Cubierta de Blade

Linda Nagata ha comunicado en su newsletter cuál será la portada de Blade, la cuarta entrega de la saga Inverted Frontiers.

Esta es la sinopsis:

The starship Dragon, accompanied by its fleet of outriders, is faring ever deeper into that region known as the Hallowed Vasties. Here, at the shattered heart of ancient human civilization, once-living worlds were ripped apart by the dimensional intrusions of a Blade. Yet despite the apocalyptic-scale destruction, the fleet’s telescopes have picked out signs of life among the ruins and the ship’s company is eager to go on—but should they?

From his post on Dragon’s high bridge, Urban looks ahead to the smaller starship, Griffin, now far, far in front of the fleet. The mind that pilots that ship—a stern and colder version of his lover, Clemantine—has gone silent. The implication chills him. Like DragonGriffin was an alien warship, designed to destroy without mercy all living worlds, and it still has a mind of its own. The question that haunts Urban: Has that alien mind somehow reclaimed control of Griffin?

It’s a question he must answer, and soon. Every wonder that lies ahead—and every ambition hidden within his heart—is at risk while Griffin’s true nature remains unknown.

Mi traducción:

La nave espacial Dragon, acompañada de su flota de escolta, navega por la región conocida como Hallowed Vasties. En el fracturado corazón de la antigua civilización humana, las intrusiones dimensionales de una Blade destrozaron los mundos anteriormente rebosantes de vida. A pesar de la destrucción local a escala apocalíptica, los telescopios de la flota han encontrado signos de vida entre las ruinas y quieren proseguir con la búsqueda pero, ¿deberían hacerlo?

Desde su puesto en el mando de Dragon, Urban posa su mirada en el pequeño navío Griffin muy adelantado en la flota. La mente que pilota esa nave, una versión más fría de su amante Clemantine, permanece en silencio. Las implicaciones le preocupan. Como Dragon, Griffin es una nave de guerra alienígena, diseñada para destruir todos los mundos sin clemencia y aún tiene su propia mente. La pregunta que perturba a Urban es: ¿habrá esa mente alienígena reclamado el control de Griffin?

Es una pregunta que deberá contestar, y pronto. Cada maravilla que pueda encontrar en su camino y cada ambición escondida en su corazón están en peligro mientras la verdadera naturaleza de Griffin no se revele.

Esta es la cubierta, obra de Sarah Anne Langton:

Desvelada la cubierta de Needle, de Linda Nagata

Ya tenemos la cubierta y fecha de publicación de Needle, la tercera entrega de la saga Inverted Frontier de Linda Nagata, que comenzó con Edges y continuó con Silver, y que verá la luz el 12 de julio.

Esta es la cubierta, muy fiel a la línea de la saga, obra de Sarah Anne Langton:

Inverted Frontier cover design for Linda Nagata’s novel Needle by artist Sarah Anne Langton

Silver

Silver es la continuación de Edges, pero Linda Nagata cambia totalmente de tercio en esta novela, que aunque conserva los mismos personajes que la anterior y añade alguno más, es radicalmente diferente.

Para empezar, el ámbito se reduce a un solo planeta mientras que en Edges teníamos el universo a nuestra disposición. También creo que es importante resaltar que algunos lectores lo han considerado como una secuela de Memory, con el que comparte esos personajes que no aparecían en Edges. De nuevo me encuentro leyendo una novela que quizá estaría más completa si hubiera leído otra de la misma autora, pero también he de decir que en ningún momento eso ha sido impedimento para leer Silver. El problema estaba en otro lugar.

Y es que esa Silver que da título al libro es una materia nanotecnológica presente en todo el planeta, parecida a los makers que aparecen por primera vez en The Bohr Maker y que permitieron el desarrollo y la expansión de la humanidad en la creación de Nagata, pero al parecer más poderosa y maleable. La idea de que el planeta hubiera sido creado como una especie de territorio de prueba para que sus habitantes fueran subiendo de nivel y aumentando sus conocimientos sobre esta materia para poder colonizar la galaxia, aunque muy atractiva, no está del todo conseguida. Los “jugadores” se han quedado atascados en su desarrollo, víctimas del enfrentamiento entre los dos “dioses” que crearon el planeta. Esa materia está descontrolada y se ha vuelto peligrosa, ya que no parece seguir un patrón claro de uso.

Aunque me ha gustado el desarrollo de los personajes, en especial el de Urban al que ya solo le queda el cuerpo que habita como repositorio de su personalidad (en contraste con los otros personajes que saben que resucitarán con una memoria más o menos completa), no puedo negar que la novela me ha interesado algo menos que su predecesora. La preparación para enfrentarse a la amenaza que viene es efímera y la resolución me ha parecido demasiado acelerada. No obstante, como el final sigue abierto para continuar con la exploración del universo en este sentido inverso a la expansión humana que es la premisa de la serie, probablemente lea la siguiente entrega, cuando Nagata la publique.

Anunciada Mission Critical, nueva antología de Jonathan Strahan

Se ha anunciado la publicación el 9 de julio de una nueva antología de la mano de Jonathan Strahan, titulada Mission Critical. La editorial será Solaris.

De momento no está disponible la tabla de contenidos pero sí el listado de autores que formarán parte del volumen. Nombres como Peter F. Hamilton, Yoon Ha Lee, Aliette de Bodard, Greg Egan, Linda Nagata, Gregory Feely, John Barnes, Tobias S. Buckell, Jason Fischer & Sean Williams, Carolyn Ives Gilman, John Meaney, Dominica Phetteplace, Allen M. Steele, Kristine Kathryn Rusch y Peter Watts.

Esta es la portada:

Edges

Cuando supe que Linda Nagata volvía a su universo Nanotech Succession (como The Bohr Maker) pero con una nueva puerta de entrada, el proyecto me gustó. Me pareció original esa “exploración inversa” del espacio, a la contra de la marea colonizadora que en un principio hizo expandirse a la humanidad.

Edges cover for Linda Nagatas’s Inverted Frontier Book 1 by artist Sarah Anne Langton

En este sentido, Edges cumple con lo que esperaba. Las ideas de la autora resultan muy interesantes, como las naves biológicas conformadas por distintas especies que trabajan en simbiosis aún siendo máquinas de Von Neumann tipo berserkero la evolución del concepto “ser humano” cuando el cuerpo es un elemento accesorio e intercambiable. De hecho, uno de los debates más interesantes se entabla cuando conocemos a las distintas “personalidades” que un personaje ha ido creando y afinando para asignarles tareas repetitivas. Son versiones de sí mismo optimizadas para una tarea particular sin capacidad de distracción. Incluso tienen modificada su capacidad de percibir el paso del tiempo. En un arranque de humor, Nagata los llama Apparátchiky es una definición sorprendentemente adecuada.

No obstante, el ritmo de la novela no acompaña a estas ideas. Es obvio que cuando se explora el espacio, con sus distancias gargantuescas, gran parte del tiempo se dedica a no “hacer nada”, pasando por criogenización o directamente almacenando la consciencia. Nagata no consigue que estos periodos de espera desaparezcan totalmente de la novela, aunque usa algunas elipsis y mete alguna trama secundaria de relleno. Por esto, en ocasiones la lectura se vuelve demasiado morosa.

Si conseguimos soslayar este hecho, bien bajo el influjo hipnótico de las ideas de la autora, bien por la curiosidad por saber qué se van a encontrar por el camino, Edges es un buen ejemplo de ciencia ficción dura explicada y atractiva.

Lo que no he sido capaz de juzgar con pleno conocimiento es si el libro se entendería mejor habiendo leído las entregas anteriores. Es una sensación un tanto extraña estar leyendo y pensar que te estás perdiendo referencias. El libro es perfectamente disfrutable de por sí, pero siempre me quedará la duda sobre si sería una experiencia más completa con este bagaje.

Anunciada Edges, la nueva novela de Linda Nagata

Linda Nagata ha anunciado en su newsletter la próxima publicación de su nueva novela, Edges. Será la primera entrega de una nueva serie llamada Inverted Frontier. El escenario en el que estarán situadas es el mismo de sus novelas Nanotech Succession (como The Bohr Maker), pero no será necesario haber leído las entregas anteriores. La fecha de publicación es el dos de abril.

Os traigo la portada, obra de Sarah Anne Langton.

Portada de Inverted Frontier Libro 1 creada por Sarah Anne Langton

Esta es la sinopsis:

Deception Well is a world on the edge, home to an isolated remnant surviving at the farthest reach of human expansion. All across the frontier, other worlds have succumbed to the relentless attacks of robotic alien warships, while hundreds of light years away, the core of human civilization—those star systems closest to Earth, known as the Hallowed Vasties—have all fallen to ruins. Powerful telescopes can see only dust and debris where once there were orbital mega-structures so huge they eclipsed the light of their parent stars.

No one knows for sure what caused the Hallowed Vasties to fail, but a hardened adventurer named Urban intends to find out. He has the resources to do it. He commands a captive alien starship fully capable of facing the dangers that lie beyond Deception Well.

With a ship’s company of explorers and scientists, Urban is embarking on a voyage of re-discovery. They will be the first in centuries to confront the hazards of an inverted frontier as they venture back along the path of human migration. Their goal: to unravel the mystery of the Hallowed Vasties and to discover what monstrous life might have grown up among the ruins.

Y mi traducción:

Deception Well es un mundo en el borde, el hogar de los aislados supervivientes en el límite de la expansión humana. A lo largo de la frontera, otros mundos han sucumbido a los constantes ataques de las naves de guerra alienígenas robotizadas, mientras que a cientos de años luz de distancia, el centro de la civilización humana (las estrellas más cercanas a la Tierra, conocidas como las Hallowed Vasties) están en ruinas. Poderosos telescopios solo alcanzan a ver polvo y basura donde antes había megaestructuras orbitales tan enormes que eclipsaban la luz de sus estrellas.

Nadie sabe con seguridad qué ha provocado la caída de las Hallowed Vasties, pero un encallecido aventurero llamado Urban quiere averiguarlo. 

Tiene los recursos para hacerlo. Está al mando de una nave alienígena capturada perfectamente capaz de afrontar los peligros que acechan más allá de Deception Well.

Con una tripulación de exploradores y científicos, Urban se embarca en un viaje de redescubrimiento. Serán los primeros en siglos en enfrentarse a los peligros de una frontera inversa conforme se aventuran de vuelta a las Hallowed Vasties para descubrir que vida monstruosa pueda haber surgido entre las ruinas.

The Bohr Maker

¡Por fin! Por fin he leído un libro de Linda Nagata que me convence. Probablemente sea debido a que sus últimos trabajos han derivado hacia la ciencia ficción militarista, un subgénero que no es de mis favoritos, pero siempre me parecía que le faltaba algo a esta autora para convencerme. Sin embargo, con The Bohr Maker, a pesar de no estar exenta de fallos, el final de la película ha sido muy distinto.

Siempre me ha llamado la atención el uso de la biotecnología en las novelas de ciencia ficción, ya que parece un camino verosímil hacia el futuro de la humanidad. En este caso, el “objeto de deseo” sobre el que gira toda la novela es la posesión del llamado Bohr Maker, una obra maestra de la nanotecnología que permite la modificación del propio cuerpo para adaptarse y autoevolucionar, si se me permite la expresión. Ya sea para utilizarlo o para destruirlo, todos los personajes del libro pelean por él, menos la receptora, que se encuentra inmersa sin comerlo ni beberlo en esta lucha de poder.

El principio de la novela es un poco sorprendente, porque Nagata nos coloca en un escenario donde no parece haber nada de tecnología. Y digo parece porque de soslayo nos muestra una avance que haría las delicias de cualquier ecologista actual, algún tipo de nanomaquinaria que transforma toda la contaminación de los ríos en alimento para los humanos.

También me parece muy conseguido la idea de interactuar con otros seres humanos a través de una presencia “fantasmal” en sus cerebros. Poder viajar entre localizaciones cambiando de cuerpo y utilizar a otros seres, no necesariamente humanos, como “porteadores”.  Aunque estas ideas ahora no resultan tan originales, en un libro del año 95 no eran conceptos tan trillados.

Sin embargo, lo que más me interesa de la novela es su situación temporal. La narración nos deja en un punto anterior a la Singularidad, que se vislumbra en el futuro pero que el gobierno intenta impedir a toda costa. Y es que trabar el desarrollo y la investigación en la tecnología es como ponerle puertas al campo, una labor fútil condenada al fracaso. Más aún cuando la propia policía hace uso de esta tecnología para impedir los delitos. Nagata utiliza de una forma muy inteligente la hipótesis Gaia para explicar la resistencia al cambio de una parte de los humanos, escudándose en la inteligencia de la propia Tierra para compensar los desvaríos de sus hijos, al tiempo que da voz mediante el primer posthumano a los abanderados del cambio. La novela es un diálogo con argumentos a favor y en contra de esta evolución.

Los personajes, aunque bien caracterizados y perfectamente distinguibles, adolecen de falta de empatía. Phousita sí es capaz de despertar sentimientos en el lector, pero los demás son demasiado fríos y cerebrales para conseguirlo. Cumplen su función perfectamente de exponer las ideas de la autora, pero en conjunto se les notan un poco los hilos con los que los va moviendo Nagata, con unas transiciones poco naturales y cierta ofuscación con sus obsesiones personales.

Un libro definitivamente recomendable, uno de los mejores de este #leoautorasoct en el que estoy embarcada.

The Last Good Man

Lo he vuelto a intentar, pero creo que los títulos más recientes de Linda Nagata no son para mí. En esta ocasión The Last Good Man más que una novela de ciencia ficción militarista se podría considerar un thriller político-militar situado en un futuro muy cercano. La diferencia es muy sutil, e incluso entendería que alguien no pensara como yo. Por poner un ejemplo por contraste, mientras que Nexus giraba en torno a la parte de ciencia ficción y no tenía sentido sin ella, en The Last Good Man la ciencia ficción es atrezzo.

Mientras que en The Red : First Light Nagata comenzaba la historia con una alegato sobre la maldad intrínseca de una empresa contratista de defensa, en esta ocasión nos muestra la otra cara de la moneda, la existencia de vacíos legales y zonas sin ley en las que la intervención de estos agentes libres es la única posiblilidad que se puede utilizar para rescatar prisioneros secuestrados.

Por desgracia, la historia es muy tópica. True Brighton, la protagonista, es descendiente de una familia de militares pero ahora trabaja para uno de estos contratistas al mejor postor. La compañia para la que trabaja tiene que realizar una “extracción” de prisioneros en una zona peligrosa y se prepara para ello.

Hasta aquí todo normal. La parte más avanzada es la utilización de diversas tecnologías en el campo de batalla, desde drones pilotados por IA a simulacros de animales para introducirse en las defensas. Esta parte si es entretenida, a poco que te interese algo la robótica, pero para esto preferiría leer un ensayo como Wired for War y no una novela.

El hecho de que uno de los personajes sea prácticamente un cyborg, con una mano y un ojo prostético podría haber dado más juego, pero no se estudia en profundidad su relación con los demás a causa de estos cambios en su cuerpo. Se etiqueta como “no apto” para el combate y Santas Pascuas. Demasiado frío y distante como para que nos podamos sentir identificados con él o con otros personajes.

La amenaza que para los profesionales militares representan las inteligencias artificiales y la automatización del proceso de guerra también tienen su reflejo en The Last Good Man pero insisto, le falta profundidad en el tratamiento de los temas, las implicaciones no solo retributivas sino filosóficas serían muchas y de gran calado. Se me ocurre por ejemplo si habría que tener siempre a un humano supervisando las acciones para dar el visto bueno a pesar de ralentizarlas o dejarlo todo el poder de decisión al algoritmo. Pero algo tan trascendental como esto no se investiga, solo se pasa de puntillas.

En definitiva, me he vuelto a llevar una pequeña decepción. Creo que me tendré que poner con The Bohr Maker u otras obras más antiguas de Linda Nagata, que parece que serán más de mi gusto.