A Fractured Infinity

Hay ciertos temas de la ciencia ficción que se encuentran entre mis favoritos y uno de ellos son los universos múltiples, porque dan tanto juego que cada libro puede ser completamente distinto del anterior que hayas leído con la misma base. En esta ocasión he escuchado la novela de debut de Nathan Tavares, A Fractured Infinity, que tiene tanto puntos positivos como negativos, así que intentaré explicar un poquito estas sensaciones encontradas tras su lectura.

Me ha gustado mucho la voz escogida para el protagonista, porque Hayes Figueiredo es un director cinematográfico y eso transpira en cada página del libro. No es solo por la aproximación eminentemente visual de la novela, si no por esas roturas constantes de la cuarta pared y esa utilización tan ágil y acertada de los símiles entre la narración escrita y la visual. Es una manera estupenda de introducirnos en la mente del protagonista definir muchas de las escenas como si se desarrollaran en un estudio de cine.

La idea de partida es que uno de los múltiples universos posibles el propio Figueiredo (versión científico adelantado a su tiempo) crea el Envisioner, un artefacto capaz de predecir el futuro. ¿Dónde queda entonces el libre albedrío? Esta pregunta tan profunda no es algo a lo que vayamos a encontrar respuesta en estas páginas (para eso mejor Ted Chiang) ya que a causa de la llegada de este aparato a muchos universos Hayes se verá atrapado en una huida desesperada para salvar a la persona que ama.

Sin duda, el autor utiliza de forma intencionada los viajes a través de universos paralelos como un medio para relatar una historia de amor, en vez de como un fin en sí misma. Me gustan muchísimo los detalles con los que va plagando cada nuevo universo que resultan bastante verosímiles pero nunca llegan a ser repetitivos, gracias a una imaginación desbordante. Sin embargo, me parece una pena que este emocionante periplo se supedite tanto a la historia romántica aunque sea el leit motiv de la novela se siente demasiado forzada.

La narración de Tom Picasso me parece muy acertada, haciendo hincapié en los momentos de duda del protagonista al igual que cuando toma decisiones apelando al corazón en vez de la razón. Un trabajo impecable.

La verdad, para ser una primera novela con una premisa tan compleja como el multiverso creo que Nathan Tavares sale bastante bien parado. A ver con qué nos sorprende la próxima vez.