Unos de los nominados al premio Hugo en la categoría de cómic de este año es el volumen 5 de la serie Locke and Key. No me parecía bien leerlo sin saber nada de la saga, de la que se hablan maravillas, así que pedí prestados los volúmenes anteriores y me dispuse a leerlos. Lo que no sé es cómo podía haber pasado tanto tiempo sin saber de su existencia.
Los tres hermanos Locke son víctimas de una ataque por parte de dos maníacos que matan a su padre y dejan a su madre herida. Para dejar atrás este terrible pasado, deciden cruzar Estados Unidos e irse a vivir a la antigua casa de su padre, una gran mansión en Lovecraft, Massachusetts.
Este resumen podría recordar al guión de una película de las de Antena 3 a las cuatro de la tarde, pero nada más lejos de la realidad. La casa de los Locke está llena de misterios, peligros y vericuetos, la magia campa a sus anchas y un antiguo enemigo puede estar presente.
El hilo conductor de la trama son las distintas llaves que van encontrando los miembros de la familia y que tienen una utilidad distinta cada una, pero siempre con resultados mágicos sorprendentes.
El guión está muy cuidado, se nota que Joe Hill tiene preparada la historia a largo plazo y con el recurso de las llaves, podemos tener historia para rato.
El apartado gráfico de Gabriel Rodríguez también es sobresaliente, la composición de las páginas se adecúa enormemente a la historia y añade un contrapunto realista, aunque no demasiado, a la fantasía desbordante de la trama. En ocasiones abusa del recurso de repetir las viñetas con ligeros cambios, pero es un pequeño defecto que se obvia fácilmente.
Le encuentro ciertas similitudes con otros tebeos que también me gustan mucho, me refiero a Fábulas de Bill Willingham, sobre todo en el apartado gráfico.
Estos comics me están encantando, el relato es muy absorbente y no puedo dejar de leer. Si los empiezas, asegúrate de tener todos números posibles a mano, porque si no te vas a quedar con ganas de más.