La verdad, he quedado decepcionada con Blindspace, la segunda entrega de la saga The Common de Jeremy Szal. Quería que me gustara, pero no he llegado a conectar en ningún momento con la lectura, me parece que el autor se ha esforzado tanto en hacer la obra más grande, más agresiva, más dura que la anterior que se ha pasado de rosca y ha conseguido que me sea indiferente, que es casi lo peor que le puede pasar a un libro. La longitud de la novela tampoco acompaña y es posible que a otro tipo de lector que busque más la acción desenfrenada el libro le encaje mucho más que a mí.
Recordemos que en la primera entrega de la saga, Stormblood, donde conocimos al protagonista Vakov Fukasawa, el autor se centraba bastante en los problemas de la drogadicción a la tecnología alienígena que infestaba el cuerpo de algunos guerreros de élite y que también se utilizaba para traficar con ella. En esta segunda entrega, sin embargo, decide centrarse en la transformación que está sufriendo Vakov a causa de este ataque parasitario y cómo oculta los cambios a todos sus conocidos para intentar protegerlos (pista, sale mal).
Szal parece que sigue empeñado en hacernos ver la parte humana de los luchadores, algo que comprendo, pero lo hace de una forma tan poco sutil que es como un ladrillazo en el colodrillo. Es un buen principio intentar hacer la contraposición entre la familia de cada uno (esa te la encuentras ya formada) y la familia escogida de cada uno, por intentar poner en situación lo que cuenta el autor, pero estoy segura de que habría formar más sutiles de hacerlo. No hace falta hablar de “my fireteam, my family” cada dos párrafos, mi capacidad de memoria es mayor que eso.
Los personajes son histriónicos, exagerados en sus reacciones y en su forma de actuar. Conoceremos a algunos alienígenas más pero todos están cortados por el mismo patrón, el de la violencia y la chulería como forma de defensa ante la maldad de los enemigos. Los planes de las distintas facciones son cristalinos y las “revelaciones” pues tampoco es que descorran un velo que había ante nuestros ojos, si ya sabemos que los malos son muy malos y les gusta torturar a la gente, os recuerdo que están experimentando con ADN alienígena parasitario para ver si consiguen mejorar a la humanidad, hermanitas de la caridad no van a ser.
No obstante, he visto muchas reacciones que ponen la novela muy bien, así que es posible que yo no sea su público objetivo o que no haya conseguido conectar con ella. Si buscas acción a raudales, enfrentamientos de todo tipo (espaciales, de combate cercano, francotiradores…) y no requieres mucha verosimilitud, este puede ser tu libro.