Dogs of War

He de admitir que devoré Dogs of War en poco tiempo. Es un libro muy rápido y entretenido, quizá por que no entra en profundidad en ninguno de los muchos palos que toca, pero también por que el autor consigue despertar nuestra lado empático haciendo que nos preocupe el devenir de las vidas de los protagonistas. Y esto no es nada fácil si los personajes no son ni siquiera personas, sin entrar en el hecho de que sean humanos.

Tchaikovsky se está especializando en antropomorfizar animales, ya sea de forma física como en Spiderlight o a través de su psique como en Children of Time. Este recurso, que no es nada fácil de usar, le permite crear paralelismos y ahondar en lo que realmente significa ser humano.

Decía antes que el autor toca muchos temas y ese es quizá uno de los problemas de la novela, que va cambiando conforme vas pasando las páginas de una novela de ciencia ficción militar a una discusión sobre el transhumanismo y el futuro de la humanidad pasando por una fase que simula los juicios de Nuremberg (y me dejo cosas en el tintero, pero habrá que dejar espacio a la sorpresa). No es que este vaivén sea para mí un incoveniente de por sí, pero me temo que Adrian no consigue que estos tránsitos sean fluidos,  aparecen de forma algo brusca, rompiendo el agradable ritmo que tenía la lectura. Este ritmo se recupera pronto, pero en poco tiempo llega otro cambio que tiene el mismo inconveniente, en una suerte de movimiento pendular que consigue desconcertarte.

Somos testigos de los hechos principalmente a través de los ojos de Rex, una bioform creada para liderar un grupo entrenado de expertos en combate. Vemos cómo Rex va evolucionando en una maduración similar, salvando las distancias, a aquella de la que fuimos testigos en la excepcional Flores para Algernon. Mucho del material genético de Rex es de origen canino, y el autor aprovecha este hecho para ensalzar las cualidades que tradicionalmente se asocian con los perros, como la lealtad (reforzada al más puro estilo Pavloviano), el olfato o el instinto de manada. Este proceso de madurez vertebra el libro, pero para ofrecer otros puntos de vista Tchaikovsky introduce otros elementos, como capítulos prospectivos de gran interés y sembrados de ideas interesantes (supuestamente extraídos del libros The Beast Within). Por desgracia, los otros personajes a los que da voz en ocasiones, como Honey y HumOS me parecen claramente desaprovechados. Ya sé que no se puede tener todo, pero ¿un plantígrado en la universidad? Esto está pidiendo a gritos un spin-off.

Dogs of War también se puede leer como un libro con los primeros pasos hacia el transhumanismo y los problemas que esto pudiera causar. Aunque en general el miedo impregna las relaciones con estos nuevos “seres” y con los que vendrán, se van viendo pequeños avances y cambios en la opinión pública, más dispuesta a acoger las novedades si estas muestran sus debilidades a la vez que sus ventajas inherentes. Dogs of War es realmente optimista en este sentido, quizá demasiado, pero no puedo dejar de recordar otros libros también en esta misma onda, como Nexus de Ramez Naam o algunos relatos de Upgraded.

No sé si el nombre del libro es un homenaje a Frederick Forsyth o un guiño a las novelas militares y no estoy segura de que represente lo que realmente vas a encontrar en este volumen, pero tengo por seguro que si le das una oportunidad te gustará. Cada vez me estoy aficionando a este escritor. Tengo por ahí Ironclads y no creo que tarde mucho en ponerme con él.

Nuevo Humble Bundle Multigénero

Mirad con que pack se han descolgado en esta ocasión en Humble Bundle, donde por un solo euro te puedes llevar Scourge of the Betrayer, de Jeff Salyards, entre otros libros.

Estos son los libros incluidos en el pack:

Por un dólar

Brave New Worlds Second Edition, editado por John Joseph Adams
Best Horror of the Year Volume 1, editado por Ellen Datlow
Scourge of the Betrayer, Jeff Salyards
Reanimatrix, Pete Rawlik
Hitchers, Will McIntosh
The Daedalus Incident, Michael Martínez

Por ocho dólares

Other Worlds Than These, editado por John Joseph Adams
Beyond the Woods, editado por Paula Guran
Just One Damned Thing After Another, Jodi Taylor
Best Science Fiction of the Year, Volumen 2, editado por Neil Clarke
A Cruel Wind, Glen Cook
Witches be Crazy, Logan Hunder
Book of Cthulhu 2, editado por Ross Lockhart

Por quince dólares

Pump Six and Other Stories, Paolo Bacigalupi
Field of Fantasies, editado por Rick Wilber
Entropy in Bloom, Jeremy Robert Johnson
Galactic Empires, editado por Neil Clarke
The Edge of Worlds, Martha Wells
Southern Gods, John Hornor Jacob
I am Providence, Nick Mamatas

The Bohr Maker

¡Por fin! Por fin he leído un libro de Linda Nagata que me convence. Probablemente sea debido a que sus últimos trabajos han derivado hacia la ciencia ficción militarista, un subgénero que no es de mis favoritos, pero siempre me parecía que le faltaba algo a esta autora para convencerme. Sin embargo, con The Bohr Maker, a pesar de no estar exenta de fallos, el final de la película ha sido muy distinto.

Siempre me ha llamado la atención el uso de la biotecnología en las novelas de ciencia ficción, ya que parece un camino verosímil hacia el futuro de la humanidad. En este caso, el “objeto de deseo” sobre el que gira toda la novela es la posesión del llamado Bohr Maker, una obra maestra de la nanotecnología que permite la modificación del propio cuerpo para adaptarse y autoevolucionar, si se me permite la expresión. Ya sea para utilizarlo o para destruirlo, todos los personajes del libro pelean por él, menos la receptora, que se encuentra inmersa sin comerlo ni beberlo en esta lucha de poder.

El principio de la novela es un poco sorprendente, porque Nagata nos coloca en un escenario donde no parece haber nada de tecnología. Y digo parece porque de soslayo nos muestra una avance que haría las delicias de cualquier ecologista actual, algún tipo de nanomaquinaria que transforma toda la contaminación de los ríos en alimento para los humanos.

También me parece muy conseguido la idea de interactuar con otros seres humanos a través de una presencia “fantasmal” en sus cerebros. Poder viajar entre localizaciones cambiando de cuerpo y utilizar a otros seres, no necesariamente humanos, como “porteadores”.  Aunque estas ideas ahora no resultan tan originales, en un libro del año 95 no eran conceptos tan trillados.

Sin embargo, lo que más me interesa de la novela es su situación temporal. La narración nos deja en un punto anterior a la Singularidad, que se vislumbra en el futuro pero que el gobierno intenta impedir a toda costa. Y es que trabar el desarrollo y la investigación en la tecnología es como ponerle puertas al campo, una labor fútil condenada al fracaso. Más aún cuando la propia policía hace uso de esta tecnología para impedir los delitos. Nagata utiliza de una forma muy inteligente la hipótesis Gaia para explicar la resistencia al cambio de una parte de los humanos, escudándose en la inteligencia de la propia Tierra para compensar los desvaríos de sus hijos, al tiempo que da voz mediante el primer posthumano a los abanderados del cambio. La novela es un diálogo con argumentos a favor y en contra de esta evolución.

Los personajes, aunque bien caracterizados y perfectamente distinguibles, adolecen de falta de empatía. Phousita sí es capaz de despertar sentimientos en el lector, pero los demás son demasiado fríos y cerebrales para conseguirlo. Cumplen su función perfectamente de exponer las ideas de la autora, pero en conjunto se les notan un poco los hilos con los que los va moviendo Nagata, con unas transiciones poco naturales y cierta ofuscación con sus obsesiones personales.

Un libro definitivamente recomendable, uno de los mejores de este #leoautorasoct en el que estoy embarcada.

Starlings

He leído algunas novelas de Jo Walton, como Among Others, El Círculo de Farthing o Garras y Colmillos pero nunca había leído su ficción corta. Y la razón, evidente tras la lectura de Starlings, es que la autora no se prodiga en esta longitud. La propia Jo dice que no sabe escribir ficción corta y me temo que en este caso hay que darle la razón.

El libro es un batiburrillo de relatos, poemas, una obra de teatro y primeros capítulos de novelas que nunca existieron. Ante semejante mezcolanza, es difícil juzgar la obra en su conjunto. Te puede gustar un relato y aborrecer el siguiente, ya que no existe un hilo conductor, una uniformidad en la lectura o en la temática, ni tan siquiera en el estilo.

Muchos relatos son una gracia de la propia autora, una broma extendida que puede gustar o no debido al peculiar estilo humorístico de la autora, como “Remember the Allosaur” o “Jane Austen to Cassandra”. Otros son ejercicios estilísticos, de uso de diversos puntos de vista como “The Panda Coin”, que me recuerda al principio de la película Lord of War.

Particularmente me gusta la idea de primeros capítulos de posibles novelas, donde sí se ve la mano de la autora para plantear situaciones que puedan dar lugar a historias más completas, como la población de una nave generacional que no sabe si su destino es el adecuado para sus aspiraciones como “Turnover”.

También se notan las inquietudes lectoras de la autora en “Escape to other Worlds with Science Fiction” donde volvemos a visitar la ucronía de Farthing, en un flashmash no demasiado conseguido.

No tengo capacidad para juzgar la capacidad poética de Walton, pero en este libro personas más cualificadas que yo podrán tener una amplia muestra.

Starlings es una obra para fans de Jo Walton y puede tener algo de interés como curiosidad para el resto de lectores, pero no deja de ser anecdótico.

Libro gratis : Radix

En este enlace está disponible en la modalidad paga-lo-que-quieras el libro Radix de A.A. Attanasio.

A young man’s odyssey of self discovery in a world eerily alien, yet hauntingly familiar.

Set thirteen centuries in the future, A. A. Attanasio meticulously creates a brilliantly realized Earth, rich in detail and filled with beings brought to life with intense energy.

In this strange and beautiful world, Sumner Kagan will change from an adolescent outcast to a warrior with god-like powers and in the process take us on an epic and transcendent journey.

 

Autonomous

Mucha gente me había recomendado este libro y no me extraña. Se trata de una novela bastante verosímil, fácil de leer y con trasfondo sociológico que hará las delicias de los aficionados a la ciencia ficción de futuro cercano, con títulos como Nexus de Ramez Naam o Homeland de Cory Doctorow.

La narración se divide en dos puntos de vista en el mismo momento temporal (uno de ellos con flashbacks) condenados a encontrarse. Por un lado, tenemos a una activista en contra de las patentes de medicamentos y drogas, que hace ingeniería inversa de estos productos para sacar versiones libres al mercado. Por otro, a una pareja de agentes que protegen la propiedad intelectual. El punto de unión, una nueva droga para que los trabajadores  “disfruten” de su trabajo en la que algo sale mal.

La prosa es bastante funcional y no tiene florituras, pero es que no las necesita. Sería injusto decir que la autora se dedica a poner una palabra detrás de otra, porque me he encontrado con algunas frases bastantes potentes en cuanto a contenido, como esta:

But everyday, she felt her mother´s judgment, as if her mitochondrial DNA contained a list of everything that was wrong with her.

O esta:

The sky rained pixels and the market awnings expelled cool mist as fine as smoke.

La parte especulativa me parece muy apegada a la realidad, a veces incluso demasiado. Sería de esperar que en más de un siglo de avances científicos la biología hubieran avanzado más cuando en otros campos como el desarrollo de inteligencia artificial el salto es espectacular.  Obviando este hecho, que quizá ni siquiera es tan importante, la narración consigue conjugar con éxito los robots con las drogas de diseño haciendo una afilada crítica social.

Este apartado de crítica es el que me parece más destacable. Aparte de enarbolar la bandera del “conocimiento libre”, Newitz habla sobre la esclavitud a la que se ven resignados las personajes de origen pobre. En analogía con los robots, que deben cumplir un periodo de trabajo obligatorio para “compensar” a la empresa que los crea antes de ganar su libertad, los humanos pueden y muchas veces deben “venderse” para poder subsistir. Este símil con la sociedad actual, es aún más demoledor cuando las víctimas de esta trata de blancas legalizada son niños. La brecha creada por la desigualdad económica es prácticamente insalvable.

El libro tiene a mi entender una pequeña pega estructural, porque las dos tramas se encuentran cuando el libro está muy avanzado, quizá demasiado. Es casi como si estuviéramos leyendo dos historias separadas que se podrían sostener por sí mismas perfectamente, pero a las que les falta un elemento cohesionador.

En cuanto a la discusión sobre la autonomía, parece que por definición un robot no puede tener libre albedrío, ya que siempre dependerá de los programas que rigen su comportamiento. No sé si estoy totalmente convencida de la explicación mediante la cual los robots consiguen su “libertad” mediante una clave que les permite acceder a esos mismos programas, pero estoy dispuesta a conceder el beneficio de la duda para ver cómo sería el nacimiento de una inteligencia artificial.

En definitiva Autonomous es un libro que dará mucho que hablar. ¿Lo habéis leído? ¿Qué os parece?

A Taste of Marrow

Ya di en su momento mi opinión sobre la primera entrega de esta duología, River of Teeth. Por desgracia su continuación ahonda en los problemas de la primera y pierde la que podría ser su gran baza, la frescura de su ambientación.

Los hechos de esta segunda entrega continúan el final de la anterior y los personajes son los mismos. Pero aparte de recorrer sus respectivos caminos sin un destino claro en mente y encontrarse a base de casualidades, la evolución de los protagonistas es cuando menos poco verosímil. Casi parece que Gailey se ha lanzado abiertamente al culebrón con ambientación western, pero centrándose solo en los sentimientos de los personajes, sin trabajar para nada el decorado del libro.

El hecho de que los hipopótamos salvajes campen a sus anchas por el río solo se tiene en cuenta en las ocasiones que interesa a la autora, en una suerte de deus ex machina de lo más previsible y monótono.

Sigue siendo interesante el tratamiento del género por el que opta la autora y aparece un nuevo personaje que a pesar de su juventud parece ser capaz de dar sopas con hondas al resto del elenco. Pero esto es poco, demasiado poco para una segunda parte que termina de enterrar las pocas esperanzas que tenía puesta en la continuación. Para mí, perfectamente prescindible.

 

Winterglass

Afronto este reseña con sentimientos encontrados, pues aunque la prosa de Winterglass me ha parecido fascinante, la historia subyacente no me ha gustado tanto. No es un caso típico de premiar la forma sobre el fondo, más bien es que el cuento en el que se basa ya es conocido, al contrario de lo que  me sucedió con Scale-Bright.

Lo más destacable de Winterglass es la forma en que está escrito. Con un dominio de las palabras estremecedor, Benjanun es capaz de describir la tiranía del invierno de una forma que encoge el corazón. De cualquier página de la historia emana un frío helador, especialmente en las apariciones de la propia Reina del Hielo pero en general en el ambiente congelado que se aposenta sobre sus dominios.

Para representar estos malabarismos con las palabras me permito destacar un solo término, chiurgeon. Tan solo introduciendo un pequeño cambio en surgeon la autora es capaz de crear una nueva profesión que define el mundo de fantasía en el que se desarrolla la historia. Que el combustible que mueve el mundo sean las almas de los sacrificados también da idea de la dureza cristalina del entorno.

Sin embargo, el relato no habla de rebelarse contra el orden establecido y sus consecuencias en la población, si no de sumisión ante el poder. ¿Qué llama de esperanza puede quedar para el pueblo oprimido que vive mejor que en el sistema feudal anterior?

Todos estos temas podrían dar la oportunidad a la autora para hablar de revolución o de lucha de clases, pero Winterglass es una historia más intimista y personal. Apenas un puñado de personajes merecen tener un nombre e intervenir en la narración, en una economía de caracteres que centra mucho el libro.

Mención aparte merece el uso de pronombres neutros. He de reconocer que no acabo de acostumbrarme al uso de they en singular, como en River of Teeth, pero otras soluciones como el uso del ey que hace Sriduangkaew tampoco son fáciles de leer. Seguro que es cuestión de acostumbrarse y, por supuesto, doy la bienvenida a este lenguaje más preciso para expresar la sexualidad de la personas.

En resumen Winterglass es una lectura para recrearse en cada párrafo y disfrutar de la orfebrería de palabras que nos ofrece Sriduangkaew. La historia queda como algo secundario.

Infinity Wars

Aunque en general la serie Infinity de Jonathan Strahan me gusta, esta última entrega me ha parecido bastante floja. Veamos por qué.

Evening of the Span of Their Days, Carrie Vaughn

Los inicios de la guerra desde la perspectiva de un taller de reparación espacial. Flojo.

The Last Broadcasts, An Owomoyela

Con una interesante premisa sobre el control de la información en un conflicto bélico y una protagonista “particular”, creo que esta historia podría haber dado más de sí, pero se queda en poco.

Faceless Soldiers, Patchwork Ship, Caroline M Yoachim

Utilizando como base una de las paradojas que tanto interesan a la autora, pero con cierto toque pulp descerebrado, este relato celebra las diferencias y se postula como mensajero de las buenas relaciones entre especies.

Dear Sarah, Nancy Kress

Interesante relato sobre cómo afecta a los más desfavorecidos la adquisción de nuevas tecnologías. En este caso, llegan de la mano de los extraterrestres, pero el problema de fondo no es ese. Kress nos hace reflexionar sobre los cambios y cómo afrontarlos.

The Moon is Not a Battlefield, Indrapramit Das

Este relato mezcla la cultura india con una narración realista de combates lunares en una guerra fría que se desarrolla principalmente en nuestro satélite. Más que recomendable.

Perfect Gun, Elizabeth Bear

La antropomorfización de los objetos llevada a un límite obsesivo. Olvidable.

Oracle, Dominica Phettaplace

Inocente y divertida aproximación al nacimiento de una IA omnisciente. Al principio parece un relato premonitorio sobre la pérdida de privacidad, pero pronto deriva a un alegato pacifista.

In Everlasting Wisdom, Aliette de Bodard

En este relato, Aliette pervierte una de las ideas fundamentales del universo de Xuya, la concepción de las Mentes en un cuerpo humano. La perversión viene de introducir aliens en el cuerpo para controlar la mente, subyugada al eterno emperador. Inquietante.

Command and Control, David D. Levine

Un conflicto enquistado por un territorio con recursos eternamente en disputa, una nueva tecnología que podría cambiar el curso de la guerra pero que queda en nada y una idea original para buscar una solución al conflicto. Demasiadas casualidades sustentan este relato como para resultar creíble.

Conversations with an Armory, Garth Nix

Pasatiempo humorístico sobre la burocracia obsoleta que te arrancará una sonrisa.

Heavies, Rich Larson

Un lugar aparentemente idílico pero con un pasado reciente de rebelión visto a través de los ojos del encargado de vigilar que todo siga pacífico. El giro final es bastante previsible, la verdad.

Overburden, Genevieve Valentine

Aburrido y lento. No ha conseguido interesarme este relato repleto de traiciones.

Weather Girl, E.J. Swift

Partiendo de una base parecida al relato de An Owomoyela incluído en esta misma antología, este relato sobre el cambio climático y el manejo de información resulta atractivo y preocupante, por lo realista que es.

Mines, Eleanor Arnason

Aunque los elementos que utilizar Arnason para crear estos relatos son interesantes, como una guerra por colonizar un planeta con recursos y el uso de animales modificados para comunicarse telepáticamente con los soldados, el resultado final no es muy destacable.

ZeroS, Peter Watts

Complejo relato con algunos de los temas que se repiten periódicamente en la obra de Watts, como la compartimentación mental o la “zombificación” para usos militares. Aunque es interesante la aproximación científica a la posibilidad de que varias mentes compartan el mismo cuerpo, al final el relato no conduce nada.

En resumen, aunque hay algunos relatos llamativos, el nivel general de la recopilación es bastante decepcionante. Espero que la siguiente entrega del proyecto Infinity nos traiga una selección más atractiva.