Parece que este es mi año de libros con misteriosos asesinatos en habitación cerrada y un toque de viaje en tiempo, pero desde luego si me tienen tan entretenida como The Last Hour Between Worlds, no tengo derecho a quejarme.
Melissa Caruso tiene ya varias trilogías publicadas, pero por lo que sea nunca me había puesto con algún libro suyo. Así que cuando vi que se publicaba esta novela, que la verdad tenía buena pinta y tuve la oportunidad de acceder al audiolibro, no hubo más impedimentos para ponerme con ella.
La protagonista del libro es Kembral Thorne, una investigadora en un reino mágico de fantasía que está de baja maternal. Es su primera noche fuera, tras dejar a su bebé a cargo de su hermana durante unas horas para asistir a una fiesta de cotillón que se presume divertida, pero que acabará siendo un carrusel de asesinatos. Es una premisa muy interesante, pero si a esto le añadimos la capacidad de Thorne para saltar a nuevas capas de la realidad llamadas Ecos en las que pululan extrañas criaturas, la novela promete.
En primer lugar me gustaría destacar y mucho el hecho de que Kembral sea una madre primeriza reciente, con todo lo que ello conlleva. La falta de sueño, las presiones sociales por saber cuándo se volverá a incorporar al trabajo si es que lo hace, la dualidad entre ser madre y seguir siendo mujer… Me he sentido extremadamente identificada con la protagonista, incluso cuando está deseando volver a ver a su hija aunque solo sea por darle de mamar y descansar un poco de la presión de la leche en su pecho. En este sentido la novela es tremendamente realista, aunque en los demás pues siga siendo una obra fantástica muy entretenida.
En el transcurso de la fiesta Kembral descubre que todos los asistentes forman parte de un juego macabro que llevan a cabo las entidades más poderosas del mundo mágico para nombrar el año que está por llegar, lo que a su vez se aúna con las intrigas más mundanas de los gremios humanos para luchar por algo más de poder e influencia. El hecho de que el mundo a su vez se vaya desgajando en ecos más y más alejados de la realidad y por lo tanto más peligrosos, no hace si no añadir más picante e interés a la narración. Si te dejas llevar por el ritmo endiablado de los saltos entre realidades, disfrutarás muchísimo con el libro.
A este disfrute también contribuye la espléndida narración de Moira Quirk, que personifica a cada invitado a la reunión de una forma individualizada y perfectamente reconocible.
Por buscarle alguna pega al libro, que ya digo que es entretenidísimo, quizá sobren algunos de los planos de realidad en los que se va sumergiendo Kembral, porque se supone que más de 4 niveles de profundidad ya es de locos y ella sigue y sigue bajando hasta conseguir su objetivo. Además de algunas casualidades bastante bien traídas y convenientes para la subtrama romántica del libro, que tiene representación bisexual para nada forzada y muy creíble. Quizá suene un poco repetitivo lo cansada que está por no dormir pero es que puedo garantizar que cuando no duermes cuidando a tus hijos es algo que no se te quita de la cabeza.
Creo que podría haber funcionado perfectamente con una novela única, pero se anuncia como la primera de una saga porque la construcción de mundo es tan atractiva que dar para mucho más. No tengo duda de que leeré las siguientes entregas.