A Hole in the Sky

Durante la entrevista que le hicimos a Peter F. Hamilton para Tryperion, nos habló de sus futuros proyectos y entre ellos se encontraba la publicación de esta novela, exclusiva para formato audio. No cabe duda de que despertó mucho mi interés así que en cuanto que tuve la oportunidad, me dispuse a escucharla.

A Hole in the Sky es una obra menor dentro de la producción del autor británico, pero acostumbrados como estamos a sus obras titánicas hay que decir que esta obra novela es un cambio que no viene mal. La historia tiene lugar en una nave generacional en la que no todo ha salido como estaba previsto (la verdad, me cuesta creer que cualquier persona que haya leído algo de ciencia ficción se embarque en un viaje de este tipo, siempre salen mal).

Todo está narrado desde el punto de vista de Hazel, una joven que vive en uno de los pequeños pueblos que colonizan el interior de la nave, que a causa de un motín ha vuelto a un estado bastante primitivo de civilización. La maquinaria destinada a hacer su vida más fácil no funciona correctamente y han de trabajar muy duro tan solo para sobrevivir y llegar al siguiente día. Todo esto bajo la supervisión de “la capitana electrónica”, una supuesta mezcla entre inteligencia artificial y la personalidad de la última capitana de la nave, que recurrió a esta fusión como última defensa contra el motín mencionado anteriormente. Quizá lo más duro de la vida en la nave es que para aprovechar los recursos se debe reciclar a los que cumplen 65 años, a lo Fuga de Logan. La mayoría aceptan su destino como parte del servicio a la comunidad, pero algunos hacen “trampa” y huyen hacia zonas inexploradas de la nave.

Siendo este el punto de partida, ya nos podemos imaginar que tendrá que ocurrir algún cambio para romper el status quo de la situación. Esto ocurre cuando un accidente afecta a un familiar de Hazel, que dejará de poder contribuir al bien común, por lo que la decisión sobre la continuidad de su vida está en entredicho.

Sin querer meterme más en el argumento, hay que decir que la novela es bastante optimista a pesar del punto de partida un tanto ominoso del que parte con el reciclado de seres humanos. También pienso que se han suavizado mucho las aristas de la situación para que la novela pueda estar dirigida a un público más juvenil. Hazel comenzará una viaje para mejorar la situación de la nave generacional en el que “casualmente” su ascendencia tendrá un papel relevante.

A pesar de lo simple y quizá algo manida que es la trama, no puedo dejar de lado alguna de las aportaciones de Hamilton a la intriga, sobre todo en la parte final. Aunque como digo se trata de una novela de mucha menor complejidad de lo que el autor acostumbra, no cesa de dar muestras de su oficio como escritor. Los personajes son un tanto maniqueos, pero se les coge cariño. Y ojo, que estamos solo ante la primera entrega de la serie, así que no podía faltar un buen cliffhanger para engancharnos hasta la siguiente entrega.

En cuanto a la narración de Elizabeth Klett, he de decir que me parece correcta, pero no aporta mucho valor a la historia. Quizá sea debido a la comparación de su labor con la de otros narradores, pero no me ha parecido especialmente destacable.

The Ikessar Falcon

Aunque la lectura de The Wolf of Oren-Yaro no había sido totalmente redonda, la historia era lo suficientemente interesante como para que me acercara a la segunda entrega. Afortunadamente K.S. Villoso consigue expandir tanto el mundo como la trama de una forma muy completa en esta segunda novela, haciendo que haya merecido la pena la apuesta.

La novela es continuación directa del anterior volumen y se puede resumir como la vuelta de la reina Talyien a sus dominios, en un viaje tremendamente complicado con muy pocos aliados y enemigos por doquier. Este viaje le sirve a Villoso para que podamos descubrir la ingente tarea de creación de mundo que ha llevado a cabo, con distintas culturas integradas dentro del mismo reino, pero que mantienen su personalidad propia. Además, la autora aprovecha para ir profundizando en las distintas intrigas políticas que ya dejó entrever en el libro anterior, pero en las que ahora profundiza con mayor intensidad, dando lugar a un entramado de traiciones y maniobras totalmente inmersivo. En el volumen anterior la magia tenía un papel poco destacado, pero ahora resulta ser un componente fundamental en esta fantasía de inspiración filipina, donde el honor y la familia tienen un lugar preponderante. También me gustaría destacar la presencia de dragones, algo que sirve para romper definitivamente con la monotonía a la que nos podía haber llevado el primer libro.

En cierto sentido el libro también es una reivindicación de los personajes femeninos fuertes, que solo por serlo tienen el estigma de no cumplir su papel como mujeres sumisas y la acusación constante de dar rienda suelta a sus anhelos, mientras que de cualquier personaje masculino no se pondría su capacidad de mando e incluso se aplaudiría su hombría.

Quizá la parte que menos me ha convencido es el triángulo amoroso del que la reina es el centro, con tres vértices que se sienten atraídos por ella casi gravitacionalmente y que son incapaces de alejarse de su influjo. Estos tres personajes, serán fundamentales para el desarrollo de la historia, bien sea porque Talyien se aprovecha de ellos para sus planes o intenta protegerlos según cuál sea su relación con cada uno.

Las revelaciones sobre el pasado de la reina, hábilmente dosificadas, hacen que se descubran conspiraciones y engaños que están influyendo en el desarrollo presente de los acontecimientos. La verdad, siento mucha curiosidad por la siguiente entrega, para ver cómo se podrá desvelar la intriga, ya que Talyien cuenta con muy pocas herramientas a su favor.

Unity

A veces leo libros sobre los que no tengo muchas referencias porque creo que es bueno salirse de la zona de confort y además así tengo la oportunidad de encontrar auténticas joyas como este Unity de Elly Bangs.

Durante la lectura me he encontrado con muchas ideas de ciencia ficción y una interesantísima discusión sobre la posible progresión del ser humano. Conceptos de la ciencia ficción pionera, como la gestalt de Sturgeon en Más que humano puestos al servicio de una novela especulativa e inmersiva. Unity se lee a una velocidad endiablada, lo que hace que dejemos pasar algunas casualidades demasiado convenientes para que avance la trama, pero aparte de esto detalles nimios nos encontramos ante un gran obra. ¡Y es la primera novela de la autora! No puede esperar a ver qué nos deparará su labor en el futuro.

Tachyon nos ha traído una novela que tiene profundas inquietudes filosóficas, pero también un mundo distópico asolado por distintas catástrofes, ciudades submarinas controladas por sindicatos criminales, intolerantes sectas religiosas, máquinas de Von Neuman con ataques víricos y más y más ideas por página que muchos otros libros de ciencia ficción. Pero esto no resulta abrumador en ningún momento, de forma sorprendente la autora es capaz de dosificar la información que nos va dando sobre el pasado de los protagonistas y sus antagonistas para que cada revelación llegue en el momento justo, elevando la tensión y haciéndonos desear llegar al siguiente capítulo, al siguiente giro del guion.

En cuanto a la prosa, es una novela bien escrita que supedita el lucimiento personal de la autora al mensaje que quiere hacernos llegar, sin dejar por ello de utilizar algunas metáforas bastante bien traídas. Que la lectura sea accesible en este sentido ayuda a que las ideas desborden nuestra imaginación. Quizá ninguna sea especialmente rompedora de por sí, pero la construcción que lleva a cabo Bangs con estos aportes sí que me parece destacable.

Los personajes me parece muy bien definidos y extraordinariamente atractivos, claro que en el caso de Danae, la protagonista principal, no parece excesivamente difícil teniendo tantas y tantas vivencias de las que escoger. Alexei, en cambio, es un poco más limitado tanto por su pasado y adoctrinamiento como niño soldado como por el desarrollo de su historia. Sin embargo, ambos se complementan muy bien, con sus fallos y aciertos, como el ying y el yang que la casualidad pone en contacto en el momento adecuado.

No puedo dejar de aconsejar este libro, que me ha resultado realmente fascinante. Ojalá lo leáis y podamos comentar los entresijos de los distintos tipos de evolución de la humanidad que aquí se plantean, porque creo que esa semilla que la autora ha dejado plantada puede florecer con el cuidado adecuado.

Winter’s Orbit

Hay libros de ciencia ficción que tienen cierto componente de romance y hay libros centrados en el romance que tienen cierto componente de ciencia ficción. Winter’s Orbit es uno de los de la segunda categoría, aprovechando un pequeño imperio con distintos planetas y la necesidad de diplomacia entre ellos para contarnos una historia de amor. La historia podría ser fácilmente transportable a otro entorno salvo ligeros detalles, pero no por ello perdería su fuerza.

Estando sobre aviso de esta característica, lo cierto es que Winter’s Orbit es un libro maravillosamente disfrutable, con unos personajes de esos que te dan ganas de achuchar. La muerte de Taan, marido de Jainan (representante diplomático de Thea), hace que su viudo tenga que casarse aprisa y corriendo con otro príncipe del imperio para mantener el tratado de paz. El elegido para esta tarea es Kiem, que no tiene lo que se puede decir un historial intachable. Sobre este matrimonio girará todo el libro, ya que los personajes estarán condenados a entenderse a pesar de los muchos impedimentos iniciales.

La relación entre ambos está tratada con gusto exquisito, desde los titubeantes comienzos hasta el desarrollo pleno, pasando por esos momentos tan de comedia romántica que dan ganas de coger a los protagonistas y obligarles a hablar a las claras para que al fin se digan la verdad. No podían faltar las confusiones, las malas interpretaciones y los arrepentimientos que constituyen la salsa de este tipo de historias.

Pero, a pesar de ser bastante típica, no deja de tener detalles interesantes. Me gusta mucho por ejemplo cómo para evitar errores existen distintos tipos de adornos que permiten definir el género de cada persona, sea masculino, femenino o no binario. El hecho de que la relación homosexual no de siquiera lugar a comentario también es importante en cuanto a la normalización de estos matrimonios. El papel de la mujer en el imperio es igual al del hombre, otro triunfo si me permitís que lo llame así.

Un tema muy pero que muy importante en el desarrollo de la historia y que quizá se debería advertir antes de leer el libro es la presencia de violencia y maltrato dentro de alguna de las relaciones mencionadas. Me parece que está tratado con gran sensibilidad, pero no por ello deja de hablarse sobre el estado mental de la víctima, que no cesa de justificar el maltrato por pensar que es culpa suya. Sin ser experta en el tema, creo que es una representación fidedigna del sentimiento que genera en algunas víctimas el maltrato de pareja.

Como digo, la parte de ciencia ficción es ambiental en su mayoría, aunque también aparece una sección en la que se utiliza una tecnología avanzada para acceder a las memorias de los implicados, pero nada más.

Un libro con el que he disfrutado y que me gustaría recomendar, sabiendo de qué se trata, claro.

Shall Machines Divide the Earth

Tengo una cita inexcusable con cada nuevo lanzamiento de Benjanun Sriduangkaew, sobre todo si está dentro del universo Machine Mandate. Si bien es cierto que esta entrega me ha parecido algo menos innovadora que las anteriores y la autora vuelve a incidir en sus temas recurrentes, no por ello deja de ser una lectura más que recomendable. Además, si a esto le añadimos que nuestro conocimiento sobre el universo va aumentado y que podemos ir encontrando referencias a los libros anteriores, como los haruspex o la esfera de Dyson Shenzhen, cada nueva historia añadida sirve para darle profundidad al universo así creado.

La acción gira entorno a un torneo cuyo ganador podrá obtener aquello que más desee, prácticamente sin limitaciones. Pero los perdedores pueden no solo morir, si no ser destinados a futuros mucho peores que simplemente desaparecer. Las condiciones del torneo no están claras, siendo esta misma indefinición uno de los principales atractivos del combate. Sabemos que los duelistas deberán emparejarse con una inteligencia artificial para participar en la contienda, pero el resto de condiciones se podrán ir desvelando sobre la marcha. Quizá está ambigüedad juegue un poco en contra de la obra, porque da tanto margen de actuación a la autora que en realidad cualquier cosa puede acontecer.

La protagonista de la historia es una detective de un planeta bajo asedio, que perdió al amor de su vida y que parece que se encamina al torneo para recuperarlo, aunque esto tampoco está claro. El concepto de unión con la IA para la participación es en esta caso mucho más profundo y, cómo se irá revelando, nada casual. No estaríamos hablando de Sriduangkaew si no hubiera escenas de sexo, dominación e incluso sadomasoquismo, pero me parece que aquí se ha contenido algo más (o que ya me he acostumbrado a su obra).

El principal interés de la lectura, por lo tanto, es ver la labor de investigación que lleva a cabo la detective respecto al torneo y sus posibilidades de victoria. Las escenas de combate están trufadas de violencia pero narradas de una forma maravillosamente cinética, realmente parece que estamos presenciando el enfrentamiento. Algo especialmente difícil de conseguir manteniendo la bellísima prosa que es sello de identidad de la autora, algo que consigue sin fallo.

El final está a la altura de la trama, aunque quizá se vea venir un poco una vez que todas las cartas están sobre la mesa. La saga Machine Mandate es un valor seguro en la space opera y esperamos que siga así durante mucho tiempo.

Purgatory Mount

No tenía pensado leer este Purgatory Mount tan pronto, pero si Alexander Paez te recomienda algo, es mejor que te pongas rápido con ese libro.

Las obras que he leído hasta ahora de Adam Roberts han sido bastante satisfactorias y esta no es una excepción. Es cierto que tiene una estructura un tanto extraña porque las dos tramas que la forman se conectan de una forma muy laxa. La primera y la última parte, que son cortas en comparación con la parte central, tienen un alto componente especulativo, con la exploración de un artefacto en un planeta lejano por parte de unos “humanos” tan evolucionados que son capaces de controlar el tiempo. Mientras tanto, la parte del león en cuanto a longitud de la novela se la lleva la parte central, con una relato de futuro muy cercano terriblemente verosímil.

Si hay algo que destaca en la obra de Adam Roberts es la cantidad de ideas que lanza al lector, a veces con una retranca inglesa que hay que aceptar y disfrutar. En este libro, por ejemplo, es capaz de hablar de Alzheimer usado como arma de destrucción masiva y a la vez del tratamiento de la enfermedad con un simple teléfono móvil. Roberts es capaz de estar narrando los estallidos de bombas tremendamente destructivas mientras parafrasea hits musicales de los últimos años. Su extenso conocimiento de la cultura clásica le permite hacer similitudes entre los personajes y los mitos griegos, pero en las últimas páginas de la obra nos hace ver que hubiera preferido con mucho utilizar los nombres de los magos del Señor de los Anillos, si no fuera por unos problemillas de copyright.

Aunque me han gustado las dos partes de la novela, personalmente hubiera preferido que se hubiera dedicado más a la parte más futurista de la novela, que me llamaba mucho más la atención que el grueso de libro. No obstante, he de reconocer que a pesar del desequilibro entre ambas tramas la lectura es más que interesante, y que yo hubiera preferido más hincapié en la otra parte es solo una preferencia personal. Resulta aterrador por lo verosímil cómo Adam Roberts narra la desintegración de los Estados Unidos, en una narración que podríamos describir como “Doctorowzada”, si me permitís la expresión, basándose en los medios de control de masas y con protagonistas jóvenes atrapados por el sistema, como en Little Brother , Homeland y otras obras de Cory Doctorow.

El mensaje de redención y expiación de los pecados que lanza Roberts es también digno de estudio. El hecho de que el cielo y el infierno sean atemporales mientras que el purgatorio requiera por definición el paso del tiempo da lugar a una especulación filosófica bastante interesante. Como has podido ver, hay muchas razones por las que recomendar Purgatory Mount, espero que alguna de ellas te haya convencido.

Mordew

Mordew era un libro que me intrigaba desde que tuve conocimiento de su existencia. Ese aire a fantasía clásica, acompañado de cierto espíritu macabro y retorcido se sale de lo que suelo leer habitualmente, así que cuando tuve la oportunidad escucharlo en audiolibro no la dejé pasar.

Lo primero que me gustaría destacar es la espectacular labor del narrador. Increíble la gama de voces que es capaz de desplegar Kobna Holdbrook-Smith, una para cada actor perfectamente distinguible y asociada a la personalidad definida por el escritor. Es capaz de utilizar hasta las pausas para respirar y la propia respiración para definir cada párrafo. Me he quedado maravillada por su labor y esta valoración de la obra está muy influida por ella.

Mordew comienza de una forma muy dickensiana, con la vida diaria en los suburbios de la propia Mordew. Nos centraremos en el protagonista, Nathan Treeves, que a duras penas logra sobrevivir entre la miseria de los arrabales con un padre enfermo y una madre resignada a vender su cuerpo para mantener a la familia. Las estampas de hambre y desesperación son el impactante comienzo de la novela, pero pronto se empezarán a desvelar detalles sobre el trasfondo mágico de la novela. El barro que cubre el barrio está insuflado de vida y es capaz de crear criaturas mágicas de corta existencia. Además Nathan es capaz de utilizar magia y esta es una de las características por la que su vida se ve entrelazada con la del señor de la ciudad.

El libro está plagado de detalles muy curiosos, como las historias de origen de algunos de los compañeros de la banda a la que acabará uniéndose Nathan en busca de fondos para conseguir la medicina que podría curar a su padre. También es cierto que el tono macabro no dejará en ningún momento la narración, así como cierta crueldad respecto a los estratos más bajos de la sociedad. Hay magia de sangre, sacrificios, y una atmósfera en general lúgubre y desalentadora. La novela se puede considerar como el rito de madurez del propio Nathan, que vemos evolucionar conforme van pasando los capítulos, pero con muchas historias secundarias que dan más empaque a la propia novela.

El ritmo en ocasiones es bastante parsimonioso, parece un efecto buscado por el autor, por ejemplo en alguna de las peroratas que suelta Anaximandres (un personaje de lo más peculiar que no describiré en detalle pero que es uno de los mayores aciertos del libro) se puede ver como Alex Pheby se recrea en el uso del lenguaje para ralentizar la acción.

En algunas de las reseñas que he leído sobre el libro se hace hincapié en la especial importancia del glosario que acompaña el libro, pero en la versión que yo he escuchado esta parte no está incluida, por lo que no puedo juzgar si realmente complementaría de forma adecuada la lectura. El audiolibro se sostiene por sí mismo aunque me queda la curiosidad sobre qué nueva información podría aportar esta inclusión.

Al tratarse de la primera entrega de una trilogía resulta muy difícil evitar la sobreexposición al mundo que el escritor ha construido y parece que Pheby no intenta mitigar los efectos de este infodumping. Espero que en las continuaciones, con un mundo y unas reglas ya establecidas, el autor pueda centrarse más en la historia en sí y menos en el escenario.

Triggernometry y Advanced Triggernometry

Tras el anuncio por parte de la editorial El Transbordador de la publicación de Triggernometry en nuestro país y viendo que estaba muy próxima la publicación de la continuación, llamada Advanced Triggernometry decidí no esperar más para leer estas obras que con sus buenas referencias tanto llamaban mi atención.

Se trata de dos historias muy cortas y alocadas con una premisa de esas que rompe la baraja desde el principio. Las matemáticas están prohibidas y los que ejercieron su enseñanza o demuestran tener conocimientos en el campo son forajidos. En un escenario típico de western, Holborn aprovecha para introducir a todos los matemáticos de la historia que se le ocurren para recrear las escenas más típicas del Far West que harían las delicias de cualquier aficionado al género. Desde el asalto al tren del dinero o la defensa de un pequeño pueblo del ataque de despiadados representantes de la ley, la autora pasa por su tamiz matemático las escenas de acción más disparatadas, ayudada por un transportador de ángulos y un pie de rey, herramientas imprescindibles para acompañar a un buen rifle en estos tiroteos.

El ritmo es frenético y a esto le viene de perillas la escasa duración de ambas entregas, que se pueden leer prácticamente de una sentada. Es cierto que yo tardé algo más en mi afán por conocer los detalles de la vida real de los matemáticos que aparecen en los libros, ya que salvando los más conocidos, he de reconocer que muchos nombre ni siquiera me sonaban. En cuanto a los personajes históricos representados, me encanta la plétora de matemáticos y matemáticas que nos muestra la autora. Y, si atendemos a lo que dice la Wikipedia sobre ellos, están escogidos de forma que los papeles que representan se ajustan un poco a lo que se conoce sobre ellos.

También es de destacar la crítica al fundamentalismo que transpira el conjunto, dando a entender que cuando menos formado esté el pueblo más fácil resulta manipularlo. De hecho, los que ostentan el poder son en ambas narraciones los detonadores de los problemas, ya que al llevar la avaricia por bandera acaban por asfixiar a la gallina de los huevos de oro.

También es cierto que ambos relatos son tan cortos que pueden considerarse anecdóticos dentro de un mundo que quizá convendría explorar más. Ignoro los planes de Stark Holborn respecto a la continuidad de la serie, pero también os digo que tengo gran interés en saber qué nos deparará su novela, Ten Low.

Fireheart Tiger

No suelo empezar mis reseñas diciendo algo malo sobre la obra en cuestión, pero en esta ocasión he de reconocer que Fireheart Tiger me ha sabido a poco, me la he acabado casi del tirón.

Resulta asombrosa la capacidad de Aliette para crear en muy pocas páginas un mundo totalmente creíble, una suerte de world-building minimalista que sin embargo sirve perfectamente como escenario para la historia. Unas negociaciones territoriales entre dos poderes muy desiguales enmarcan una historia de amor, en la que de Bodard aprovecha para abrirnos los ojos ante las relaciones tóxicas y sus consecuencias.

De nuevo, como hace poco leí en Winter’s Orbit, se hace hincapié en el sentimiento de culpabilidad que la víctima siente por no ser adecuada para la pareja, por no cumplir sus estándares y provocar conflicto, en una ceguera causada por el abuso de poder del “compañero”. Esto, añadido a la presión familiar a la que también se ve sometida la protagonista, que desmerece todos sus logros y solo alaba a sus hermanas mayores, da lugar a una personalidad castigada y propensa a la minusvaloración.

El hecho de que el romance de la historia sea lésbico no influye para nada en todas estas reflexiones que propone Aliette, da igual el tipo de pareja si los juegos de poder están presentes de esta manera.

También me gusta la presencia del elemento mágico, algo exótico para contrastar las mundanas negociaciones por unos derechos territoriales o la posibilidad de construir empalizadas o no. El contraste le sienta muy bien a la historia y la presencia de esta magia sin duda influye definitivamente en la decisión de la protagonista.

Entiendo que también se pueden observar paralelismos entre esta historia y el colonialismo sufrido por muchas tierras, que lucharon por conservar su identidad y apenas lo consiguieron. No obstante, me parece que ofrece mucha más fuerza la relación amorosa que esta otra interpretación, perfectamente válida por otra parte.

Esperemos que la autora se prodigue un poco más en este mundo que ha resultado muy atractivo, aunque me temo que sus obras van a ir por otros derroteros.

The Unbroken

Había mucha expectación con la publicación de esta novela, con una portada de rompe y rasga, que trata temas como el colonialismo y el abuso de poder. He de decir que el mensaje que la novela pretende hacer llegar está ahí, pero que pierde un poco la fuerza que sería necesaria para dejar marca debido a la forma en que está escrita.

La protagonista de la novela es Touraine, una militar que fue secuestrada en su infancia de una de las colonias del imperio de cuyo ejército forma parte. En un ejemplo clarísimo de intento de asimilación, el imperio ha creado unos destacamentos formados exclusivamente por extranjeros criados desde la más tierna infancia en la cultura imperante. Sin embargo, no se los considera ciudadanos y sufren ese sentimiento de no pertenecer realmente a ningún lugar. Esto está muy bien representado en la novela y creo que es uno de sus puntos fuertes, el tremendo choque cultural provocado por el regreso al lugar de nacimiento pero como fuerza invasora y “apaciguadora”. Es bastante clara también la inspiración francesa en la creación del mundo, pero no me atrevería a asemejar estos regimientos con la Legión Extranjera, ya que tengo entendido que después de unos años de servicio se consigue la nacionalidad francesa y esto es algo que aquí ni se plantea.

Sin embargo, el desarrollo de los acontecimientos es bastante fortuito y demasiado basado en la casualidad. Justo cuando llegan al puerto Touraine salva la vida de la princesa heredera del trono destinada a calmar la rebelión sea por los medios que sea. Y uno de los atacantes la reconoce por su increíble parecido con su madre, miembro de la resistencia.

A partir de aquí comienzan una serie de peripecias y traiciones, de vaivenes de la narración que no le hacen ningún favor al mensaje que se pretende transmitir. La existencia de una magia curativa cuya consecución es uno de los objetivos principales de la expedición y que era un secreto bien guardado, queda expuesto de la manera más tonta. Y sinceramente la relación de atracción entre Luca y Touraine me parece poco sana, basada en principio en el agradecimiento pero también en la propia subyugación.

Las intrigas políticas son bastante de manual, aunque he de reconocer que en el terreno militar, las escaramuzas que dirimirán el resultado del conflicto se basan más en la inteligencia que la fuerza bruta.

Me gustaría también destacar la representación de personajes variados en el espectro LGBTIQ+. Esto es algo totalmente normalizado en la sociedad, tanto en la cultura imperante como en la subyugada. Indudablemente hay otros problemas, pero este tema en particular está completamente superado.

The Unbroken es un libro del que esperaba más, quizá cegada por la campaña de marketing a su alrededor. No digo que no merezca la pena leerlo y quizá le de una oportunidad a la siguiente parte, pero tampoco puedo recomendarlo fervorosamente.