En cuanto cayó en mis manos me puse a leer In an Absent Dream, la cuarta entrega de la saga Wayward Children de Seanan McGuire.
Escrito con el estilo totalmente inmersivo de la autora, se trata de una precuela que nos retrotrae en el tiempo hasta 1964, para contarnos la historia de Katherine, a quien ya conocíamos de Every Heart a Doorway.
Utilizando como telón de fondo el Goblin Market de Christina Rosetti (presente en varias obras de fantasía de la cultura anglosajona) y su idea de trato justo, McGuire nos hace reflexionar sobre el verdadero sentido de la amistad y el necesario sacrificio para buscar la justicia. Lo que comienza como una aventurilla infantil se va volviendo más oscura conforme va pasando el tiempo, del mismo modo que la vida nos va enseñando poco a poco que no hay nada gratis y que todo tiene un precio.
Otra reflexión muy acertada de la autora es la necesidad de seleccionar nuestro camino entre las múltiples posibilidades que se nos presentan, ya que resulta totalmente imposible llegar a un equilibro para afrontar todas las decisiones que la existencia nos va poniendo por delante. Se trata de un relato de rito de paso, de alcanzar la madurez psicológica cuando la madurez física todavía no está al alcance.
Quizá esta entrega no es tan brillante como las dos primeras, que eran realmente excepcionales, pero aún así la lectura es absorbente y rápida, y nos deja con ganas de más entregas de esta serie que ha venido al mundo de la fantasía para sentar cátedra.