tuiteo con mi propio nombre y, ocasionalmente, publico las noticias en mi blog personal primero, ya que tiene más seguidores.
¿Por qué comenzaste a escribir un blog? ¿Cómo elegiste el nombre “It doesn’t have to be right” (“No tiene que ser correcto”)?
Comencé el blog porque todo el mundo parecía tener uno. Había formado parte de un APA por cosa de diez años; es algo donde un grupo de gente escribe una contribución al mes, manda copias a un administrador y luego recibe un sobre con las contribuciones del mes de todos los demás. Pero el APA se había cerrado poco después de mi vuelta al Reino Unido en 2002, una víctima de la creciente ubicuidad de Internet. Un blog, aunque sea menos una conversación que un APA, parecía un sucesor natural.
El nombre es una frase de broma que había usado en el trabajo (“no tiene que ser correcto, sólo tiene que sonar creíble”) para explicar cómo describir cosas técnicas a los gestores. Cuando decidí abrir un blog, un amigo me señaló que era la elección obvia.
En tu blog has publicado varios artículos sobre escritoras de CF y mantienes el sitio SF Mistressworks. ¿Cuál piensas que es la situación de la mujer en la ciencia ficción actualmente?
La situación es mejor que hace un par de años, pero no tan buena como debería ser. Nunca se ha alcanzado la paridad, por supuesto, aunque no hay ninguna buena razón para ello. Estoy viendo a mucha gente hablando sobre escritoras actuales de CF, pero todavía se dice muy poca cosa sobre las contribuciones pasadas de las mujeres al género. Es como si la gente imaginara que las cosas solían estar bien pero que con el cambio de siglo sufrieron un bajón. Eso, simplemente, no es cierto. Las escritoras siempre han estado marginadas en la ciencia ficción. En los cincuenta años que han pasado desde que comenzaron los Premios Hugo, la categoría de Mejor Novela ha sido ganada dieciséis veces por mujeres y sólo por nueve mujeres diferentes: cuatro victorias de Bujold, tres de Willis y dos de Cherryh y Le Guin. Está muy bien movilizar a las bases de fans de las escritoras actuales de ciencia ficción, pero yo preferiría mostrar la presencia de la mujer en la historia de la CF (y la extraordinaria calidad de sus libros) de modo que la paridad en el presente llegue a verse como una consecuencia obvia de esa historia.
¿Podrías contar a nuestros lectores qué es Whippleshield Books y por qué decidiste crearla? ¿Cómo piensas que los ebooks y la autopublicación van a afectar a la industria editorial en los próximos años? ¿Crees que trabajar en cosas como la maquetación de los libros te quita tiempo de escribir?
Sabía cuando comencé a escribir “Adrift on the Sea of Rains” que iba a ser difícil, si no imposible de vender: todos esos acrónimos, un glosario de doce páginas, la ciencia espacial… Contacté con una par de editoriales independientes, pero creo que siempre supe que iba a tener que publicarlo yo mismo. Y si iba a hacerlo, quería hacerlo bien: crear una editorial independiente que se centrara en un tipo particular de CF, publicar ediciones limitadas en tapa dura, en rústica y en ebook. Así que de ahí sale Whippleshield Books.
La maquetación, en realidad, lleva poco tiempo. Tengo una plantilla y escribo usándola, para poder ver mientras lo escribo cómo va a quedar el libro al final. Puedo tocar un par de cosas al terminar, pero como regla general para cuando acabo de escribir el libro está prácticamente listo para la imprenta. Hice la ilustración de “Adrift on the Sea of Rains” (como también para “Rocket Science”) pero le pedí a mi hermana, Kay Sales, que diseñara las portadas de “The Eye With Which The Universe Beholds Itself” y “Then Will The Great Ocean Wash Deep Above”. Así como utilicé títulos largos y literarios para indicar que estas novelas cortas no eran ciencia ficción típica, también quería diseñar los libros para no llevar a los lectores a confusión con las expectativas. No quería el tipo de portada que normalmente se encuentra en las novelas de CF, sino algo más figurativo, como uno de esos antiguos libros en rústica de Penguin en los 60. Actualmente estamos en proceso de diseñar una nueva portada para la segunda edición de “The Eye With Which The Universe Beholds Itself”. Como la imprenta con la que había trabajado inicialmente ha cerrado, voy a usar CreateSpace para las ediciones en rústica de ahora en adelante, así que pensé que era una buena oportunidad para sacar una edición remozada. Haremos lo mismo con “Adrift on the Sea of Rains”.
¿Qué significó para ti ganar el BSFA?
Fue un espaldarazo a mi decisión de escribir y autopublicar “Adrift on the Sea of Rains”. Ya me había sorprendido la positiva respuesta a la historia: pensaba que era demasiado diferente a lo demás como para tener éxito. Afortunadamente, me equivocaba.
En términos de ventas, dos menciones en el periódico The Guardian han tenido un gran impacto. Pero ganar el premio ha significado, ciertamente, que mi obra ahora se toma más en serio que antes. Por desgracia, no soy muy prolífico; si lo fuera, podría sacar rendimiento a mi premio mandando montones de historias a revistas…
¿Conoces a algún escritor español? ¿Alguna editorial española se ha puesto en contacto contigo para traducir tus libros?
¿En persona? ¿O por haberlo leído? Intenté leer una novela de Javier Marías, pero no la terminé; aunque planeo volver al libro en algún momento de este año.
Hasta el momento ninguna editorial se ha puesto en contacto conmigo para traducir The Apollo Quartet.
¿Planeas publicar todo The Apollo Quartet en un único volumen en tapa dura? ¿Saldrá Rocket Science en edición digital en el futuro? ¿Y que tienes preparado para después de The Apollo Quartet? ¿Podrías darnos un pequeño adelanto de tus próximos proyectos?
Una edición ómnibus es algo que me atrae, pero creo que esperaré a que alguien me haga una oferta para publicarlo. “Rocket Science”, por desgracia, no está en mis manos: es cosa de la editorial hacer la edición digital y no he tenido noticias suyas en los últimos seis meses.
El siguiente libro de The Apollo Quartet es “All That Outer Space Allows” y, a diferencia de los otros tres, no será ni historia alternativa ni ciencia ficción. Está situado en el programa Apollo real y contado desde el punto de vista de la mujer de un astronauta. Sospecho que va a ser el más difícil de escribir de los cuatro, pero espero tenerlo listo para la Loncon 3 en agosto de 2014.
También tengo un buen montón de historias que necesito terminar para poder enviarlas a revistas y antologías. No soy el más prolífico de los escritores y el tipo de ficción que escribo es a menudo difícil de vender, lo que no ayuda mucho. Varias de las historias son cf literaria, al estilo de The Apollo Quartet, cosas como “Our Glorious Socialist Future Among the Stars!”, que trata sobre una misión soviética a Marte con Yuri Gagarin. También he estado pensando en reconstruir algunos de los tropos de la fantasía urbana en varias historias. Ya he escrito una en la que salen ángeles, usados en una forma que sospecho que no han sido utilizados con anterioridad. En cuanto a longitudes más largas, este año tengo planeado empezar una novela sobre la primera misión tripulada que sale del Sistema Solar, que será similar en estilo a The Apollo Quartet y tendrá un poco de filosofía rusa extraña.
¿Dónde pueden nuestros lectores averiguar más sobre ti y tu obra?
Tengo un blog en iansales.com y tuiteo como @ian_sales.
¿Alguna otra cosa que quieras añadir?
Nop, creo que está todo cubierto. Debería añadir que “Adrift on the Sea of Rains” todavía está disponible en ebook y rústica, “The Eye with Which The Universe Beholds Itself” y “Then Will The Great Ocean Wash Deep Above” se pueden comprar en edición en tapa dura numerada y firmada, y en rústica y ebook. Se pueden conseguir en shop.whippleshieldbooks.com, y las ediciones digitales en Amazon y Kobo.
También puedes leer esta entrevista en inglés. You can also read this interview in English.