The Atlas Six es una novela destinada a convertirse en un super ventas con una promoción bestial, que trata sobre un tema muy goloso como son las escuelas mágicas y las sociedades secretas que manejan los hilos del poder en el mundo. Olivia Blake escribe con mucho oficio sabiendo quién es su público objetivo y como contentarlo. Y la jugada le sale muy bien, dando lugar a una novela absorbente con personajes un poco estereotipados que además caen mal como todo buen alumno de universidad mágica que se aprecie (sí, te estoy mirando a ti, Quentin Coldwater).
Al principio del libro vamos conociendo a los jóvenes que conformarán el sexteto de Atlas, personajes con extraordinarias capacidades mágicas a los que su propia naturaleza ha llevado a vidas poco equilibradas. Poco a poco iremos conociendo a estos personajes y su pasado, que les ha marcado de forma indeleble. Es difícil empatizar con ellos porque apenas se pueden considerar humanos, sus poderes les ponen muy por encima de la sociedad. Atlas Blakely les recluta para la Alexandrian Society, heredera y cuidadora del conocimiento de la Biblioteca de Alejandría y todo lo que vino después. Pero todo tiene un precio y como los seis descubrirán, quizá no estén preparados para pagarlo.
The Atlas Six no viene a reinventar la rueda, ni falta que le hace. Los conflictos están a flor de piel desde que se sabe que han de competir entre ellos aunque solo uno quedará fuera de la sociedad mágica y la autora los azuza de manera inmisericorde, juega con los peones que ha ideado para nuestro disfrute. Es cierto que pueden parecer bastante genéricos en un principio, pero conforme van avanzando los capítulos y las interrelaciones, vemos cómo estaba todo planeado desde el principio.
La prosa es en ocasiones recargada y los diálogos no suenan muy naturales, pero creo que es debido a lo “especiales” que son los personajes, es que no hay ninguno normal y son pretenciosos hasta decir basta, pero cuando puedes crear agujeros negros con un pequeño esfuerzo, normal lo que se dice normal no eres.
La trama, que parecía bastante clara desde un principio, se van complicando con las revelaciones finales y Blake se guarda muchas cartas para la siguientes entregas. Indudablemente, juega con la información y se saca de la manga algunos datos que consiguen cambiar totalmente el panorama. Pero está hecho de forma elegante y da un resultado muy bueno, sobre todo en el tramo final cuando “se descubre el pastel”. Y entonces te das cuenta de que se acaba el libro y de que necesitas el siguiente.