A Spindle Splintered

La verdad, no sé qué tienen Alix E. Harrow y sus libros, son más adictivos que las pipas. A Spindle Splintered es una novela corta, apenas 3 horas de audiolibro, pero es que encima parece menos de lo entretenida que estás mientras lo escuchas.

Esta publicación es la primera entrega de una saga titulada Fractured Fables, que tiene una pinta parecida a la de Wayward Children de Seannan MacGuire, con múltiples posibilidades para expandir el mundo. En este caso, por que Harrow puede ir escogiendo cuentos tradicionales a los que darle una vuelta.

A Spindle Splintered podría parecer un retelling de La Bella Durmiente, pero es algo más que eso. Cierto que utiliza esta historia como base, pero es solo eso, la base para presentar un multiverso realmente atractivo que puede dar mucho juego. Lo primero que llama la atención del libro es el humor que desborda cada página, quizá un tanto macabro en algunos puntos porque al fin y al cabo la protagonista es una joven que por una enfermedad degenerativa sabe que su vida no será muy larga, pero es prácticamente imposible escuchar o leer esta obra sin tener una sonrisa en los labios.

Me gustan especialmente los temas que trata, la lucha contra la resignación ante un futuro impuesto, la sororidad y cómo algunas veces el amor que nos profesan los demás puede llegar a ser sofocante cuando intentan protegernos a toda costa. ¿Una novela de paso a la madurez? Posiblemente, pero con un tono marcadamente feminista y reivindicativo.

Además, la interpretación que hace Amy Landon en el audiolibro es perfecta, solo me parece un poco peor la interpretación de las voces masculinas, demasiado impostadas. Es cierto que da la impresión de habérselo pasado genial mientras estaba en el estudio de grabación.

La relaciones de amistad entre varios de los personajes son muy creíbles, al ver sus destinos entrelazados inexorablemente por las maldiciones que pueden ir sufriendo. Este movimiento llega a ser irrefrenable cuando es necesaria la colaboración de muchos personajes como una fuerza de la naturaleza desbocada.

Y aunque el libro es perfectamente disfrutable como entidad aislada, lo mejor es que ya sabemos que tendremos al menos otra entrega para seguir disfrutando de Alix E. Harrow. No os lo penséis mucho más y dadle un tiento a A Spindle Splintered, que seguro que no os defraudará, aunque como yo seáis incapaces de pronunciar el título en voz alta.

Destroyer of Light

Tenía muchas ganas de que me gustara Destroyer of Light, porque partía de una premisa interesante que me recordaba en cierto modo a la obra de Tade Thompson, con aliens y telépatas y con una referencia a la mitología griega que tampoco es que le viniera mal.

Sin embargo, me ha sido imposible disfrutar de la lectura, de hecho he estado a punto de abandonarla, por una cuestión personal. Y es que gran parte de la evolución de la protagonista está basada en la cantidad de violaciones que sufre a manos de casi cualquier hombre que pasa cerca suya y me ha resultado tan repugnante que ha empañado el resto de la novela. Quisiera entender que la autora pretende reivindicar estos hechos para hacer justicia, para poner en negro sobre blanco lo que muchas potencias colonizadoras hicieron y hacen, pero para mí ha sido demasiado.

El libro tiene varios puntos de vista que se van entrelazando, pero los capítulos no siguen una estructura lineal, ya que van dando salto temporales hacia delante y hacia atrás que no facilitan la labor de lectura. Hace falta prestar bastante atención con cada cambio de capítulo para saber quién está hablando en cada ocasión, aunque el propio capítulo indica el lugar y el momento.

La obra expone bastantes ideas interesantes, como el uso de un planeta que por su dinámica celeste solo puede albergar la vida en una estrecha franja ecuatorial, la colonización que tuvo lugar sin apenas terraformar o la presencia de aliens que son capaces de moverse en más dimensiones de las que los humanos percibimos. Todo el libro es un alegato sobre el desigual reparto de recursos y las consecuencias que acarrea, el abuso de poder de los primeros en llegar que condena a la miseria a los segundones, por llamarlo de alguna manera. Esta reivindicación es muy acertada, pero como ya he dicho, mi incomodidad creciente en la lectura me ha impedido tanto disfrutar del libro como poner en valor sus cualidades, que sin duda alguna posee.

Lamento profundamente no poder recomendarlo, pero este libro no es para mí.

Blood of the Chosen

Django Wexler continúa su estupenda serie Burningblade y Silvereye, con un volumen que si bien adolece del síndrome del segundo libro, consigue mantener el interés en la historia de estos dos hermanos separados y enfrentados por el devenir de la vida, con una serie de añadidos que amplían el mundo que ya conocíamos y dejan el camino expedito para nuevas entregas.

La trama continúa exactamente donde se quedó en Ashes of the Sun, pero Django se toma la molestia de hacernos un resumen del volumen anterior, cosa que yo le agradezco profundamente porque ya no tengo la capacidad de retención que tuve en tiempos pasados y no recuerdo todos los detalles de los libros anteriores.

Por un lado tenemos a Maya que tiene que cumplir una serie de misiones con Beq y Varo que parecen un poco inconexas entre sí pero que conforme van avanzando las páginas vemos que son las baldosas con que el autor va creando el camino que le llevará a un nuevo encuentro con su hermano. La parte de Gyre es más interesante al principio, sobre todo por la parte de la relación con los ghouls y cómo va recuperando sus aliados anteriores, aunque luego se embarca en un viaje bastante anodino hasta llegar al punto álgido de la historia.

Me gustaría resaltar el humor con el que el autor se burla de la desorganización de la resistencia, incapaces de ponerse de acuerdo ni siquiera bajo qué bandera luchar. Son muchas facciones con intereses encontrados que desesperarán a Gyre pero que harán reír al lector en más de una ocasión. Y qué decir de los hilarantes diálogos de Kit, un personaje que ha tenido que cambiar mucho por el final del primer libro pero que aún sigue afrontando su existencia como una aventura constante. Ese toque sirve como contrapunto al giro más hacia la oscuridad y al terror con la aparición de nuevas versiones de los seres de la plaga y sobre todo con un nuevo personaje que no es lo que parece.

Se trata de un libro de transición, sin duda alguna, pero tiene ciertos detalles que hacen que merezca la pena leerlo.

Midnight, Water City

Normalmente los libros detectives con ambientación de ciencia ficción o futurista añaden ciertos detalles cosméticos a la trama pero recurren a la manida investigación policial típica para desarrollar la novela en sí. No es el caso de Midnight, Water City, situada en un futuro relativamente cercano, pero en el que la parte más especulativa está inextricablemente trenzada con la propia narración, aunque el protagonista sea el arquetipo de detective de novela hardboiled.

El protagonista es un policía de 80 años (aquí intervienen las técnicas de rejuvenecimiento) que va ya por su cuarto matrimonio y que no descarta que este acabe también pronto. Pero el narrador tiene una característica muy particular y es su sinestesia, que le permite ver en color verde y rojo la muerte y los asesinatos a pesar de su daltonismo. Además, en su pasado fue el jefe de seguridad de la científica Akira Kimura, salvadora del mundo al detectar y destruir un objeto celeste que amenazaba con destruir el mundo. Así que cuando recibe un comunicado de Akira en el que le ruega su ayuda ya que teme por su vida, dirige sus pasos hacia el fondo del mar donde reside Akira (las construcciones humanas se han refugiado en los océanos debido a la contaminación). Cuanto más profunda está tu residencia, más dinero tienes y Akira, prácticamente considerada una semidiosa, vive en niveles abisales. No sorprenderá a nadie descubrir que Akira ya no está entre nosotros cuando llega a su apartamento.

No voy a entrar más en la trama de la novela, por no destripar los múltiples vericuetos en los que pasea Chris McKinney y que hacen que la novela sea muy entretenida. Con continúas referencias al pasado y a lo que aconteció sobre todo en los momentos en que se descubre el meteoro, las amenazas a las que ha de hacer frente el protagonista en su defensa de Akira o la insoportable superioridad de la que la científica hace gala en todo momento, el autor construye una trama enrevesada y un poquito imprevisible principalmente por el manejo de la información pertinente al caso, como si nosotros también estuviéramos cegados por la magnificencia de Akira.

El uso de la primera persona y del narrador no confiable también se adecúa mucho a la historia que se quiere contar, ya que todo está pasado por el tamiz de las interpretaciones del protagonista, necesariamente influido en las pesquisas del asesinato por la relación de amistad que mantuvo y mantenía con Akira Kimura. Sobre todo se acentúa el resentimiento que tiene hacia los más adinerados, una clase con la que se codea pero a la que no podrá pertenecer nunca, envidiando sus privilegios y posición.

La parte especulativa es una extrapolación verosímil de la tendencia actual respecto al medio ambiente y la tecnología, aunque deja un poco en el aire los fundamentos científicos para ciertos desarrollos espectaculares, como una especie de cámara hiperbárica que rentabiliza de tal formas las horas de sueño que prácticamente duplica la capacidad de trabajo de los ricos, además de sus capacidades rejuvenecedoras.

En resumen, se trata de una novela que se sale un poco de lo que leo habitualmente para el blog, aunque se puede categorizar como ciencia ficción por su entorno y desarrollo. Me ha resultado una lectura atractiva y al parecer tiene continuaciones, que no imagino que derroteros seguirán pero que me pueden interesar.

Light from Uncommon Stars

Creo que Light from Uncommon Stars es uno de los libros con las premisas más extrañas que he leído y sin embargo su autora consigue hacerlo funcionar, hablando de temas muy importantes como la inmigración y la propia identidad. Trata de manera exquisita lo que significa ser transgénero para una de las protagonistas, sin por ello dejar de mostrar la crudeza de todo lo que ha sufrido por ser quién es.

Hay dos historias que se entrecruzan en esta novela, una de fantasía bastante tradicional con un pacto fáustico relacionado con la música y otra realmente alocada de ciencia ficción, con una familia alienígena que viene a la Tierra a montar una tienda de donuts (lo digo en serio).

Las tres protagonistas principales son mujeres asiáticas, como la propia autora. Katrina es una joven trans que huye de un hogar en que la maltratan de forma constante y tiene la suerte de encontrarse en su deambular con Shizuka Satomi, una profesora de violín apodada la Reina del infierno porque todos sus alumnos alcanzan el éxito para luego perecer en las peores circunstancias. Lan Tran es una alienígena que huyó a la Tierra para escapar de una guerra intergaláctica, que también tendrá relación con Katrina y Shizuka.

Una de las cosas que más me ha marcado durante la lectura es la descripción descarnada de la vida torturada e incomprendida que ha tenido que llevar Katrina, desde su familia a sus compañeros, empujada a ser una trabajadora sexual para poder mantenerse con vida, pero aún así humillada por sus características, siempre en el filo de la navaja. A Ryka Aoki no le duelen prendas en describir el infierno por el que ha tenido que pasar Katrina, que a pesar de todo sigue afrontando la vida con valor y entereza. Su disforia de género, que la lleva a odiar sus enormes manos e incluso su propia voz está excelentemente representada.

También resulta interesante la descripción de la fiereza de la competición en el mundo musical, algo que quizá no está tan a la orden del día pero que también se muestra aquí con gran crudeza, con jóvenes que no tienen problema en vender su alma literalmente para alcanzar el estrellato.

Me resultan mucho más interesantes los temas que trata la autora que la historia en sí, sobre todo por la extrañeza que causa la presencia de estos aliens en la Tierra que a lo único a lo que se dedican es a vender donuts. Es cierto que tienen un plan oculto que resulta bastante inocuo, pero no es menos cierto que la autora necesita su presencia para completar tanto la imagen que tenemos de Shizuka como el final al que se encamina la novela.

Es una narración que también tiene su parte dulce, no solo por el glaseado de los donuts, si no por cómo se van desarrollando las relaciones entre los personajes. Katrina evoluciona de una manera sorprendente al sentirse al fin aceptada, Shizuka se rebela contra la maldición que la persigue y Lan comprende que es necesario que los mayores se vayan retirando en cierta manera para dejar paso a las nuevas generaciones, para que puedan madurar e ir haciéndose cargo de nuevas responsabilidades. No quiero dejar pasar la oportunidad de hacer hincapié en las descripciones de comida que realiza la autora, que hace que se te haga la boca agua mientras vas leyendo y que es algo que no muchos autores tienen en cuenta en sus historias. Sin embargo, en ocasiones los cambios de perspectiva en la historia son un tanto bruscos y el lector tendrá que estar prestando mucha atención para seguir el hilo.

Es un libro que me resulta difícil recomendar porque es un libro difícil de clasificar.

Far from the Light of Heaven

He disfrutado inmensamente de la lectura de esta obra de Tade Thompson, que toca todos mis puntos débiles. ¿Misterio en habitación cerrada?, ¿en el espacio?, ¿especies alienígenas?, ¿conspiraciones?, ¿robots? Póngame dos de todo, por favor.

La novela comienza muy en la línea de Six Wakes de Mur Lafferty (otra obra hiper recomendable), con la humana “supervisora” de una nave colonizadora despertándose en espera del final de un viaje plácido y encontrándose un IA desmadrada, una cuarentena y varios huecos en las cápsulas donde viajaban los pasajeros colonizadores. Nada bueno para una astronauta primeriza hija de una leyenda de los viajes espaciales.

Se hace necesario por tanto la presencia de un investigador de la colonia y su compañero artificial, para intentar esclarecer los hechos y conseguir que aterrice la nave, cuyos recursos y personal se esperan con impaciencia en la colonia.

La situación de partida es irresistible, pero es que además el autor consigue barajar estos y otros elementos para dar lugar a una obra tremendamente original y absorbente. Si habéis leído alguna de sus obras anteriores, como Rosewater, sabréis que Thompson es un autor de ideas capaz de combinar temas muy variopintos de forma homogénea. Pues en Far from the Light of Heaven sigue esa tendencia e incluso me atrevería a decir que la supera. Ya sabíamos que su prosa se bebe como el agua, pero en esta ocasión también añade muchas referencias a la vida en el espacio integradas de forma casi orgánica en la trama, consiguiendo que esté leyendo gran parte de su labor de documentación sin darte cuenta.

Los personajes están tratados de una forma muy humana, pero además, aprovechando las diferencias de clases, Thompson nos da una lección sobre desigualdad social y sus consecuencias, un Eat the rich en todo regla que complementa perfectamente el mensaje del libro.

¿Os he comentado lo del toquecillo gore de hacer puzles con miembros humanos? ¿O la posibilidad de abordajes en el espacio? ¿Y qué os parecería la creación y utilización de animales robóticos ultra avanzados para que sean guardaespaldas?

Creo que el entusiasmo que me ha provocado esta lectura ha quedado claro en la reseña, pero por si teníais alguna duda, echadle el guante en cuanto podáis, que no os arrepentiréis.

Among Thieves

Se abre el telón y aparecen una mercenaria, un trilero, un maestro del disfraz, una contrabandista y una exmilitar… ¿Cómo se llama el libro? Pues Among Thieves, una novela que nos presenta diversos puntos de vista para narrarnos la preparación y ejecución de un robo aparentemente imposible de llevar a cabo, con una recompensa que excede los sueños de riqueza de todos los implicados pero que requiere enfrentarse al ser más poderoso del mundo.

Me gusta el tono un poco oscuro pero bastante humorístico que la autora ha utilizado para su libro, con una estructura muy típica pero que utiliza muy bien todos los recursos de los que dispone para tejer una aventura ligera y divertida. La construcción de mundo es algo restringida geográficamente pero está bastante bien pensada, con la existencia de los sensers y los kinetics, seres con capacidades superiores a los demás pero en su mayoría con el cerebro lavado de forma que están totalmente a disposición de los caprichos de sus dueños. Además, el submundo en el que se mueven los protagonistas, con toques de yakuza japonesa y otras bandas criminales nos resultará curiosamente familiar, a pesar de tratarse de una novela de fantasía en mundo secundario.

Lo más entretenido del libro es ver cómo se va desarrollando la trama y se van desvelando las intenciones ocultas de los protagonistas, así como los misterios de su pasado que les ha llevado a estar en la situación actual. Aunque la autora trabajó en la novela como una entrega única, es innegable que deja camino abierto para una posible continuación, que podría venir a resolver algunas de las dudas que se van planteando durante la lectura. Si a esto añadimos un sistema mágico indudablemente atractivo, ya tenemos la diversión servida, aderezada con algunos ligeros toques grimdark.

La prosa de la autora es bastante fluida, lo cual era un requisito imprescindible para este tipo de narración, en el que las condiciones de contorno de la misión son cambiantes conforme se van encontrando nuevas dificultades por el camino o van perdiendo miembros de la misión. El discurso se va adaptando a cada situación de una manera muy bien llevada, especialmente para ser una novela de debut.

Among Thieves es el típico libro que puede pasar desapercibido si no lo vas buscando de forma expresa, bien sea por esa portada un tanto genérica o porque no conozcas a la autora, algo de lo más normal al ser su primera novela. Y sería una lástima dejarlo pasar, porque no viene a revolucionar el género, pero es una novela entretenida y ágil con su toque de intriga y traición de esas que gusta leer.

The Actual Star

Creo sinceramente que The Actual Star puede ser uno de los lanzamientos del año. Monica Byrne nos relata una saga multigeneracional en un solo libro con una estructura que parece engañosamente simple pero que luego se descubre como algo más intrincado y complejo de lo que pensábamos.

El libro presenta tres momentos separados por siglos pero que poco a poco iremos viendo que están relacionados. En el pasado, asistimos a la decadencia de un reino maya en lo que sería la actual Belice. En el presente o al menos en el momento contemporáneo, seguiremos los pasos de una adolescente en 2012, en plena fiebre del fin del mundo maya. Y en el último punto de vista, nos iremos al futuro lejano, con una sociedad totalmente cambiada por el cambio climático y que a mi entender es la parte más atractiva del libro, aunque el conjunto está bien compensado.

Y es que esta historia futura aporta muchas ideas interesantes. Los humanos son modificados genéticamente antes de nacer para ser hermafroditas, viven de manera nómada para aprovechar mejor los recursos que provee la Tierra tras el cambio climático, aunque ayudados por una tecnología bastante avanzada que no se especifica pero que está presente en todo momento. La definición de una persona se basa en tres ejes: genera, manera y prefera, dando lugar a todo un mundo de posibilidades para saber cómo dirigirte a la persona con la que estás hablando. Que todo el idioma hablado sea con género femenino es casi lo de menos.

Esta forma de vida nómada, llamada “la viaja”, está basada en los preceptos que sentó uno de los personajes de la rama de 2012, En esta vertiente del libro, una adolescente viaja a Belice, la patria de su casi desconocido padre para buscar sus raíces y su propia identidad. Al visitar los restos maya de una cueva tendrá una revelación, casi un síndrome de Stendhal. Es interesante la elección de una nación relativamente joven como es Belice para situar este punto de la novela, porque asistimos al paso a la madurez de la protagonista casi a la vez que el paso a la madurez del propio país.

La cueva que visitan en 2012 es dónde transcurren algunos de los hechos del otro punto de vista de la novela, con dos hermanos gemelos que son los mandatarios de un pequeño reino maya que se va hundiendo en el olvido, lejos de los momentos álgidos de sus antepasados. En esta parte de la trama toma mayor importancia la fantasía y la magia, los sacrificios humanos y las tradiciones mayas que nos han llegado hasta ahora, o bien que nos imaginamos que fueron así porque hay muy pocas referencias. La autora admite haber seguido la documentación existente pero es cierto que también ha tenido que recurrir a la imaginación.

Lo mejor del libro para mí sobre todo es la parte especulativa del futuro, pero hay que reconocer que al estar enraizada en las otras líneas temporales todas tienen cierta importancia. También os digo que el hecho de utilizar indistintamente inglés y español, a veces sin traducir este último, puede llevar a confusión a un lector anglófono, pero a mí me resultaba bastante cómodo, excepto con la utilización de algunas palabras con género cambiado porque sonaban raras en mis oídos.

El libro también tiene algunos puntos menos brillantes. Uno de los que más me ha llamado la atención es la traducción de the actual star en inglés como la estrella actual en español, que entiendo es un false friend , y me extraña mucho que se haya dejado pasar cuando se ha puesto tanto cuidado en otros aspectos. Según una conversación mantenida con la autora, cuando hace referencia a the actual star se refiera a la estrella en ese momento, así que he sido yo la que ha malinterpretado la referencia. Hay una cierta fijación con las autolesiones que pueden estar justificadas, por decir algo, en alguno de los puntos de vista por la cultura imperante, pero en los otros no me lo parece. Relacionado con lo anterior, hay cierta querencia por describir exhaustivamente algunas escenas especialmente violentas, pero no llega a resultar inquietante.

Por cierto, el libro lo he escuchado y es estupendo el trabajo de los varios narradores, Carolina Hoyos, Kareem Ferguson y Gisela Chipe, cada uno encargado como es lógico de un punto de vista. La edición física del libro trae mapas y glosarios de los que no he podido disfrutar, pero no por ello se ha visto entorpecida la lectura.

Espero ansiosa que podáis leer esta obra para comentarla con vosotros.

For the Wolf

Se ha puesto de moda narrar los cuentos de hadas más tradicionales con algún que otro cambio, quizá otra localización o intercambiando el género en los personajes. For the Wolf sigue esta tendencia, si bien la portada es un tanto engañosa porque parecería relacionado con Caperucita Roja, pero en el interior vemos que no es así, que es otra forma de contar La Bella y la Bestia.

El ritmo del libro es pausado, casi parsimonioso, mientras la autora nos va explicando la historia de dos hermanas mellizas de estirpe real condenadas a un futuro muy dispar por su orden de nacimiento. Entrelaza la leyenda con la situación real de manera muy acertada y rodea toda la narración de un halo de atemporalidad que le sienta bien a la fábula, aunque hay que hacer un pequeño ejercicio de suspensión de la incredulidad precisamente por ese desigual fluir del tiempo.

Desde tiempos inmemoriales la primera hija de la realeza heredará el trono, mientras que la segunda será entregada en sacrificio al Lobo. Este hecho marca la infancia y la vida de Neve y Red, modificando tanto su relación con los demás a la vez que fortalece los vínculos entre ellas. Cuando Red llega a los 20 años y ha de ofrecerse al Lobo, lo ve casi como una liberación, como la culminación de lo que lleva esperando toda la vida. Su hermana intenta retenerla y no cejará en su empeño de recuperarla, pero no todo es lo que parece y las leyendas aúnan mentiras y medias verdades que nadie ha sido capaz de descifrar.

Hannah F. Whitten ha escrito una novela muy deudora de los cuentos tradicionales, no solo por la trama si no también por las herramientas utilizadas para su elaboración. La novela es de desarrollo lento y de forma pausada seremos testigos de la relación entre Red y el Lobo, y de cómo una figura monstruosa no ha de ser necesariamente quien cometa los actos más despreciables. Como digo es un libro pausado y tranquilo, y quizá por ello se ha quedado un poco en terreno de nadie en cuanto a promoción y difusión. Es una fantasía que parece un poco antigua a pesar de haberse publicado este mismo año, si me permitís la comparación.

De hecho, al tratarse de la primera novela de una duología, me resulta muy llamativo que la novela acabe como lo hace, porque deja el camino expedito a la continuación pero tampoco hace que estés deseando leerla, es un final satisfactorio por sí mismo. Creo que esta novela de debut se ha quedado un poco a medio camino de lo que pretendía conseguir y no sé si leeré la segunda parte.

Where Machines Redeem the Lost

En esta nueva entrega de la serie Machine Mandate, Benjanun Sriduangkaew cambia algunas de las premisas que iba cumpliendo hasta ahora en el resto de las entregas. Para empezar, es una continuación casi directa de Shall Machines Divide the Earth con un personaje secundario de esa tercera entrega, aunque hayan pasado dos años. Pero es que además, en esta ocasión puede que las inteligencias artificiales sufran un revés que no habían previsto, algo que no esperas que pueda suceder cuando se comparan las capacidades de los humanos y las máquinas.

El tema principal del libro es la redención, la búsqueda de la expiación de los pecados cometidos. En este sentido, las inteligencias artificiales ofrecen un jardín del Edén en el que hay infinitas posibilidades para rehacerse tanto física como mentalmente, con la supervisión constante de las inteligencias artificiales. Pero no es oro todo lo que reluce, y existe una subtrama más que interesante de la que iremos sabiendo poco a poco.

Benjanun sigue utilizando algunas de sus marcas de la casa en la narración, como el poder del sexo y las relaciones de dominación, pero creo que en esta ocasión se ha moderado un poco, añadiendo quizá algo más de gore a la mezcla, aunque sin pasarse. Me parece que en esta novela intenta dar un giro de tuerca al universo creado, dándole algo más de cohesión y creo que sale muy bien parada tras esta maniobra.

Hay que señalar que sigue usando pronombres específicos para personajes no binarios, y esto puede resultar un tanto lioso para seguir el libro, sobre todo porque usa dos juegos distintos, uno para referirse a los avatares de la IAs y otro para el personaje humano no binario. No sé si este será un problema para otros lectores más acostumbrados a este uso de los pronombres pero a mí en ocasiones se me ha hecho cuesta arriba.

Quizá resulte una obviedad volver a hacer hincapié en la maravilla de lenguaje del que hace gala la autora, pero es que es para quitarse el sombrero. La forma de mezclar las referencias a mitologías asiáticas con las palabras justas hace que la lectura, que no es fácil, fluya de forma majestuosa. Me encantaría ver traducida su obra al español aunque creo que el traductor encargado no tendría un trabajo nada asequible.

Sin duda, recomiendo esta entrega así como toda la serie, y quedo a la espera de ver por qué derroteros nos llevará la imaginación de Benjanun.