Después de leer Curiosity Shop, tenía también en mi lista de tebeos pendientes este “Talismán”, dibujado también por Montse Martín, que en su edición integral recoge los tres tebeos que lo componen en un solo tomo muy interesante.
A pesar de ser una historia destinada a niños, los distintos niveles de lectura permiten que un público más amplio pueda disfrutar de las aventuras de Tara y su amigo Tom. Tara es hija del famoso escritor Edwin McGillard, que atraviesa un bloqueo narrativo grave. Gracias un artefacto del pasado consigue superar este problema en la presentación del libro Edwin cae en coma por razones desconocidas. Tara se niega a aceptar este destino e intenta ayudar a su padre por todos los medios posibles, investigando la caja que su padre encontró.
A partir de aquí se desencadenan una serie de acontecimientos que permiten a Tara viajar al mundo de las hadas y a lo largo del segundo tomo, conocer la adolescencia de sus padres, saltando la brecha generacional que separa a todos los hijos de sus padres y que produce tanta incomprensión y dolor.
De nuevo hay que quitarse el sombrero ante el despliegue gráfico de Montse Martín, con un estilo más aniñado que en Curiosity Shop (adecuado para el relato) y con algunos guiños a quien supongo que será una gran influencia en ella, Albert Uderzo. También utiliza unos encuadres de viñeta muy atractivos y alguna que otra perspectiva cenital que recuerda a Juanjo Guarnido. El color es un elemento propio de la historia, con unos tonos muy vivos y optimistas que se tornan oscuros cuando aparecen dificultades en la labor de Tara. La única pega es que los fondos de la tercera parte del integral parecen apresurados, no digo descuidados pero quizá si algo menos trabajados que los anteriores.
El guión es de François Debois y es también bueno, aunque me temo que no llega al nivel de la narración gráfica. Se nota cierto maniqueísmo en los comportamientos de los mayores y los pequeños, pero son pequeños detalles que no entorpecen la lectura.
Lo que también me ha chocado son varios puntos coincidentes con el cómic Locke and Key, como la cueva bajo las aguas que guarda un secreto, los hijos sufriendo las consecuencias de los errores de los padres, la pérdida de la inocencia de la infancia… Aunque están tratados de forma muy distinta, oscura en el caso de Joe Hill y esperanzadora en Talismán.
Me gustaría también destacar el bellísimo final de una personaje desaprovechado como es Nola. Solo por la viñeta final ya merece la pena la lectura.
Creo que este es un tebeo recomendable para cualquier niño que se quiera iniciar en la fantasía y cualquier adulto que quiera recordar su infancia.