The Mountain in the Sea

He quedado fascinada por la especulación de alto nivel que despliega Ray Nayler en este libro, que espero esté destinado a ser uno de los bombazos de la ciencia ficción este año. Me parece muy original enfocar la historia como una narración de primer contacto con otra especie inteligente, pero que no sea necesario que esta especie venga del espacio exterior. Es un toque genial.

Quizá el hecho de que Adrian Tchaikovsky ya nos haya “presentado” a los pulpos como los curiosísimos animales que son haya facilitado la lectura de The Mountain in the Sea, aunque he de reconocer que esta no es especialmente sencilla por las implicaciones de los temas que se tratan, o al menos me lo ha parecido a mí.

La estructura del libro es tradicional, con distintos capítulos narrados desde los distintos puntos de vista, aunque algunos tienen menos participación que otros, en general todos son relevantes para la historia. Asistiremos al desembarco y la labor de la doctora Ha Nguyen en este intento de primer contacto con otra especie inteligente, los esfuerzos de un hacker por introducirse en una IA avanzadísima y la vida de un informático esclavizado en una nave pesquera controlada por una IA que solo prioriza la cantidad de proteína que obtiene en cada viaje.

La novela da mucho material para pensar, empezando por los extractos de dos libros distintos que encabezan cada capítulo y continuando por las conversaciones entre los personajes. Preguntas sobre qué significa ser humano, sobre los límites éticos de la creación de inteligencias artificiales o sobre el permanente esquilmado de los recursos naturales y sus consecuencias son una constante a lo largo de las páginas del libro, que en más de una ocasión me ha obligado a detener la lectura y buscar alguna referencia o simplemente a reflexionar sobre lo que se estaba comentando en ese momento.

El emplazamiento elegido para la mayoría de la acción, un archipiélago vietnamita que ha sufrido los estragos del turismo desaforado y la explotación casi hasta el límite de los recursos naturales, también añade una capa de reivindicación ecológica que casa perfectamente con los mensajes subyacentes a la novela.

Por si os parecía poco todo lo que he dicho antes y os preguntáis sobre qué más cosas habla este libro, id anotando: inteligencias distribuidas, actos terroristas quirúrgicos, machine learning, desintegración de antiguos poderes políticos… La lista continúa y es completamente apasionante.

Mención aparte merece la apabullante biografía del autor, que estoy segura que daría lugar a otra novela que me encantaría leer. No lo dudéis, The Mountain in the Sea es uno de los libros del año.

Ithaca

Tenía mucho interés en el nuevo libro de Claire North, porque la mitología clásica siempre es un acierto en esta casa y North es una autora que no te deja indiferente. Además, la idea de que Ithaca tenía como narradora a la diosa Hera me llamaba poderosamente la atención, así como el enfoque feminista de la novela.

Ithaca se sitúa en es la isla homónima, 18 años después de la partida de Ulises y en pleno apogeo de los aspirantes al matrimonio con Penélope y por supuesto a su trono. La guerra de Troya se llevó a la flor y nata de los hombres de las naciones griegas, dejando atrás las mujeres para hacerse cargo de todo mientras ellos buscaban la gloria en el campo de batalla.

Penélope se encuentra por lo tanto en la incómoda situación de tener que caminar haciendo un difícil equilibrio entre defender su posición sin irritar a ninguno de los pretendientes, que buscan cualquier excusa para forzar su elección y acabar con el status quo. Además, los continuos festines que son necesarios para honrar a los visitantes suponen una pesada carga para los limitados recursos de la isla y el escenario es cada día más inestable.

Me gusta cómo la autora ha decidido cargar las tintas en esta dualidad, en la capacidad de las mujeres para gestionar cualquier proyecto de forma eficiente pero cómo la hipocresía de la sociedad contemporánea las obliga a ocultar sus méritos so pena de ser acusadas de brujería o cualquier otra patraña. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde la época griega clásica? Y, sin embargo, vemos algunas situaciones que podrían ser reflejo perfecto de la actualidad.

También me gusta mucho la elección de la narradora, porque Hera a pesar de ser una de las diosas más poderosas es quizá también una de las más desconocidas, famosa más bien por la cornamenta que le hace lucir su marido y sus arrebatos de ira frente a los vástagos del Amo del Olimpo. Debería ser el narrador omnisciente por antonomasia,

El libro tiene un ritmo pausado, con especial hincapié en las desigualdades hombre-mujer más que en la epicidad típica de los mitos griegos. Y es un cambio interesante, pero también he de reconocer que a veces peca de morosa en determinados capítulos. Por otra parte, a la mayoría de los personajes masculinos dan ganas de estrellarlos contra la pared, especialmente Telémaco, que es un quiero y no puedo de manual.

Existe una versión en audiolibro, narrada por Catrin Walker-Booth, que es la que yo he leído. Su labor es correcta, pero no encuentro ningún detalle especial que destacar sobre su trabajo.

El problema que le veo a la novela es que Claire North ha renunciado a su estilo más característico y reconocible de prosa para adaptarse a la narración de los mitos griegos, pero esta misma renuncia es la que hace que Ithaca no destaque sobremanera entre los muchísimos retellings de mitología clásica que ya existen.

The Sleepless

Me ha fascinado esta novela de ciencia ficción de futuro cercano, una mezcla apasionante de thriller, investigación periodística y especulación científica que se disfruta de principio a fin y que viene a hacer mucho ruido en el panorama de género.

El protagonista de la novela es Jamie Vega, un periodista con una característica especial, es un insomne. Esta hiperinsomnia es una enfermedad que se fue extendiendo por el mundo de la que se conoce poco, una pandemia que hace pocos años se estabilizó y ya no se sigue expandiendo. Las características de la enfermedad es que los afectados no pueden dormir, pero tampoco lo necesitan, por que ni sus cuerpos ni sus mentes requieren este reposo para recuperarse. Lo que en un principio provocó el rechazo del resto de la sociedad, ahora es buscado como una ventaja competitiva, ya que permite trabajar más, ganar más dinero y en definitiva, aprovechar mejor el tiempo.

La novela explora las implicaciones que tendría este cambio tan sustancial en la sociedad humana, pero a la vez enlaza esta especulación con la investigación de un suicidio o asesinato de gran repercusión mediática, con lo que consigue mantener en todo momento un ritmo muy alto. En este sentido, la narración de Joel de la Fuente es extraordinaria, consigue que te pongas en la piel de Jamie y en ningún momento notas la presencia de infodumps, a pesar de que se hace bastante hincapié en los aspectos biológicos y en las posibles consecuencias de esta hiperinsomnia.

También me parece todo un acierto que la narración esté en su mayoría situada en Nueva York, que se transforma, literalmente, en la ciudad que nunca duerme. Las posibilidades son infinitas y solo vemos la punta del iceberg, pero si las personas dispusieran de 8 horas más diarias para sus aficiones, su trabajo o lo que sea, la economía daría un vuelco, sin lugar a dudas.

Hay que tener en cuenta que Manibo no descuida en ningún momento la parte de thriller de la novela y algunas de estas escenas resultan ser cuando menos rocambolescas. Tampoco se puede negar que los malos son malísimos, un poquito más de escala de grises no hubiera estado de más para terminar de redondear una novela que a mí al menos me ha encantado, y que vuelve a poner a Erewhon Books como una de esas editoriales de las que no perderse ni un solo lanzamiento.

High Times in the Low Parliament

Os prometo que la lectora de este audiolibro, Amy Scanlon, hace una labor encomiable en tratar de hacerlo interesante, pero es que el material de partida no hay por dónde agarrarlo.

Lo que pretende ser una divertida parodia sobre el Brexit pero trasladado a un mundo fantástico queer con hadas y magia, se transforma en un aburrido debate parlamentario sin ningún atisbo de interés, a pesar de la amenaza de muerte que pende sobre los miembros de las cortes.

La protagonista es Lana Baker, una famosa amanuense más centrada en sus flirteos amorosos que en otras labores, que cae en una trampa y acaba enrolada en el plantel de escribas del parlamento inglés. Por desgracia para ella y para las demás personas presentes, una antigua tradición ordena que si no se llega a un acuerdo, el parlamento se inundará y todos los allí presentes perecerán ahogados. Parecería un buen incentivo para que las partes implicadas negociaran unos términos adecuados para todos, pero está claro que la clase política que nos presenta Robson no tiene interés en ello.

Los debates son aburridos, la labor de los escribas superflua, la intervención de las hadas empeora la situación en vez de enderezarla y la resolución del conflicto es, cuando menos, estrambótica.

Lo único bueno que puedo sacar del libro es que es muy corto. No lo puedo recomendar en absoluto.

The Justice of Kings

The Justice of Kings no es una novela de fantasía al uso, pues aunque tiene magia e intrigas políticas, tiene un tono mucho más pausado que el habitual y está más centrado en la investigación y en el reparto de justicia que en otros tropos más utilizados en la fantasía. La relación entre la narradora y el personaje principal, se asemeja mucho a la de Adso y Guillermo de Baskerville en El nombre de la rosa, como investigador principal y aprendiz que cuenta sus vivencias con posterioridad, bajo el pesado velo de los años que han pasado y que tiñen sus experiencias con una pátina deslustrada y cínica.

Aunque el Justicia del Rey es Vonvalt, como toda la narración la vemos a través de los ojos de su secretaria Helena, este personaje que podría ser muy atractivo pierde gran parte de su fuerza. Sus poderes de nigromancia y de uso de la voz (como método de persuasión mágico), los vemos muy en segundo plano, como en general todas sus actuaciones. Aunque el ritmo es bastante correcto, la trama de fondo queda un poco en entredicho cuando todo pasa por el tamiz de una joven inexperta que duda de que su auténtico camino sea convertirse en Justicia, con una gran inocencia juvenil a pesar de la experiencia callejera que se le presupone por sus orígenes y que se pasa gran parte del libro replanteándose lo que creía conocer con antelación.

El trasfondo de libro es el enfrentamiento entre la moralidad y la justicia, con un conflicto entre los distintos poderes del reino que sin duda servirá de escenario para las siguientes entregas de la serie. Asistimos al avance de la corrupción en las fronteras, donde los más avariciosos no dejan pasar la oportunidad de enriquecerse a expensas del más débil.

Uno de los principales problemas de la historia es como he dicho con anterioridad el punto de vista escogido por el autor, que nos escamotea información y que supone un lastre durante la nada desdeñable longitud del libro.

Decir que lo más destacado de una novela sea la portada no es muy halagador para la obra en sí, pero merece la pena destacar el impresionante trabajo de Martina Fackova.

A Half-Built Garden

Afronto esta reseña con sentimientos encontrados, porque aunque las idea que aparecen expresadas en esta novela corta me parecen interesantísimas y muy relevantes y el escenario de primer contacto en un mundo que se está recuperando lentamente del desastre climático no puede ser más atractivo, existe un cierto aire de inocencia en la ejecución que no me ha terminado de convencer.

La Tierra deja atrás las peores consecuencias del cambio climático principalmente debido al trabajo de las comunidades formadas entorno a los ríos más importantes, haciendo hincapié en el equilibrio de la naturaleza y el buen uso de los recursos naturales. No obstante, aún existen tanto los restos de las antiguas naciones como de las multinacionales reconvertidas, por lo que el equilibrio es cuando menos inestable, cuando no directamente requiere un ejercicio de voluntad de creencia por parte del lector.

En este escenario, se produce un primer contacto con unas razas alienígenas que viven en simbiosis y que ofrecen como única alternativa razonable para la humanidad dejar atrás su planeta madre, como ellas mismas tuvieron que hacer en su momento. Para allanar y mucho este primer encuentro, Ruthanna Emrys hace que los extraterrestres ya conozcan el idioma gracias a las emisiones que han ido recibiendo antes de desplazarse aquí. También quiere la casualidad que el primer encuentro tenga lugar con una pareja humana que lleva a su bebé lactante, lo que hace que se coloquen en la misma posición que los aliens que también llevan a sus retoños a las negociaciones.

A partir de aquí se entabla una relación complicada de negociaciones por parte de ambas facciones, así como de los otros poderes fácticos de la Tierra para tomar una decisión sobre el destino de la humanidad, bien sea permanecer en la Tierra intentando salvarla, bien sea dejar atrás la cuna para dar el siguiente paso en la evolución de la especie.

El lenguaje que utiliza la historia no es especialmente fácil y en ocasiones la lectura se ve entorpecida por esto, en especial porque el uso de algunos pronombres que yo al menos no conocía hasta ahora, provocada por una de las culturas de la Tierra que cambien de pronombre como el que cambia de traje (literalmente). Pero mi principal queja respecto al libro es la facilidad con la que soslayan algunos temas que parecen de importancia capital y la necesaria buena voluntad por parte de todas las partes para seguir negociando a pesar de las muchísimas trabas e impedimentos que existen. Es un mensaje de optimismo maravilloso, pero que quizá requiere demasiada colaboración por parte de un lector que como yo, tenga menos esperanza en nuestra capacidad empática con seres de otros planetas, cuando ni siquiera somos capaces de ejercer esta empatía con el vecino de al lado.

En resumen, A Half-Built Garden, es una novela con una especulación muy interesante, pero a la que quizá le hubiera venido mejor algo más de pragmatismo a la hora de exponer su desarrollo y conclusiones.

Out Past the Stars

Había dejado un tanto relegada esta última entrega de la trilogía The Farian War de K.B. Wagers por la decepción de la segunda entrega, pero me picaba un poco la curiosidad de ver cómo acababa la historia.

La autora se había dejado las revelaciones más importantes para el final, como parecía lógico. A mí particularmente me cansa un poco que el motor de la historia sea una amenaza exterior bastante desconocida pero sin duda imponente, es BEM o alienígena que puede acabar con la raza humana de un plumazo gracias a su capacidad bélica superior o simplemente a su desarrollo tecnológico. Afortunadamente Wagers cambia un poco el rumbo de su space opera dejando que este peligro inminente un poco en segundo plano mientras que los problemas más cercanos y por tanto, más urgentes, se conviertan en el centro de la situación.

El juego político que hemos visto desplegarse a través de la trilogía llega aquí a su expresión final, con traiciones y planes que al fin llegan a su clímax. Pero mi impresión es que la autora ha convertido a su personaje principal en un ser tan poderoso y con tantos recursos a su disposición que se hace casi imposible destronarla, cuando puede cambiar su aspecto, resucitar, trasladarse en el espacio de forma casi instantánea… Me parece que es una sucursal de Deus ex Machina INC. que hace que pierda interés por el desarrollo de la novela. Sí, ya sabemos que le va a ir bien a Hail Bristol, lo mismo sufre un poquito por el camino pero poca cosa, como mucho un padrastro.

Lo cierto es que esperaba algo más de esta trilogía, pero me ha resultado imposible sobreponerme al mensaje tan terrible del segundo libro. Aunque en la tercera entrega la cosa mejora, me temo que la trilogía en sí queda inevitablemente lastrada por los problemas anteriores. No puedo recomendar su lectura.

BadAsstronauts

Fue casi de casualidad que vi que la nueva novela de Grady Hendrix estaba disponible en mi servicio de suscripción de audiolibros, pero cuando vi que era corta y que iba de astronautas, no tuve ninguna duda de que iba a ser mi siguiente lectura. Luego investigando un poco vi que no era nueva, si no un relanzamiento de un libro ya publicado con anterioridad, lo cual explica un poco que algunas situaciones parezcan un poco fuera de su tiempo, pero no adelantemos acontecimientos.

BadAsstronauts está clasificada como ciencia ficción, aunque es algo discutible. Es una historia que transcurre en la Tierra y es totalmente factible, aunque altamente improbable. Quizá si os digo que su antiguo título fue Occupy Space os vayáis haciendo una idea sobre su temática.

El germen de la historia es un accidente en la Estación Espacial Internacional, que deja a un astronauta aislado y sin posibilidad de volver a la Tierra, además los gobiernos se desentienden de él. Así que su primo, también astronauta retirado, decide montar un cohete para rescatarle en su patio trasero. Para este plan tan loco, solo cuenta en un principio con el apoyo bastante reticente de la familia, pero poco a poco la situación irá cambiando.

Es un relato bastante divertido por el retrato tan cruel como certero que hace de la sociedad americana sureña (algo que ya vimos en su libro de vampiros), que a mí personalmente me recuerda en cierto modo a los personajes protagonistas de muchas novelas de Neal Stephenson, con su individualismo exacerbado, su desconfianza en el gobierno y su método de resolución de problemas muy ingenieril. Sin ser una experta en el tema, me parece que la documentación y la exposición que hace Grady Hendrix de temas como balística, dinámica de fluidos, telecomunicaciones es bastante sólida y convincente. Un poquito de porno para ingenieros a lo Ian Sales.

El humor está muy presente en la historia, algo a lo que contribuye y mucho Ezra Buzzington, una elección excelente como narrador, aunque tiene cierta parsimonia que se soluciona rápidamente con un poquito de más velocidad en la reproducción el archivo..

La obra es cortísima, así que tampoco llega a cansar con la reiteración de temas, que la hay, y la insistencia en los valores del trabajo en equipo, en los que Hendrix incide más que un capítulo de la Patrulla Canina.

En definitiva, merece la pena acercarse a este libro de Grady Hendrix para pasar un buen rato, sin vampiros, exorcismos ni asesinos en serie.

The Monsters we Defy

Cuando vi que en la sinopsis de The Monsters we Defy definían la trama como un heist fantástico supe que tenía que hacerle un hueco en mi pila de lectura, porque me encantan las narraciones en las que se orquesta toda una complicada situación para llevar a cabo un robo encubierto, como en The Quantum Magician de Derek Kunsken, por ejemplo.

Leslye Penelope ha creado un escenario situado en el Washington de los años 20, con una documentación extraordinaria y con un profundo mensaje político sobre el racismo. La fantasía la aportan los poderes especiales del grupo de protagonistas, asociados todos con un trato con las entidades llamadas Enigmas (conocidas como djinns, o genios en otras culturas), gracias al cual consiguieron alguna habilidad extraordinaria, inevitablemente asociada a un precio que pagar por su uso. Me ha gustado mucho la presentación de cada personaje con su correspondiente flashback hacia el origen de su historia, un recurso bastante cinematográfico que en este libro encaja perfectamente.

La figura principal es Clara Johnson (basada en un personaje real) una joven de color a la que las peculiaridades de su nacimiento dotaron de poderes y que es capaz de hablar con los espíritus. Uno de los más poderosos de estos seres le encarga una tarea titánica, logra hacerse con un anillo de poder en manos de una de las personas más poderosas de Washington. Pero Clara está dispuesta a todo con tal de librarse de su maldición aunque para llevar a cabo el plan necesitará ayuda.

Como he mencionado antes, el elenco de personajes es variopinto y bastante bien retratado, aunque quizá lo más importante sea el mundo en el que se mueven, que sirve como paralelismo con el mundo real sobre el que tanto ha investigado la autora. La acción algunas veces se resiente porque la presencia de entidades mágicas modifica las reglas del juego y puede parecer algo tramposo el desarrollo. Aunque está bastante equilibrado y sigue cierta lógica, quizá es que ya estoy acostumbrada a sistemas mágicos más rígidos y contenidos, y he perdido algo del sentido de maravilla de la magia que no se explica.

La versión en audiolibro de Shayna Small le da mucha vida a la narración, con la consecución de diversos acentos (algunos muy marcados) para cada personaje.

En resumen, The Monsters we Defy es una fantasía que se puede considerar historia alternativa con un profundo mensaje antirracista y de igualdad social, muy enraizado en la realidad cultural de la comunidad negra.

A Taste of Gold and Iron

Tenía curiosidad por volver a leer algo más de Alexandra Rowland, una autora que me convenció con el poco conocido A Conspiracy of Truths, del que aún tengo pendiente la continuación. Pero, por desgracia, A Taste of Gold and Iron no ha cubierto mis expectativas.

La fantasía del libro es prácticamente un apéndice vestigial, que no tiene apenas importancia en la narración. Hay personas con capacidad de distinguir al tacto si las monedas son auténticas o falsas u obtener más información sobre los metales. También hay otras personas que son capaces de saber si alguien está diciendo la verdad. Y ahí se queda la cosa, no hay más magia ni explicación. Es un poco deus ex machina que le hace falta a la autora para justificar algunos giros de guion y punto.

Tampoco me preocuparía tanto ese aspecto si el resto del libro fuera interesante, pero está todo tan basado en la “imprevisible” historia de amor entre los dos protagonistas que las conspiraciones de fondo o el mundo en que se desarrollan la historia pasan a un plano alejadísimo. Además, hasta muy avanzado el libro, es difícil sentir empatía por los protagonistas, ya que uno es (o aparenta ser) tremendamente pusilánime y el otro es un obseso del orden, cuya vida giraba en torno al cumplimiento del deber. Que luego cambian, pero la verdad es que al principio dan ganas de estrellarlos contra una pared.

Y no es que le haga ascos a una historia de amor, pero la autora recurre a los tópicos más manidos que os podáis imaginar, el beso para ocultarse de los enemigos que resulta llevar más carga de la esperada, los remordimientos por pensar que has obligado a la otra persona a hacer algo que no quería cuando lo estaba deseando, la abstinencia forzada por las circunstancias, el antiguo amante que deviene en colaborador… vamos, es que no falta ningún topicazo.

A Taste of Gold and Iron ha resultado ser una novela perfectamente prescindible.