Libro gratis: Strangest of All

Está disponible para su descarga gratuita la antología Strangest of All, cortesía del European Astrobiology Institute.

Aquí tenéis los enlaces:

PDF, .mobi o ePub

Estas son los relatos incluidos:

  • “War, Ice, Egg, Universe” de G. David Nordley
  • “Into The Blue Abyss” de Geoffrey A. Landis
  • “Backscatter” de Gregory Benford
  • “A Jar of Goodwill” de Tobias S. Buckell
  • “The Island” de Peter Watts
  • “SETI for Profit” de Gregory Benford
  • “But, Still, I Smile” de D. A. Xiaolin Spires
  • “Martian Fever” de Julie Nováková

Gracias a Elías por el aviso.

Machine’s Last Testament

Esperaba con mucha curiosidad la primera novela “larga” de Benjanun Sriduangkaew. Sus novelas cortas como Scale-Bright o Mirrorstrike ya dejaban entrever que el resultado sería bueno, pero al final el salto de una extensión a otra conlleva riesgos.

Es innegable que la prosa de la autora sigue siendo una de las más cuidadas de la ciencia ficción. En esta ocasión, está acompañada de una trama política intrincada y absorbente, con planes que llevan décadas en ejecución para poder adelantarse a la vigilancia de una inteligencia artificial que todo lo controla, Samsara.

Me ha encantando el aspecto especulativo de la obra, investigando cómo podría ser el desarrollo de una inteligencia artificial que ha sido creada por humanos y que, por lo tanto, podría tener fallos desde su propio origen, heredados de sus creadores. El hecho de que el objetivo de Samsara sea proteger a los humanos y mejorar su vida no le impide atacar a aquellos que viven fuera de sus fronteras, dando lugar a una contradicción con la que hasta el más avanzado algoritmo tendría problemas. Benjanun maneja este dilema con maestría, dividiendo la propia psique (si esta es la palabra adecuada) de la inteligencia artificial.

Otro de los temas que el libro trata con descarnada dureza es el dilema de la inmigración. Los supervivientes de las purgas en sistemas remotos ansían llegar a Samsara, ese Edén donde la “benevolente” IA cuidará de tí y de tu familia para hacerte feliz. El proceso de admisión sin embargo es frío y aséptico y las posibilidades muy bajas a menos que tengas algo interesante que ofrecer. Y los campos de confinamiento no son mejores, donde los poderosos dan rienda suelta a sus bajas pasiones aprovechándose de los desesperados.

También podríamos hablar de la constante vigilancia y monitorización de todos los seres en el planeta, por su propio bien. Pero esto es algo que ya parece anecdótico e inevitable en una sociedad de este tipo.

Sriduangkaew no deja pasar la oportunidad para incluir las escenas de sexo explícito a las que también nos tiene acostumbradas, incluso con algo de sadomasoquismo para añadir a la mezcla. Pero me parece importante resaltar la aparición del consentimiento en estas relaciones. Y qué decir de la representación de las distintas sexualidades a lo largo del libro. El uso de pronombres variados que hace que el lector se tenga que plantear qué quiere decir exactamente un personaje que se autoproclama they o xe o cualquier otro. Una invitación a explorar un mundo quizá algo desconocido, pero sin duda a la orden del día.

Añadimos al conjunto algunas escenas de acción y peleas bastante bien narradas y tendremos una space opera de lectura muy entretenida aunque algo desafiante por momentos, ya que la forma de escribir de la autora no es un inglés muy asequible. El esfuerzo merecerá la pena.

Sharps

Es todo un placer tener de nuevo por estos lares a Antonio Díaz, que como experto conocedor de la obra de Parker no podía faltar en esta semana dedicada al autor. En esta ocasión reseña una obra menos conocida de Parker, pero no por ello menos interesante.

K. J. Parker nos presenta una novela de fantasía autoconclusiva en Sharps, en la que dos naciones que han firmado una endeble tregua después de años de guerra se encuentran de nuevo al borde del enfretamiento. Un esfuerzo diplomático se materializa tomando como punto clave el pasatiempo común de ambos países: la esgrima.

Desde uno de los países se recluta a un equipo “olímpico” de esgrimistas para hacer un tour por el país vecino, enfrentándose en una especie de campeonato amistoso en un intento de rebajar tensiones y aunar ambos pueblos.

Uno no puede leer Sharps sin sentir que toda la novela hay una comparación entre la esgrima y el fútbol en nuestro mundo. La pasión con la que hablan los personajes que pueblan sus páginas es real. Parker hace gala de un conocimiento enciclopédico entre los diferentes estilos de lucha, tipos de espadas, ataques, fintas, etc. Se repiten discusiones sobre grandes combates del pasado, se trata a los espadachines como auténticas estrellas de rock (o jugadores de fútbol), hay coleccionistas que gastan fortunas en merchandising y los aficionados no dudan en agolparse para ver un buen combate y, si no están satisfechos, organizar una revuelta si es necesario.

La novela se desarrolla intercalando los puntos de vista de los miembros del equipo de espadachines visitante. Es una aproximación interesante que destaca las diferentes motivaciones que les han llevado a unirse al equipo y permite narrar los combates desde diversas perspectivas. Llama la atención que Parker no escriba en ningún momento desde un punto de vista de la nación visitada, entiendo que obra así para sorprender por las diferencias culturales de la nación.

El ritmo de Sharps es dinámico por el tema que trata y el ágil cambio de punto de vista. Esto unido a que no es una novela excesivamente larga (449 páginas en la edición de bolsillo de Orbit que yo tengo) hace que se lea con rapidez.

Está la novela ambientada en Parkerland, como la mayoría de sus obras, esa suerte de alternativa histórica y difusa que le permite citar pintores, religiones, filósofos, naciones vecinas e imperios del pasado todos ficticios. Ya en la primera página tenemos una mención a Saloninus, un filósofo y un truhán y uno de sus personajes más divertidos.

Sharps es una gran muestra de la capacidad de Parker de moverse en el formato largo, desarrollar ideas más complejas y profundizar en sus personajes a la vez que realiza comparaciones entre la novela y el mundo real (no sólo la evidente crítica a los deportes mayoritarios) si no también un alegato contra la guerra y un suspiro resignado ante la naturaleza humana (y su tendencia a la belicosidad).

Mañana daremos por finalizado esta serie de artículos dedicados al autor K. J. Parker con una sorpresa que solo reconocerán los lectores de Supersonic. Ahí lo dejo para que penséis un poco.

My Beatiful Life

My Beatiful Life es una novela corta publicada en 2019 por Subterranean Press, así que es una muestra muy reciente de la obra del autor. En muy pocas páginas seremos testigos de muchas de las características de la escritura K.J. Parker, a través del relato de un pobre que por azares de la vida va subiendo por la escala social de la forma más meteórica.

Utilizando una primera persona que resulta divertidísima a pesar de narrar en su gran mayoría desgracias, veremos cómo trata la vida a tres hermanos de humildes orígenes. Se podria hacer un estudio sobre cómo se describe el trabajo de la madre, supuestamente el más antiguo del mundo, pero sobre todo cómo conforme van avanzando los años se dejan de lado los paños calientes y los eufemismos para acabar llamando a las cosas por su nombre. Resulta muy curiosa e incluso formativa esta variación de los términos utilizados, siendo una forma más de marcar el paso del tiempo sin necesidad de recurrir a calendarios ni otros adminículos. También asistimos al diferente tratamiento que recibe una joven heredera conforme va pasando el tiempo, así que se podría decir que uno de los ejes sobre los que pivota la historia es el paso del tiempo y cómo afecta a nuestras percepciones y creencias.

Es hilarante la descripción que el escritor nos brinda sobre la burocracia imperial, perfectamente asimilable a la que conocemos en la actualidad. Títulos rimbombantes que ocultan puestos vacíos mientras que los más humildes son los que en realidad manejan el cotarro. ¿Cómo sobrevivir a esa jungla de papeleo digna de una de las pruebas de Astérix? Todo resultará más fácil cuando no se tienen otras distracciones en la cabeza, aunque en ocasiones haya que cortar de cuajo el origen de los problemas, de forma muy literal y sangrienta.

La longitud de My Beatiful Life se adapta de forma perfecta a la historia que se quiere narrar. No sobran páginas ni tampoco se echa en falta una profundidad mayor en los temas tratados. Es una novela corta que se lee en un suspiro y que puede ser una más que adecuada puerta de entrada a la obra del autor.

My Beatiful Life se puede definir como un ejemplo perfecto de novela Parkeriana (y si queréis conocer las características definitorias de este término que me acabo de inventar os recomiendo visitar el blog el viernes).

Mañana podréis disfrutar de una reseña de una obra algo más antigua del autor a cargo de uno de los lectores más duchos en su obra que conozco.

The Devil you Know

Me complace abrir las puertas del blog a un nuevo colaborador, Esteve Torrents, al que quizá conozcáis por su actividad en Twitter bajo el alias El Commutador. Como entre las dos mentes pensantes de este especial le convencimos para empezar a leer a K.J. Parker, creo que es una buena idea conocer sus impresiones como lector primerizo con el autor.

Me hace mucha ilusión que Leticia me haya pedido colaborar en su blog, con esta reseña, dada la cantidad de buenas lecturas que he disfrutado a lo largo de los años, gracias a sus recomendaciones. Sin ir más lejos, Adrian Tchaikovsky se ha convertido en uno de mis autores preferidos, aunque no había leído nada de él hasta hace poco, cuando diversas reseñas de Leti me espolearon a hacerlo.

But I digress…

Escuchar el audiolibro de The Devil You Know, fue una doble recomendación de Leticia: “leer” algo de K. J. Parker, uno de sus autores preferidos, y recuperar la suscripción a Scribd, para los audiolibros.

¡Y qué recomendación!

Inicialmente, dudaba si escuchar este audiolibro de Parker, o elegir otro, por que por la sinopsis, parecía que el libro tendría mucho diálogo (un filósofo ateo y un demonio burócrata, no van a hablar precisamente poco), y el dia de autos, no tenía la mente demasiado preclara para diálogos en inglés, por lo que temía confundir a los protagonistas.

Finalmente, decidí escuchar este libro, por que tras oir los primeros minutos, me quedó claro que mi temor era infundado, ya que K.J. Parker diferencia claramente, en todo momento, la voz de los dos personajes, presentando sus motivaciones, sus dudas y sus intenciones parágrafo a parágrafo, en un fabuloso toma y daca en primera persona, un crescendo delicioso, que por momentos temí que llevaría a un final que no estaría a la altura.

Pero, para mí alegría, sí lo estuvo. El autor tiene, además de una indudable calidad literaria, oficio. Y eso se nota, porqué debajo de la primera capa de humor e ironía, Parker se marca algunas reflexiones interesantes sobre religiones y creencias, de manera totalmente fluida, integrando estas reflexiones en los diálogos y argumentaciones (¿o engaños?) de los protagonistas, hasta llegar a ese final donde todas las piezas encajan como han de encajar (teniendo en cuenta el tono del relato), lo que me dejó el resto de la tarde con una sonrisa de satisfacción.

A pesar de tratarse de una novella, los dos protagonistas, los mencionados filósofo ateo (que no es trigo limpio, precisamente) y burócrata del infierno (un tanto quemado por su trabajo y por la actitud de sus superiores), tienen personalidad. Parker no necesita demasiadas páginas, para darnos unas pinceladas sobre sus vidas y conseguir que empaticemos con ellos. Con ambos, de hecho. Ese es, a mi parecer, el gran éxito del autor: crea personas en tres dimensiones, con diferentes capas de gris; personajes con quienes nos podemos identificar, e ir a tomar una cerveza y charlar. No son peones al servicio de la historia, sino que ellos construyen la historia.

Porqué, por mucho worldbuilding que contenga un libro, y por bueno que este sea (si bien hay que reconocer que aquí no está muy desarrollado, más allá de unas pocas menciones, al servicio de los diálogos), al final son los personajes los que quedan en nuestra memoria lectora. Como en este caso.

Hay que añadir que Will Dameron, el narrador del audiolibro, es excelente y hace algo que no es nada facil: deja que sean las propias voces de los personajes, las que lleven el peso de su narración.

Con todo, una excelente primera lectura de K. J. Parker. Sin duda, no será la última.

Y por cierto, a partir de ahora me fijaré más cuando cierre contratos…

Muchas gracias a Esteve por su colaboración, esperemos que el especial sobre el autor os esté gustando. Mañana podremos disfrutar de la reseña de una de las obras más recientes del autor.

Repo Virtual

Me habían gustado con algunas reservas las novelas cortas de Corey J. White, así que cuando vi que Repo Virtual estaba disponible en Scribd la verdad es que no lo pensé mucho y me la escuché en muy poco tiempo.

Es una novela cyberpunk, con su realidad virtual, sus críticas al sistema que condena casi a la indigencia a la mayoría de la población pero en este punto hay poca novedad. Esto ya lo hizo William Gibson hace muchos años y quizá esperaba algún cambio más, alguna diferencia. La típica corporación sin escrúpulos que explota a sus empleados, el líder mesiánico que no es trigo limpio aunque sus seguidores estén obnubilados por su presencia, son unos malvados de opereta bastante maniqueos. La novela no destaca en ese aspecto.

También es cierto que se vende como una novela en la que se llevará a cabo un timo, en plan The Quantum Magician, algo que podría también atraerme. Pero se salta el típico reclutamiento del equipo que tanto sirve para aportar profundidad a las historias personales de cada componente del grupo y el GRAN PLAN es bastante improvisado, por no decir totalmente aleatorio.

En cuanto a la narración de Stephen Walker, he tenido algún que otro problema con ella. Y es que por alguna razón que no alcanzo a entender, a uno de los personajes lo caracteriza con una voz que no para de soltar gallos. No es ninguno de los protagonistas, pero me ha resultado bastante molesto este detalle.

Lo que sí me gusta es el optimismo que rezuman las páginas, incluso en los momentos más tensos hay esperanza para los personajes, lo que quiere decir que hay esperanza para el ser humano. Ese tono es lo que más me ha convencido de la historia, junto con un postfacio atractivo, que da un final redondo a una novela que se puede calificar como pasable. No es mala y sería injusto calificarla de esa manera, pero es fácilmente olvidable.

The Eagle has Landed

Las antologías temáticas requieren mucho trabajo por parte del seleccionador y es encomiable la labor de Neil Clarke en este volumen dedicado a relatos relacionados con la Luna. La calidad de las historias es variable, con un gran variedad de autores y aproximaciones a cada tema. Pero en este caso me temo que Clarke no tenía mucho donde elegir y aunque hay algunos relatos muy buenos, la calidad media no es la misma que en otras de sus recopilaciones.

Bagatelle de John Varley

Un relato deudor de su tiempo, con una marcado tono pulp y ligero, un entretenimiento pasable.


The Eve of the Last Apollo de Carter Scholz

Esta historia gira en torno a cómo lidiar con las consecuencias humanas que para los primeros astronautas que pisaron la superficie lunar.


The Lunatics de Kim Stanley Robinson

Esperaba algo más de Kim Stanley Robinson, que solo nos muestra el devenir de unos mineros que se rebelan contra su labor en el satélite.


Griffin’s Egg de Michael Swanwick

Se me ha hecho larga esta historia de Swanwick, que parece más centrado en contar las aventuras sexuales del protagonista que en las consecuencias de un conato de guerra nuclear en la Tierra (si es posible semejante término). El final sí que me ha parecido interesante y la idea del experimento psicológico entre guardianes y presos está tratado de forma atractiva, pero le hace falta bastante poda.


A Walk in the Sun de Geoffrey A. Landis

Un relato de superación personal y lucha por la supervivencia huyendo de la cara oculta de la Luna.


Waging Good de Robert Reed

Un comienzo muy fuerte que genera muchísimas expectativas pero que luego se va diluyendo poco a poco. La sentencia por una travesura de juventud es el exilio a una Tierra devastada por las plagas en la que la tasa de supervivencia es ínfima.


How We Lost the Moon de Paul McAuley

Me fascina la ciencia que hay detrás de este relato, con un mini-agujero negro en el centro de un cuerpo celeste.


People Came From Earth de Stephen Baxter

Un relato sobre la recuperación de la civilización después del colapso en una Luna “terraformada”. Correcto pero no apasionante.


Ashes and Tombstones de Brian Stableford

Lo importante de este relato me parece que es el giro final pero como resulta algo que se ve venir, pierde mucha fuerza.


Sunday Night Yams at Minnie and Earl’s de Adam Troy Castro

Precioso cuento de Adam Troy Castro sobre la necesidad de mantener el sentido de la maravilla cuanto todo lo demás se banaliza.


Stories for Men de John Kessel

Entiendo que el orden correcto de lectura de las historias de John Kessel sobre la colonia lunar matriarcal debería haber sido primero este relato y después The Moon and the Other, pero como no ha sido así mi caso, lo cierto es que este relato me ha dejado mucha menos huella que The Moon and the Other, sea por que ya conocía la sociedad de los Cousins, sea porque parte de las sorpresas de la historia también las conocía. No obstante, reconozco que la discusión sobre el patriarcado sigue siendo candente.


The Clear Blue Seas of Luna de Gregory Benford

El punto de partida de este relato me ha resultado muy original ya que hablan de terraformar la Luna. Muchísimas historias tiene lugar en las colonias de la Luna, pero las características propias del asteroide parecen impedir su terraformación. La primera parte del relato me resulta más interesante por esto, pero el resto no me convence.


You Will Go to the Moon de William Preston

La Luna como destino para los ancianos mezclada con la necesidad de cumplir los sueños infantiles en la vida da lugar a un relato bastante olvidable.


SeniorSource de Kristine Kathryn Rusch

Una supuesta investigación policíaca que en realidad le sirve a la autora para explorar la injusticia de un sistema social en el que los baby boomers han asegurado su longevidad en la Luna a costa del trabajo de las generaciones posteriores, que nunca podrán disfrutar de las mismas oportunidades. Muy oportuno.


The Economy of Vacuum de Sarah Thomas

Un comienzo interesante para la historia de una colonizadora que quedará en la más absoluta soledad en la Luna, pero con un final que parece tomado de otro relato, que no resulta para nada satisfactorio y que parece una soflama contra ciertos regímenes políticos.


The Cassandra Project de Jack McDevitt

Me ha gustado más el proceso de investigación alrededor del clasificado proyecto Cassandra que la resolución final del relato, que se va desinflando conforme avanza.


Fly Me to the Moon de Marianne J. Dyson

Entrañable relato en el que un joven que visita a un anciano al que cree piloto en una residencia geriátrica, acaba descubriendo el relevante papel que desempeñó en la conquista de la Luna y como hay cosas que nunca se olvidan.


Tyche and the Ants de Hannu Rajaniemi


The Moon Belongs to Everyone de Michael Alexander y K.C. Ball

Un relato policial en un entorno lunar en una historia alternativa que tiene como trasfondo el lanzamiento de la primera misión tripulada a Marte, en 1980. La premisa era buena pero el desarrollo no lo es tanto.


The Fifth Dragon de Ian McDonald


Let Baser Things Devise de Berrien C. Henderson

Un llamativo relato sobre un chimpancé evolucionado que logra alcanzar el reconocimiento como persona. No pasa de ser anecdótico.


The Moon is Not a Battlefield de Indrapramit Das


Every Hour of Light and Dark de Nancy Kress

Muy curiosa este relato de Nancy Kress, que solo toca el tema lunar de forma tangencial, pero que habla sobre la pasión por el arte y su conservación con un oficio indiscutible.


In Event of Moon Disaster de Rich Larson

Un relato con tono humorístico sobre los problemas éticos derivados de la duplicación de seres.

No puedo recomendar esta recopilación porque varios de los relatos incluidos son flojos, escogidos por su característica lunar, pero sin la suficiente calidad como para hacerse valer por sí mismos.

Becoming Superman

Becoming Superman: My Journey From Poverty to Hollywood es la autobiografía de Joe Straczynski. Es un libro que está entre los nominados a los Hugo en la categoría de Trabajos relacionados (muy disputada este año) y esta nominación es más que merecida. Se trata de una obra apasionante, capaz de desvelar las terribles condiciones en las que se crió Straczynski y aún así servir de inspiración para los jóvenes y no tan jóvenes que tengan la suerte de leerlo. Está escrita con mucho oficio, algo que no debería sorprendernos viniendo de un veterano como es el creador de Babylon 5, pero es que además está escrita desde el corazón, sin ocultar los momentos más escabrosos ni las debilidades de Joe.

La narración comienza con la historia de los abuelos paternos de Joe y desde ese momento sirve para asentar las bases de lo que será la terrible familia del escritor. Espero que la escritura de Becoming Superman le haya servido como catarsis, porque debe haber sido horrible recordar durante páginas y más páginas los abusos físicos y psicológicos a los que se vio sometido durante décadas. Es digno de elogio cómo fue capaz de superar estos obstáculos y llegar a convertirse en un autor de renombre, además en medios tan diferentes como el periodismo, la radio, los cómics o las producciones audiovisuales.

No me tengo por una experta en su obra, pero es cierto que he catado un poco de muchos de sus trabajos, desde Rising Stars a Babylon 5. Con esto quiero decir que el apellido Straczynski no me era desconocido (aunque me cueste horrores escribirlo) pero la persona detrás de la obra era alguien totalmente ajeno a mí. Ahora no es así. Ahora es una persona a la que me gustaría abrazar (aunque no creo que se dejara) y con quien me encantaría tener una conversación.

El autor no esquiva temas polémicos, aunque es cierto que en algunas ocasiones no facilita nombres para no caer en acciones legales. Si bien no son comparables con los hechos que acontecen en su familia (dignos de cualquier película) es cierto que en el mundillo de Hollywood también hay rencillas y rencores que pueden arruinar carreras. Y es por esto que Straczynski ha tenido que reinventarse tantas veces, en ocasiones al borde de la ruina, para poder seguir creando, seguir escribiendo con esa pulsión casi enfermiza que le hacía lanzarse hacia la hoja en blanco.

Me ha gustado especialmente la relación de amistad que tiene con Harlan Ellison, uno de sus autores más admirados y que finalmente se convertirá en uno de sus pocos amigos. Ellison también tenía una personalidad muy dura pero consiguieron hallar un punto de encuentro que se ve reflejada puntualmente en esta obra.

La versión en la que he disfrutado de esta obra ha sido en audiolibro. El narrador es Peter Jurasik, capaz incluso de introducir una broma al principio del libro para justificar su presencia, pero que desde luego hace una labor encomiable personificando las ideas y expresiones de Straczynski, en un libro repleto de imágenes muy duras.

Una auténtica maravilla.

The Lesser Devil

Me topé con The Lesser Devil de casualidad, mientras buscaba por enésima vez la siguiente entrega de la saga de Christopher Ruocchio en Scribd. Pero hete aquí que había una obra intermedia de la que desconocía su existencia y que podría calmar el gusanillo durante un rato, así que me puse de inmediato con ella.

The Lesser Devil está pensado para ser una lectura independiente, para acercar la obra de Ruocchio a un lector que no se atreva de primeras con los mastodónticos libros de The Sun Eater. En este sentido, lo cierto es que se queda bastante corto, porque quizá uno de los mayores alicientes de Empire of Silence es precisamente el enorme despliegue de escenografía que el autor hace desfilar ante nuestros ojos. Así que, a pesar de estar concebido como una lectura independiente, algo que cumple sobradamente, su otra idea de enganchar con el resto de la serie no consigue su objetivo por ser una muestra demasiado exigua.

Tampoco ayuda que el principal protagonista sea Crispin, el hermano de Hadrian, que es un personaje mucho menos carismático y atractivo. En muchas ocasiones Crispin cree que no le llega a la suela del zapato a su desaparecido hermano y casi llega a autoconvencerse de su ausencia de valía. Quizá The Lesser Devil estuviera dirigido a convertirse en una alabanza a la autosuperación, pero se queda corta en este aspecto.

Lo que sí que tiene es mucha acción. El ritmo es trepidante desde un principio, ya que asistiremos a una persecución, una caza al hombre por uno de los lugares más recónditos del planeta. Los enfrentamientos no escatiman los miembros cercenados (gracias a las espadas de antimateria) y esa curiosa mezcla entre feudalismo y alta tecnología que sirve de base para el universo está muy bien representado.

Pero el detalle que más me gusta es el protagonismo de una secta religiosa, que vive en un pueblo-museo como una recreación de los cultos de la antigua Tierra. Ver cómo la fe cristiana ha perdurado casi impasible al paso del tiempo y cómo sus valores afectan a la vida de los lugareños es el eje central de la historia. Hay muchos libros de ciencia ficción con un fuerte componente religioso, como Pavana o la saga de Hyperion, pero en este relato tiene un efecto curioso sobre Crispin.

No puedo recomendar la lectura de The Lesser Devil como introducción a la obra de Ruocchio, pero si como un entremés curioso para completar una historia ya de por sí amplia. Y ahora perdonadme, que voy a refrescar Scribd a ver si les ha dado por subir la segunda entrega de la saga.

Vagabonds

No sé si os pasará a vosotros, pero los ejemplos de ciencia ficción de origen chino que he leído, me traen un regusto a ciencia ficción clásica pero con algún cambio. He de reconocer que la muestra no es significativa, porque casi todo por no decir todo ha pasado por el filtro de Ken Liu, bien sea seleccionando los relatos de diversas recopilaciones o traduciendo obras como las de Cixin Liu.

Vagabonds no es una excepción. Está traducida por Ken y recuerda a la ciencia ficción clásica, especialmente a Los Desposeídos, con la que comparte más de una similitud. Es una novela situada en un futuro tras la guerra entre la Tierra y Marte, pero aparte del conflicto armado todavía sigue presente el conflicto ideológico, entre el capitalismo y una versión del comunismo sobre la que cabría hacer muchos comentarios. Como hilo conductor y como testigo de los hechos está la figura de Luo Ying, una joven marciana que formó parte de un programa de intercambio por el que pasó cinco años en la Tierra y que ahora vuelve a su lugar de origen. En su nave de regreso también viaja una delegación de la Tierra para negociar acuerdos, junto con un cineasta que tiene protagonismo en la primera parte del libro pero que luego apenas mantiene la importancia.

La especulación social que lleva a cabo la autora es apasionante. No es un libro para leer de forma atropellada, si no para ir reflexionando sobre lo que se propone y si cada sistema sería viable o no a largo plazo. Aunque Hao Jingfang se centra mucho más en la parte marciana, sí que veremos retazos de la vida en la Tierra. Los sistemas sociales que clasifican entre fluidos e inmóviles, la comparación entre ambos, la necesidad de revolución para acabar con las injusticias, el inmovilismo de los que en su momento fueron agentes de cambio pero ahora son escollos en el camino… Muchos temas tratados con sensibilidad.

En el aspecto formal de la escritura, sin embargo, hay algunos elementos que no me han gustado. La figura de Luo Ying parece novata en todo y se utiliza como recurso ese supuesto desconocimiento para tener conversaciones con su tutor que son un infodump en toda regla. También resulta un tanto extraño que mientras toda la novela ha estado basada en las intervenciones de Luo Ying y su entorno, al final se ceda el protagonismo a otros personajes que tienen intervenciones mínimas pero drásticamente influyentes en la toma de decisiones.

La narración de Emily Woo Zeller es correcta, pausada como el propio tono de la novela, pero tiene un defecto que me hace algo incómoda la audición cuando imposta las voces masculinas, ya que tiene un toque que suena a falso, a niño imitando a adulto.

Vagabundos está publicada en español con traducción de Agustín Alepuz Morales.