Es muy difícil escribir textos humorísticos, sin caer en el chascarrillo fácil y manteniendo cierta coherencia pero Pablo García Meso lo consigue de cabo a rabo en esta Sopa de Elegidos.
Podría parecer que esta es una novela de fantasía épica al uso, con su viaje del héroe, sus elegidos, su misión para salvar el mundo… pero todos estos elementos tan habituales le sirven al autor para retorcer tanto cliché como puebla este género. Los héroes no son tales, los “alegres compañeros” que parten en su misión salvadora en realidad son personas normales y corrientes arrastradas por las circunstancias. El libro está plagado de críticas a las desigualdades sociales, al racismo o a la autocomplacencia de la clases nobles. Pero lo hace con gracia, de forma que sueltas carcajadas en los momentos más inverosímiles.
El mundo sobre el que se desarrolla la historia es rústico y tosco, pero no por la labor de construcción del autor, que me parece muy completa, si no porque el mundo ES así. Cada pueblo tiene sus peculiaridades y es totalmente verosímil la recepción que puedan tener unos extranjeros que solo parecen traer problemas.
El desarrollo es retorcido y enrevesado, quizá demasiado para una novela tan larga como es esta. Si no la lees muy seguida es posible que pierdas el hilo.
En ocasiones el humor resulta ser un tanto chabacano y escatológico, es increíble la cantidad de veces que la protagonista Fusa es capaz de vomitar a lo largo de la novela. Creo que Pablo ha cargado demasiado las tintas en la parte fisiológica del viaje, aunque supongo que será en contraste con el marcado tono espiritual que algunas obras tienden a mostrar. Recomiendo encarecidamente a Fusa una visita de urgencia a un gastroenterólogo.
Los personajes son muy creíbles precisamente por estar llenos de defectos. Y se crea una química muy buena entre la ya mencionada Fusa y su acompañante semiorco. El resto del elenco también cumple su papel perfectamente, aunque la presencia de Harpagón, un elfo que parece sufrir alguna enfermedad mental, llega a resultar cansina.
Es algo distinto y es español, ¿por qué no pruebas esta sopa fuera de carta que nos recomienda el metre?