Our Lady of Mysterious Ailments

Me encanta la serie Edinburgh Nights de T.L. Huchu, que ya me sorprendió muy gratamente con su primera entrega, The Library of the Dead y que ha mantenido un muy buen nivel en Our Lady of Mysterious Ailments, la segunda novela.

Seguiremos las andanzas de Ropa, que esperaba poder salir de su mala situación económica gracias al aprendizaje que consiguió asegurar en la Library of the Dead, pero por diversas circunstancias se ve obligada a aceptar un nuevo caso que utilizará sus habilidades para hablar con los fantasmas. En esta ocasión, tendrá que ayudar a un joven enfermo que se encuentra alojado en el hospital Our Lady of Mysterious Ailments en estado catatónico sin causa clara. La investigación le llevará a conocer el funcionamiento interno tanto de la librería como de las clasistas escuelas de magia de Escocia, con un escenario memorable en este relato fantástico.

Lo primero que me gustaría destacar es la fuerza de la protagonista, que a pesar de no haberlo tenido nada fácil en la vida es capaz de afrontar las situaciones más comprometidas con una entereza envidiable, sabiendo que lleva en sus hombros el peso de su familia. Además, tiene una plétora de personajes secundarios que constituyen una red de apoyo más que encomiable. Me llama especialmente la atención que la educación de Ropa haya tenido que ser forzosamente autodidacta pero que aún así tengo conocimientos muy variados, siendo capaz de citar a Miyamoto Musashi lo mismo que conocer los intríngulis de Royal Bank of Scotland. Hay una escena que me ha gustado especialmente cuando pide la versión en audiolibro de una de las referencias de la Library of the Dead y el curioso método mágico que se utiliza para proporcionárselo.

El misterio en esta ocasión es quizá algo más flojo que en la primera novela, pero a cambio obtendremos muchas más información sobre el funcionamiento de la magia en Escocia, algo que se quedó algo más velado en el primer libro. Es muy difícil encontrar el equilibrio entre la trama actual y el trasfondo en una serie y creo que el autor sale bien parado del desafío.

El mundo distópico en el que transcurre la serie le sirve al autor también para reflejar la crítica social de la que ya hizo gala con anterioridad, en este caso seremos testigo de las diferencias sociales entre Ropa, que subsiste a duras penas en un remolque y los estudiantes pijos de las mejores universidades del país, que creen poder permitirse todo lo que desean simplemente por ser hijos de quienes son (y lo creen porque lo consiguen).

Estoy muy interesada en saber cómo sigue esta serie y me encantaría que se publicara en España porque creo que merece la pena.

To Paradise

To Paradise entró en mi radar por un comentario de Mariano Villareal en redes sociales, me temo que sin este comentario no me hubiera enterado de su existencia para nada, a pesar de su publicación en español de la mano de Lumen con traducción de Laura Manero Jiménez como Al paraíso.

Hanya Yanagihara nos ofrece no una ni dos si no tres novelas en este volumen, que comparten temas, lugares y los nombres de los personajes, pero que se podrían entender perfectamente como lecturas individuales. Lo primero que llamará la atención del lector es la envergadura de la obra, que alcanza casi las mil páginas. No se trata de una lectura liviana ni en sentido literal ni en sentido figurado, hay que reconocer que la autora se toma su tiempo para el desarrollo de cada una de las tramas, entrando en los detalles más nimios para que nos hagamos una composición de lugar completa.

La autora aprovecha las herramientas de la ciencia ficción para crear una ucronía o una distopía según prefiramos interpretar cada una de las novelas más cortas que forman parte de To Paradise. Estas historias tienen en común su situación temporal en el fin de siglo, pero mientras que la primera transcurre en 1893, la segunda es en 1993 y la tercera, lógicamente en 2093, para añadir a los relatos la temática de fin de siglo que puede afectar de forma muy sutil a la narración. 

La primera parte está narrada en una Nueva York perteneciente a los Free States, que no llegaron a formar los Estados Unidos de América donde la esclavitud está abolida y es posible el matrimonio homosexual, pero a pesar de estos avances se sigue hablando sobre la “controversia” de las personas de color, más aún cuando en el resto de América no tienen condición de ciudadanos. Esto es solo el escenario en el que Yanagihara nos relata la historia del heredero de una rica familia, una de las fundadoras de los Free States, que a pesar de su proveniencia tiene problemas para continuar con su vida por una relación enfermiza con el amor. Es un personaje que no acaba de despertar nuestra empatía por su tratamiento de los demás, pero tampoco nos resulta desagradable, porque se puede llegar a entender su sufrimiento. Me llama especialmente la atención el capítulo en que visita un museo que se aprovecha de forma nada disimulada para narrar la historia alternativa que llevó a la situación actual. La autora juega muy bien con la ambivalencia de una nueva relación, de forma que deja a la interpretación del lector si llega a buen puerto o no.

La ascendencia hawaina de la escritora se vuelve fundamental en el desarrollo de la segunda novela, o más bien de la segunda parte de la segunda novela. En la primera mitad, el SIDA, denominado directamente cáncer, hace estragos en la comunidad homosexual neoyorquina, algo que conoceremos a través de los ojos del narrador, de ascendencia hawaiana, que convive con su pareja mucho mayor que él. En estas páginas la autora reflexiona sobre las consecuencias de las diferencias entre los miembros de una pareja, ya sea por edad, origen, condición social… y las habladurías que siempre acaban provocando. En la segunda mitad de la novela, sin embargo, cambia a un estilo epistolar que no le sienta demasiado bien para contar la historia del padre del joven hawaiano. Esta es a mi entender la parte más floja de la novela, aunque tiene interés conocer el trasfondo histórico de la anexión del archipiélago a los Estados Unidos. La carta termina por hacerse larga y farragosa, sin duda por el estado mental en el que se encuentra la persona que la está escribiendo. Esta parte de To Paradise es la menos redonda.

La última parte es la que se adentra más en el terreno de la ciencia ficción y es muy desesperanzadora. También esta historia está dividida en dos parte y una de ellas es en estilo epistolar, pero está manejada de una forma mucho más dinámica, enlazando la historia de la misma familia antes y después de que la excusa de las continuas pandemias acabe dando lugar a un estado autoritario. El panorama es desolador: cupones de racionamiento, toques de queda, políticas estrictas de separación de zonas… todo conseguido gracias al miedo. Resulta especialmente duro por lo verosímil que parece todo, cómo las libertades se van perdiendo poco a poco con la aquiescencia de los ciudadanos, cómo la vida acaba convirtiéndose en una repetición sin fin de las mismas tareas inanes.

To Paradise es una lectura pausada, que da mucho espacio para la reflexión y que puede convertirse en uno de los lanzamientos del año.

Voice of War

Zack Argyle, el autor de esta novela, ofreció el audiolibro gratis a cualquier persona que se apuntara a su newsletter y allá que me fui ni corta ni perezosa. Y he salido gratamente sorprendida, con una historia de fantasía más que correcta y una narración portentosa.

Voice of War es la primera entrega de una saga, construida en un mundo secundario donde la capacidad mágica la determina el color de los ojos. De hecho, el libro comienza con la ceremonia de revelación de un niño, que por ser tercer hijo si no tiene capacidades mágicas habrá de servir a la Iglesia cegado. Esta estricta política de planificación familiar sirve como detonante de la historia, haciendo hincapié en algo que normalmente se pasa por alto en la historias de fantasía, las estructuras familiares.

Argyle utiliza diversos puntos de vista con protagonistas cuyas narraciones se irán entrecruzando a lo largo de la novela, de una forma bastante compensada y medida. La extracción social y el origen de cada uno de estos narradores le permite esbozar la cultura que ha creado para el mundo, desde la sociedad arbórea y matriarcal del bosque de Fairenwild hasta el más convencional imperio. Lo que quizá no quede tan claro es el sistema mágico, o puede que sea un opción particular del autor para ir desvelando más tarde en el transcurso de la serie.

También es destacable la existencia de los Chromawolves, unos animales que pueden llegar a formar vínculos con los humanos y que imagino que irán cobrando mayor importancia en el desarrollo de la historia.

La prosa es funcional, no tiene muchas florituras pero creo que tampoco la historia las necesite. Es un estilo simple y efectivo, centrado más en los diálogos que en las descripciones.

Sin embargo, lo que más me ha llamado la atención ha sido la narración de Adam Gold en el audiolibro, con una capacidad portentosa de adueñarse del relato y hacerlo suyo y por extensión, nuestro. Recomiendo mucho esta versión, porque creo que es capaz de mejorar el texto con su interpretación.

Aprovechad si el ofrecimiento del autor está todavía disponible y os defendéis con los audiolibros en inglés.

Age of Ash

Aunque generalmente nos guste que la fantasía sea original, no es menos cierto que algunas veces resulta reconfortante encontrarse con una obra que tenga cierto regusto clásico, ya que nos retrotrae a nuestro pasado lector, donde quizá las cosas nos parecían menos complicadas. No obstante, para que este sortilegio temporal funcione, es necesario que la obra en cuestión sea entretenida, y me temo que Age of Ash no ha conseguido compensar su falta de originalidad con una trama absorbente, con lo cual se queda a medio camino de ningún sitio.

Como digo, la historia es muy convencional. Los protagonistas son delincuentes callejeros en una grandiosa ciudad que se buscan la vida como pueden aliviando a los transeúntes menos espabilados de la carga de sus riquezas que se verán envueltos en una conspiración que afecta al gobierno de toda la ciudad, casi por casualidad.

La historia es demasiado típica en este sentido, porque ya hemos visto demasiadas veces a “niños de la calle” que se meten en problemas por su propia naturaleza y porque los ricos y poderosos los consideran carne de cañón para sus batallas por el poder. Reconozco que la forma de perpetuarse en el poder de las autoridades de la ciudad si es más original, pero es que el resto de lo que pasa ya lo hemos visto una y mil veces. Además, el estilo es ciertamente enrevesado, lo cual no favorece en nada la lectura de una obra que no es precisamente corta.

El autor explora de manera certera las relaciones familiares y el dolor por la pérdida de un ser querido, cuando intentas llenar ese hueco que ha dejado en tu corazón y que permanecerá por siempre vacío. Pero no es menos cierto que hay otras relaciones entre personajes que suenan un poco impostadas, como si hubiera que “insertar” una cuota de amor y obsesión en esta capítulo y de violencia con despecho en este otro. A veces, sonaba demasiado artificial a mis oídos.

No puedo recomendar Age of Ash porque no me ha resultado lo suficientemente interesante, pero si hay otros lectores que tienen otra opinión al respecto estaré encantada de recibir vuestros comentarios.

The Atlas Six

The Atlas Six es una novela destinada a convertirse en un super ventas con una promoción bestial, que trata sobre un tema muy goloso como son las escuelas mágicas y las sociedades secretas que manejan los hilos del poder en el mundo. Olivia Blake escribe con mucho oficio sabiendo quién es su público objetivo y como contentarlo. Y la jugada le sale muy bien, dando lugar a una novela absorbente con personajes un poco estereotipados que además caen mal como todo buen alumno de universidad mágica que se aprecie (sí, te estoy mirando a ti, Quentin Coldwater).

Al principio del libro vamos conociendo a los jóvenes que conformarán el sexteto de Atlas, personajes con extraordinarias capacidades mágicas a los que su propia naturaleza ha llevado a vidas poco equilibradas. Poco a poco iremos conociendo a estos personajes y su pasado, que les ha marcado de forma indeleble. Es difícil empatizar con ellos porque apenas se pueden considerar humanos, sus poderes les ponen muy por encima de la sociedad. Atlas Blakely les recluta para la Alexandrian Society, heredera y cuidadora del conocimiento de la Biblioteca de Alejandría y todo lo que vino después. Pero todo tiene un precio y como los seis descubrirán, quizá no estén preparados para pagarlo.

The Atlas Six no viene a reinventar la rueda, ni falta que le hace. Los conflictos están a flor de piel desde que se sabe que han de competir entre ellos aunque solo uno quedará fuera de la sociedad mágica y la autora los azuza de manera inmisericorde, juega con los peones que ha ideado para nuestro disfrute. Es cierto que pueden parecer bastante genéricos en un principio, pero conforme van avanzando los capítulos y las interrelaciones, vemos cómo estaba todo planeado desde el principio.

La prosa es en ocasiones recargada y los diálogos no suenan muy naturales, pero creo que es debido a lo “especiales” que son los personajes, es que no hay ninguno normal y son pretenciosos hasta decir basta, pero cuando puedes crear agujeros negros con un pequeño esfuerzo, normal lo que se dice normal no eres.

La trama, que parecía bastante clara desde un principio, se van complicando con las revelaciones finales y Blake se guarda muchas cartas para la siguientes entregas. Indudablemente, juega con la información y se saca de la manga algunos datos que consiguen cambiar totalmente el panorama. Pero está hecho de forma elegante y da un resultado muy bueno, sobre todo en el tramo final cuando “se descubre el pastel”. Y entonces te das cuenta de que se acaba el libro y de que necesitas el siguiente.

Empire in Black and Gold

Sé que es una tarea casi imposible, pero para este año tenía pensado ponerme al día un poco con la obra de Adrian Tchaikovsky, aunque su ritmo de producción es endiablado y encima tengo muchos libros antiguos pendientes. Así que, como el movimiento se demuestra andando y aprovechando la edición en formato audiolibro de su saga Shadows of the Apt, me puse con la primera entrega Empire in Black and Gold. Además, el rediseño de las portadas también le ha sentado de maravilla a la serie.

A pesar de ser una obra primeriza, ya se notaba que había aquí madera para convertirse en un destacado escritor de fantasía. El worldbuilding es muy extenso y aunque se van explicando cosas a través de las horas y horas que dura el audiolibro, la sensación que te queda es que solo has atisbado la superficie de lo que puede haber por detrás. Supongo que quien lo leyera en el momento de publicación no sabría qué podría dar de sí, pero con la perspectiva de conocer que hay 10 entregas publicadas, resulta bastante lógico. También se pone de manifiesto la formación del autor en zoología, porque las distintas razas que pueblan el mundo están basadas en insectos y tienen características particulares de cada animal. Sabiendo también qué derroteros tomaría la obra de Adrian aquí ya se podía intuir la dirección.

En cuanto al libro en sí, me ha resultado muy entretenido, a pesar de su extensión. Cierto es que la estructura con diversos puntos de vista y los cambios entre capítulos ayudan a mantener el ritmo, pero no es baladí conseguirlo durante tanto tiempo. Resulta curioso también que el autor haya decidido introducir dos clímax en el libro, como en una etapa de montaña ciclista donde se escalan varios picos y aunque pienses que el último tramo puede ser llano el terreno pica hacia arriba y consigue mantener tu curiosidad en la siguiente entrega. Esto denota oficio.

La historia y los personajes no son especialmente revolucionarios, la amenaza de un imperio que desea conquistarlo todo es bastante habitual en la fantasía, así que el hecho de que las avispas vayan anexionando ciudad tras ciudad ante la aparente indolencia de sus vecinos no sorprende a nadie. El núcleo de resistencia, formado por un escarabajo y sus pupilos tampoco parece demasiado preparado para la labor que desean desempeñar, a pesar de los 17 años que transcurren entre el magnífico primer capítulo y el siguiente.

Lo que da muchísimo juego es la trama de espionaje y contraespionaje de la que solo estamos viendo la punta del iceberg, algo en lo que sin duda se profundizará en las siguientes entregas. El hecho de que el imperio de las avispas sea eminentemente militar (la única profesión honorable es ser soldado) y que esté basado en la esclavitud contrasta mucho con el resto de ciudades, que basan su economía en el comercio y en las relaciones amistosas con los demás núcleos de población.

La narración de Ben Allen me parece perfecta, encaja como anillo al dedo con el tono bélico de la mayoría de la obra, que tiene muchos enfrentamientos y representación de batallas.

Entiendo que comprometerse a leer una saga de 10 libros no es un reto demasiado asequible, pero creo que si las siguientes entregas mantienen este nivel lo conseguiré.

Sweep of Stars

Afronto la reseña de este libro con sensaciones contradictorias, ya que he de valorar por una parte el atractivo innegable de las ideas expuestas pero en el otro lado de la balanza he de situar la dificultad que he tenido para leerlo.

Sweep of Stars es un libro ambicioso, la primera parte de una trilogía de ciencia ficción escrita con unas raíces africanas muy presentes en toda la obra. El escenario es fascinante y la cultura que se nos describe no puede ser más atractiva. El problema, a mi entender, está en la ejecución.

Los numerosos puntos de vista están también escritos utilizando distintas personas, y aunque parece que la segunda persona del singular está de moda últimamente, hay que saber utilizarla muy bien, como por ejemplo en Ogres. No contento con esto, Maurice Broaddus también utiliza la segunda persona del plural en una nueva vuelta de tuerca que no parece del todo justificada. Las muchas voces utilizadas en la narración nos ofrecen la pluralidad de la que hace gala la organización espacial descrita en el libro, pero en ocasiones resulta confusa y hace perder un poco de coherencia a la historia. También es posible que este problema sea exclusivamente mío, ya que a estos cambios se añade el uso de terminología propia que me hacía tener que recurrir muy a menudo al glosario, por lo que se rompía un poco la continuidad de la lectura. De nuevo, esta puede ser mi percepción y que otra persona con mayores conocimientos de Diáspora africana no tuviera tanta necesidad de muletas como a mí me han hecho falta.

Los temas tratados son tan variados como interesantes. Desde el fanatismo religioso a las posibles organizaciones políticas, desde el recuerdo de la esclavitud a la exploración de agujeros de gusano, desde las conspiraciones políticas al amor y la preocupación de una madre por su hijo enfermo… Son temas universales, pero aún así el autor consigue añadirles una pátina de originalidad por la situación en la que se desarrollan.

Estamos hablando de una novela colosal que puede marcar un hito en el afrofuturismo, y de la que me gustaría leer la continuación, espero que con más conocimiento que me permita sumergirme con mayor facilidad en la lectura.

Roadmarks

La tiranía de las novedades es una expresión que se aplica bastante bien a la elección de mis lecturas, aunque algunas veces me rebelo contra ella para redescubrir algún libro que se pasó desapercibido en su momento, o directamente es más viejo que yo, como es el caso de Roadmarks, de Roger Zelazny. Aprovechando que existe versión en audiolibro, me puse con esta obra de ciencia ficción que podría estar escrita perfectamente en la actualidad, no ha envejecido casi nada.

Hace poco reseñé Last Exit y me ha llamado mucho la atención leer Roadmarks, que parece claramente una precursora de la nueva obra de Max Gladstone después y no antes.

La idea en la que se basa Roadmarks es una carretera en la que se viaja en el tiempo, hacia el futuro si vas en una dirección y hacia el pasado si vas en la contraria. Esta idea, escrita hace más de 40 años, ya debió de ser rompedora en su momento, pero si además le añadimos el carácter experimental del libro, del que hablaré a continuación, la mezcla es explosiva. Y hay dragones, por si faltaba algo.

Los capítulos de la novela se dividen en dos tipos: unos que siguen una narración más o menos lineal y otros que son tramas secundarias que influyen en la historia pero que están totalmente desordenadas, por lo que es labor del lector ver qué posición ocupan dentro de la línea del tiempo. Esta tarea, no es fácil, pero lo es aún menos con el formato audiolibro, ya que todo queda a merced de la memoria del lector, porque es más complicado ir saltando de capítulo y viendo donde encaja cada pieza con un audio que con un libro físico o digital.

La narración de Matt Godfrey es estupenda, te sumerge en la lectura y facilita la comprensión con su forma de interpretar a cada personaje. Pero, como ya he dicho antes, no me parece que Roadmarks sea un libro al que le favorezca especialmente el formato.

Zelazny también hace gala de su portentosa imaginación en cada capítulo del libro. Prácticamente en el comienzo nos encontramos con T-Rex teledirigido que simplemente está ahí porque supongo que le haría gracia en ese momento, no tiene más relevancia en la historia. Me gusta también cómo explica la posibilidad de que se altere la historia conocida hasta ahora como distintas salidas de la carretera y cómo las que se alteraron en su momento fueron quedando en desuso y ahora son prácticamente intransitables.

El nudo de la novela trata sobre Red Dorakeen, un viajero de esta autopista infinita que es incapaz de dejar de viajar porque tiene interés una búsqueda, aunque realmente no sabe lo que está buscando. Y, también por razones desconocidas, un antiguo socio lanza una compleja operación buscando su muerte, para lo cual dispone de 10 oportunidades. No quiero entrar más en la trama por no destripar el libro, aunque tratándose de Zelazny es difícil que se vea venir el desarrollo de la historia.

Una lectura entretenidísima y una justa reedición de un clásico de la ciencia ficción que sigue vigente hoy en día.

Gallant

Siempre que V.E. Schwab publica algo nuevo, estoy ojo avizor para ver cuándo puedo leerlo, aunque haya tenido algunos chascos, también me ha dado alegrías. La sinopsis de Gallant me hacía suponer que me sacaría de mi zona de confort pero he decir que a pesar de ser una historia de fantasmas no me ha asustado, me he sentido cómoda leyéndola.

El problema con Gallant es que es demasiado lenta en su primera parte, tanto que estos primeros capítulos se convierten en un lastre para el disfrute del resto del libro, que va remontando en interés pero no llega a compensar el principio. Es una lástima, porque la historia en sí es atractiva, pero la presentación es tan sosegada que llega a resultar parsimoniosa y mata el ritmo de lectura.

Al disponer de una versión electrónica del libro tampoco he podido disfrutar de las ilustraciones de  Manuel Sumberac que sin duda aportan mucho más al libro de lo que yo he podido ver, ya que son una parte fundamental de la trama.

A pesar de estos inconvenientes, no negaré que la segunda mitad del libro sí que consiguió interesarme, tras una “revelación” que da un vuelco a todo lo que conocíamos con anterioridad. Quizá este cambio haya llegado demasiado tarde para que la autora nos pudiera ofrecer una obra más redonda, pero sí que consigue enmendar parte de los errores iniciales.

La prosa de la Schwab es estupenda, como nos tiene acostumbrados, hilando de forma muy adecuada el ambiente opresivo del que escapa la protagonistas por casualidad con lo que se encuentra cuando llega a Gallant, que tampoco es el hogar acogedor que podría haber imaginado. Además, las descripciones de los ghouls que pueblan este mundo fantástico son bastante crudas, con miembros cercenados o rostros terriblemente deformados, pero en ningún momento llegan a ser desagradables. Son como uno espera que sean condenados al sufrimiento.

La representación del amor fraternal y de las relaciones familiares a través del espejo del sufrimiento y la entrega me resultan también muy atractivas, sobre todo desde la perspectiva de alguien que no las recuerda desde su infancia.

Si bien no puedo decir que sea una de las obras de la autora que más me hayan gustado, sí que es un libro correcto y disfrutable.

Gallant está publicado en español por Umbriel narrativa con traducción de Natalia Navarro Díaz.

Mickey7

Ya había leído otras novelas que se centran en el uso de clones para la exploración espacial, como la estupenda Six Wakes de Mur Lafferty o la menos conocida Death of a Clone de Alex Thomson. Sin embargo, aunque la premisa es similar, el desarrollo de la novela de Edward Ashton no tiene nada que ver, en vez de escoger un camino de investigación nos encontramos con una novela divertida y algo reivindicativa.

La humanidad se ha ido expandiendo por el universo en una suerte de nueva diáspora colonizando los mundos disponibles aunque con una alta tasa de fallo en esta tarea. El uso de la tecnología de clonado para realizar tareas que puedan provocar la muerte del sujeto implicado no está muy extendida por razones religiosas y por sucesos del pasado reciente, por lo que nuestro protagonista, la séptima iteración de Mickey Barnes, es el único clon en la expedición a Niflheim.

Mientras que el resto de los participantes en la expedición son la crema y nata de la sociedad de la que parte la empresa, Mickey utiliza el viaje como vía de escape a sus problemas, en un puesto que nadie en su sano juicio aceptaría. La personalidad de Mickey es bastante pusilánime, le gusta escaquearse en lo posible de sus labores aunque al final acabas empatizando con su forma de ver la vida… o la muerte.

La forma de narración que escoge Ashton, una primera persona muy bien definida con selectos pasajes de las pasadas vidas de Mickey es todo un acierto. Así vemos cómo los hechos del pasado van influyendo en el presente. Situar la acción en una colonia al borde del fallo por las condiciones inesperadas del planeta colonizado le sirve para que los hechos se vayan precipitando uno tras otro cual fichas de dominó y la consideración de cada proteína y recurso gastado como algo irremplazable también hace que en ocasiones la lectura pueda llegar a ser un poco agobiante, pero como todo el libro está bañado en ese humor sarcástico al que hacía referencia antes, el mensaje que nos quiere hacer llegar el autor entra con más facilidad.

Me interesa sobremanera el tratamiento que se hace de la paradoja del barco de Teseo, aunque no es una discusión filosófica de por sí, sí que nos hace reflexionar bastante.

La película del libro está en desarrollo, aunque no tengo muchos datos sobre ella, tengo curiosidad por saber cómo se van a reflejar los diálogos interiores del protagonista.

En definitiva Mickey7 es una novela entretenida, divertida y que puede que nos haga reflexionar un poquito.