Le tengo un especial cariño a este libro de Banks porque fue el primero que compré de este autor, aunque no el primero del que tuve noticia ya que antes me habían dejado algunos de la editorial Martínez Roca.
Si habéis estado leyendo los interesantísimos artículos de Cris sobre la Cultura, sabréis que la principal amenaza para las Mentes es el hastío, ya que cuando se acumulan tantos y tantos conocimientos estos entes no saben qué hacer con su tiempo.
La premisa de esta obra, sin embargo, es que no es posible conocerlo todo. Así que cuando en un remoto lugar de la galaxia aparece la Excesión, algo imposible según los conocimientos de la Cultura y otras civilizaciones, el premio es demasiado jugoso como para no arriesgar la vida a la hora de aprehender lo ignoto. Se desencadena por lo tanto una carrera llena de trampas y zancadillas por ser el primero en llegar.
El reparto es coral y se nota la buena mano de Banks al asignar el tiempo necesario a cada personaje para que conozcamos sus motivaciones y entendamos su proceder. Lo cierto es que se nota especialmente el cariño que tenía el escocés por sus naves, no solo por la ironía de sus nombres, si no por que la parte del león de la historia se la llevan ellas. Y de paso, como quien no quiere la cosa, nos deja entrever distintas escisiones que ha tenido la Cultura (como las naves elenquistas) que podrían dar para muchas historias muy interesantes y que aquí aparecen como simples elementos para que avance la trama. La profundidad de su imaginación no deja de asombrarme.
La trama se complica con conspiraciones y traiciones a muy largo plazo que solo están al alcance de Mentes superiores, que quedan resueltas de manera más o menos elegante al final. Un interesante punto de vista es la inclusión de la Afrenta, una civilización alienígena basada en la superioridad del más fuerte que repugna y al mismo tiempo atrae irremisiblemente a la Cultura.
“Excesión”, a pesar de que toca temas serios como la crueldad sin sentido de toda una raza y la privacidad de los propios pensamientos, es también divertido porque el autor Banks parece no tomarse muy en serio a sí mismo ni a su “utopía”. Las conversaciones entre los distintos vehículos de sistemas me hicieron sonreir en más de una ocasión y esto es muy meritorio. Por lo que dice @leemaslibros Banks muestra su vis cómica en todo su esplendor en “Raw Spirit”.
La novela tampoco está exenta de crítica social, con un fuerte antagonismo hacia la tendencia del primitivismo, del “cualquier tiempo pasado siempre fue mejor”.
Por desgracia, la traducción al español no acompaña el trabajo del escritor. Por poner sólo dos ejemplos, hay naves que cambian de nombre… ¡en el mismo párrafo! (Tiempo de matar y Hora de matar) Y cuando estaba leyendo una escena en la que una nave acelera, el texto se refería a la velocidad como años luz. No me podía creer que Iain cometiera el error de utilizar una medida de distancia como si fuera de velocidad e investigando,dimos con el párrafo original:
As it approached the Dreve system, the Plate class GSV Sleeper Service was travelling at its usual cruising speed of about forty kilolights.
Y la traducción.
En su aproximación al sistema Dreve, el VGS de clase Placa Servicio durmiente viajaba a su velocidad estándar de crucero de unos cuarenta mil años luz.
Según explica este enlace, el “luz” es una unidad de velocidad. ¿No ha tenido este dato en cuenta el traductor?
Estos fallos me hacen pensar en lo que me he podido estar perdiendo por haber leído en español otros libros de Banks que he disfrutado muchísimo . Creo que no volveré a cometer ese error.